 | El entierro de Genarín es una de las fiestas paganas más conocidas de la Semana Santa Leonesa. La procesión tiene lugar todos los años el Jueves Santo en el Barrio Húmedo.
Esta irreverente fiesta comienza cuando los hermanos y cofrades se reúnen para celebrar la Santa Cena, en la que se leen los clásicos versos que glosan la historia de Genarín. Estos versos son leídos hacia la calle, para que los leoneses puedan brindar a la salud de Genaro.
La procesión comienza en la Plaza de San Martín alrededor de la medianoche. Los pasos de la procesión son cuatro: La Cuba (con las ofrendas), la Imagen de Genaro, la Muerte y la Moncha (prostituta que socorrió a Genaro tras el fatal accidente). El recorrido cuenta con varias paradas, y finaliza en la torre de la muralla donde Genarín encontró la muerte. Allí el “Hermano Colgador” trepa por la muralla para depositar las ofrendas: queso, pan, naranjas, una corona de laurel y una botella de orujo.
Tras la ofrenda, la procesión sigue hasta la Plaza del Grano y ante la cruz, se brinda con orujo y se leen poesías. La procesión es acompañada en todo momento por cuatro cabezudos, que representan a los cuatro “evangelistas” de Genarin.
La procesión es una fiesta conmemorativa en honor a Genarín (Genaro Blanco Blanco). Un personaje muy conocido en la ciudad por ser un borrachín frecuentador de burdeles y tabernas. Una fría noche de marzo de 1929 fue atropellado por el primer camión de la basura de la ciudad, mientras orinaba al lado del tercer cubo de la muralla, lugar donde se celebra todos los años el homenaje. Tras su muerte, un grupo de cuatro personas (los evangelistas) decideron que esa figura tan singular no podía perderse en el limbo del olvido. |
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