El misterioso ‘palacio’ de Lancia
El ILC comienza en octubre una nueva campaña en el yacimiento arqueológico para descubrir qué esconden los restos de un edificio ornamental hallado el año pasado.
cristina fanjul | león 15/09/2014
Jesús Celis y Jesús Liz regresan a las trincheras. Será en octubre cuando comience la campaña de excavaciones de este año en el yacimiento astur-romano de Lancia, en la que la Diputación invertirá en esta ocasión 16.405 euros.
Los trabajos de este año se centrarán en ahondar en el conocimiento de los cenizales (con restos que van desde la Edad del Hierro a la época romana) y en el sur del yacimiento, lugar en el que se ha hallado una gran estructura ornamental que ha llamado la atención de los arqueólogos y cuyas dimensiones podrían indicar que en su día albergó un edificio público.
La campaña tiene diferentes objetivos, como en otras ocasiones. Por un lado, la Diputación pretende ampliar y completar la información científica del núcleo urbano que ya ha sido excavado en anteriores campañas, es decir, intentar conocer mejor el urbanismo romano en la ciudad, además de corroborar la existencia de elementos que ya se han estudiado y la investigación de otros nuevos, como la red de calles, lo que supone una continuidad de los trabajos que se han iniciado en campañas anteriores. Entre otras actuaciones se llevará a cabo la excavación de un vertedero de época prerromana, prospecciones con sistemas geomagnéticos, además de continuar con la prospección que se comenzaron en 2004 y se han continuado hasta ahora, de una forma intensiva en el yacimiento y en el entorno. El objetivo fundamental es conocer detalladamente este espacio y poder darlos a conocer a los visitantes, ya que el yacimiento está incluido en los circuitos turísticos de la provincia.
Las campañas que se realizan en Lancia tienen como objetivo la investigación, conservación, puesta en valor y musealización de uno de los yacimientos arqueológicos más emblemáticos y de proyección científica de la provincia de León. Desde 1996, la Diputación ha continuado la excavación con la colaboración de estudiantes de varias universidades españolas y cumple, además, un importante papel social, ya que puede ser visitado por el público. En los trabajos anteriores han sido exhumados los restos del poblado prerromano astur que pueden datarse de los siglos I, II y III a.C.
Mercado y red viaria
Además, se ha constatado la existencia de construcciones romanas, principalmente termas, un mercado, la red viaria y las infraestructuras sanitarias de la ciudad. También se han podido documentar las fases tardías del doblamiento con la localización de dependencias domésticas correspondientes a los siglos III, IV y V d. C.
En las campañas anteriores se encontraron un gran número de restos arqueológicos, como los constructivos de mármol, inscripciones, cerámicas prerromanas y romanas de diversos tipos, objetos de hueso, vidrio, bronce, hierro y plomo, entre los que destacas más de 150 monedas de la época romana. El año pasado, el ILC continuó con los trabajos de exhumación de este conjunto arquitectónico. El resultado es la ampliación del conocimiento del urbanismo romano, la red viaria y se realizó la constatación de edificios en una de las zonas, donde se han podido documentar diversos elementos, como dos hornos. Además, se hallaron los restos de dos esculturas, un vertedero o unas nuevas termas romanas. Además, como todos los años, se realizaron también trabajos de prevención contra el deterioro de las estructuras, con medidas preventivas de conservación. Dentro de los trabajos de laboratorio, se completó el inventario de las más de 800 piezas encontradas, su restauración y su estudio.
cristina fanjul | león 15/09/2014
Jesús Celis y Jesús Liz regresan a las trincheras. Será en octubre cuando comience la campaña de excavaciones de este año en el yacimiento astur-romano de Lancia, en la que la Diputación invertirá en esta ocasión 16.405 euros.
Los trabajos de este año se centrarán en ahondar en el conocimiento de los cenizales (con restos que van desde la Edad del Hierro a la época romana) y en el sur del yacimiento, lugar en el que se ha hallado una gran estructura ornamental que ha llamado la atención de los arqueólogos y cuyas dimensiones podrían indicar que en su día albergó un edificio público.
La campaña tiene diferentes objetivos, como en otras ocasiones. Por un lado, la Diputación pretende ampliar y completar la información científica del núcleo urbano que ya ha sido excavado en anteriores campañas, es decir, intentar conocer mejor el urbanismo romano en la ciudad, además de corroborar la existencia de elementos que ya se han estudiado y la investigación de otros nuevos, como la red de calles, lo que supone una continuidad de los trabajos que se han iniciado en campañas anteriores. Entre otras actuaciones se llevará a cabo la excavación de un vertedero de época prerromana, prospecciones con sistemas geomagnéticos, además de continuar con la prospección que se comenzaron en 2004 y se han continuado hasta ahora, de una forma intensiva en el yacimiento y en el entorno. El objetivo fundamental es conocer detalladamente este espacio y poder darlos a conocer a los visitantes, ya que el yacimiento está incluido en los circuitos turísticos de la provincia.
Las campañas que se realizan en Lancia tienen como objetivo la investigación, conservación, puesta en valor y musealización de uno de los yacimientos arqueológicos más emblemáticos y de proyección científica de la provincia de León. Desde 1996, la Diputación ha continuado la excavación con la colaboración de estudiantes de varias universidades españolas y cumple, además, un importante papel social, ya que puede ser visitado por el público. En los trabajos anteriores han sido exhumados los restos del poblado prerromano astur que pueden datarse de los siglos I, II y III a.C.
Mercado y red viaria
Además, se ha constatado la existencia de construcciones romanas, principalmente termas, un mercado, la red viaria y las infraestructuras sanitarias de la ciudad. También se han podido documentar las fases tardías del doblamiento con la localización de dependencias domésticas correspondientes a los siglos III, IV y V d. C.
En las campañas anteriores se encontraron un gran número de restos arqueológicos, como los constructivos de mármol, inscripciones, cerámicas prerromanas y romanas de diversos tipos, objetos de hueso, vidrio, bronce, hierro y plomo, entre los que destacas más de 150 monedas de la época romana. El año pasado, el ILC continuó con los trabajos de exhumación de este conjunto arquitectónico. El resultado es la ampliación del conocimiento del urbanismo romano, la red viaria y se realizó la constatación de edificios en una de las zonas, donde se han podido documentar diversos elementos, como dos hornos. Además, se hallaron los restos de dos esculturas, un vertedero o unas nuevas termas romanas. Además, como todos los años, se realizaron también trabajos de prevención contra el deterioro de las estructuras, con medidas preventivas de conservación. Dentro de los trabajos de laboratorio, se completó el inventario de las más de 800 piezas encontradas, su restauración y su estudio.
LITIGIO POR EL PATRIMONIO
Guadalajara quiere ‘reconquistar’ el castillo del Cid que está en León
El Ayuntamiento de Jadraque acusa de expolio a Seoane, la empresa leonesa que lo restauró y se arruinó porque no le pagaron
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Un enredo político, con varios pleitos de por medio, mantiene parte del castillo del Cid en León. Columnas, arcos y capiteles de una fortaleza que se encuentra a 500 kilómetros de distancia permanecen amontonados desde hace más de una década en una nave de Villabalter.
Una historia inaudita y rocambolesca que oculta turbios intereses. La rehabilitación del monumento, con la misma catalogación y, por tanto, grado de protección, que la Catedral de León, iba a llevarse a cabo en tres fases, por un importe próximo a los siete millones de euros, con cargo al 1% cultural. Mucho dinero para un monumento que actualmente figura en la web ‘Castillos del olvido’.
La empresa leonesa Seoane restauró parte del claustro renacentista del castillo de Jadraque y nunca cobró los 137.000 euros de un encargo que le ha abocado a la quiebra. Durante todo este tiempo, el ayuntamiento manchego de Jadraque (Guadalajara), titular del castillo, ni ha pagado ni lo ha reclamado. Hasta esta semana. Hasta que Seoane ha aireado el asunto en la prensa.
El alcalde de Jadraque, Alberto Domínguez, ha reaccionado con un contradictorio comunicado en el que asegura que no ha abandonado el claustro ni consintió que saliera de la localidad. También dice que lo ha reclamado varias veces a Seoane, empresa a la que emplaza para que explique y documente quién le autorizó y con qué permiso sacó de Jadraque los restos arqueológicos del citado claustro, «ya que en el Ayuntamiento no existe contrato ni orden de encargo del trabajo con la citada empresa para tal cometido. En caso contrario, los servicios jurídicos del Consistorio estudiarían presentar acciones legales». Se sobreentiende que por expolio. Sin embargo, el mismo comunicado, añade que «los restos arqueológicos que se sacaron de Jadraque fueron una pequeña muestra» y que Seoane prácticamente ha hecho una reconstrucción.
José Andrés Seoane contesta que recibió un camión de piedras del castillo del Cid. «Si eso son pequeños restos...». Un material con el que salvó una esquina del claustro, unos 50 metros de la galería del patio principal del castillo que fue propiedad del poderoso cardenal Mendoza.
Si bien es cierto que la empresa leonesa carece de un contrato escrito, posee en cambio numerosa documentación que avala que fue el Ayuntamiento de Jadraque quien realizó el encargo y pidió autorización a la Consejería de Cultura de Castilla-La Mancha para reconstruir el claustro. También los trabajos se citan en numerosas comisiones municipales y en declaraciones a la prensa del propio alcalde, quien en 2007 declara: «Existía en el castillo una especie de claustro que ahora está en manos de los canteros y que se montará cuando el palacio esté terminado».
Lío de pleitos
Seoane, subcontratada por Geocisa —empresa del grupo de Florentino Pérez a quien se encomienda por tres millones de euros la primera fase de restauración del castillo de Jadraque—, lleva a cabo las preceptivas excavaciones arqueológicas, que tampoco cobra. Poco después del inicio de las obras de restauración del castillo, la aparición de grietas, humedades y corrimientos de terreno provocan el desplome de uno de los torreones y amenazan a la estabilidad de toda la fortaleza. El proyecto quedó entonces paralizado y se abría una larga batalla legal. Seoane también acude a los tribunales para reclamar la deuda.
Finalmente, se hicieron los trabajos de consolidación, pero no se ejecutaron las siguientes fases del proyecto.
«En todo momento nosotros hemos demostrado que el encargo nos lo hace el ayuntamiento. Tenemos también un contrato del año 2004 en el que nos autorizaban las excavaciones arqueológicas y obras de cantería en el castillo», afirma Carmen Seoane, quien recuerda al alcalde de Jadraque que «un contrato verbal tiene la misma validez que uno escrito». Añade que pese a que los trabajos superaban los 30.000 euros, no se adjudicaron por concurso público, lo cual «es una irregularidad que compete a un organismo público».
Un complicado asunto que costará años esclarecer en los tribunales. Quien no se ha pronunciado hasta la fecha es el gobierno de María Dolores de Cospedal. Aunque Guadalajara quiera ‘reconquistar’ el claustro del Cid, seguirá en Villabalter. Seoane no está dispuesto a devolverlo hasta que le paguen
El Santo Grial eleva en un 30% las visitas a San Isidoro, crea empleo y dispara el renombre internacional del templo leonés
Turistas de todas las partes del mundo inundan cada día el museo que ahora alberga la pieza divina más codiciada, obligando a aumentar el horario de visitas
Patricia García 12/08/2014
La posibilidad real de que efectivamente el conocido como Cáliz de Doña Urraca sea el verdadero 'Santo Grial' ha multiplicado la basílica de San Isidoro como lugar de culto para los amantes de la historia.
Así lo demuestran los datos de asistencia de visitantes al templo leonés quienes, llamados por el imán de la 'copa de Cristo', de ese último cáliz, han elevado un treinta por ciento el número de entradas a San Isidoro.
El indudable atractivo turístico para aquellos devotos, curiosos o escépticos que desean descubrir este Grial en primera persona ha 'revolucionado' la basílica.
Raquel Jaén González, directora del Museo de San Isidoro, asegura que "desde que se dieron a conocer los estudios que dejan ver la posibilidad de que estemos hablando del Santo Grial" han supuesto "que el número de visitantes se incremente en un treinta por ciento".
La triunfante acogida de la 'pieza divina', ha llevado además a ampliar el horario de visitas con grupos de turistas que no quitan ojo a las peculiaridades de las cuidadas galerías, y "se han puesto en funcionamiento talleres didácticos para quienes deseen participar activamente del conocimiento de la reliquia".
Raquel Jaén destaca además que la fama arrastrada por el Grial ha permitido al museo arrancar a algunos leoneses de las filas del paro, para convertirlos en guías turísticos del bien cultural que alberga ahora la ciudad.
Un cáliz de fama internacional
La sensación de estar ante una pieza única eleva día a día el número de personas que acuden al museo leonés. Se trata de visitantes llegados de todos los puntos del planeta lo que "nos ha obligado a incluir guías en otros idiomas como italiano o inglés".
La directora del museo, Raquel González, atribuye esta masiva llegada de forasteros al impacto que el camino de Santiago ha tenido fuera de las fronteras nacionales, convirtiendo a los tenaces peregrinos en fieles excursionistas que cada día atraviesan las puertas de la casa del Grial, para empaparse de la historia que envuelve al enigmático cáliz de cristo.
Previsión de oleada de turistas ingleses
El museo espera que la afluencia de turistas ingleses se intensifique con la próxima publicación en inglés del libro 'Los Reyes del Grial' de la medievalista Margarita Torres. De esta forma, el idioma ya no será un obstáculo para los curiosos que se animen a inmiscuirse en los nuevos hallazgos de los pergaminos procedentes de Egipcio, que suman un punto de vista más al tradicional enigma de la procedencia del Grial.
Sea cierto o no lo que cuenta la leyenda, se hace palpable la evidencia, de que la sed histórica entra en boca de decenas y decenas de visitantes que impregnan de curiosidad la basílica de San Isidoro.
Un enredo político, con varios pleitos de por medio, mantiene parte del castillo del Cid en León. Columnas, arcos y capiteles de una fortaleza que se encuentra a 500 kilómetros de distancia permanecen amontonados desde hace más de una década en una nave de Villabalter.
Una historia inaudita y rocambolesca que oculta turbios intereses. La rehabilitación del monumento, con la misma catalogación y, por tanto, grado de protección, que la Catedral de León, iba a llevarse a cabo en tres fases, por un importe próximo a los siete millones de euros, con cargo al 1% cultural. Mucho dinero para un monumento que actualmente figura en la web ‘Castillos del olvido’.
La empresa leonesa Seoane restauró parte del claustro renacentista del castillo de Jadraque y nunca cobró los 137.000 euros de un encargo que le ha abocado a la quiebra. Durante todo este tiempo, el ayuntamiento manchego de Jadraque (Guadalajara), titular del castillo, ni ha pagado ni lo ha reclamado. Hasta esta semana. Hasta que Seoane ha aireado el asunto en la prensa.
El alcalde de Jadraque, Alberto Domínguez, ha reaccionado con un contradictorio comunicado en el que asegura que no ha abandonado el claustro ni consintió que saliera de la localidad. También dice que lo ha reclamado varias veces a Seoane, empresa a la que emplaza para que explique y documente quién le autorizó y con qué permiso sacó de Jadraque los restos arqueológicos del citado claustro, «ya que en el Ayuntamiento no existe contrato ni orden de encargo del trabajo con la citada empresa para tal cometido. En caso contrario, los servicios jurídicos del Consistorio estudiarían presentar acciones legales». Se sobreentiende que por expolio. Sin embargo, el mismo comunicado, añade que «los restos arqueológicos que se sacaron de Jadraque fueron una pequeña muestra» y que Seoane prácticamente ha hecho una reconstrucción.
José Andrés Seoane contesta que recibió un camión de piedras del castillo del Cid. «Si eso son pequeños restos...». Un material con el que salvó una esquina del claustro, unos 50 metros de la galería del patio principal del castillo que fue propiedad del poderoso cardenal Mendoza.
Si bien es cierto que la empresa leonesa carece de un contrato escrito, posee en cambio numerosa documentación que avala que fue el Ayuntamiento de Jadraque quien realizó el encargo y pidió autorización a la Consejería de Cultura de Castilla-La Mancha para reconstruir el claustro. También los trabajos se citan en numerosas comisiones municipales y en declaraciones a la prensa del propio alcalde, quien en 2007 declara: «Existía en el castillo una especie de claustro que ahora está en manos de los canteros y que se montará cuando el palacio esté terminado».
Lío de pleitos
Seoane, subcontratada por Geocisa —empresa del grupo de Florentino Pérez a quien se encomienda por tres millones de euros la primera fase de restauración del castillo de Jadraque—, lleva a cabo las preceptivas excavaciones arqueológicas, que tampoco cobra. Poco después del inicio de las obras de restauración del castillo, la aparición de grietas, humedades y corrimientos de terreno provocan el desplome de uno de los torreones y amenazan a la estabilidad de toda la fortaleza. El proyecto quedó entonces paralizado y se abría una larga batalla legal. Seoane también acude a los tribunales para reclamar la deuda.
Finalmente, se hicieron los trabajos de consolidación, pero no se ejecutaron las siguientes fases del proyecto.
«En todo momento nosotros hemos demostrado que el encargo nos lo hace el ayuntamiento. Tenemos también un contrato del año 2004 en el que nos autorizaban las excavaciones arqueológicas y obras de cantería en el castillo», afirma Carmen Seoane, quien recuerda al alcalde de Jadraque que «un contrato verbal tiene la misma validez que uno escrito». Añade que pese a que los trabajos superaban los 30.000 euros, no se adjudicaron por concurso público, lo cual «es una irregularidad que compete a un organismo público».
Un complicado asunto que costará años esclarecer en los tribunales. Quien no se ha pronunciado hasta la fecha es el gobierno de María Dolores de Cospedal. Aunque Guadalajara quiera ‘reconquistar’ el claustro del Cid, seguirá en Villabalter. Seoane no está dispuesto a devolverlo hasta que le paguen
El Santo Grial eleva en un 30% las visitas a San Isidoro, crea empleo y dispara el renombre internacional del templo leonés
Turistas de todas las partes del mundo inundan cada día el museo que ahora alberga la pieza divina más codiciada, obligando a aumentar el horario de visitas
Patricia García 12/08/2014
La posibilidad real de que efectivamente el conocido como Cáliz de Doña Urraca sea el verdadero 'Santo Grial' ha multiplicado la basílica de San Isidoro como lugar de culto para los amantes de la historia.
Así lo demuestran los datos de asistencia de visitantes al templo leonés quienes, llamados por el imán de la 'copa de Cristo', de ese último cáliz, han elevado un treinta por ciento el número de entradas a San Isidoro.El indudable atractivo turístico para aquellos devotos, curiosos o escépticos que desean descubrir este Grial en primera persona ha 'revolucionado' la basílica.
Raquel Jaén González, directora del Museo de San Isidoro, asegura que "desde que se dieron a conocer los estudios que dejan ver la posibilidad de que estemos hablando del Santo Grial" han supuesto "que el número de visitantes se incremente en un treinta por ciento".
La triunfante acogida de la 'pieza divina', ha llevado además a ampliar el horario de visitas con grupos de turistas que no quitan ojo a las peculiaridades de las cuidadas galerías, y "se han puesto en funcionamiento talleres didácticos para quienes deseen participar activamente del conocimiento de la reliquia".
Raquel Jaén destaca además que la fama arrastrada por el Grial ha permitido al museo arrancar a algunos leoneses de las filas del paro, para convertirlos en guías turísticos del bien cultural que alberga ahora la ciudad.
Un cáliz de fama internacional
La sensación de estar ante una pieza única eleva día a día el número de personas que acuden al museo leonés. Se trata de visitantes llegados de todos los puntos del planeta lo que "nos ha obligado a incluir guías en otros idiomas como italiano o inglés".
La directora del museo, Raquel González, atribuye esta masiva llegada de forasteros al impacto que el camino de Santiago ha tenido fuera de las fronteras nacionales, convirtiendo a los tenaces peregrinos en fieles excursionistas que cada día atraviesan las puertas de la casa del Grial, para empaparse de la historia que envuelve al enigmático cáliz de cristo.
Previsión de oleada de turistas ingleses
El museo espera que la afluencia de turistas ingleses se intensifique con la próxima publicación en inglés del libro 'Los Reyes del Grial' de la medievalista Margarita Torres. De esta forma, el idioma ya no será un obstáculo para los curiosos que se animen a inmiscuirse en los nuevos hallazgos de los pergaminos procedentes de Egipcio, que suman un punto de vista más al tradicional enigma de la procedencia del Grial.
Sea cierto o no lo que cuenta la leyenda, se hace palpable la evidencia, de que la sed histórica entra en boca de decenas y decenas de visitantes que impregnan de curiosidad la basílica de San Isidoro.
PATRIMONIO
Enrique Saiz inagura hoy la restauración del túmulo del marqués de Villafranca
dl | Ponferrada 12/08/2014
El director general de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, Enrique Saiz, estará este martes en la comarca del Bierzo. Su visita es para presentar la restauración del túmulo funerario del marqués de Villafranca. El acto está previsto para el mediodía en Villafranca del Bierzo, en el monasterio de La Anunciada, que se encuentra en el número uno de la plaza de la Anunciada.
A finales de diciembre del año pasado la Comisión Territorial de Patrimonio aprobó la restauración del túmulo funerario de Piedras Duras. A los pies de la iglesia de La Anunciada, tras un arco de medio punto cerrado con verja de forja, se encuentra el Panteón de los Marqueses. Es de forma cuadrada, con bóveda rebajada y decorada con 10 figuras alusivas al juicio final. Tiene cinco lucillos con decoración toscana que albergan imágenes y reliquias de varios santos. Lo preside un Cristo de tamaño casi natural hecho con caña de Indias, de una sola pieza y hueco, que tiene por fondo una pintura mural que representa la ciudad de Jerusalén
dl | Ponferrada 12/08/2014
El director general de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, Enrique Saiz, estará este martes en la comarca del Bierzo. Su visita es para presentar la restauración del túmulo funerario del marqués de Villafranca. El acto está previsto para el mediodía en Villafranca del Bierzo, en el monasterio de La Anunciada, que se encuentra en el número uno de la plaza de la Anunciada.
A finales de diciembre del año pasado la Comisión Territorial de Patrimonio aprobó la restauración del túmulo funerario de Piedras Duras. A los pies de la iglesia de La Anunciada, tras un arco de medio punto cerrado con verja de forja, se encuentra el Panteón de los Marqueses. Es de forma cuadrada, con bóveda rebajada y decorada con 10 figuras alusivas al juicio final. Tiene cinco lucillos con decoración toscana que albergan imágenes y reliquias de varios santos. Lo preside un Cristo de tamaño casi natural hecho con caña de Indias, de una sola pieza y hueco, que tiene por fondo una pintura mural que representa la ciudad de Jerusalén
Tesoros bajo el suelo de León
Cuesta fortunas excavarlos, interfieren en obras modernas y tras su descubrimiento ‘perecen’ enterrados.
verónica viñas | león 29/06/2014
Parece un trabajo inútil. Buscar y excavar restos arqueológicos para acabar enterrándolos, como el dinero que cuesta cada prospección. En los últimos años, León ha descubierto importantes ‘tesoros’ de su pasado romano, medieval y prehistórico que interferían en nuevas construcciones —desde edificios de viviendas a carreteras— y, al final, han vuelto a ser sepultados o, lo que es peor, han quedado a la intemperie. Y eso que en la última década sólo se ha excavado una mínima parte de los 3.000 enclaves arqueológicos conocidos. A pesar de que historiadores y arqueólogos defienden que los descubrimientos se analizan y permiten desvelar datos de la vida de los primitivos pobladores, resulta difícil justificar las elevadas inversiones que cuesta cada excavación cuando no se rentabilizan los hallazgos.
En un momento de crisis como el actual, en el que el Patrimonio provincial está ‘por los suelos’, con más de una treintena de monumentos en la Lista Roja y un alto porcentaje que se cae a pedazos, es prácticamente imposible encontrar financiación para hacer visitables ruinas romanas y prehistóricas que, de haber aparecido en otro lugar y, posiblemente, en otra época, no habrían acabado bajo tierra.
Excavar y tapar
El último caso es el de Ad Legionem, un ‘vicus’ de 40.000 metros cuadrados, donde hace 2.000 años se asentó la población civil (unas 5.000 personas) vinculada al campamento de la Legio VII. Primero entorpecía el vial de conexión entre la Lastra y Puente Castro, más tarde fue sepultado bajo toneladas de arena y bolas de hormigón y ahora ha vuelto a ser excavado para meter 40 metros de colectores en el barrio. Esta joya, única en España, ha quedado ‘escondida’ con permiso de la Junta, a pesar de que en su dictamen reconocía la importancia de estos vestigios y llegó a pensar en declararlos BIC. Excavar Ad Legionem, descubierta durante las obras de la Ronda Sur, costó 450.000 euros; y taparla, otros 49.000 euros.
Algo parecido ocurrió en Lancia, para prospectar 40.000 metros cuadrados de la primitiva ciudad astur y cubrir ‘temporalmente’ los hallazgos. Patrimonio prohibió al Ministerio de Fomento —responsable de la autovía León Valladolid, trazada sobre estos restos romanos— que se ocultasen, dada su trascendencia histórica y arqueológica. La Unesco recibió más de 10.000 firmas en la primavera de 2011 a favor de la pervivencia de este yacimiento. La excavación de Lancia sacó a la luz alrededor de 200 tumbas, parte de una calzada (posiblemente la vía que unía Legio VII con Caesaraugusta), un horno circular del año 377 y una gran construcción que bien podrían ser unas termas. En la excavación arqueológica de Marialba de la Ribera, la Fundación del Patrimonio Histórico —hoy prácticamente inoperativa por falta de liquidez—, invirtió 233.000 euros. Salieron decenas de enterramientos y restos de construcciones aledañas a la mayor basílica paleocristiana de la Península. Existe desde hace años un proyecto para musealizar los restos, obra del arquitecto Melquíades Ranilla, para el que no hay presupuesto.
PATRIMONIO EN LEÓN
Profanan Ad Legionem por los colectores de Puente Castro
Patrimonio ordena abrir 40 metros de San Froilán para hacer catas arqueológicas
CRISTINA FANJUL | LEÓN 28/06/2014
La Comisión de Patrimonio ha aprobado la realización de catas arqueológicas en el vicus de Ad Legionem, en Puente Castro, a causa de la afección de las obras de cambio de colectores que el Ayuntamiento de León está a punto de iniciar. Este vicus se compone de unos restos de casi 4.000 metros cuadrados que permitían contemplar los espacios públicos y privados del asentamiento poblado por legionarios ya licenciados y sus familias, una ciudad romana que llegó a tener 5.000 habitantes y de la que se han desenterrado monedas, cerámicas y utensilios médicos. En las excavaciones salieron a la luz una decena de construcciones de grandes dimensiones, la mayoría talleres artesanales, y también algunas calles de esta singular villa.
La responsable de Urbanismo, Belén Martín Granizo, ha destacado que los trabajos ya estaban previstos y que tienen como objetivo remodelar una red de colectores obsoleta. «Se ampliará la sección (capacidad de recogida de agua) de los colectores con lo que se ha reducido el tramo que atravesaba Ad Legionem», destaca la concejala.
En cualquier caso, y si bien la afección de la obra respecto a los restos arqueológicos es clara, la edil ha manifestado que las nuevas canalizaciones ya se realizaron. «Las canalizaciones ya se habían metido, así que no creo que ahí encuentren nada», asegura la responsable del Ayuntamiento. La empresa encargada de realizar la excavación es la sociedad pública de infraestructuras y medio ambiente de Castilla y León, Somacyl. Su responsable, Javier Pablos, ha destacado que las catas comenzarán de manera inmediata y se realizarán en una superficie de 40 metros lineales en la zona de la actual tubería de saneamiento, en la avenida de San Froilán. Estos trabajos comenzarán de manera inmediata, una vez que reciban la resolución de la Comisión de Patrimonio, y se prolongarán durante al menos diez días.
En cualquier caso, el destino de Ad Legionem quedó sentenciado el año pasado, cuando el Ayuntamiento aprobó un gasto de 49.000 euros para sepultar con arena, bolas de hormigón y tierra vegetal los restos romanos de una de las ciudades más importantes de la Hispania romana. Comenzaba entonces la construcción del vial que conectará el polígono de La Lastra con Puente Castro.
Sin noticias de Lancia
Fue la Junta la que permitió tapar Ad Legionem a pesar de recalcar en su dictamen la importancia histórica y arqueológica de los vestigios del vicus y reclamar una serie de labores para que no se deterioraran en el tiempo hasta que se decidiera el plan definitivo. Aunque llegaron a plantearse alternativas para salvarlos, como un viaducto, la modificación del trazado (con un ligero desplazamiento) o la elevación de un talud, al final se decidió no variar el trazado.
Y es que Valladolid tomó dos decisiones diferentes para dos casos similares: Lancia y Puente Castro. La ausencia de unanimidad en la Comision Territorial de Patrimonio ante la decisión de conservar o no los vestigios de la falda de la ciudad de Lancia y el vicus de Puente Castro forzó a enviarlo a la Comisión de Patrimonio Cultural. Valladolid, en el caso de la ciudad artesanal de Lancia, dictaminó prohibir que se ocultaran los restos por su importancia patrimonial y obligó a Fomento a continuar el estudio arqueológico presentado. «Son unos vestigios esenciales para visualizar y comprender la antigua ciudad de Lancia», dijeron. En el caso de Puente Castro ocurrió lo contrario. Los miembros de la Comisión determinaron que la utilidad publica del vial de conexión entre La Lastra y Puente Castro prevalecía sobre la idea de conservar la totalidad del vicus.
A pesar del tiempo transcurrido, el Ministerio de Fomento aún no ha presentado un proyecto alternativo que mantenga a salvo los vestigios de Lancia y promueva al tiempo el desarrollo de la autovía a Valladolid.
CRISTINA FANJUL | LEÓN 28/06/2014
La Comisión de Patrimonio ha aprobado la realización de catas arqueológicas en el vicus de Ad Legionem, en Puente Castro, a causa de la afección de las obras de cambio de colectores que el Ayuntamiento de León está a punto de iniciar. Este vicus se compone de unos restos de casi 4.000 metros cuadrados que permitían contemplar los espacios públicos y privados del asentamiento poblado por legionarios ya licenciados y sus familias, una ciudad romana que llegó a tener 5.000 habitantes y de la que se han desenterrado monedas, cerámicas y utensilios médicos. En las excavaciones salieron a la luz una decena de construcciones de grandes dimensiones, la mayoría talleres artesanales, y también algunas calles de esta singular villa.
La responsable de Urbanismo, Belén Martín Granizo, ha destacado que los trabajos ya estaban previstos y que tienen como objetivo remodelar una red de colectores obsoleta. «Se ampliará la sección (capacidad de recogida de agua) de los colectores con lo que se ha reducido el tramo que atravesaba Ad Legionem», destaca la concejala.
En cualquier caso, y si bien la afección de la obra respecto a los restos arqueológicos es clara, la edil ha manifestado que las nuevas canalizaciones ya se realizaron. «Las canalizaciones ya se habían metido, así que no creo que ahí encuentren nada», asegura la responsable del Ayuntamiento. La empresa encargada de realizar la excavación es la sociedad pública de infraestructuras y medio ambiente de Castilla y León, Somacyl. Su responsable, Javier Pablos, ha destacado que las catas comenzarán de manera inmediata y se realizarán en una superficie de 40 metros lineales en la zona de la actual tubería de saneamiento, en la avenida de San Froilán. Estos trabajos comenzarán de manera inmediata, una vez que reciban la resolución de la Comisión de Patrimonio, y se prolongarán durante al menos diez días.
En cualquier caso, el destino de Ad Legionem quedó sentenciado el año pasado, cuando el Ayuntamiento aprobó un gasto de 49.000 euros para sepultar con arena, bolas de hormigón y tierra vegetal los restos romanos de una de las ciudades más importantes de la Hispania romana. Comenzaba entonces la construcción del vial que conectará el polígono de La Lastra con Puente Castro.
Sin noticias de Lancia
Fue la Junta la que permitió tapar Ad Legionem a pesar de recalcar en su dictamen la importancia histórica y arqueológica de los vestigios del vicus y reclamar una serie de labores para que no se deterioraran en el tiempo hasta que se decidiera el plan definitivo. Aunque llegaron a plantearse alternativas para salvarlos, como un viaducto, la modificación del trazado (con un ligero desplazamiento) o la elevación de un talud, al final se decidió no variar el trazado.
Y es que Valladolid tomó dos decisiones diferentes para dos casos similares: Lancia y Puente Castro. La ausencia de unanimidad en la Comision Territorial de Patrimonio ante la decisión de conservar o no los vestigios de la falda de la ciudad de Lancia y el vicus de Puente Castro forzó a enviarlo a la Comisión de Patrimonio Cultural. Valladolid, en el caso de la ciudad artesanal de Lancia, dictaminó prohibir que se ocultaran los restos por su importancia patrimonial y obligó a Fomento a continuar el estudio arqueológico presentado. «Son unos vestigios esenciales para visualizar y comprender la antigua ciudad de Lancia», dijeron. En el caso de Puente Castro ocurrió lo contrario. Los miembros de la Comisión determinaron que la utilidad publica del vial de conexión entre La Lastra y Puente Castro prevalecía sobre la idea de conservar la totalidad del vicus.
A pesar del tiempo transcurrido, el Ministerio de Fomento aún no ha presentado un proyecto alternativo que mantenga a salvo los vestigios de Lancia y promueva al tiempo el desarrollo de la autovía a Valladolid.
Santiago de Peñalba recibe 240.000
euros para la restauración de la iglesia
Las obras se centrarán en la restauración de las cubiertas y se prolongarán durante cuatro meses
leonoticias.com 12/06/2014
El Consejo de Gobierno aprobó este jueves una inversión de 239.299 euros para obras de restauración de las cubiertas de la iglesia de Santiago de Peñalba, en la localidad leonesa de Peñalba de Santiago. El plazo de ejecución estimado de estas obras será de cuatro meses desde el acta de comprobación del replanteo.
La Consejería de Cultura y Turismo llevó a cabo en 2013 obras de conservación preventiva en esta iglesia que incluyeron reparaciones locales de la cubierta, calicatas en diversas zonas de la misma, y tomas de datos de las cotas del saneamiento, además del levantamiento fotogramétrico del exterior del monumento. Fue entonces cuando se comprobó el deterioro de las cubiertas del monumento y se concluyó que debía aprovecharse la ejecución de obras en el edificio para documentar de forma rigurosa la totalidad de sus paramentos.
Las necesidades detectadas en la actualidad son las filtraciones en diversos puntos de la cubierta; el deterioro y la falta de adecuación de la armadura metálica que cubre las naves y de las plataformas sobre las que se asientan los faldones del cimborrio, así como deterioros locales del rejuntado de la mampostería de lajas.
Las actuaciones que se van a acometer en la iglesia de Peñalba de Santiago con motivo de esta nueva actuación, se dirigen a solucionar los problemas de estanquidad del monumento, y a proceder a la lectura arqueológica de sus paramentos exteriores, y afectan a las siguientes zonas: implantación de medios auxiliares en todo el perímetro del monumento como apoyo no solo a los trabajos de restauración de cubierta y paramentos, sino también a los de lectura arqueológica del exterior del edificio; desmontaje de las armaduras metálicas existentes y sustitución por armaduras de madera aserrada y también desmontaje y reposición de los faldones de pizarra; reparaciones locales en el rejuntado de paramentos exteriores deteriorados; restauración de los aleros de todos los faldones, y recogida de aguas pluviales en el entorno inmediato de la cabecera de la iglesia, y su conducción al saneamiento municipal
La Consejería de Cultura y Turismo llevó a cabo en 2013 obras de conservación preventiva en esta iglesia que incluyeron reparaciones locales de la cubierta, calicatas en diversas zonas de la misma, y tomas de datos de las cotas del saneamiento, además del levantamiento fotogramétrico del exterior del monumento. Fue entonces cuando se comprobó el deterioro de las cubiertas del monumento y se concluyó que debía aprovecharse la ejecución de obras en el edificio para documentar de forma rigurosa la totalidad de sus paramentos.
Las necesidades detectadas en la actualidad son las filtraciones en diversos puntos de la cubierta; el deterioro y la falta de adecuación de la armadura metálica que cubre las naves y de las plataformas sobre las que se asientan los faldones del cimborrio, así como deterioros locales del rejuntado de la mampostería de lajas.
Las actuaciones que se van a acometer en la iglesia de Peñalba de Santiago con motivo de esta nueva actuación, se dirigen a solucionar los problemas de estanquidad del monumento, y a proceder a la lectura arqueológica de sus paramentos exteriores, y afectan a las siguientes zonas: implantación de medios auxiliares en todo el perímetro del monumento como apoyo no solo a los trabajos de restauración de cubierta y paramentos, sino también a los de lectura arqueológica del exterior del edificio; desmontaje de las armaduras metálicas existentes y sustitución por armaduras de madera aserrada y también desmontaje y reposición de los faldones de pizarra; reparaciones locales en el rejuntado de paramentos exteriores deteriorados; restauración de los aleros de todos los faldones, y recogida de aguas pluviales en el entorno inmediato de la cabecera de la iglesia, y su conducción al saneamiento municipal
ATRIMONIO LEONÉS
Secretos de palacio de Babia y Luna
La casa del parque abrirá sus puertas este mes para invitar al visitante a descrubrir toda la belleza y sigularidad de este paraje recogidas en los históricos muros de los Quiñones. Nada más entrar al palacio una maqueta reproduce la orografía del parque, simulando un glaciar que cambia de color, y situa al visitante en el punto exacto en el que se encuentra. Ahí comienza este viaje interactivo en el que va descubriendo los secretos que esconde el parque desde su punto más alto hasta los pueblos
MARÍA CARNERO | RIOLAGO DE BABIA 01/06/2014
Con sus más de cuatro siglos de historia entre sus muros, el Palacio de los Quiñones de Riolago se reinventa para acoger un proyecto natural con el que por fin los habitantes de Babia y Luna van a poder mostrar al mundo toda la belleza y singularidad de este espacio natural, en puertas de convertirse en el próximo parque regional de Castilla y León.
La casa del parque de Babia y Luna abrirá sus puertas a finales de mes, después de un largo proceso de restauración del palacio, ubicado en pleno corazón del parque, en el que la Junta de Castilla y León ha invertido 781.000 euros, y de un minucioso trabajo, presupuestado en 125.690 euros, para museizar y acondicionar sus instalaciones.
El resultado es Los Secretos de Babia y Luna, un proyecto ideado por la empresa Iniciativas&Exposiciones S.A., y llevado a cabo por la Fundación Patrimonio Natural, con el que se trata de despertar la curiosidad del visitante a través de mensajes sugerentes, juegos y experiencias sensoriales con los que impulsar su necesidad de adentrarse en los impresionantes parajes y peculiares pueblos que integran este espacio natural, que es además Reserva de la Biosfera.
Nada más entrar a la planta baja, por la puerta principal, un enorme panel da la bienvenida a la exposición anunciando el título de la misma. A la derecha se encuentra el mostrador, desde el que se atenderán todas las demandas de los visitantes y se brindará toda la información del parque, y una pequeña tienda en la que se venderán productos locales. En este mismo espacio está una maqueta que a modo de glaciar ubica al visitante y le invita a adentrarse en este espacio natural.
Ya en la primera planta comienza el recorrido que parte de las zonas más altas del parque, sus montañas, continua por los ríos y las peñas y acaba en los pueblos. El hilo conductor de la exposición es el descubrimiento de los secretos y las curiosidades del parque. Para ello se une la tecnología led, que atrapa al visitante en los distintos paneles, juegos interactivos, para mantener su mente despierta, y un toque poético de la mano de Andrés Escapa, un escritor de la zona, que pone los textos a los distintos paneles de la exposición de un modo lírico y muy emotivo.
El primer panel representa los colores de Babia y Luna, para ello reproduce un calendario anual con los distintos tonos cromáticos más representativos de las distintas épocas del año. Las siluetas juegan un papel fundamental en toda la muestra, a la que aporta mucho misterio y despierta la curiosidad del visitante, al igual que los módulos titulados Sabias qué, con los que el visitante con sólo apretar un botón o abrir una caja descubre algo nuevo.
A través de estas siluetas se dibujan las altas montañas del parque, coronadas por Peña Ubiña, y se descubren algunos de los secretos que esconden, como los yacimientos de trilobites de la localidad de Mallo de Luna, o el hallazgo de un fósil de pino de más de 3.400 años de antigüedad, que demuestra la existencia de coníferas en la zona.
Después se hace un recorrido por las especies animales de la montaña que bajo el título Prisioneros de su entorno, muestran como animales tales como el rebeco o el alimoche viven en un encierro voluntario dentro de la Cordillera Cantábrica.
Ya en las peñas, la muestra refleja la importancia de la trashumancia en la zona, con una especial mención al lobo, sin entrar en la controversia social que genera, explicando como su presencia ha condicionado el manejo del ganado. En este apartado toma especial protagonismo el mastín, símbolo de Babia y Luna, y el perro carea.
También se habla del oso, y de su evolución en los últimos años, y de las sabinas, una especie arbórea que es todo un símbolo en la zona.
El recorrido acaba en los pueblos, de los que se destaca la arquitectura y su etnografía.
En esta misma planta se ha habilitado una sala, denominada Territorio humano, cuya finalidad es la provocación a través de la reflexión. Al adentrarse en ella, dos inmensos fotomontajes, de la prestigiosa artista Silvia Grav, invitan al visitante a reflexionar sobre la influencia del hombre en el medio ambiente. Por ello se recurre al embalse de Luna, y el efecto que su construcción tuvo sobre los pueblos que anegó, y un valle, que refleja como la actividad humana afecta a los bosques con árboles que se van.
MARÍA CARNERO | RIOLAGO DE BABIA 01/06/2014
Con sus más de cuatro siglos de historia entre sus muros, el Palacio de los Quiñones de Riolago se reinventa para acoger un proyecto natural con el que por fin los habitantes de Babia y Luna van a poder mostrar al mundo toda la belleza y singularidad de este espacio natural, en puertas de convertirse en el próximo parque regional de Castilla y León.
La casa del parque de Babia y Luna abrirá sus puertas a finales de mes, después de un largo proceso de restauración del palacio, ubicado en pleno corazón del parque, en el que la Junta de Castilla y León ha invertido 781.000 euros, y de un minucioso trabajo, presupuestado en 125.690 euros, para museizar y acondicionar sus instalaciones.
El resultado es Los Secretos de Babia y Luna, un proyecto ideado por la empresa Iniciativas&Exposiciones S.A., y llevado a cabo por la Fundación Patrimonio Natural, con el que se trata de despertar la curiosidad del visitante a través de mensajes sugerentes, juegos y experiencias sensoriales con los que impulsar su necesidad de adentrarse en los impresionantes parajes y peculiares pueblos que integran este espacio natural, que es además Reserva de la Biosfera.
Nada más entrar a la planta baja, por la puerta principal, un enorme panel da la bienvenida a la exposición anunciando el título de la misma. A la derecha se encuentra el mostrador, desde el que se atenderán todas las demandas de los visitantes y se brindará toda la información del parque, y una pequeña tienda en la que se venderán productos locales. En este mismo espacio está una maqueta que a modo de glaciar ubica al visitante y le invita a adentrarse en este espacio natural.
Ya en la primera planta comienza el recorrido que parte de las zonas más altas del parque, sus montañas, continua por los ríos y las peñas y acaba en los pueblos. El hilo conductor de la exposición es el descubrimiento de los secretos y las curiosidades del parque. Para ello se une la tecnología led, que atrapa al visitante en los distintos paneles, juegos interactivos, para mantener su mente despierta, y un toque poético de la mano de Andrés Escapa, un escritor de la zona, que pone los textos a los distintos paneles de la exposición de un modo lírico y muy emotivo.
El primer panel representa los colores de Babia y Luna, para ello reproduce un calendario anual con los distintos tonos cromáticos más representativos de las distintas épocas del año. Las siluetas juegan un papel fundamental en toda la muestra, a la que aporta mucho misterio y despierta la curiosidad del visitante, al igual que los módulos titulados Sabias qué, con los que el visitante con sólo apretar un botón o abrir una caja descubre algo nuevo.
A través de estas siluetas se dibujan las altas montañas del parque, coronadas por Peña Ubiña, y se descubren algunos de los secretos que esconden, como los yacimientos de trilobites de la localidad de Mallo de Luna, o el hallazgo de un fósil de pino de más de 3.400 años de antigüedad, que demuestra la existencia de coníferas en la zona.
Después se hace un recorrido por las especies animales de la montaña que bajo el título Prisioneros de su entorno, muestran como animales tales como el rebeco o el alimoche viven en un encierro voluntario dentro de la Cordillera Cantábrica.
Ya en las peñas, la muestra refleja la importancia de la trashumancia en la zona, con una especial mención al lobo, sin entrar en la controversia social que genera, explicando como su presencia ha condicionado el manejo del ganado. En este apartado toma especial protagonismo el mastín, símbolo de Babia y Luna, y el perro carea.
También se habla del oso, y de su evolución en los últimos años, y de las sabinas, una especie arbórea que es todo un símbolo en la zona.
El recorrido acaba en los pueblos, de los que se destaca la arquitectura y su etnografía.
En esta misma planta se ha habilitado una sala, denominada Territorio humano, cuya finalidad es la provocación a través de la reflexión. Al adentrarse en ella, dos inmensos fotomontajes, de la prestigiosa artista Silvia Grav, invitan al visitante a reflexionar sobre la influencia del hombre en el medio ambiente. Por ello se recurre al embalse de Luna, y el efecto que su construcción tuvo sobre los pueblos que anegó, y un valle, que refleja como la actividad humana afecta a los bosques con árboles que se van.
«El Santo Grial es una historia sin ningún tipo de fundamento»
El arqueólogo leonés Florentino Díez, que ha excavado en el Santo Sepulcro, considera que la teoría de Margarita Torres no tiene visos de realidad
cristina fanjul | león 10/04/2014
«No tiene ningún fundamento y no me apetece hablar de ello porque sé lo que hay detrás de este tipo de investigaciones». Así de rotundo se mostraba ayer el arqueólogo leonés Florentino Díez, una de las personas que más y mejor ha investigado los sitios santos de Jerusalén. Asegura que no ha leído nunca ninguna de las informaciones aparecidas acerca del Santo Grial, tampoco la última, la realizada por Margarita Torres, que asegura que el cáliz de doña Urraca encierra uno de los mitos que más ha atraído a lo largo de la historia a la Cristiandad. Florentino Díez sostiene que no hay nada que sostenga de manera científica o histórica que la reliquia de Jesucristo existió, con lo que da el tema por zanjado.
El historiador ofrece hoy una conferencia titulada El Gólgota y el Santo Sepulcro en la que se expondrán datos arqueológicos de relevancia sobre el lugar de la Crucifixión y posterior sepultura de Cristo, destacando los obtenidos tras las excavaciones dirigidas por él mismo en el recinto de la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén.
Explica el biblista que la primera excavación que realizó en el lugar donde se cree tuvo lugar el Calvario fue en 1977 cuando, por cuestiones de restauración en la basílica se le permitió excavar dentro. Con el tiempo, tuvo el plácet para realizar catas en la capilla de Santa Elena y en el Calvario. Sin embargo, no fue tarea fácil puesto que la iglesia se repartía entre cinco comunidades diferentes y poner de acuerdo a todas ellas no resultaba fácil. Poco a poco fueron surgiendo hallazgos, como la cueva de Adán, un lugar histórico cuya ubicación real se desconocía al quedar sepultado en época romana. Se trató de un gran descubrimiento puesto que fue un paso fundamental para dar autenticidad al luga de la crucifixión», destaca.
Cantera
Florentino Díez asegura que el Gólgota es el lugar que acogió la Pasión y lo asegura basándose en las pruebas estatigráficas descubiertas en los últimos años. Si bien lo que queda en la actualidad no es más que los restos de una cantera que fue explotada hasta el siglo II d.C, los hallazgos de piezas cerámicas de numerosas comunidades llevan a pensar que éste fue un lugar venerado, «muy querido» y también expoliado.
El arqueólogo recuerda que desde principios del siglo XIX se ha discutido de manera reiterada acerca de la autenticidad del lugar, autenticidad que también puede demostrarse, según sus conclusiones de manera topográfica, por todas las construcciones que se levantaron a su alrededor.
«No tiene ningún fundamento y no me apetece hablar de ello porque sé lo que hay detrás de este tipo de investigaciones». Así de rotundo se mostraba ayer el arqueólogo leonés Florentino Díez, una de las personas que más y mejor ha investigado los sitios santos de Jerusalén. Asegura que no ha leído nunca ninguna de las informaciones aparecidas acerca del Santo Grial, tampoco la última, la realizada por Margarita Torres, que asegura que el cáliz de doña Urraca encierra uno de los mitos que más ha atraído a lo largo de la historia a la Cristiandad. Florentino Díez sostiene que no hay nada que sostenga de manera científica o histórica que la reliquia de Jesucristo existió, con lo que da el tema por zanjado.
El historiador ofrece hoy una conferencia titulada El Gólgota y el Santo Sepulcro en la que se expondrán datos arqueológicos de relevancia sobre el lugar de la Crucifixión y posterior sepultura de Cristo, destacando los obtenidos tras las excavaciones dirigidas por él mismo en el recinto de la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén.
Explica el biblista que la primera excavación que realizó en el lugar donde se cree tuvo lugar el Calvario fue en 1977 cuando, por cuestiones de restauración en la basílica se le permitió excavar dentro. Con el tiempo, tuvo el plácet para realizar catas en la capilla de Santa Elena y en el Calvario. Sin embargo, no fue tarea fácil puesto que la iglesia se repartía entre cinco comunidades diferentes y poner de acuerdo a todas ellas no resultaba fácil. Poco a poco fueron surgiendo hallazgos, como la cueva de Adán, un lugar histórico cuya ubicación real se desconocía al quedar sepultado en época romana. Se trató de un gran descubrimiento puesto que fue un paso fundamental para dar autenticidad al luga de la crucifixión», destaca.
Cantera
Florentino Díez asegura que el Gólgota es el lugar que acogió la Pasión y lo asegura basándose en las pruebas estatigráficas descubiertas en los últimos años. Si bien lo que queda en la actualidad no es más que los restos de una cantera que fue explotada hasta el siglo II d.C, los hallazgos de piezas cerámicas de numerosas comunidades llevan a pensar que éste fue un lugar venerado, «muy querido» y también expoliado.
El arqueólogo recuerda que desde principios del siglo XIX se ha discutido de manera reiterada acerca de la autenticidad del lugar, autenticidad que también puede demostrarse, según sus conclusiones de manera topográfica, por todas las construcciones que se levantaron a su alrededor.
DOS MIL AÑOS DE BÚSQUEDA
San Isidoro prepara una sala para mostrar en exclusiva el Santo Grial
El cáliz de Doña Urraca se guarda en una caja fuerte y su vitrina la ocupa la réplica realizada en 2010
VERÓNICA VIÑAS | LEÓN 03/04/2014
VERÓNICA VIÑAS | LEÓN 03/04/2014
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El Santo Grial ya no se muestra al público. Ha sido trasladado a una caja fuerte «durante un brevísimo tiempo», según el abad de San Isidoro, Francisco Rodríguez Llamazares. En su lugar se ha colocado la réplica realizada en 2010 para la exposición Raíces, el legado de un reino por el orfebre granadino Rafael Moreno.
El cáliz de Doña Urraca, que la medievalista leonesa Margarita Torres y el historiador del arte José Miguel Ortega han podido probar que es la Copa de Cristo, tendrá una sala exclusiva, digna de ununicum. Hasta ahora ocupaba una vitrina más de la cámara del tesoro, una pequeña habitación que sólo permite el acceso a grupos muy reducidos.
Actualmente, técnicos de seguridad trabajan en acondicionar un nuevo espacio, en el claustro bajo de la colegiata, donde el cáliz de Doña Urraca ya estuvo de forma temporal hace catorce años, con motivo de la exposición Tesoro Sagrado y Monarquía. Entonces, el Santo Grial, la pieza más emblemática de la muestra que reunió por primera vez el tesoro de Fernando I y Sancha, compartió espacio con otras joyas de los reyes leoneses. La infanta Elena y José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy fueron algunos de los visitantes de una exposición que costó años de preparación y seguros multimillonarios.
De momento, el Cabildo mantiene la máxima cautela sobre una pieza que ha dado la vuelta al mundo en los últimos días. The Times, The New York Post, The Guardian, Le Parisien, La Nación, Irish Times, ABC News, The Telegraph o Fox News son algunos de los medios que se han hecho eco del hallazgo.
«A los visitantes se les explica por qué no está en la vitrina», aseguró ayer el abad, que aún no dispone de las cifras de público que ha registrado el Museo de San Isidoro desde que se desveló que el cáliz de Doña Urraca es la copa de la Última Cena.
Isidro Bango, comisario de la citada exposición Tesoro Sagrado, es autor del nuevo proyecto de musealización de San Isidoro, que lleva ‘aparcado’ nueve años, a la espera de que Caja Madrid (actual Bankia) aporte los dos millones de euros que comprometió para llevar a cabo las obras. Bango, catedrático de arte antiguo y medieval en la Universidad Autónoma de Madrid, ha catalogado 600 piezas. «Explico cómo se deben juntar, cómo deben ser vistas, cómo deben ser explicadas», explicó a este periódico. Y es que para el profesor, San Isidoro requiere un cambio radical. «Yo no dejaría nada en su sitio. San Isidoro es una joya que tiene escondidas la mayoría de sus piezas», sostiene. El catedrático, sin saber que el cáliz de Doña Urraca es el Santo Grial, ya le daba un lugar preeminente en el nuevo museo.
Una muesca en el cáliz de Doña Urraca es una de las pruebas claves que llevaron a Torres y Ortega a descubrir que se trata de la copa que entre el siglo IV —no hay testimonios escritos anteriores— y el XI se custodió en la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén. La esquirla, entregada al sultán Saladino, fue arrancada con una gumía de doble filo por Bani-I-Aswad, el jefe de la expedición que trajo a León la copa de la Última Cena en el año 1054-55. Los datos constan en dos manuscritos del siglo XIV localizados en la biblioteca Al-Azhar del Cairo. Cuentan que el emir de Denia fue el único de todo el Islam que acude a la llamada desesperada del califa fatimí, ante la terrible hambruna que azota Egipto. El rey de Denia envía un gran cargamento de víveres y pide a cambio «la copa que dicen los cristianos que es del Mesías», para enviársela «a Ferdinand al Kabir, emir de Liyyun» (Fernando El Magno, rey de León). El grial es sólo el ‘vaso’ de ónice, que en el siglo XI la reina Urraca entregó a los orfebres para ser decorado con oro y gemas. El resultado es tan espléndido que durante siglos ha sido valorado como una joya medieval excepcional. A su valor artístico se une ahora el histórico y religioso.
¿El Santo Grial está en León?
El libro 'Los reyes del Grial', de la investigadora leonesa Margarita Torres, sostiene que el Cáliz de Doña Urraca conservado en San Isidoro es en realidad el Santo Grial
El Santo Grial ya no se muestra al público. Ha sido trasladado a una caja fuerte «durante un brevísimo tiempo», según el abad de San Isidoro, Francisco Rodríguez Llamazares. En su lugar se ha colocado la réplica realizada en 2010 para la exposición Raíces, el legado de un reino por el orfebre granadino Rafael Moreno.
El cáliz de Doña Urraca, que la medievalista leonesa Margarita Torres y el historiador del arte José Miguel Ortega han podido probar que es la Copa de Cristo, tendrá una sala exclusiva, digna de ununicum. Hasta ahora ocupaba una vitrina más de la cámara del tesoro, una pequeña habitación que sólo permite el acceso a grupos muy reducidos.
Actualmente, técnicos de seguridad trabajan en acondicionar un nuevo espacio, en el claustro bajo de la colegiata, donde el cáliz de Doña Urraca ya estuvo de forma temporal hace catorce años, con motivo de la exposición Tesoro Sagrado y Monarquía. Entonces, el Santo Grial, la pieza más emblemática de la muestra que reunió por primera vez el tesoro de Fernando I y Sancha, compartió espacio con otras joyas de los reyes leoneses. La infanta Elena y José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy fueron algunos de los visitantes de una exposición que costó años de preparación y seguros multimillonarios.
De momento, el Cabildo mantiene la máxima cautela sobre una pieza que ha dado la vuelta al mundo en los últimos días. The Times, The New York Post, The Guardian, Le Parisien, La Nación, Irish Times, ABC News, The Telegraph o Fox News son algunos de los medios que se han hecho eco del hallazgo.
«A los visitantes se les explica por qué no está en la vitrina», aseguró ayer el abad, que aún no dispone de las cifras de público que ha registrado el Museo de San Isidoro desde que se desveló que el cáliz de Doña Urraca es la copa de la Última Cena.
Isidro Bango, comisario de la citada exposición Tesoro Sagrado, es autor del nuevo proyecto de musealización de San Isidoro, que lleva ‘aparcado’ nueve años, a la espera de que Caja Madrid (actual Bankia) aporte los dos millones de euros que comprometió para llevar a cabo las obras. Bango, catedrático de arte antiguo y medieval en la Universidad Autónoma de Madrid, ha catalogado 600 piezas. «Explico cómo se deben juntar, cómo deben ser vistas, cómo deben ser explicadas», explicó a este periódico. Y es que para el profesor, San Isidoro requiere un cambio radical. «Yo no dejaría nada en su sitio. San Isidoro es una joya que tiene escondidas la mayoría de sus piezas», sostiene. El catedrático, sin saber que el cáliz de Doña Urraca es el Santo Grial, ya le daba un lugar preeminente en el nuevo museo.
Una muesca en el cáliz de Doña Urraca es una de las pruebas claves que llevaron a Torres y Ortega a descubrir que se trata de la copa que entre el siglo IV —no hay testimonios escritos anteriores— y el XI se custodió en la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén. La esquirla, entregada al sultán Saladino, fue arrancada con una gumía de doble filo por Bani-I-Aswad, el jefe de la expedición que trajo a León la copa de la Última Cena en el año 1054-55. Los datos constan en dos manuscritos del siglo XIV localizados en la biblioteca Al-Azhar del Cairo. Cuentan que el emir de Denia fue el único de todo el Islam que acude a la llamada desesperada del califa fatimí, ante la terrible hambruna que azota Egipto. El rey de Denia envía un gran cargamento de víveres y pide a cambio «la copa que dicen los cristianos que es del Mesías», para enviársela «a Ferdinand al Kabir, emir de Liyyun» (Fernando El Magno, rey de León). El grial es sólo el ‘vaso’ de ónice, que en el siglo XI la reina Urraca entregó a los orfebres para ser decorado con oro y gemas. El resultado es tan espléndido que durante siglos ha sido valorado como una joya medieval excepcional. A su valor artístico se une ahora el histórico y religioso.
¿El Santo Grial está en León?
¿El Santo Grial está en León? La respuesta es afirmativa, si se atiende a la versión facilitada por la leonesa Margarita Torres en su libro 'Los reyes del Grial', que verá la luz en cuestión de semanas.
La historiadora sostiene, argumentando diversas investigaciones impulsadas a nivel personal, que el caliz de Doña Urraca conservado en la Colegiata de San Isidoro es en realidad el perseguido, anhelado y nunca encontrado Santo Grial.
En su libro Margarita Torres asegura que documentos hallados en la biblioteca de la universidad egipcia de Al-Azhar, desconocidos hasta ahora, acreditan que durante el siglo XI el Santo Grial, el cáliz con que Cristo celebró la Última Cena con sus discípulos, viajó a España.
Carbono 14
Fue regalado al rey de la Taifa de Denia por el poderoso califa Fatimí que gobernaba el Norte de África. Y una vez en Denia, la copa sagrada, custodiada durante siglos en la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, viajó hasta la corte de Fernando I (1037-1065), rey de León, según narra la investigadora en su libro.
El monarca cristiano se hizo cargo del Grial que, según las investigaciones, hoy día se guarda en el Panteón de los Reyes la basílica románica leonesa de San Isidoro, decorada con gemas preciosas y oro y, conocida popularmente como el Cáliz de Dona Urraca. Sometida a la prueba del carbono 14, la copa que sirve de armazón al cáliz de Doña Urraca se ha confirmado que es coetánea de la época de Cristo.
Doña Urraca
Hasta la fecha el cáliz denominado como Cáliz de doña Urraca es catalogado como pieza de orfebrería románica donada por la reina Urraca de Zamora (1033-1101), hija de rey Fernando I de León y Castilla.
Este cáliz se remontaría, según las investigaciones tradicionales, a la segunda mitad del siglo XI. La pieza se compone de dos copas o cuencos muy antiguos (uno es el copón propiamente dicho y otro sirve de peana), de procedencia greco-romana anterior al cristianismo, hechos en piedra de ónice. Los dos cuencos presentan algunos desconchones que ya se habían producido con anterioridad a la formación del cáliz.
Imagen del cáliz que Margarita Torres defiende en su libro como el Santo Grial.
Siempre se ha desconocido el origen de estas dos copas, su historia y avatares, así como la teórica decisión de doña Urraca de entregar a los orfebres algo que materialmente no tenía gran valor y además era un objeto de uso pagano.
Siempre se ha especulado sobre una posible consagración de estas dos piezas al culto litúrgico, hecha tal vez por algún venerable personaje de la Iglesia cristiana primitiva, pero no existen documentos ni testimonios escritos al respecto.
Pieza de ónice
En el cáliz las piezas de ónice están recubiertas de oro en la copa, nudo y peana, dejando al descubierto parte de la copa y casi toda la peana. El interior de la copa también está revestido de oro. Este metal está trabajado con gran delicadeza en filigranas que forman dibujos, arquillos, espirales y pequeños caracoles. En los huecos se incrustaron perlas, esmeraldas, amatistas y zafiros. Hay también incrustado un mascarón hecho de vidrio imitando un camafeo, que es posterior a la obra de la composición del cáliz. En la peana y antes del nudo hay una inscripción que dice: In Nomine DNI, Vrraca Fredinanti.
Ahora el libro 'Los reyes del Grial' de la leonesa Margarita Torres abre una nueva versión sobre el origen y destino de este cáliz que, quién sabe, podría ser incluso el Santo Grial.
Las Cuevas Menudas, que la Junta declaró BIC al creer que eran prehistóricas, entran en la Lista Roja
verónica viñas | león 06/03/2014
La ‘fiebre’ prehistórica que contagió a los investigadores a finales del siglo pasado llevó a datar en el Neolítico el conjunto de cuevas artificiales de Villasabariego. La antigüedad de estas cavernas, conocidas como Cuevas Menudas, decidió a la Junta a declararlas BIC en 1985. Una protección sólo sobre el papel, pero sin inversiones. De ahí que en los últimos años algunas se hayan hundido y otras estén cegadas.
La historiadora leonesa Vanessa Jimeno Guerra acababa recientemente con un error histórico que ha durado un siglo, al demostrar que la arquitectura excavada en el valle medio del Esla hunde sus raíces en la Alta Edad Media y no en el Neolítico. Su trabajo le valía hace dos años el premio Mariano Rodríguez en el área de humanidades que anualmente otorga la Fundación Carolina Rodríguez y la Junta rectificaba la datación de las cuevas. Hispania Nostra ha incluido ahora en su Lista Roja estas cavernas, previsiblemente horadadas por ermitaños y anacoretas, y que en los últimos tiempos han servido para celebrar botellones y meriendas, pese a su difícil acceso.
Vanessa Jimeno Guerra lleva investigando las cuevas desde hace siete años y ha asistido a su progresivo deterioro. «He visto fotos de hace veinte años y entonces no estaban tan mal», asegura. Ella ha sacado fotografías con sacos y ruedas de moto colgadas de las paredes. Sólo 17 cuevas se han salvado pero «con seguridad hubo muchas más». Distribuidas en tres niveles, ahora exclusivamente queda el central. Las lluvias y el abandono de estas cavidades de material arcilloso han provocado la destrucción de algunas.
Hombres que eran cruces
La sencillez de los grabados interiores indujo a los historiadores a fecharlos en el Neolítico. La mayoría representan cruces y no pinturas humanas esquemáticas como se pensó hace un siglo. Jimeno Guerra, que ha estudiado también las vecinas cuevas de Villacontilde, Valle de Mansilla y Rueda del Almirante —ninguna declarada BIC, a pesar de que algunas como esta última son excepcionales en España, con una planta similar a la de un mausoleo romano y con cinco nichos en las paredes—, confiesa sentir envidia del cuidado que existe por cavernas eremíticas en Cantabria o Palencia. «Aquí no están ni señalizadas», lamenta.
Hispania Nostra ha utilizado la información enviada por la investigadora leonesa para incluir las Cuevas Menudas en su Lista Roja. Es el séptimo monumento que ingresa en este ránking ‘del abandono’ la en lo que va de año, tras las Cercas medievales de León, la torre de la iglesia de Barriales, el castro Peña del Hombre, el Pozo Ibarra de Ciñera, la iglesia de Valdavida y el palacio de Orallo.
«Además de los continuos actos vandálicos en forma de firmas, el interior de una de las cuevas ha sido utilizado como lugar de reunión de algún grupo de personas, a tenor de los objetos que penden de sus muros», dice la web de Hispania Nostra. Añade que las cavidades «presentan un estado de derrumbe incesante, lo que indica una desaparición inminente del conjunto de forma paulatina. Con ellas desaparecería una parte importante y significativa de los espacios arquitectónicos que se conservan de la Alta Edad Media leonesa y, con ello, una fuente imprescindible de conocimiento».
LA RUTA
Piedra sagrada
Recorrido por el monasterio cisterciense de Santa María de Gradefes, por su claustro, la iglesia, las celdas, el huerto cultivado y el patio que es cementerio
Susana Vergara Pedreira | León 28/02/2014
A falta de pergamino, una lápida da fe de cuando se alzó la primera piedra para componer tanta belleza. Corría el 1 de marzo de 1177, cuando las ‘kalendas de marzo’, en la tierra allanada por el Esla, en territorio antiguo del antiguo reino de León, mandado por Alfonso VII el Emperador, cuando doña Teresa y su esposo García Pérez, entroncados con la alta nobleza leonesa, señalaron el lugar para levantar un cenobio. Y fue así como en el lugar donado por el mismísimo rey en pago a los servicios prestado se colocó el primer canto que pronto se convirtió en arte. Como siguiendo las sagradas escrituras, creció y se multiplicó. Se hizo perfección y se sublimó en las reglas del Císter.
Quedó escrito en el Libro Tumbo de la última abadesa perpetua, María Quiñones Pimentel, que los apellidos muestran el linaje de sus moradoras. Pero aunque no estuviera contado en letra, habla el lugar sin necesidad de que nadie lo glose. Y no necesita trovadores para encoger el alma y achicar los cuerpos, que lo hace ya sola la armonía del lugar. La iglesia, el claustro, la girola, las arcadas y los pilares, las galerías y las celdas. A punto estuvo de caerse varias veces pero siempre fue apuntalado y hasta ampliado, lleno y vaciado, olvidado y recuperado. Es la historia del tiempo.
Vive desde hace siglos allí la paz. Y, si se le deja, el silencio. Es todo recogimiento, un lugar entregado a la meditación. Por un minuto o toda la vida.
Silencio en las naves bendecidas, en los pasillos retirados, en las losetas entre claustros, a cada lado de las puertas.
Merece la pena recorrer su huerta cultivada. Y, si se puede, que sí, detenerse ante el reposo eterno en el patio, marcado con cruces, pues la costumbre lo convirtió de siempre en cementerio. Hasta en tiempos modernos.
Irrumpen con su bullicio pero inmediatamente callan. Impone la belleza y el rigor del lugar. Y los rezos hechos canto y bálsamo gregoriano.
Si hay tiempo y ganas, lugar para alojarse hay también. Cuatro habitaciones y una cocina monástica que bendecirían los ángeles. La tentación del retiro.
Por Susana Vergara Pedreira
A falta de pergamino, una lápida da fe de cuando se alzó la primera piedra para componer tanta belleza. Corría el 1 de marzo de 1177, cuando las ‘kalendas de marzo’, en la tierra allanada por el Esla, en territorio antiguo del antiguo reino de León, mandado por Alfonso VII el Emperador, cuando doña Teresa y su esposo García Pérez, entroncados con la alta nobleza leonesa, señalaron el lugar para levantar un cenobio. Y fue así como en el lugar donado por el mismísimo rey en pago a los servicios prestado se colocó el primer canto que pronto se convirtió en arte. Como siguiendo las sagradas escrituras, creció y se multiplicó. Se hizo perfección y se sublimó en las reglas del Císter.
Quedó escrito en el Libro Tumbo de la última abadesa perpetua, María Quiñones Pimentel, que los apellidos muestran el linaje de sus moradoras. Pero aunque no estuviera contado en letra, habla el lugar sin necesidad de que nadie lo glose. Y no necesita trovadores para encoger el alma y achicar los cuerpos, que lo hace ya sola la armonía del lugar. La iglesia, el claustro, la girola, las arcadas y los pilares, las galerías y las celdas. A punto estuvo de caerse varias veces pero siempre fue apuntalado y hasta ampliado, lleno y vaciado, olvidado y recuperado. Es la historia del tiempo.
Vive desde hace siglos allí la paz. Y, si se le deja, el silencio. Es todo recogimiento, un lugar entregado a la meditación. Por un minuto o toda la vida.
Silencio en las naves bendecidas, en los pasillos retirados, en las losetas entre claustros, a cada lado de las puertas.
Merece la pena recorrer su huerta cultivada. Y, si se puede, que sí, detenerse ante el reposo eterno en el patio, marcado con cruces, pues la costumbre lo convirtió de siempre en cementerio. Hasta en tiempos modernos.
Irrumpen con su bullicio pero inmediatamente callan. Impone la belleza y el rigor del lugar. Y los rezos hechos canto y bálsamo gregoriano.
Si hay tiempo y ganas, lugar para alojarse hay también. Cuatro habitaciones y una cocina monástica que bendecirían los ángeles. La tentación del retiro.
Por Susana Vergara Pedreira
El ‘relieve perdido’ de San Isidoro fue vendido en Barcelona entre 1929 y 1947
Formó parte de la gran colección atesorada por Juan Torbado, arquitecto restaurador de la Real Colegiata .
El anticuario que vendió el claustro de Palamós también pudo haber traficado con las únicas piezas conocidas del primitivo San Isidoro. Al menos es lo que evidencian los últimos datos aparecidos en torno a una pieza cuya historia se va ensanchando con nuevas aportaciones. La obra constituye el primer vestigio artístico que sale a la luz de la iglesia sobre la que más tarde se levantaría San Isidoro: un singularísimo relieve que representa el Tetramorfos y el Cordero de Dios y que se conoce tan sólo por medio de una fotografía recientemente rescatada del Instituto del Patrimonio Cultural de España por el historiador leonés José Alberto Morais Morán.
Miembro del grupo de investigación Artarq de la Universidad de Extremadura, Morais lleva tiempo estudiando esa imagen en blanco y negro guardada en el Archivo Fotográfico Moreno bajo el epígrafe ‘San Isidoro’ y tras analizar su estilo y compararla con otras piezas coetáneas, dedujo, tal y como explicaba este miércoles al Diario, que formó parte de la primitiva colegiata, de aquel templo —tenido por humilde, quizá no lo fuera tanto— que elevaron a mediados del siglo XI los reyes Fernando I y Sancha y del que sólo se han hallado restos de muros.
Pero ahora ha aparecido otra foto ‘gemela’ a esa, y además datada, lo cual arroja un poco más de luz sobre el desconocido paradero de esta inédita escultura románica. Alejandro Valderas, archivero, investigador y procurador por UPL en las Cortes autonómicas, ha localizado otra imagen de ese mismo relieve, y diferente, a tenor del tipo de fondo que presenta. «Ha sido casi por accidente. Leí ese día el periódico, vi la foto y me resultó familiar. Revisé mis papeles y la encontré en un gran lote de imágenes leonesas que había pedido en 2005 al Instituto Amatller de Arte Hispánico de Barcelona». «La fotografía —prosigue el archivero y político—, está datada en el año 1923 y forma parte de la colección Torbado Flórez, el arquitecto que dirigió la gran obra de restauración de San Isidoro que culminó en 1915». Esta imagen y la de un excepcional calvario, ya conocido, se exhibieron en la Exposición Universal de Barcelona de 1929 y junto con otras integraron un catálogo «de los que se hacían con vistas a la venta». «No olvidemos que aquella exposición fue un inmenso escaparate para el arte antiguo», apostilla Alejandro Valderas.
Juan Crisóstomo Torbado Flórez muere en 1947 «y entre ese año y 1949 se liquida toda su colección por mediación del anticuario Ignacio Martínez, el mismo que medió en la venta del polémico claustro de Palamós y de infinidad de otras piezas leonesas», informa Valderas. ¿Y quién lo compró? De momento se desconoce. Pero en muchas de las piezas registradas por el Instituto Amatller consta el destino Manhattanville, destacado barrio neoyorquino que acoge a una famosa universidad católica con una nada desdeñable colección de arte europeo..
UNA PRUEBA ÚNICA
Hallan el primer vestigio artístico del templo sobre el que se erigió San Isidoro
El historiador José Alberto Morais localiza una enigmática fotografía que presentará en el Instituto Bíblico.
E. Gancedo | León 19/02/2014
Quizá para un profano apenas signifique nada: una fotografía en blanco y negro donde hay que agudizar mucho la vista para distinguir algún detalle —aunque después de un rato observando se descubren no pocos elementos—, pero para los historiadores del arte y los expertos en iconografía esta imagen es una prueba única. En primer lugar a quien está fascinando es a su descubridor, el leonés José Alberto Morais Morán, del Grupo de Investigación Artarq de la Universidad de Extremadura. Apunta a que constituye el primer vestigio artístico en piedra hasta ahora conocido del ‘primer San Isidoro’, del templo que en el siglo XI erigieron los reyes leoneses Fernando I y Sancha, ese que con el tiempo daría origen a la actual Real Colegiata y del que tal sólo se han excavado muros sin ornamentar.
Moráis Morán, natural de Bembibre, encontró que el Instituto del Patrimonio Cultural de España custodiaba una fotografía, procedente del Archivo Moreno, «que señala al templo legionense como su lugar de origen». Y amplía sobre esta imagen hasta el momento inédita: «A pesar de su baja calidad fotográfica pueden trazarse algunas reflexiones en torno a la iconografía de la pieza, su factura y el lugar que debió ocupar en el desarrollo del arte figurativo en este prestigioso centro».
Se trata de un relieve o escultura románica, «actualmente en paradero desconocido y sin mención alguna dentro de la bibliografía especializada», explicó a este periódico Morais, quien se encuentra inmerso en un amplio trabajo de investigación sobre la pieza del que adelantará más detalles en el Curso de Especialización en Iconografía Bíblica Legionense que, organizado por el Instituto Bíblico y Oriental de León, impartirá el próximo mes de mayo .
«El relieve, de formato cuadrangular, presenta una de sus caras totalmente decorada en torno a la imagen de la cruz —describe el historiador—. En los espacios generados por los brazos de la misma se dispuso el Tetramorfos, portando los libros y extendiendo sus extremidades para sustentar el nudo que acoge la imagen del Agnus Dei. Mientras que el astil vertical de la cruz alberga la imagen de dos figuras angélicas, en el brazo horizontal se dispusieron el Alfa y la Omega, albergadas en cada travesaño. El Agnus Dei, portante de la cruz, gira su cabeza hacia la inscripción donde aún es legible ARIEVS DOMINI. También los cuatro vivientes portan sus respectivas cartelas identificativas. El águila de San Juan se aferra al sogueado y en los espacios sobrantes se esculpió el libro y la inscripción IOANN». Y prosigue: «Aún es posible leer, a renglón partido, LV/CA, identificando al toro alado, con prominente hocico y marcada cornamenta. En visión frontal, con orejas puntiagudas, se figuró al evangelista Marcos. Su titulus no resulta fácil de leer. Aún con todo es perceptible, en el espacio sobrante entre la cabeza, el ala y el astil horizontal de la cruz, la palabra MARCVS». Avisa el experto que resulta fundamental «la ubicación de esta inscripción, pues fue dispuesta para una lectura unidireccional del relieve, contemplando la pieza frontal y horizontalmente. Se descarta entonces su colocación en vertical, donde resultaría ilógica la vista invertida de Marcos y Mateo». Las dos últimas figuras hacen eje compositivo con la imagen del Cordero de Dios: «Dos presencias angélicas despliegan seis alas. Mientras que el ángel de la parte superior no presenta restos de epígrafe alguno, el inferior aún muestras vestigios muy desfigurados de su inscripción. Una lectura provisional, a la espera del estudio epigráfico, señala SER/NIS (¿serafines?)».
Comparado con otras piezas y restos de aquella época (arquetas, epitafios, códices, y sobre todo la pila bautismal isidoriana, que según autores también procede del ‘primer San Isidoro’), Morais Morán certifica, como hipótesis de trabajo, la adscripción de esta obra al universo artístico de mediados del siglo XI. «Todos los especialistas señalan que la iglesia de Fernando I sólo pudo tener un ornato ‘pobre’. Pues bien, de confirmarse que este elemento pudo ser de aquella iglesia, habría que replantearse que también estuvo decorada con escultura», sugiere el historiador bembibrés.
Y de su paradero actual, nada se sabe con seguridad. Sólo que en torno al año 1900, cuando se tomó la fotografía, aún se encontraba en San Isidoro
Quizá para un profano apenas signifique nada: una fotografía en blanco y negro donde hay que agudizar mucho la vista para distinguir algún detalle —aunque después de un rato observando se descubren no pocos elementos—, pero para los historiadores del arte y los expertos en iconografía esta imagen es una prueba única. En primer lugar a quien está fascinando es a su descubridor, el leonés José Alberto Morais Morán, del Grupo de Investigación Artarq de la Universidad de Extremadura. Apunta a que constituye el primer vestigio artístico en piedra hasta ahora conocido del ‘primer San Isidoro’, del templo que en el siglo XI erigieron los reyes leoneses Fernando I y Sancha, ese que con el tiempo daría origen a la actual Real Colegiata y del que tal sólo se han excavado muros sin ornamentar.
Moráis Morán, natural de Bembibre, encontró que el Instituto del Patrimonio Cultural de España custodiaba una fotografía, procedente del Archivo Moreno, «que señala al templo legionense como su lugar de origen». Y amplía sobre esta imagen hasta el momento inédita: «A pesar de su baja calidad fotográfica pueden trazarse algunas reflexiones en torno a la iconografía de la pieza, su factura y el lugar que debió ocupar en el desarrollo del arte figurativo en este prestigioso centro».
Se trata de un relieve o escultura románica, «actualmente en paradero desconocido y sin mención alguna dentro de la bibliografía especializada», explicó a este periódico Morais, quien se encuentra inmerso en un amplio trabajo de investigación sobre la pieza del que adelantará más detalles en el Curso de Especialización en Iconografía Bíblica Legionense que, organizado por el Instituto Bíblico y Oriental de León, impartirá el próximo mes de mayo .
«El relieve, de formato cuadrangular, presenta una de sus caras totalmente decorada en torno a la imagen de la cruz —describe el historiador—. En los espacios generados por los brazos de la misma se dispuso el Tetramorfos, portando los libros y extendiendo sus extremidades para sustentar el nudo que acoge la imagen del Agnus Dei. Mientras que el astil vertical de la cruz alberga la imagen de dos figuras angélicas, en el brazo horizontal se dispusieron el Alfa y la Omega, albergadas en cada travesaño. El Agnus Dei, portante de la cruz, gira su cabeza hacia la inscripción donde aún es legible ARIEVS DOMINI. También los cuatro vivientes portan sus respectivas cartelas identificativas. El águila de San Juan se aferra al sogueado y en los espacios sobrantes se esculpió el libro y la inscripción IOANN». Y prosigue: «Aún es posible leer, a renglón partido, LV/CA, identificando al toro alado, con prominente hocico y marcada cornamenta. En visión frontal, con orejas puntiagudas, se figuró al evangelista Marcos. Su titulus no resulta fácil de leer. Aún con todo es perceptible, en el espacio sobrante entre la cabeza, el ala y el astil horizontal de la cruz, la palabra MARCVS». Avisa el experto que resulta fundamental «la ubicación de esta inscripción, pues fue dispuesta para una lectura unidireccional del relieve, contemplando la pieza frontal y horizontalmente. Se descarta entonces su colocación en vertical, donde resultaría ilógica la vista invertida de Marcos y Mateo». Las dos últimas figuras hacen eje compositivo con la imagen del Cordero de Dios: «Dos presencias angélicas despliegan seis alas. Mientras que el ángel de la parte superior no presenta restos de epígrafe alguno, el inferior aún muestras vestigios muy desfigurados de su inscripción. Una lectura provisional, a la espera del estudio epigráfico, señala SER/NIS (¿serafines?)».
Comparado con otras piezas y restos de aquella época (arquetas, epitafios, códices, y sobre todo la pila bautismal isidoriana, que según autores también procede del ‘primer San Isidoro’), Morais Morán certifica, como hipótesis de trabajo, la adscripción de esta obra al universo artístico de mediados del siglo XI. «Todos los especialistas señalan que la iglesia de Fernando I sólo pudo tener un ornato ‘pobre’. Pues bien, de confirmarse que este elemento pudo ser de aquella iglesia, habría que replantearse que también estuvo decorada con escultura», sugiere el historiador bembibrés.
Y de su paradero actual, nada se sabe con seguridad. Sólo que en torno al año 1900, cuando se tomó la fotografía, aún se encontraba en San Isidoro
«Iglesias hay muchas, pero palacios como el de Grajal muy pocos, y éste es único»
Promonumenta hace ‘socio de honor’ el próximo sábado al laborioso alcalde de Grajal, Francisco Espinosa .
e. gancedo | grajal 16/02/2014
Cuando uno echa un vistazo a las actividades programadas para febrero y marzo por Promonumenta, la veterana asociación en defensa del patrimonio leonés, la mirada queda grapada al título de ‘socio de honor’, que en esta ocasión ha sido concedido a Francisco Espinosa, el incansable alcalde de Grajal de Campos. El próximo sábado día 22 la sociedad ha convocado un viaje cultural a esta villa de enorme legado histórico para, de nuevo, recorrer sus monumentos y entregar a Espinosa la distinción.
Un hombre que a lo largo de sus veinte años al frente de la alcaldía no ha ahorrado fatigas, viajes, llamadas, consultas, papeleos y mil peticiones de subvención —no muchas atendidas, pero él persiste—, y que a fuerza de empeño personal ha conseguido que los atractivos turísticos de la villa no estén desparramados por el suelo. «Me hace mucha ilusión el premio de Promonumenta porque ellos fueron los primeros que me ayudaron hace ya veinte años», comentaba Espinosa al Diario, recordando aquella primera hacendera, a la que siguieron muchas otras, en el palacio de los condes de Grajal («casi no se podía entrar a él porque estaba lleno de maleza; la verdad, no había ni por dónde cogerlo»). A partir de ese momento, y con la ayuda inestimable de miembros y directiva de la asociación, Espinosa buscó sin descanso a los herederos del monumento —acabaron dando con ellos en el norte de Burgos— y en 1998 los convenció para que vendiesen al pueblo, por el simbólico precio de 6 pesetas, esta auténtica maravilla renacentista que estaba a punto de convertirse en una pura ruina.
El palacio ha ido resucitando «pero muy poco a poco», arreglándose parte a parte con cantidades ganadas a pulso ante todas las administraciones públicas, gestión que ahora Promonumenta agradece a este terracampino que vivió y trabajó hasta la década de los ochenta en el País Vasco y que a su regreso, una vez comparado el trato que se daba al patrimonio en su patria chica con el que se deparaba en Euskadi, decidió probar maña con el bastón de mando. Ahora, a punto de convertirse en octogenario, contempla las luces y sombras de su mandato en lo que respecta al mantenimiento de la historia y el arte en la villa.
«Hemos conseguido arreglar toda la parte Sur del palacio, las arquerías y el patio, lo que supone, aproximadamente, la mitad del monumento —enumera Espinosa—; entre unas cosas y otras se habrán invertido en él cerca de 500.000 euros, la verdad, tal y como estaba, hemos podido hacer mucho, mucho».
Albergue en la mazmorra
Otra de sus ilusiones está depositada en el albergue, ya próximo a ser rematado después de una inyección de 40.000 euros, y que, curiosamente, se ha habilitado en las antiguas celdas del palacio (incluso quedan, y Francisco los muestra, algunos de los grilletes de hierro con que, según dice, quedaban los presos sujetos por la cintura). Un albergue que dará servicio a los cada vez más numerosos peregrinos que atraviesan el pueblo —por el Camino de Madrid, y también por el Francés tras un mínimo desvío— y a cualquier persona que desee alojarse en él, como quiso recordar el alcalde. Una cantidad similar a la hasta ahora invertida podría alcanzar para acabar de restaurar el palacio renacentista que mandara edificar Hernando de Vega, presidente que fue del Consejo de las Órdenes Militares, ministro del Consejo de Indias, alcaide de las Torres de León... esto es, la primera línea de la nobleza del siglo XVI —en el llamado ‘jardín de los olivos’ sembraba las mejores plantas medicinales de Europa—, y es que Espinosa no abandona su sueño, largamente acariciado, de que esta rara joya arquitéctonia pueda convertirse en el gran Parador Nacional de la Tierra de Campos. «Iglesias hay muchas, pero palacios como éste, muy pocos, éste es único», recuerda.
Tampoco han faltado empresarios y corporaciones interesados por el inmueble para convertirlo en hotel de lujo, pero la fuerte inversión necesaria y la inminencia de la crisis fulminaron esos intentos. Ahora sirve de escenario a las cenas medievales y a muchos otros actos que celebra Grajal en verano, acoge la información turística, salas de actividades, algunas obras artísticas y el legado etnográfico. Rincones que enseña Espinosa con verdadero cariño por lo propio y la franqueza siempre a flor de boca. Por ejemplo, está muy agradecido a la Diputación por las numerosas ayudas que ha recibido para restauraciones pero lamenta que en el verano del 2013 no les enviaran el guía turístico de otros años; la labor recayó, cómo no, en él mismo. Pero Grajal de Campos es mucho más: la gran iglesia de San Miguel; el convento de la Virgen de La Antigua —adquirido por un empresario hotelero, aunque su uso aún está en el aire—; la ermita de la Virgen de las Puertas en un antiguo torréon defensivo, con su airoso arco de aire mudéjar, último exponente del recinto amurallado; el hospital de Nuestra Señora de La Antigua; las casonas... y cómo no, el impresionante castillo, cuya evacuación de aguas el alcalde está decidido a arreglar.
«Es la primera fortaleza íntegramente artillera que se eleva en España y la única que queda completa —ilustra Espinosa—, con prisiones en las que se encerraba a los vecinos de Grajal cuando se levantaban contra sus señores, hartos de pagar diezmos a la iglesia y quintos al conde; y molino de tracción animal donde fabricaban pólvora». El alcalde y su propietario, el duque de Alburquerque, firmaron en 2003 un contrato de comodato —especie de cesión—, prorrogable por 35 años sobre este castillo, declarado monumento nacional en 1931. Y ofrece curiosidad: «Fíjate que los cañones y las troneras apuntan todos al pueblo, ninguno a campo abierto». Por cierto que otra cosa que lamenta es que su proyecto de recuperación integral, redactado hace unos cinco años, «continúe durmiendo en un cajón». O que las curiosas bodegas mozárabes, una vez restauradas hace un tiempo, sigan cerradas al público por sus propietarios.
Llano, sencillo, incombustible, Francisco puede estar horas hablando de su pueblo («se me cayó el alma al ver estos abandonos», dijo cuando volvió a residir aquí) y en sus sueños contempla un Grajal como gran joya mudéjar, gótica, renacentista y de arquitectura del barro completamente puesta en valor, un Olite navarro o un Loarre aragonés... pero en León. En 2007 fue declarado Bien de Interés Cultural. Pero para alcanzar el sueño de Espinosa seguro que aún habrá que esperar.
Cuando uno echa un vistazo a las actividades programadas para febrero y marzo por Promonumenta, la veterana asociación en defensa del patrimonio leonés, la mirada queda grapada al título de ‘socio de honor’, que en esta ocasión ha sido concedido a Francisco Espinosa, el incansable alcalde de Grajal de Campos. El próximo sábado día 22 la sociedad ha convocado un viaje cultural a esta villa de enorme legado histórico para, de nuevo, recorrer sus monumentos y entregar a Espinosa la distinción.
Un hombre que a lo largo de sus veinte años al frente de la alcaldía no ha ahorrado fatigas, viajes, llamadas, consultas, papeleos y mil peticiones de subvención —no muchas atendidas, pero él persiste—, y que a fuerza de empeño personal ha conseguido que los atractivos turísticos de la villa no estén desparramados por el suelo. «Me hace mucha ilusión el premio de Promonumenta porque ellos fueron los primeros que me ayudaron hace ya veinte años», comentaba Espinosa al Diario, recordando aquella primera hacendera, a la que siguieron muchas otras, en el palacio de los condes de Grajal («casi no se podía entrar a él porque estaba lleno de maleza; la verdad, no había ni por dónde cogerlo»). A partir de ese momento, y con la ayuda inestimable de miembros y directiva de la asociación, Espinosa buscó sin descanso a los herederos del monumento —acabaron dando con ellos en el norte de Burgos— y en 1998 los convenció para que vendiesen al pueblo, por el simbólico precio de 6 pesetas, esta auténtica maravilla renacentista que estaba a punto de convertirse en una pura ruina.
El palacio ha ido resucitando «pero muy poco a poco», arreglándose parte a parte con cantidades ganadas a pulso ante todas las administraciones públicas, gestión que ahora Promonumenta agradece a este terracampino que vivió y trabajó hasta la década de los ochenta en el País Vasco y que a su regreso, una vez comparado el trato que se daba al patrimonio en su patria chica con el que se deparaba en Euskadi, decidió probar maña con el bastón de mando. Ahora, a punto de convertirse en octogenario, contempla las luces y sombras de su mandato en lo que respecta al mantenimiento de la historia y el arte en la villa.
«Hemos conseguido arreglar toda la parte Sur del palacio, las arquerías y el patio, lo que supone, aproximadamente, la mitad del monumento —enumera Espinosa—; entre unas cosas y otras se habrán invertido en él cerca de 500.000 euros, la verdad, tal y como estaba, hemos podido hacer mucho, mucho».
Albergue en la mazmorra
Otra de sus ilusiones está depositada en el albergue, ya próximo a ser rematado después de una inyección de 40.000 euros, y que, curiosamente, se ha habilitado en las antiguas celdas del palacio (incluso quedan, y Francisco los muestra, algunos de los grilletes de hierro con que, según dice, quedaban los presos sujetos por la cintura). Un albergue que dará servicio a los cada vez más numerosos peregrinos que atraviesan el pueblo —por el Camino de Madrid, y también por el Francés tras un mínimo desvío— y a cualquier persona que desee alojarse en él, como quiso recordar el alcalde. Una cantidad similar a la hasta ahora invertida podría alcanzar para acabar de restaurar el palacio renacentista que mandara edificar Hernando de Vega, presidente que fue del Consejo de las Órdenes Militares, ministro del Consejo de Indias, alcaide de las Torres de León... esto es, la primera línea de la nobleza del siglo XVI —en el llamado ‘jardín de los olivos’ sembraba las mejores plantas medicinales de Europa—, y es que Espinosa no abandona su sueño, largamente acariciado, de que esta rara joya arquitéctonia pueda convertirse en el gran Parador Nacional de la Tierra de Campos. «Iglesias hay muchas, pero palacios como éste, muy pocos, éste es único», recuerda.
Tampoco han faltado empresarios y corporaciones interesados por el inmueble para convertirlo en hotel de lujo, pero la fuerte inversión necesaria y la inminencia de la crisis fulminaron esos intentos. Ahora sirve de escenario a las cenas medievales y a muchos otros actos que celebra Grajal en verano, acoge la información turística, salas de actividades, algunas obras artísticas y el legado etnográfico. Rincones que enseña Espinosa con verdadero cariño por lo propio y la franqueza siempre a flor de boca. Por ejemplo, está muy agradecido a la Diputación por las numerosas ayudas que ha recibido para restauraciones pero lamenta que en el verano del 2013 no les enviaran el guía turístico de otros años; la labor recayó, cómo no, en él mismo. Pero Grajal de Campos es mucho más: la gran iglesia de San Miguel; el convento de la Virgen de La Antigua —adquirido por un empresario hotelero, aunque su uso aún está en el aire—; la ermita de la Virgen de las Puertas en un antiguo torréon defensivo, con su airoso arco de aire mudéjar, último exponente del recinto amurallado; el hospital de Nuestra Señora de La Antigua; las casonas... y cómo no, el impresionante castillo, cuya evacuación de aguas el alcalde está decidido a arreglar.
«Es la primera fortaleza íntegramente artillera que se eleva en España y la única que queda completa —ilustra Espinosa—, con prisiones en las que se encerraba a los vecinos de Grajal cuando se levantaban contra sus señores, hartos de pagar diezmos a la iglesia y quintos al conde; y molino de tracción animal donde fabricaban pólvora». El alcalde y su propietario, el duque de Alburquerque, firmaron en 2003 un contrato de comodato —especie de cesión—, prorrogable por 35 años sobre este castillo, declarado monumento nacional en 1931. Y ofrece curiosidad: «Fíjate que los cañones y las troneras apuntan todos al pueblo, ninguno a campo abierto». Por cierto que otra cosa que lamenta es que su proyecto de recuperación integral, redactado hace unos cinco años, «continúe durmiendo en un cajón». O que las curiosas bodegas mozárabes, una vez restauradas hace un tiempo, sigan cerradas al público por sus propietarios.
Llano, sencillo, incombustible, Francisco puede estar horas hablando de su pueblo («se me cayó el alma al ver estos abandonos», dijo cuando volvió a residir aquí) y en sus sueños contempla un Grajal como gran joya mudéjar, gótica, renacentista y de arquitectura del barro completamente puesta en valor, un Olite navarro o un Loarre aragonés... pero en León. En 2007 fue declarado Bien de Interés Cultural. Pero para alcanzar el sueño de Espinosa seguro que aún habrá que esperar.
«Cuando León era capital de reino sólo tenía 40 hectáreas»
El arqueólogo Fernando Miguel ofrece hoy una charla en el Museo de León.
cristina fanjul | león 13/02/2014
«En la conferencia de hoy trataré de aportar luz, desde la arqueología, al conocimiento de la ciudad en la Edad Media, una época acerca de la cual ya han escrito personalidades como Claudio Sánchez Albornoz, Carlos Estepa, César Álvarez o Armando Represa». Lo dice el arqueólogo y profesor del Colegio Leonés Fernando Miguel, quien protagoniza la jornada de Arqueoleón hoy titulada La evolución urbana del León medieval. Y es que la transición entre los siglos VIII al XV es uno de los momentos más desconocidos de la historia de la ciudad.
Fernando Miguel destaca que durante estos ocho siglos la ciudad pasó por diferentes etapas. La primera de ellas es la emiral, la etapa de conquista durante la cual se sabe que hubo una guarnición bereber en Puerta Obispo. «Fue un núcleo defensivo aprovechando las termas. Se trataba de un lugar estratégico», destaca el arqueólogo, quien destaca que el descubrimiento de cerámicas musulmanas demostró que, a pesar de lo que hasta entonces había dictado la historiografía oficial, la capital leonesa nunca constituyó un vacío demográfico sino que nunca se abandonó.
El comienzo de la ciudad como capital regia no ha dejado grandes restos arqueológicos a no ser «tenues huellas» en torno a la Corona, como las termas (obispado), el castillo, y Palat del Rey (palacio real). «El resto es un gran espacio abierto ocupado en su gran mayoría por monasterios», indica el investigador, quien recuerda que León era predominantemente rural. «Es lo que nosotros calificamos de tierras negras: espacios predominantemente agrícolas en el que un 80% estaba ocupado por huertos y corrales y el 20%, por edificios», destaca Miguel.
El historiador sostiene que del siglo XII en adelante la labor arqueológica permite visualizar la entidad de la ciudad ya que, salvo algunos edificios como la Catedral o San Isidoro, el resto del urbanismo no es visible. «El predominio regio de la ciudad se puede comprobar por las obras del castillo, las murallas y el foso. Persiste la presencia religiosa, pero los monasterios se convierten en parroquias para dar asistencia a los fieles. La ciudad adquiere otro perfil», resumió para el Diario Fernando Miguel.
El arqueólogo destaca además que la fuerza de la burguesía fue la que reclamó al rey la construcción de la muralla, que marcó a partir de entonces la tipología de León. Además, en esta época aparece la llamada ‘cerámica gris leonesa’, cuyos vestigios sólo aparecen en esta capital.
En la Baja Edad Media la arqueología también permite conocer edificios señoriales como el palacio del Conde Luna o el de Villafañe. «La ciudad altomedieval es de tradición hispánica, sin caracterización propia. Tan sólo se remodelan los edificios preexistentes mientras que en una segunda fase ya cuenta con elementos propios».
Fernando Miguel explica que la ciudad bajomedieval es claramente mudéjar, con lo que León se suma al circuito nacional característico de la Corona de Castilla. «El urbanismo de las ciudades tiene las mismas pautas, pero León tiene ciertas diferencias por ser capital del Reino», subraya el historiador, que precisa que León nunca llegó a tener más de cinco mil habitantes, mientras que otras capitales como Barcelona llegaron a contar con 30.000. «Siempre fue la modesta capital de un reino, con poco más de cuarenta hectáreas, donde la impronta rural no desapareció», concluyó.
«En la conferencia de hoy trataré de aportar luz, desde la arqueología, al conocimiento de la ciudad en la Edad Media, una época acerca de la cual ya han escrito personalidades como Claudio Sánchez Albornoz, Carlos Estepa, César Álvarez o Armando Represa». Lo dice el arqueólogo y profesor del Colegio Leonés Fernando Miguel, quien protagoniza la jornada de Arqueoleón hoy titulada La evolución urbana del León medieval. Y es que la transición entre los siglos VIII al XV es uno de los momentos más desconocidos de la historia de la ciudad.
Fernando Miguel destaca que durante estos ocho siglos la ciudad pasó por diferentes etapas. La primera de ellas es la emiral, la etapa de conquista durante la cual se sabe que hubo una guarnición bereber en Puerta Obispo. «Fue un núcleo defensivo aprovechando las termas. Se trataba de un lugar estratégico», destaca el arqueólogo, quien destaca que el descubrimiento de cerámicas musulmanas demostró que, a pesar de lo que hasta entonces había dictado la historiografía oficial, la capital leonesa nunca constituyó un vacío demográfico sino que nunca se abandonó.
El comienzo de la ciudad como capital regia no ha dejado grandes restos arqueológicos a no ser «tenues huellas» en torno a la Corona, como las termas (obispado), el castillo, y Palat del Rey (palacio real). «El resto es un gran espacio abierto ocupado en su gran mayoría por monasterios», indica el investigador, quien recuerda que León era predominantemente rural. «Es lo que nosotros calificamos de tierras negras: espacios predominantemente agrícolas en el que un 80% estaba ocupado por huertos y corrales y el 20%, por edificios», destaca Miguel.
El historiador sostiene que del siglo XII en adelante la labor arqueológica permite visualizar la entidad de la ciudad ya que, salvo algunos edificios como la Catedral o San Isidoro, el resto del urbanismo no es visible. «El predominio regio de la ciudad se puede comprobar por las obras del castillo, las murallas y el foso. Persiste la presencia religiosa, pero los monasterios se convierten en parroquias para dar asistencia a los fieles. La ciudad adquiere otro perfil», resumió para el Diario Fernando Miguel.
El arqueólogo destaca además que la fuerza de la burguesía fue la que reclamó al rey la construcción de la muralla, que marcó a partir de entonces la tipología de León. Además, en esta época aparece la llamada ‘cerámica gris leonesa’, cuyos vestigios sólo aparecen en esta capital.
En la Baja Edad Media la arqueología también permite conocer edificios señoriales como el palacio del Conde Luna o el de Villafañe. «La ciudad altomedieval es de tradición hispánica, sin caracterización propia. Tan sólo se remodelan los edificios preexistentes mientras que en una segunda fase ya cuenta con elementos propios».
Fernando Miguel explica que la ciudad bajomedieval es claramente mudéjar, con lo que León se suma al circuito nacional característico de la Corona de Castilla. «El urbanismo de las ciudades tiene las mismas pautas, pero León tiene ciertas diferencias por ser capital del Reino», subraya el historiador, que precisa que León nunca llegó a tener más de cinco mil habitantes, mientras que otras capitales como Barcelona llegaron a contar con 30.000. «Siempre fue la modesta capital de un reino, con poco más de cuarenta hectáreas, donde la impronta rural no desapareció», concluyó.
Urraca tardó menos en erigir San Isidoro que Bankia en el papeleo de la reforma
La entidad, que prometió hace ocho años dos millones para restaurar el museo, sigue haciendo anteproyectos.
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ristina fanjul | león 10/04/2014
«No tiene ningún fundamento y no me apetece hablar de ello porque sé lo que hay detrás de este tipo de investigaciones». Así de rotundo se mostraba ayer el arqueólogo leonés Florentino Díez, una de las personas que más y mejor ha investigado los sitios santos de Jerusalén. Asegura que no ha leído nunca ninguna de las informaciones aparecidas acerca del Santo Grial, tampoco la última, la realizada por Margarita Torres, que asegura que el cáliz de doña Urraca encierra uno de los mitos que más ha atraído a lo largo de la historia a la Cristiandad. Florentino Díez sostiene que no hay nada que sostenga de manera científica o histórica que la reliquia de Jesucristo existió, con lo que da el tema por zanjado.
El historiador ofrece hoy una conferencia titulada El Gólgota y el Santo Sepulcro en la que se expondrán datos arqueológicos de relevancia sobre el lugar de la Crucifixión y posterior sepultura de Cristo, destacando los obtenidos tras las excavaciones dirigidas por él mismo en el recinto de la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén.
Explica el biblista que la primera excavación que realizó en el lugar donde se cree tuvo lugar el Calvario fue en 1977 cuando, por cuestiones de restauración en la basílica se le permitió excavar dentro. Con el tiempo, tuvo el plácet para realizar catas en la capilla de Santa Elena y en el Calvario. Sin embargo, no fue tarea fácil puesto que la iglesia se repartía entre cinco comunidades diferentes y poner de acuerdo a todas ellas no resultaba fácil. Poco a poco fueron surgiendo hallazgos, como la cueva de Adán, un lugar histórico cuya ubicación real se desconocía al quedar sepultado en época romana. Se trató de un gran descubrimiento puesto que fue un paso fundamental para dar autenticidad al luga de la crucifixión», destaca.
Cantera
Florentino Díez asegura que el Gólgota es el lugar que acogió la Pasión y lo asegura basándose en las pruebas estatigráficas descubiertas en los últimos años. Si bien lo que queda en la actualidad no es más que los restos de una cantera que fue explotada hasta el siglo II d.C, los hallazgos de piezas cerámicas de numerosas comunidades llevan a pensar que éste fue un lugar venerado, «muy querido» y también expoliado.
El arqueólogo recuerda que desde principios del siglo XIX se ha discutido de manera reiterada acerca de la autenticidad del lugar, autenticidad que también puede demostrarse, según sus conclusiones de manera topográfica, por todas las construcciones que se levantaron a su alrededor.
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El edificio de San Isidoro que proyectó la infanta Urraca se erigió en diez años. En cambio, la reforma del museo lleva camino de ser más larga que la construcción del propio templo en el siglo XII, pese a todos los avances tecnológicos que se han producido en los nueve siglos que han transcurrido desde entonces. La obra lleva ‘enquistada’ ocho años. En este tiempo, sólo ha habido trámites y papeleo, pero nada de fechas y, menos aún, la entrega del dinero comprometido.
La joya del románico espera 2,5 millones de euros (dos con cargo a Caja Madrid y otros 500.000 que aportará el Cabildo) para reformar el museo y restaurar las pinturas del Panteón Real, considerada la Capilla Sixtina del románico. Esta partida fue comprometida en 2006 por Caja Madrid, la entidad de ahorro más antigua de España, que, tras una polémica gestión y como consecuencia de la reestructuración del sistema financiero, se transformó en 2012 en Bankia.
La Fundación Caja Madrid no ha quitado de su web la rehabilitación de San Isidoro, colgada en Internet desde 2006 sin cambiar una coma ni aportar plazos. Pero, lejos de descartar el proyecto, rubricado en marzo de 2010 por el entonces director de Fundación Caja Madrid, Rafael Spottorno, en una gran ceremonia oficiada en el salón del pendón de la colegiata, la entidad mantiene su intención de reformar el Museo de San Isidoro para convertirlo en «uno de los mejores de Europa», según Isidro Bango, catedrático de arte antiguo y medieval en la Universidad Autónoma de Madrid y responsable del proyecto de musealización. Bango presentó hace meses un documento de trabajo de más de 1.300 folios en el que realiza una propuesta de las piezas que se pueden exponer y cómo esta ‘actualización’ puede suponer una puesta en valor de toda la Colegiata.
Anteproyecto del anteproyecto
Si se le pregunta a Bankia algo tan sencillo como cuándo comenzarán las obras de San Isidoro, su respuesta es así de enmarañada: «El jueves concluyó la elaboración del anteproyecto de arquitectura y museografía de la Colegiata de San Isidoro. Este anteproyecto se suma al anteproyecto de colecciones o contenidos elaborado antes de las pasadas Navidades, así como a otros muchos estudios y documentos relativos a la configuración institucional del museo, a la seguridad y la conservación preventiva, a la comunicación y difusión, y a su organización administrativa y económica», según un correo remitido a este periódico por el departamento de Conservación del Patrimonio de la Fundación Caja Madrid. Y añade: «En estos momentos, y durante las próximas semanas, se está trabajando en un anteproyecto integrado de arquitectura, contenidos, museografía y plan museológico, de modo que pueda someterse a la valoración de la Junta de Castilla y León y del Cabildo de la Real Colegiata, si bien este último, como es lógico, participa activamente junto a la Fundación Caja Madrid en la elaboración de todos los estudios y propuestas».
La conclusión es que tras ocho años, los planes para reformar el Museo de San Isidoro no han alcanzado siquiera el grado de proyecto. A este ritmo, cuando concluyan los estudios es previsible que muchos queden anticuados y San Isidoro haya acusado el paso del tiempo y exija nuevas intervenciones.
Bango ha realizado una catalogación que incluye 600 piezas y cómo se deben juntar, cómo deben ser vistas y cómo deben ser explicadas. Para este profesor, responsable de la recordada exposiciónTesoro sagrado, que reunió por primera vez las riquezas de Fernando I y Sancha que expoliaron a San Isidoro, el museo requiere un cambio radical. «Yo no dejaría nada en su sitio. San Isidoro es una joya que tiene escondidas la mayoría de sus piezas», aseguró.
La Colegiata padece problemas de accesibilidad, de recorrido y tránsito, de seguridad, de acondicionamiento e instalaciones, de interpretación de contenidos y de gestión cultural que es necesario resolver.
La rehabilitación del Museo se inscribe dentro de una macrorreforma, en la que la Junta invirtió 1,7 millones para limpiar los muros y paramentos del interior de la iglesia —acometida hace seis años— y la restauración de la fachada del edificio románico, así como el rebaje del del atrio (excavaciones incluidas), que se llevó a cabo en 2011
El edificio de San Isidoro que proyectó la infanta Urraca se erigió en diez años. En cambio, la reforma del museo lleva camino de ser más larga que la construcción del propio templo en el siglo XII, pese a todos los avances tecnológicos que se han producido en los nueve siglos que han transcurrido desde entonces. La obra lleva ‘enquistada’ ocho años. En este tiempo, sólo ha habido trámites y papeleo, pero nada de fechas y, menos aún, la entrega del dinero comprometido.
La joya del románico espera 2,5 millones de euros (dos con cargo a Caja Madrid y otros 500.000 que aportará el Cabildo) para reformar el museo y restaurar las pinturas del Panteón Real, considerada la Capilla Sixtina del románico. Esta partida fue comprometida en 2006 por Caja Madrid, la entidad de ahorro más antigua de España, que, tras una polémica gestión y como consecuencia de la reestructuración del sistema financiero, se transformó en 2012 en Bankia.
La Fundación Caja Madrid no ha quitado de su web la rehabilitación de San Isidoro, colgada en Internet desde 2006 sin cambiar una coma ni aportar plazos. Pero, lejos de descartar el proyecto, rubricado en marzo de 2010 por el entonces director de Fundación Caja Madrid, Rafael Spottorno, en una gran ceremonia oficiada en el salón del pendón de la colegiata, la entidad mantiene su intención de reformar el Museo de San Isidoro para convertirlo en «uno de los mejores de Europa», según Isidro Bango, catedrático de arte antiguo y medieval en la Universidad Autónoma de Madrid y responsable del proyecto de musealización. Bango presentó hace meses un documento de trabajo de más de 1.300 folios en el que realiza una propuesta de las piezas que se pueden exponer y cómo esta ‘actualización’ puede suponer una puesta en valor de toda la Colegiata.
Anteproyecto del anteproyecto
Si se le pregunta a Bankia algo tan sencillo como cuándo comenzarán las obras de San Isidoro, su respuesta es así de enmarañada: «El jueves concluyó la elaboración del anteproyecto de arquitectura y museografía de la Colegiata de San Isidoro. Este anteproyecto se suma al anteproyecto de colecciones o contenidos elaborado antes de las pasadas Navidades, así como a otros muchos estudios y documentos relativos a la configuración institucional del museo, a la seguridad y la conservación preventiva, a la comunicación y difusión, y a su organización administrativa y económica», según un correo remitido a este periódico por el departamento de Conservación del Patrimonio de la Fundación Caja Madrid. Y añade: «En estos momentos, y durante las próximas semanas, se está trabajando en un anteproyecto integrado de arquitectura, contenidos, museografía y plan museológico, de modo que pueda someterse a la valoración de la Junta de Castilla y León y del Cabildo de la Real Colegiata, si bien este último, como es lógico, participa activamente junto a la Fundación Caja Madrid en la elaboración de todos los estudios y propuestas».
La conclusión es que tras ocho años, los planes para reformar el Museo de San Isidoro no han alcanzado siquiera el grado de proyecto. A este ritmo, cuando concluyan los estudios es previsible que muchos queden anticuados y San Isidoro haya acusado el paso del tiempo y exija nuevas intervenciones.
Bango ha realizado una catalogación que incluye 600 piezas y cómo se deben juntar, cómo deben ser vistas y cómo deben ser explicadas. Para este profesor, responsable de la recordada exposiciónTesoro sagrado, que reunió por primera vez las riquezas de Fernando I y Sancha que expoliaron a San Isidoro, el museo requiere un cambio radical. «Yo no dejaría nada en su sitio. San Isidoro es una joya que tiene escondidas la mayoría de sus piezas», aseguró.
La Colegiata padece problemas de accesibilidad, de recorrido y tránsito, de seguridad, de acondicionamiento e instalaciones, de interpretación de contenidos y de gestión cultural que es necesario resolver.
La rehabilitación del Museo se inscribe dentro de una macrorreforma, en la que la Junta invirtió 1,7 millones para limpiar los muros y paramentos del interior de la iglesia —acometida hace seis años— y la restauración de la fachada del edificio románico, así como el rebaje del del atrio (excavaciones incluidas), que se llevó a cabo en 2011
Morillo: «León aún no ha sacado a la luz los secretos de Legio VI»
Victorino García Marcos y Ángel Morillo desvelan hoy veinte años de excavaciones
cristina fanjul | león 16/01/2014
¿Dónde está exactamente el primer campamento romano de León? ¿Cuáles son sus límites, sus defensas y sus fosos? ¿Cómo se trazan las líneas que vertebraron el acantonamiento augusteo? Para el profesor Ángel Morillo, que hoy ofrece junto a Victorino García Marcos, la quinta conferencia del ciclo Arqueoleón, este es uno de los principales secretos que aún esconde la ciudad. «Hemos avanzado mucho en el de la Legio VII Gémina y en el segundo de la Legio VI Victrix, pero aún nos queda por definir el primero, el fundacional», destaca el arqueólogo. Y es que si bien estos dos son prácticamente idénticos, el augusteo es todavía un enigma. «Parece que tendría que haber sido más pequeño, pero no nos atrevemos a decir casi nada. Puede que sea poligonal, como ocurre en otros casos. El de Halterm u Oberadem, en el norte de Alemania son algunos de los casos que podrían servirnos de orientación», sostiene, al tiempo que recuerda que el diseño de los otros dos es rectangular. Y es que, y a pesar de que las excavaciones en los últimos veinte años se han multiplicado, lo único que se ha encontrado de este primer acuartelamiento imperial en León es una parte de las defensas del lado norte, en Santa Marina. «Faltan los sistemas defensivos restantes», explica el profesor.
Asimismo, Ángel Morillo establece que la ciudad aún no ha sido capaz de desenterrar algunos de los edificios de la época flavia y tiberiana ya que todos ellos se encuentran bajo edificios como la Catedral, el Obispado o San Isidoro, con lo que resulta casi imposible descubrirlos.
También resulta inédita todavía la vida de la población civil aneja al campamento, que antes se conocía como cannabae, aunque hoy en día se denomina vicus militar, más allá del lienzo sur, de la que tan sólo se conoce el anfiteatro, o qué ocurrió, qué fenómeno forzó a los legionarios a iniciar la construcción de los cubos de la muralla. «No sabemos qué pudo acontencer a finales del siglo III y principios del IV, que llevó a ese afán defensivo», reflexiona, y añade que tampoco se ha descubierto si el núcleo civil se integró en el campamento y dónde estaban las necrópolis altoimperiales. «Pensamos que tuvieran que construirse en la salida de la ciudad, hacia el este, pero cuando se levantaron los cubos se desmantelaron lápidas, mausoleos y edificios que nos habrían dado muchas claves, con lo que hoy ya resulta casi imposible encontrar la brújula», precisa.
Sin embargo, Ángel Morillo considera que la ciudad aún puede dar muchas sorpresas sin necesidad de acudir a nuevas excavaciones. «Hay que seguir estudiando el resultado del gran número de excavaciones que ya se han realizado», destaca, y numera entre ellas Puerta Obispo, Botines, Pallarés o Santa Marina. «Sus materiales pueden contarnos mucho de aquel momento», asegura.
El arqueólogo alerta de la necesidad de continuar con la exploración del territorio que rodeaba el campamento, de la ocupación suburbana, de explotaciones agrícolas, casas, aldeas, establecimientos secundarios y núcleos viarios, así como los caminos que el Imperio trazó hacia la Asturias Transmontana. «Tenemos algunos indicios, pero necesitamos seguir realizando prospecciones sobre el terreno para encontrarlas», dice. El vicus de Puente Castro es un buen indicio de los secretos que puede guardar todavía la arqueología leonesa». El profesor de la UCM dirige en esos momentos un proyecto de investigación sobre el territorio que rodeaba tanto a León como a otros campamentos vecinos.
Avances de 20 años
Y es que en dos décadas la arqueología ha dado un vuelco. Hasta entonces, como reconoce el arqueólogo municipal, Victorino García Marcos, el único referente era García Bellido. Entonces apenas estaba claro el perímetro del campamento de la Legio VII y se habían extraído restos en la calle Abadía, Regueral y el Cid, «pequeñas pinceladas», dice, para lo que vendría después. «Hoy sabemos cómo fue el sistema constructivo del campamento, conocemos una puerta completa (la Principalis Sinistra), la infraestructura hidráulica, las termas, «aunque sigue siendo uno de los enigmas», la cannaba, la ciudad de Ad Legionem, el anfiteatro... Y se ha podido confirmar la presencia de la Legio VI con dos campamentos, el primero de finales del siglo I antes de Cristo
La Casona roza el lleno total
Más de 3.000 personas participan en las jornadas de puertas abiertas de la Casona de Puerta Castillo, que a finales de enero podría contar ya con el León Romano
cristina fanjul | león 16/01/2014
¿Dónde está exactamente el primer campamento romano de León? ¿Cuáles son sus límites, sus defensas y sus fosos? ¿Cómo se trazan las líneas que vertebraron el acantonamiento augusteo? Para el profesor Ángel Morillo, que hoy ofrece junto a Victorino García Marcos, la quinta conferencia del ciclo Arqueoleón, este es uno de los principales secretos que aún esconde la ciudad. «Hemos avanzado mucho en el de la Legio VII Gémina y en el segundo de la Legio VI Victrix, pero aún nos queda por definir el primero, el fundacional», destaca el arqueólogo. Y es que si bien estos dos son prácticamente idénticos, el augusteo es todavía un enigma. «Parece que tendría que haber sido más pequeño, pero no nos atrevemos a decir casi nada. Puede que sea poligonal, como ocurre en otros casos. El de Halterm u Oberadem, en el norte de Alemania son algunos de los casos que podrían servirnos de orientación», sostiene, al tiempo que recuerda que el diseño de los otros dos es rectangular. Y es que, y a pesar de que las excavaciones en los últimos veinte años se han multiplicado, lo único que se ha encontrado de este primer acuartelamiento imperial en León es una parte de las defensas del lado norte, en Santa Marina. «Faltan los sistemas defensivos restantes», explica el profesor.
Asimismo, Ángel Morillo establece que la ciudad aún no ha sido capaz de desenterrar algunos de los edificios de la época flavia y tiberiana ya que todos ellos se encuentran bajo edificios como la Catedral, el Obispado o San Isidoro, con lo que resulta casi imposible descubrirlos.
También resulta inédita todavía la vida de la población civil aneja al campamento, que antes se conocía como cannabae, aunque hoy en día se denomina vicus militar, más allá del lienzo sur, de la que tan sólo se conoce el anfiteatro, o qué ocurrió, qué fenómeno forzó a los legionarios a iniciar la construcción de los cubos de la muralla. «No sabemos qué pudo acontencer a finales del siglo III y principios del IV, que llevó a ese afán defensivo», reflexiona, y añade que tampoco se ha descubierto si el núcleo civil se integró en el campamento y dónde estaban las necrópolis altoimperiales. «Pensamos que tuvieran que construirse en la salida de la ciudad, hacia el este, pero cuando se levantaron los cubos se desmantelaron lápidas, mausoleos y edificios que nos habrían dado muchas claves, con lo que hoy ya resulta casi imposible encontrar la brújula», precisa.
Sin embargo, Ángel Morillo considera que la ciudad aún puede dar muchas sorpresas sin necesidad de acudir a nuevas excavaciones. «Hay que seguir estudiando el resultado del gran número de excavaciones que ya se han realizado», destaca, y numera entre ellas Puerta Obispo, Botines, Pallarés o Santa Marina. «Sus materiales pueden contarnos mucho de aquel momento», asegura.
El arqueólogo alerta de la necesidad de continuar con la exploración del territorio que rodeaba el campamento, de la ocupación suburbana, de explotaciones agrícolas, casas, aldeas, establecimientos secundarios y núcleos viarios, así como los caminos que el Imperio trazó hacia la Asturias Transmontana. «Tenemos algunos indicios, pero necesitamos seguir realizando prospecciones sobre el terreno para encontrarlas», dice. El vicus de Puente Castro es un buen indicio de los secretos que puede guardar todavía la arqueología leonesa». El profesor de la UCM dirige en esos momentos un proyecto de investigación sobre el territorio que rodeaba tanto a León como a otros campamentos vecinos.
Avances de 20 años
Y es que en dos décadas la arqueología ha dado un vuelco. Hasta entonces, como reconoce el arqueólogo municipal, Victorino García Marcos, el único referente era García Bellido. Entonces apenas estaba claro el perímetro del campamento de la Legio VII y se habían extraído restos en la calle Abadía, Regueral y el Cid, «pequeñas pinceladas», dice, para lo que vendría después. «Hoy sabemos cómo fue el sistema constructivo del campamento, conocemos una puerta completa (la Principalis Sinistra), la infraestructura hidráulica, las termas, «aunque sigue siendo uno de los enigmas», la cannaba, la ciudad de Ad Legionem, el anfiteatro... Y se ha podido confirmar la presencia de la Legio VI con dos campamentos, el primero de finales del siglo I antes de Cristo
La Casona roza el lleno total
Luis V. Huerga / @luisvhuerga 04/01/2014
Luis V. Huerga / @luisvhuerga 04/01/2014
Un “éxito absoluto”. Así ha calificado la concejala de Urbanismo, Belén Martín-Granizo, el resultado de las seis jornadas de puertas abiertas en la recién restaurada Casona de Puerta Castillo, que será el centro de interpretación histórica de la ciudad. Más de 3.000 personas han pasado por el inmueble para comprobar la restauración de este emblemático lugar que ha “entusiasmado a leoneses y turistas”.
Uno de los días de más afluencia ha sido este mismo sábado, el último día de puertas abiertas, donde el arqueólogo municipal, Victorino García, ha realizado visitas guiadas para desgranar los secretos de los yacimientos que allí se albergan, en un edificio que hasta ahora se encuentra vacío de contenido, pero que “sólo el contenedor tiene tanto valor que por eso ha habido tanta aceptación”.
Martín-Granizo ha explicado que el espacio más visitado de la casa ha sido la pequeña terraza del ático, colindante a la sala en la que se ubicará la sede de ‘León, cuna del parlamentarismo’, y desde donde se pueden contemplar las cubiertas del edificio o, desde una perspectiva única, la estatua de San Pelayo sobre el Arco de la Cárcel.
El León Romano, a finales de mes
La concejala ha transmitido su agradecimiento a los trabajadores municipales después de estos seis días de visita, así como a los propios leoneses por su interés en la remodelación de esta Casona de Puerta Castillo, cuyas jornadas de puertas abiertas han supuesto “todo un éxito”, gracias a la colaboración de varias Concejalías.
Ahora, empezarán los trabajos para dotar de contenido al edificio. A finales del mes de enero podría estar asentado en el inmueble el centro de interpretación León Romano, con el montaje de una exposición. Después, llegará la segunda fase, con el traslado desde el Archivo Histórico Municipal de los documentos principales de entre los siglos XII y XVII.
Presupuestos
La tercera fase supondrá la creación de la sede de ‘León, cuna del parlamentarismo’. Con estos tres proyectos se dará vida al centro de interpretación histórica de la ciudad. Para ello, se contará con un presupuesto inicial de unos 120.000 euros. De ellos, 100.000 fueron aportados por la Junta de Castilla y León y, el resto, por la Concejalía de Patrimonio y Cultural del Ayuntamiento de León.
Sin embargo, Belén Martín-Granizo ha asegurado que en los presupuestos para este año 2014, pendientes aún de presentar y de aprobarse en pleno, habrá más partidas “destinadas para estas actividades”, aunque ha reconocido que, como en todas las áreas municipales, el presupuesto austero provocará que haya que hacer un “esfuerzo importante” y “estirar lo que se tiene” para que este proyecto sea una realidad de forma completa.
El claustro trasero del Seminario Mayor se convertirá en un gran centro cultural
Ya existe un anteproyecto para cubrirlo con el fin de que dé continuidad al Museo Catedralicio y Diocesano
cristina fanjul | león 04/01/2014
El proyecto ya se ha encargado y será obra del arquitecto Félix Compadre. El Obispado se ha puesto manos a la obra para hacer un gran museo en el segundo claustro del Seminario Mayor, un espacio desaprovechado desde que se clausuró el Intercolegial y que ahora servirá para dar continuidad al Museo Catedralicio y Diocesano. El anteproyecto plantea la posibilidad de cubrir el patio y aprovechar además todas las aulas del antiguo centro de COU y la escuela de música.
Será, por lo tanto, uno de los museos de la ciudad y tendrá una línea argumental que reflejará la historia religiosa de la diócesis. Así lo ha asegurado el director del Museo Catedralicio y Diocesano, Máximo Gómez Rascón, que precisa que la voluntad del Obispado es poner en valor los tesoros que aguardan en el almacén del museo y potenciar la historia religiosa de la Diócesis con voluntad argumental. Este gran centro artístico podría además servir de contenedor artístico al futuro Museo de Semana Santa, para el que se está buscando una ubicación. Los grandes espacios del Seminario Mayor y sus amplias entradas permitirían el paso de las tallas con holgura sin el temor de que éstas se dañaran.
Y es que los almacenes del museo diocesano albergan cientos de tesoros artísticos que se custodian con fines de rehabilitación y con el objetivo de impedir su expolio. Y una gran parte de ellas pasarán a formar parte del argumento artístico del nuevo centro cultural. «En el almacén hay alrededor de tres mil piezas. Lo que no podemos perder de vista es que el museo es una entidad viva, que no puede dejarse morir», destaca Rascón.
Precisamente, el Obispado tiene un inventario del patrimonio sacro en la diócesis y cuenta con más de 20.000 fichas que reúnen el cien por cien de las piezas de interés.
Máximo Gómez Rascón destaca que hay cuatro fuentes principales: los fondos propios del museo, las de las parroquias, obras donadas por particulares y obras cedidas en depósito por los pueblos y que están fuera del culto. El director del museo pone como ejemplo una custodia del siglo XVIII que entró en el museo el año pasado, una treinta de tallas con un gran valor popular o dos relicários de plata de los siglos X y XVI.
«El hecho de que estas piezas estén en depósito en el museo no pone en entredicho ni la propiedad ni el uso y cuando se solicita la pieza para, por ejemplo, la celebración de alguna festividad, esta se devuelve a la parroquia», manifiesta el director del museo catedralicio.
Por otro lado, y como apunta el vicario, Pedro Puente Fernández, la custodia de estos tesoros es necesaria por cuanto que el abandono de los pueblos y la humedad que sufren la mayoría de los templos hace que la erosión se cebe con las piezas hasta el punto de que, en muchos casos, su recuperación se hace casi imposible. «El 90% de todas las piezas se encuentran en el mundo rural, donde la instalación de alarmas resulta ineficaz por su lejanía respecto a la Guardia Civil», destaca, al tiempo que pide el compromiso de la administración para conservar el patrimonio de todos
El proyecto ya se ha encargado y será obra del arquitecto Félix Compadre. El Obispado se ha puesto manos a la obra para hacer un gran museo en el segundo claustro del Seminario Mayor, un espacio desaprovechado desde que se clausuró el Intercolegial y que ahora servirá para dar continuidad al Museo Catedralicio y Diocesano. El anteproyecto plantea la posibilidad de cubrir el patio y aprovechar además todas las aulas del antiguo centro de COU y la escuela de música.
Será, por lo tanto, uno de los museos de la ciudad y tendrá una línea argumental que reflejará la historia religiosa de la diócesis. Así lo ha asegurado el director del Museo Catedralicio y Diocesano, Máximo Gómez Rascón, que precisa que la voluntad del Obispado es poner en valor los tesoros que aguardan en el almacén del museo y potenciar la historia religiosa de la Diócesis con voluntad argumental. Este gran centro artístico podría además servir de contenedor artístico al futuro Museo de Semana Santa, para el que se está buscando una ubicación. Los grandes espacios del Seminario Mayor y sus amplias entradas permitirían el paso de las tallas con holgura sin el temor de que éstas se dañaran.
Y es que los almacenes del museo diocesano albergan cientos de tesoros artísticos que se custodian con fines de rehabilitación y con el objetivo de impedir su expolio. Y una gran parte de ellas pasarán a formar parte del argumento artístico del nuevo centro cultural. «En el almacén hay alrededor de tres mil piezas. Lo que no podemos perder de vista es que el museo es una entidad viva, que no puede dejarse morir», destaca Rascón.
Precisamente, el Obispado tiene un inventario del patrimonio sacro en la diócesis y cuenta con más de 20.000 fichas que reúnen el cien por cien de las piezas de interés.
Máximo Gómez Rascón destaca que hay cuatro fuentes principales: los fondos propios del museo, las de las parroquias, obras donadas por particulares y obras cedidas en depósito por los pueblos y que están fuera del culto. El director del museo pone como ejemplo una custodia del siglo XVIII que entró en el museo el año pasado, una treinta de tallas con un gran valor popular o dos relicários de plata de los siglos X y XVI.
«El hecho de que estas piezas estén en depósito en el museo no pone en entredicho ni la propiedad ni el uso y cuando se solicita la pieza para, por ejemplo, la celebración de alguna festividad, esta se devuelve a la parroquia», manifiesta el director del museo catedralicio.
Por otro lado, y como apunta el vicario, Pedro Puente Fernández, la custodia de estos tesoros es necesaria por cuanto que el abandono de los pueblos y la humedad que sufren la mayoría de los templos hace que la erosión se cebe con las piezas hasta el punto de que, en muchos casos, su recuperación se hace casi imposible. «El 90% de todas las piezas se encuentran en el mundo rural, donde la instalación de alarmas resulta ineficaz por su lejanía respecto a la Guardia Civil», destaca, al tiempo que pide el compromiso de la administración para conservar el patrimonio de todos
Ecologistas y el barrio piden paralizar la remodelación de la Plaza del Grano
Reclaman a Patrimonio que no autorice el proyecto hasta que el entorno sea BIC .
a. g. puente | redacción 04/01/2014
A punto de que comiencen las obras de remodelación de la Plaza del Grano, más de dos años después de su anuncio, un nuevo escollo aparece en su camino. Ante la inminente reunión de la Comisión Territorial de Patrimonio, en cuyo orden del día aparece este proyecto de repavimentación, el colectivo Ecologistas en Acción reclama a este organismo que posponga su dictamen (con la consiguiente paralización de las obras) hasta que la Iglesia del Mercado tenga garantizada su declaración de Bien de Interés Cultural.
Consideran que a través de esta vía «la tipología del pavimento de la Plaza del grano podría gozar de la máxima protección que otorga la Ley». Ecologistas en Acción pide en un escrito (remitido al presidente de la Comisión de Patrimonio) a todos los miembros que voten en contra de la sustitución del sistema constructivo que sustenta el histórico empedrado actual y únicamente autoricen obras de mantenimiento.
También los vecinos del entorno quieren que la plaza salvaguarde la base del pavimento para que no varíe el paisaje de este espacio histórico de la capital, uno de los rincones más típicos y tradicionales.
El colectivo conservacionista recuerda que las piedras de del Grano están colocadas sobre «terreno natural y constituye un unicum, el único resto de cómo eran las plazas leonesas de los siglos XVIII, XIX y XX».
Aunque Ecologistas en Acción solicitó en su día la declaración como BIC del pavimento de esta plaza, el hecho es que la Junta informó que revisa de oficio expedientes de Bien de Interés Cultural ya en cola, previos a la entrada en vigor de la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León, como es el caso de la Iglesia del Mercado, para adecuarlo a la actual normativa, con lo que la protección quedaría ampliada a su entorno.
En las obras, que el Ayuntamiento tiene previsto iniciar a finales de este mismo mes, se abordarán los arreglos más urgentes, además del ensanchamiento de las aceras de la plaza. Se trata de una primera fase, que irá completándose a lo largo de este año y el que viene, con un presupuesto global de 300.000 euros. El proyecto fija el mantenimiento de las características del pavimento tradicional, aunque sin desniveles gracias a una nueva fijación al suelo.
A punto de que comiencen las obras de remodelación de la Plaza del Grano, más de dos años después de su anuncio, un nuevo escollo aparece en su camino. Ante la inminente reunión de la Comisión Territorial de Patrimonio, en cuyo orden del día aparece este proyecto de repavimentación, el colectivo Ecologistas en Acción reclama a este organismo que posponga su dictamen (con la consiguiente paralización de las obras) hasta que la Iglesia del Mercado tenga garantizada su declaración de Bien de Interés Cultural.
Consideran que a través de esta vía «la tipología del pavimento de la Plaza del grano podría gozar de la máxima protección que otorga la Ley». Ecologistas en Acción pide en un escrito (remitido al presidente de la Comisión de Patrimonio) a todos los miembros que voten en contra de la sustitución del sistema constructivo que sustenta el histórico empedrado actual y únicamente autoricen obras de mantenimiento.
También los vecinos del entorno quieren que la plaza salvaguarde la base del pavimento para que no varíe el paisaje de este espacio histórico de la capital, uno de los rincones más típicos y tradicionales.
El colectivo conservacionista recuerda que las piedras de del Grano están colocadas sobre «terreno natural y constituye un unicum, el único resto de cómo eran las plazas leonesas de los siglos XVIII, XIX y XX».
Aunque Ecologistas en Acción solicitó en su día la declaración como BIC del pavimento de esta plaza, el hecho es que la Junta informó que revisa de oficio expedientes de Bien de Interés Cultural ya en cola, previos a la entrada en vigor de la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León, como es el caso de la Iglesia del Mercado, para adecuarlo a la actual normativa, con lo que la protección quedaría ampliada a su entorno.
En las obras, que el Ayuntamiento tiene previsto iniciar a finales de este mismo mes, se abordarán los arreglos más urgentes, además del ensanchamiento de las aceras de la plaza. Se trata de una primera fase, que irá completándose a lo largo de este año y el que viene, con un presupuesto global de 300.000 euros. El proyecto fija el mantenimiento de las características del pavimento tradicional, aunque sin desniveles gracias a una nueva fijación al suelo.
ARTESONADOS MUDÉJARES. PATRIMONIO ESCONDIDO
Joyas olvidadas en el sur de León
El sur de León cuenta con una riqueza inigualable en artesonados. Joyas escondidas que hace falta divulgar, caso de Valdesaz de los Oteros, y otras que urge restaurar como los alfarjes de las iglesias de Villacé y Grajal de Ribera .
ana gaitero | león 26/12/2013
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Al maestro carpintero Hernando de la Sota le pagaron 29.400 maravedíes y 20 cántaros de vino por el artesonado de Valdesaz de los Oteros. Corría el año 1531-32 y es muy probable que el artesano se alojara en alguna de las casas del pueblo, con derecho también a comida y cena.
Lo que no se imaginaba el hombre, o sí, es que cinco siglos después su obra siguiera viva en la techumbre de la iglesia y que esta sería declarada Bien de Interés Cultural. Lo es, con categoría de monumento, desde 1982.
El artesonado de Valdesaz de los Oteros es «único porque conserva la lacería mudéjar y se fusiona con los estilos renacentistas», asegura el historiador del arte y experto en arte mudéjar, Joaquín García Nistal, quien ha seguido el rastro de este obrero artista del siglo XVI y ha descubierto que también intervino en la fabricación y armadura de otros alfarjes en la provincia de León. Hernando de la Sota está relacionado con la una armadura perdida en Villamizar, dos cubiertas en El Burgo Ranero y otra en Bercianos del Real Camino, destruida al desplomarse la iglesia hace 15 años.
La mano de este carpintero también está detrás de la cubierta del piso superior del claustro de San Marcos y probablemente del forjado de su sala capitular, apunta García Nistal.
Era un trabajo bien remunerado, pero se pagaba el doble y hasta tres veces más, al pintor que, con yemas de huevo y aceite de lavanda, entre otras sustancias y pigmentos, decoraba las maderas en el taller improvisado, seguramente al pie de la iglesia o en su mismo suelo.
Los carpinteros iban de pueblo en pueblo con sus cartabones, preparaban los cortes de la madera con sus dimensiones correctas y luego las armaban, casi como un niño montaría hoy un Lego. «La historia de la carpintería de lo blanco está ligada a los ríos y a la riqueza maderera de León», afirma Nistal.
Las obras se pregonaban y se subastaban con posturas a la baja de modo que carpinteros y pintores «eran itinerantes». Es difícil saber su origen como sucede con el artesano de Valdesaz. En cuanto al tiempo de fabricación, oscila entre tres meses y dos años, con una media de seis a ocho meses.
Se cuentan más doscientos artesonados en la provincia de León datados entre los siglos XIV y XVI, aunque muchos se han perdido. Joaquín García Nistal ha inventariado cerca de 200 artesonados en su tesis doctoral La carpintería de armar en la provincia de León, ademáss que se han perdido a lo largo de los años.
«León es riquísimo en artesonados por sus grandes riberas, ya que los ríos daban mucha facilidad para el transporte y abastecimiento de madera que requerían», explica. Estas obras forman parte de la carpintería de lo blanco porque exigían quitar la corteza de los árboles o, lo que es lo mismo, blanquear la madera.
Muchos son los que requieren labores de restauración. «El problema de los artesonados nos tiene muy preocupados, hay que buscar fórmulas para restaurar todos los que se puedan», admite el delegado diocesano de Patrimonio, Máximo Gómez Rascón. Teme especialmente por la cubierta de la iglesia de Grajal de Ribera.
Una labor prioritaria, apunta el experto en arte sacro, es liberar de cualquier carga a estas cubiertas de madera que pueden ser destruidas por acumulación de escombros en las zonas que están ocultas. Recientmente se ha realizado una labor de limpieza y consolidación de la madera, los pigmentos y la lacería en el artesonado de la iglesia de Santa Cristina de Valmadrigal.
La Junta de Castilla y León y la Diputación tienen convenios con las dos diócesis de la provincia para realizar intervenciones en el patrimonio sacro. El artesonado de Valdesaz fue restaurado en 2005 con dinero del Fondo Social Europeo (355.000 euros para toda la iglesia) canalizados por la Junta.
Pero la iglesia no está abierta al público con unos horarios fijos para que el patrimonio que contiene en su cubierta interior pueda ser disfrutado. El alcalde de Pajares de los Oteros, Julio Fernández, apunta que hay una vecina del pueblo encargada de abrir la iglesia.
Tampoco ha sido objeto, ni este ni otros artesonados del sur de León, como los de Velilla de los Oteros, Fresno de la Vega, o Villamandos de publicaciones específicas que divulguen su existencia y los pongan en valor como recurso cultural y turístico para la comarca, mientras en el Museo del Prado, la pinacoteca más importante del mundo, luce el artesonado de la desaparecida iglesia de Santa Marina, de Valencia de Don Juan, con obras de la colección donada por los Váez Fisa.
No han merecido mucha atención ni siquiera los que forman parte del catálogo de bienes de interés cultural de la Comunidad como es el caso de las iglesias de Santa Colomba de la Vega, monumento nacional desde 1943 por su artesonado; de Valdesaz de los Oteros, desde 1984 y de Villacé, que fue declarado BIC en el 2008.
«Es un arte que está abandonado desde el punto de vista de los estudios y falta divulgación», subraya Joaquín García Nistal. Opinión que avala también el catedrático de Historia del Arte, Manuel Valdés: «León tiene una riqueza de techumbres para abrumar, pero a los que se da importancia exclusivamente es a los alcázares de Sevilla y de Granada».
Desde el convento de las Concepcionistas, en León, hasta la iglesia de San Francisco de Villafranca del Bierzo. Mansilla Mayor, Marne, Cubillas, Valdesaz, Santa Colomba de la Vega, San Marcos... son ejemplos de «la forma más peculiar de cubrir las techumbres en los siglos XIV y XV y del arte mueble de obra hispánica», apunta Valdés.
No todos los artesonados son mudéjares, como a veces se piensa. El de la desaparecida iglesia de Valencia de Don Juan pertenece al estilo gótico cortesano y no tiene la lacería característica del mudéjar, si bien adquiere un valor singular «por su fantástica iconografía», precisa.
Se trata de un forjado de piso que se colocaba de manera habitual en los coros como asiento de la estancia superior. Los artesonados se preparaban para armar y, por tanto, se podían desarmar. Esta singularidad propició que muchos emigraran a colecciones privadas como ocurrió con el ahora tan halagado artesonado coyantino.
Su depósito en un centro público y de la categoría del Museo del Prado sirve ahora para poner de relieve lo que venían defendiendo los expertos como Joaquín García Nistal: «Se ha hablado mucho de la escuela gótico burgalesa, pero siempre he dicho que en León existían buenas muestras de pintura».
La pintura, al igual que la armadura, se subastaba. En la iglesia de Santa Colomba de la Vega el pintor tuvo que colocar un singular escudo que relaciona esta obra con la catedral de León, perteneciendo el templo a la diócesis de Astorga. La explicación radica en que un canónigo de la catedral de León, Juan González de Zamora, a quien pertenece el escudo, se ocupó de criar y dar estudios a Juan de Almanza, deán de la Catedral de Astorga. «El que se siente a la mesa que piense primero en el pobre», reza su leyenda.
El mudéjar leonés es bastante bien conocido y reconocido en los ámbitos científicos, pero carece, al igual que los artesonados, de una proyección cultural y turística. «Deberíamos tomar nota de lo que se hace en Teruel, fomentar las rutas, mapas con información en las carreteras y establecer puntos estratégicos para facilitar su visita», apunta Joaquín García Nistal.
Zaragoza y Teruel están unidas por la Autovía del Mudéjar y han conseguido que su arte mudéjar forme parte de las joyas Patrimonio de la Humanidad. En Castilla y León, «se podría haber hecho un foco en Sahagún, sin tener en cuenta los límites provinciales», agrega. Santo Tirso, San Lorenzo y La Peregrina, estos dos últimos recientemente restaurados, son la representación arquitectónica más conocida pero son «desconocidas, poco estudiadas y de altísimo interés» las iglesias de Arenillas de Valderaduey, Sahelices del Río, Renedo de Valderaduey, Gorzaliza del Pino y Sant Hervás de Campos.
Al maestro carpintero Hernando de la Sota le pagaron 29.400 maravedíes y 20 cántaros de vino por el artesonado de Valdesaz de los Oteros. Corría el año 1531-32 y es muy probable que el artesano se alojara en alguna de las casas del pueblo, con derecho también a comida y cena.
Lo que no se imaginaba el hombre, o sí, es que cinco siglos después su obra siguiera viva en la techumbre de la iglesia y que esta sería declarada Bien de Interés Cultural. Lo es, con categoría de monumento, desde 1982.
El artesonado de Valdesaz de los Oteros es «único porque conserva la lacería mudéjar y se fusiona con los estilos renacentistas», asegura el historiador del arte y experto en arte mudéjar, Joaquín García Nistal, quien ha seguido el rastro de este obrero artista del siglo XVI y ha descubierto que también intervino en la fabricación y armadura de otros alfarjes en la provincia de León. Hernando de la Sota está relacionado con la una armadura perdida en Villamizar, dos cubiertas en El Burgo Ranero y otra en Bercianos del Real Camino, destruida al desplomarse la iglesia hace 15 años.
La mano de este carpintero también está detrás de la cubierta del piso superior del claustro de San Marcos y probablemente del forjado de su sala capitular, apunta García Nistal.
Era un trabajo bien remunerado, pero se pagaba el doble y hasta tres veces más, al pintor que, con yemas de huevo y aceite de lavanda, entre otras sustancias y pigmentos, decoraba las maderas en el taller improvisado, seguramente al pie de la iglesia o en su mismo suelo.
Los carpinteros iban de pueblo en pueblo con sus cartabones, preparaban los cortes de la madera con sus dimensiones correctas y luego las armaban, casi como un niño montaría hoy un Lego. «La historia de la carpintería de lo blanco está ligada a los ríos y a la riqueza maderera de León», afirma Nistal.
Las obras se pregonaban y se subastaban con posturas a la baja de modo que carpinteros y pintores «eran itinerantes». Es difícil saber su origen como sucede con el artesano de Valdesaz. En cuanto al tiempo de fabricación, oscila entre tres meses y dos años, con una media de seis a ocho meses.
Se cuentan más doscientos artesonados en la provincia de León datados entre los siglos XIV y XVI, aunque muchos se han perdido. Joaquín García Nistal ha inventariado cerca de 200 artesonados en su tesis doctoral La carpintería de armar en la provincia de León, ademáss que se han perdido a lo largo de los años.
«León es riquísimo en artesonados por sus grandes riberas, ya que los ríos daban mucha facilidad para el transporte y abastecimiento de madera que requerían», explica. Estas obras forman parte de la carpintería de lo blanco porque exigían quitar la corteza de los árboles o, lo que es lo mismo, blanquear la madera.
Muchos son los que requieren labores de restauración. «El problema de los artesonados nos tiene muy preocupados, hay que buscar fórmulas para restaurar todos los que se puedan», admite el delegado diocesano de Patrimonio, Máximo Gómez Rascón. Teme especialmente por la cubierta de la iglesia de Grajal de Ribera.
Una labor prioritaria, apunta el experto en arte sacro, es liberar de cualquier carga a estas cubiertas de madera que pueden ser destruidas por acumulación de escombros en las zonas que están ocultas. Recientmente se ha realizado una labor de limpieza y consolidación de la madera, los pigmentos y la lacería en el artesonado de la iglesia de Santa Cristina de Valmadrigal.
La Junta de Castilla y León y la Diputación tienen convenios con las dos diócesis de la provincia para realizar intervenciones en el patrimonio sacro. El artesonado de Valdesaz fue restaurado en 2005 con dinero del Fondo Social Europeo (355.000 euros para toda la iglesia) canalizados por la Junta.
Pero la iglesia no está abierta al público con unos horarios fijos para que el patrimonio que contiene en su cubierta interior pueda ser disfrutado. El alcalde de Pajares de los Oteros, Julio Fernández, apunta que hay una vecina del pueblo encargada de abrir la iglesia.
Tampoco ha sido objeto, ni este ni otros artesonados del sur de León, como los de Velilla de los Oteros, Fresno de la Vega, o Villamandos de publicaciones específicas que divulguen su existencia y los pongan en valor como recurso cultural y turístico para la comarca, mientras en el Museo del Prado, la pinacoteca más importante del mundo, luce el artesonado de la desaparecida iglesia de Santa Marina, de Valencia de Don Juan, con obras de la colección donada por los Váez Fisa.
No han merecido mucha atención ni siquiera los que forman parte del catálogo de bienes de interés cultural de la Comunidad como es el caso de las iglesias de Santa Colomba de la Vega, monumento nacional desde 1943 por su artesonado; de Valdesaz de los Oteros, desde 1984 y de Villacé, que fue declarado BIC en el 2008.
«Es un arte que está abandonado desde el punto de vista de los estudios y falta divulgación», subraya Joaquín García Nistal. Opinión que avala también el catedrático de Historia del Arte, Manuel Valdés: «León tiene una riqueza de techumbres para abrumar, pero a los que se da importancia exclusivamente es a los alcázares de Sevilla y de Granada».
Desde el convento de las Concepcionistas, en León, hasta la iglesia de San Francisco de Villafranca del Bierzo. Mansilla Mayor, Marne, Cubillas, Valdesaz, Santa Colomba de la Vega, San Marcos... son ejemplos de «la forma más peculiar de cubrir las techumbres en los siglos XIV y XV y del arte mueble de obra hispánica», apunta Valdés.
No todos los artesonados son mudéjares, como a veces se piensa. El de la desaparecida iglesia de Valencia de Don Juan pertenece al estilo gótico cortesano y no tiene la lacería característica del mudéjar, si bien adquiere un valor singular «por su fantástica iconografía», precisa.
Se trata de un forjado de piso que se colocaba de manera habitual en los coros como asiento de la estancia superior. Los artesonados se preparaban para armar y, por tanto, se podían desarmar. Esta singularidad propició que muchos emigraran a colecciones privadas como ocurrió con el ahora tan halagado artesonado coyantino.
Su depósito en un centro público y de la categoría del Museo del Prado sirve ahora para poner de relieve lo que venían defendiendo los expertos como Joaquín García Nistal: «Se ha hablado mucho de la escuela gótico burgalesa, pero siempre he dicho que en León existían buenas muestras de pintura».
La pintura, al igual que la armadura, se subastaba. En la iglesia de Santa Colomba de la Vega el pintor tuvo que colocar un singular escudo que relaciona esta obra con la catedral de León, perteneciendo el templo a la diócesis de Astorga. La explicación radica en que un canónigo de la catedral de León, Juan González de Zamora, a quien pertenece el escudo, se ocupó de criar y dar estudios a Juan de Almanza, deán de la Catedral de Astorga. «El que se siente a la mesa que piense primero en el pobre», reza su leyenda.
El mudéjar leonés es bastante bien conocido y reconocido en los ámbitos científicos, pero carece, al igual que los artesonados, de una proyección cultural y turística. «Deberíamos tomar nota de lo que se hace en Teruel, fomentar las rutas, mapas con información en las carreteras y establecer puntos estratégicos para facilitar su visita», apunta Joaquín García Nistal.
Zaragoza y Teruel están unidas por la Autovía del Mudéjar y han conseguido que su arte mudéjar forme parte de las joyas Patrimonio de la Humanidad. En Castilla y León, «se podría haber hecho un foco en Sahagún, sin tener en cuenta los límites provinciales», agrega. Santo Tirso, San Lorenzo y La Peregrina, estos dos últimos recientemente restaurados, son la representación arquitectónica más conocida pero son «desconocidas, poco estudiadas y de altísimo interés» las iglesias de Arenillas de Valderaduey, Sahelices del Río, Renedo de Valderaduey, Gorzaliza del Pino y Sant Hervás de Campos.
Los artesonados de la Vía de la Plata son los primeros en aparecer en una guía oficial
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Una guía de próxima aparición es la primera publicación oficial de carácter divulgativo que hace un recorrido por la carpintería de lo blanco de la Vía de la Plata que recoge las cubiertas de Azares, Santa Colomba de la Vega, Riego de la Vega, La Bañeza (oculta tras las bóvedas), San Félix de la Vega, Grajal de Ribera, Saludes de Castroponce, Alija del Infantado y Valcabado del Páramo. Este patrimonio ha pasado desapercibido como recurso cultural y turístico en los programas de desarrollo local que se han financiado fondos europeos en el sur de León, como Poeda, Adescas y Montañas del Teleno. Sólo aparece alguna mención en guías generales.
El «valioso artesonado mudéjar» de Villacé espera desde el 2005
ana Gaitero | León 26/12/2013
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Con la puerta trancada por el frío del invierno y los papeles congelados en algún cajón de la Junta, el «valioso artesonado mudéjar de Villacé», una iglesia declarada Bien de Interés Cultural, espera su restauración desde hace ocho años. El Ayuntamiento de Villamañán, preocupado por el estado de la joya, escribió en septiembre a la Junta para preguntar por lo suyo.
El acuerdo plenario llegó a la Dirección General de Patrimonio de la Junta, que encargó un informe a León. La conclusión era de esperar: «El artesonado policromado del siglo XV está en malas condiciones de conservación», señala la arquitecta.
Las obras realizadas en la iglesia en 1990 y en 2005 no alcanzaron a esta obra, aunque la última sirvió al menos para asegurar el tejado de la iglesia e impedir que ocurrieran males mayores. En diciembre de 2005, se emitió un informe en el que se apunta como próximo paso «la redacción de un proyecto de restauración del valioso artesonado mudéjar».
La Junta ha preguntado al Ayuntamiento de Villamañán, al que pertenece Villacé, si está dispuesto a aportar alguna cantidad para contribuir a la financiación de la obra. El municipio contestó lo que se esperaba. Carece de dinero. El alcalde, Segundo Tejedor, ha preguntado por el 1% cultural, pero tampoco hay respuesta.
El acuerdo plenario llegó a la Dirección General de Patrimonio de la Junta, que encargó un informe a León. La conclusión era de esperar: «El artesonado policromado del siglo XV está en malas condiciones de conservación», señala la arquitecta.
Las obras realizadas en la iglesia en 1990 y en 2005 no alcanzaron a esta obra, aunque la última sirvió al menos para asegurar el tejado de la iglesia e impedir que ocurrieran males mayores. En diciembre de 2005, se emitió un informe en el que se apunta como próximo paso «la redacción de un proyecto de restauración del valioso artesonado mudéjar».
La Junta ha preguntado al Ayuntamiento de Villamañán, al que pertenece Villacé, si está dispuesto a aportar alguna cantidad para contribuir a la financiación de la obra. El municipio contestó lo que se esperaba. Carece de dinero. El alcalde, Segundo Tejedor, ha preguntado por el 1% cultural, pero tampoco hay respuesta.
La Casona de Puerta Castillo revela el jueves sus secretos tras años de obras
verónica viñas | león 24/12/2013
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La Casona de Puerta Castillo tiene algo de túnel del tiempo. Tres pisos, tres historias y tres épocas. El jueves, tras años de obras y excavaciones, abre por fin sus puertas al público durante seis días —26, 27 y 28 de diciembre, y 2, 3 y 4 de enero, de 11.00 a 14.30 horas—. La entrada es gratuita. El público, en realidad, sólo verá el edificio terminado y unos paneles con la reforma que ha sufrido este caserón lleno de leyendas. Pero el interior está vacío.
Hasta mediados de enero no estarán colocadas las piezas del Centro de Interpretación del León Romano, que ocupará únicamente la planta baja. El primer piso está reservado para exponer las joyas del Archivo Municipal —documentos de los siglos XII al XVII—. Finalmente, la segunda planta será el lugar que recuerde que León es cuna del parlamentarismo, título otorgado este año por la Unesco. Desde este último piso se accede al adarve de la muralla que el Ayuntamiento tiene previsto también abrir al público y que, gracias a un ascensor, permitirá subir a la fortificación a personas con dificultades de movilidad.
La Casona de Puerta Castillo se alza sobre un solar que ha resultado una auténtica mina arqueológica. Ahora encierra el paramento interno original de la muralla tardorromana y restos de la muralla altoimperial.
La sensación que se percibe al traspasar el gran portalón en el que un día jugó el escritor Clarín, que también fue domicilio del escultor por el que se identifica ahora el inmueble, Víctor de los Ríos, y donde se han conservado algunas pinturas del CCAN, es la de un lugar donde la historia se ha ido superponiendo piedra sobre piedra. Bajo el subsuelo y en las paredes están los vestigios de los primeros habitantes de esta ciudad que hoy es León: los soldados de las legiones VI Victrix y VII Gémina.
El discurso expositivo del nuevo Centro de Interpretación Romano comienza con el ejército romano. En el centro de la sala donde se explica cómo vivían y cómo iban equipados los legionarios habrá reproducciones de armamento, corazas, escudos, espadas, lanzadas...
Un barracón a escala
Otra de las estancias estará dedicada a las guerras cántabras, la paz armada y la organización del territorio. Una sala abordará el León Romano, que fundamentalmente se centra en la historia de las investigaciones que han permitido sacar a la luz y reconstruir en muchos puntos de la ciudad el campamento militar. Esta sala hará especial mención a los ‘precursores’, los historiadores Gómez Moreno y García Bellido.
En el recorrido se relata la historia de la Legio VI y su campamento en León, así como la fundación de la Legio VII. Una de las estancias reproduce exactamente —también en medidas— cómo era el interior de los contubernia o barracones, con las cuatro literas para ocho soldados, los colchones rellenos de paja y el ajuar de los legionarios.
Pero, sin duda, la estancia más espectacular, es una gran suelo acristalado que permite ‘pisar’ sobre los auténticos vestigios romanos que han aparecido en este inmueble, los cimientos de los barracones de las dos legiones y una conducción de agua. En la pared de esta sala se proyectará un vídeo sobre los importantes restos romanos que conserva León —los Principia, el anfiteatro, las termas, la muralla, la Porta Principalis Sinistra...—. El Centro de Interpretación del León Romano albergará cinco maquetas que reconstruyen los sistemas defensivos de la Legio VI y la VII, así como el campamento de ésta última. No habrá piezas originales, pero sí réplicas de un relieve decorativo y de cuatro de las mejores lápidas romanas que se conservan en León. Se trata de la lápida de Villalís —donde consta que la Legio VII se fundó el IIII idus iunias del año 68, es decir, el día cuarto de los idus de junio, que equivale al 10 junio en el calendario moderno— y una estela votiva dedicada a Serapis, Esculapio, Isis y Salud, cuyas originales están depositadas en San Isidoro. Asimismo hay reproducciones exactas de dos lápidas del Museo de León, una dedicada a un encargado del arsenal llamado Lucrecio Próculo y la que un destacamento de caballería ofrenda al emperador Caracalla.
24/12/2013
Solar en la trasera de la Casona de Puerta Castillo, donde están tapados restos de las Legio VI y VII.ramiro
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Dieciséis años de excavaciones dan para mucho. La Casona de Puerta Castillo, que próximamente abrirá sus puertas como Centro de Interpretación del León Romano, ha sufrido nada menos que 55 prospecciones arqueológicas. En este edificio –que en realidad son dos inmuebles más la finca posterior— aparecieron las pruebas irrefutables de la existencia de la Legio VI, cuyo acantonamiento en la que sería siglos después León sólo eran elucubraciones hasta que surgieron los primeros restos: vestigios de la muralla de ‘tapines’ y de los barracones donde se alojaban los soldados.
Más de 1,9 millones de euros han permitido sacar a la luz uno de los mayores ‘depósitos’ de corazas romanas –ahora en el Museo de León-. En casi todas las salas de la Casona se ha excavado hasta los 2,30 metros de profundidad. El subsuelo de la antigua sede del CCAN escondía más de una veintena de corazas —de los tipos segmentata, hamata y squamata—así como una lucerna (lámpara de aceite) de bronce del siglo I. Los expertos explican la abundancia y variedad de corazas por la existencia en este enclave de un taller de reparación de armaduras. Las loricas permiten recomponer la historia de los fundadores de la ciudad. Las prospecciones descubrieron varios pozos de diversas épocas; y uno del XVII, de unos tres metros de profundidad, se preserva en la primera planta, bajo un grueso cristal que permite caminar sobre él. Junto a los hallazgos de ‘pequeña envergadura’, hay que mencionar la muralla, que da soporte al edificio, formando parte de su propia identidad. En la sala principal y adosada a la muralla tardorromana, aparecieron restos de las sucesivas fortificaciones del campamento, tanto de la altoimperial como de la de ‘tapines’. En las excavaciones salieron restos de la primitiva iglesia de Santa Marina del siglo trece
El hogar de los niños expósitos
24/12/2013
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La Casona de Puerta Castillo fue inicialmente Obra Pía de los Niños Expósitos. Este hospicio estaba ligado al Cabildo de la Catedral. Además, poseía una factoría, obrador, talleres, enfermería y un oratorio. De hecho, la rehabilitación de la casona ha respetado un vano en la muralla que en su momento fue el torno donde se depositaban los niños. En el otro extremo de la manzana se ubicaba la iglesia medieval de Santa Marina. En el interior del edificio hay dos lápidas dedicadas a un obispo de Oaxaca procedentes de la primitiva iglesia y reutilizadas como peldaños en siglos posteriores. En el año 1770 la iglesia pasa de los jesuitas al Cabildo de la Catedral y seis años más tarde el solar del templo se vende a la Obra Pía para cementerio. En el siglo XIX la institución de los Niños Expósitos se traslada a San Francisco, a un edificio derribado a mediados del siglo XX. Según los datos del Registro de la Propiedad, la Casona de Puerta Castillo será traspasada de generación en generación por la familia de Francisco Fernández Blanco de Sierra y Pambley. La segunda planta, que sobresale sobre el adarve de la muralla, se construye en 1901. También el edificio de viviendas anexo perteneció prácticamente a lo largo de su historia a los mismos propietarios que la Casona. La que fue sede del CCAN (Club Cultural Amigos de la Naturaleza) sufrió un incendio en los años 70 que obligó a reconstruir el interior. Las prolongadas obras de restauración le han añadido un halo de misterio a este inmueble
EL HOGAR DE LOS LEGIONARIOS
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La Casona de Puerta Castillo ha dedicado un espacio a reproducir el interior de un barracón de los legionarios romanos, con las literas, los colchones de paja y el ajuar. También se colocará parte de su atuendo, para que los visitantes se hagan una idea de cómo vivían los soldados romanos que fundaron León. | dl
León llena de dragones El Prado
Un artesonado de Valencia de Don Juan, joya de la colección Várez Fisa, colma el vacío medieval del museo.
verónica viñas | león 18/12/2013
El fastuoso artesonado preside la sala de la colección Várez Fisa, donde también está el retablo leonés de San Juan Bautista (último de la derecha).raquel p. vieco
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Es una historia de desidia. El Prado abre una sala excepcional que permite llenar el ‘vacío’ en arte medieval del que adolecía hasta ahora la gran pinacoteca. Sin embargo, la recuperación de estos tesoros discurre paralela al desmantelamiento del patrimonio leonés.
La reina inauguró ayer el ‘santuario’ que el Prado ha creado para albergar la colección donada por José Luis Várez Fisa y su esposa María Milagros Benegas. Doce piezas excepcionales y, entre ellas, dos ‘joyas’ de León: un artesonado procedente de Valencia de Don Juan del siglo XIV, que ha quedado ‘suspendido’ del techo abovedado diseñado por Rafael Moneo —en la sala 52A del edificio Villanueva— y un retablo de San Juan Bautista del siglo XIII. El gran artesonado, con espectaculares de dragones, arpías y glifos de rotundos colores procede de la desaparecida iglesia coyantina de Santa Marina, considerada la mejor de estilo mudéjar de León. El artesonado —de doce por seis metros y 6.000 kilos de peso— hasta ahora se había fechado en el año 1350, pero los expertos del Prado sugieren retrasarlo unos años (hasta el 1400) atendiendo al atuendo de los personajes.
Cargado en un carro
La rocambolesca historia del retablo se remonta a finales del XIX. Ya en 1876 los vecinos de Valencia de Don Juan alertan del mal estado de la iglesia. Abandonada desde entonces, el 2 de abril de 1926 una parte se desploma, aunque ‘milagrosamente’ la cubierta del coro queda a salvo y, con ella, el artesonado. El arquitecto de la Catedral de León, Juan Crisóstomo Torbado, certificó que la iglesia sólo precisaba «unas mejoras», aunque se optó por dejar caer el edificio. El historiador José María Luengo da cuenta de que el artesonado se lo llevó de noche un chamarilero en un carro de bueyes. Primero quedó en depósito en 5.000 pesetas y luego pasó a manos de un particular. Fueron décadas de saqueo y venta de importas joyas artísticas del patrimonio leonés.
Curiosamente, en 1927 el párroco de Valencia de Don Juan pidió permiso a la Academia de Bellas Artes de San Fernando para enajenar un artesonado de la iglesia en ruinas. La Academia envía a un ‘ojeador’, Elías Tormo, quien explica que la solicitud del párroco era una ironía, porque «hacía ya muchos meses que lo mejor de lo vendible de los artesonados se había vendido».
No se sabe con certeza cuándo llegó a manos de José Várez Fisa, pero es seguro que fue antes de 1970. Tampoco se ha desvelado cuánto pagó y quién se lo vendió. El magnate se lo lleva a Madrid, donde lo coloca en un salón hecho con las medidas adecuadas para ‘colgar’ la espléndida techumbre de madera del siglo XIV. Los responsables del museo madrileño han grabado un vídeo dedicado a la restauración del artesonado —colgado en la web del museo—. «Ha sido una de las operaciones más complejas a las que he asistido en el Prado», en palabras del director, Miguel Zugaza, para quien esta obra se convertirá en seña de identidad de la nueva sala.
El artesonado de madera policromada o alfarje está decorado con una mezcla de escenas religiosas, otras heráldicas (como una joven que sostiene los escudos de Castilla y León) y las puramente cortesanas. En el capítulo religioso destaca, sin duda, la Última Cena, no sólo porque ocupa un amplio espacio, sino porque otorga un gran protagonismo a la mesa, tanto al mantel como a los objetos y alimentos dispuestos sobre ella.
Los temas profanos, más abundantes, son los que convierten el artesonado en una joya, con los inmensos dragones, hombres luchando contra monstruos o matando osos, danzas cortesanas y seres fantásticos. Antes de su colocación, el Prado reparó las faltas de color, pero no las grietas, que son las heridas del tiempo...
El Bautista que ‘se fugó’ de León
El Prado luce un valioso retablo del siglo XIII, sin pistas de su origen.
verónica viñas | león 18/12/2013
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Es de autor anónimo y origen desconocido. El retablo de San Juan Bautista, una de las ‘joyas’ de la colección Várez Fisa, procede de León, aunque los expertos no han podido certificar su enclave original. Mide 250 por 198 centímetros es de madera tallada y policromada y absolutamente innovador para su época, el siglo XIII, en los inicios del gótico.
Formado por dos piezas separadas —el frontal estaría originalmente colocado delante del altar y retablo se situaría encima del mismo—, los expertos del Prado consideran sin embargo que constituye el paso previo al concepto de retablo como obra única e independiente. La pieza, que es un relato de la vida y obras del Bautista, tiene la peculiaridad de retratar al santo con los cabellos cubiertos por un gorro y sin el traje de piel de cordero con el que se le identifica en las fases posteriores del Gótico.
Este retablo pentagonal, junto al artesonado de Valencia de Don Juan y las otras diez piezas de la colección Várez Fisa constituyen, según el director del museo madrileño, Miguel Zugaza, una de las donaciones privadas más importantes que ha recibido el Prado desde la que hizo Francisco Cambó en 1941. El matrimonio de coleccionistas y mecenas Várez Fisa recibía a principios de año la Medalla de Oro de las Bellas Artes del Ministerio de Cultura, que también se la otorgó al dibujante leonés JAN, quien declinó la distinción «por ética personal».
Las dos obras leonesas comparten la sala Várez Fisa del Prado con el Tríptico del Nacimiento de Jesús, conocido como el Tríptico de Zarzoso; el Retablo de la Virgen (1435/40) del maestro de Torralba: el Retablo de San Cristóbal; y la Virgen de Tobed (1359-1362), atribuida a Jaume Serra, que une a su calidad artística su importancia histórica, al incluir como donante al futuro Enrique II cuando todavía es sólo Enrique de Trastámara.
En la sala también está San Antonio Abad, de Joan Reixach; San Gregorio Magno y san Jerónimo ySan Ambrosio y san Agustín, de Pedro Berruguete; Cristo de Piedad entre los profetas David y Jeremías, de Diego de la Cruz; El Lavatorio, del maestro de Sant Esteve de Andorra; La Oración en el huerto, de Paolo de San Leocadio; Nacimiento de Cristo con un donante, de Fernando Llanos y La Virgen con el Niño, de Juan de Flandes.
Es de autor anónimo y origen desconocido. El retablo de San Juan Bautista, una de las ‘joyas’ de la colección Várez Fisa, procede de León, aunque los expertos no han podido certificar su enclave original. Mide 250 por 198 centímetros es de madera tallada y policromada y absolutamente innovador para su época, el siglo XIII, en los inicios del gótico.
Formado por dos piezas separadas —el frontal estaría originalmente colocado delante del altar y retablo se situaría encima del mismo—, los expertos del Prado consideran sin embargo que constituye el paso previo al concepto de retablo como obra única e independiente. La pieza, que es un relato de la vida y obras del Bautista, tiene la peculiaridad de retratar al santo con los cabellos cubiertos por un gorro y sin el traje de piel de cordero con el que se le identifica en las fases posteriores del Gótico.
Este retablo pentagonal, junto al artesonado de Valencia de Don Juan y las otras diez piezas de la colección Várez Fisa constituyen, según el director del museo madrileño, Miguel Zugaza, una de las donaciones privadas más importantes que ha recibido el Prado desde la que hizo Francisco Cambó en 1941. El matrimonio de coleccionistas y mecenas Várez Fisa recibía a principios de año la Medalla de Oro de las Bellas Artes del Ministerio de Cultura, que también se la otorgó al dibujante leonés JAN, quien declinó la distinción «por ética personal».
Las dos obras leonesas comparten la sala Várez Fisa del Prado con el Tríptico del Nacimiento de Jesús, conocido como el Tríptico de Zarzoso; el Retablo de la Virgen (1435/40) del maestro de Torralba: el Retablo de San Cristóbal; y la Virgen de Tobed (1359-1362), atribuida a Jaume Serra, que une a su calidad artística su importancia histórica, al incluir como donante al futuro Enrique II cuando todavía es sólo Enrique de Trastámara.
En la sala también está San Antonio Abad, de Joan Reixach; San Gregorio Magno y san Jerónimo ySan Ambrosio y san Agustín, de Pedro Berruguete; Cristo de Piedad entre los profetas David y Jeremías, de Diego de la Cruz; El Lavatorio, del maestro de Sant Esteve de Andorra; La Oración en el huerto, de Paolo de San Leocadio; Nacimiento de Cristo con un donante, de Fernando Llanos y La Virgen con el Niño, de Juan de Flandes.
De León y Anel presentan hoy ‘Los misterios de San Isidoro’
dl | león 17/12/2013
La Casa de Espiritualidad de San Isidoro acoge hoy la presentación del documental Los misterios de San Isidoro, de los directores leoneses Daniel de León y María Anel. En el documental se explican claves como de dónde procede el gallo de la torre, cuál es el origen de las criaturas de los capiteles, o cuáles son lo tesoros mas antiguos. Profesionales ambos de la comunicación y del lenguaje audiovisual, De León y Anel coincidieron en el 2012 en su tierra natal y decidieron comenzar a trabajar juntos con el firme objetivo de sacar adelante proyectos relacionados con el Viejo Reino. Para ello, fundaron la productora De León Films y aunque su primer objetivo fue el mítico monte Teleno, con su aura sagrado y su cortejo de petroglifos y canales romanos, desde el ILC se les propuso como tema San Isidoro dado que en este 2013 se cumplen los 950 años del traslado a León de los restos del ‘santo y sabio’ sevillano. De esta manera, en la primavera pasada comenzaron el trabajo de documentación y grabación para el filme, y en la primera de esas labores resultó decisivo el reportaje Los misterios que oculta San Isidoro, firmado por la jefa de Cultura del Diario, Verónica Viñas.
La Casa de Espiritualidad de San Isidoro acoge hoy la presentación del documental Los misterios de San Isidoro, de los directores leoneses Daniel de León y María Anel. En el documental se explican claves como de dónde procede el gallo de la torre, cuál es el origen de las criaturas de los capiteles, o cuáles son lo tesoros mas antiguos. Profesionales ambos de la comunicación y del lenguaje audiovisual, De León y Anel coincidieron en el 2012 en su tierra natal y decidieron comenzar a trabajar juntos con el firme objetivo de sacar adelante proyectos relacionados con el Viejo Reino. Para ello, fundaron la productora De León Films y aunque su primer objetivo fue el mítico monte Teleno, con su aura sagrado y su cortejo de petroglifos y canales romanos, desde el ILC se les propuso como tema San Isidoro dado que en este 2013 se cumplen los 950 años del traslado a León de los restos del ‘santo y sabio’ sevillano. De esta manera, en la primavera pasada comenzaron el trabajo de documentación y grabación para el filme, y en la primera de esas labores resultó decisivo el reportaje Los misterios que oculta San Isidoro, firmado por la jefa de Cultura del Diario, Verónica Viñas.
Un artesonado de Valencia de Don Juan transforma El Prado
mila trenas / dl 17/12/2013
La apertura de la sala dedicada a la donación Várez Fisa, compuesta de obras de arte español desde el año 1200 al 1500, es «transformativa para el Museo del Prado», ya que aporta piezas ausentes en sus colecciones y hace que la visita sea una experiencia distinta. Así lo consideró el director adjunto de conservación del Prado, Gabrielle Finaldi, durante la presentación de la Sala Várez Fisa que hoy inagura oficialmente la reina Sofía.
Domina en la nueva sala la presencia del artesonado construido en 1350 para el sotocoro de la iglesia de Santa Marina de Valencia de Don Juan.
Con once metros y medio de largo y más de seis de ancho, la instalación de esta pieza «ha sido una de las operaciones más complejas a las que he asistido en el Prado», comentó su director Miguel Zugaza, para quien esta obra se convertirá en seña de identidad de la nueva sala.
En su opinión, son muchas las cosas que se pueden celebrar «pero nada como engarzar una nueva joya a nuestra colección y hoy incorporamos una sala completa» que ayudará a recuperar el valor de este periodo del arte español. «La donación se suma a este renacer del arte del medievo y renacentista en el Prado».
El valioso artesonado procedente de la ya desaparecida iglesia de Santa Marina de Valencia de Don Juan, ‘desapareció’ a mediados del pasado siglo. Ahora se ha sabido que partes del mismo han venido formando parte de la prestigiosa colección privada Várez Fisa.
Domina en la nueva sala la presencia del artesonado construido en 1350 para el sotocoro de la iglesia de Santa Marina de Valencia de Don Juan.
Con once metros y medio de largo y más de seis de ancho, la instalación de esta pieza «ha sido una de las operaciones más complejas a las que he asistido en el Prado», comentó su director Miguel Zugaza, para quien esta obra se convertirá en seña de identidad de la nueva sala.
En su opinión, son muchas las cosas que se pueden celebrar «pero nada como engarzar una nueva joya a nuestra colección y hoy incorporamos una sala completa» que ayudará a recuperar el valor de este periodo del arte español. «La donación se suma a este renacer del arte del medievo y renacentista en el Prado».
El valioso artesonado procedente de la ya desaparecida iglesia de Santa Marina de Valencia de Don Juan, ‘desapareció’ a mediados del pasado siglo. Ahora se ha sabido que partes del mismo han venido formando parte de la prestigiosa colección privada Várez Fisa.
La rehabilitación del palacio de Gaudí descubre un pavimento original
La pretensión es incorporar estas estancias más recónditas del Palacio Episcopal al público que lo visita.
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Cuando comienza la restauración de una obra de Antoni Gaudí comienzan las quinielas para descubrir qué tesoro escondido se descubrirá. Es lo que ocurrió con la rehabilitación del dragón de Botines, cuyas entrañas aguardaban el momento para revelar los planos con los que el arquitecto gestó el edificio y es lo que ha ocurrido en esta ocasión con el Palacio Episcopal de Astorga, donde las obras —realizadas por Decolesa— han sacado a la luz las terrazas originales con las que contó la residencia obispal en origen.
Según asegura la Consejería de Cultura de Castilla y León, la actual intervención ha permitido comprobar que el sistema constructivo y los materiales originales se mantenían en condiciones aceptables de conservación, por lo que se ha procedido a una consolidación de los mismos, a operaciones de sellado y rejunte de las piezas de piedra y a la recuperación de las escorrentías y canalizaciones de evacuación de agua que inicialmente se previeron.
Con ello, se ha logrado recuperar todo el sistema original, así como el aspecto pétreo y más noble que originalmente ofrecían estas terrazas del Palacio. «La idea es ir pudiendo incorporar estas estancias más recónditas del Palacio Episcopal de Gaudí a la visita de quienes acuden a conocerlo, así como para poder ser utilizadas como mirador hacia toda la ciudad histórica de Astorga y del paisaje circundante, destacan los responsables.
La Junta de Castilla y león ha invertido en esta actuación 70.000 euros. Esta recuperación se enmarca en las distintas actuaciones previstas dentro del Proyecto El Palacio Escondido, para conmemorar los cien años de la construcción de este singular edificio, y para promover su conocimiento y atractivo dentro y fuera de nuestro país, en el año en el que también se conmemora el XX aniversario de la declaración del Camino de Santiago como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Cubiertas de pizarra
Reparación de los encuentros de faldones con paramentos verticales del hastial norte, mediante picado de los morteros existentes, limpieza de la junta, colocación de un babero plegado de chapa de zinc y sellado con mortero flexible tipo Sikaflex.
Reparación de los encuentros de faldones con la base de apoyo: levantado de una media de tres hiladas de losetas de pizarra; eliminación de la membrana asfáltica; limpieza, reparación y sustitución parcial del entablado de madera; eliminación de las capas de revestimiento de la base de granito; colocación de un babero de lámina de zinc plegada fijado al entablado, siendo de plomo en las partes menos accesibles; reposición de las losetas de pizarra que además de clavadas llevarán un gancho de acero.
Repaso general de los faldones con sustitución de las piezas deterioradas o rotas por otras losetas de dimensiones similares fijadas al entablado con punta y gancho de acero inoxidable.
Terrazas
Desmontaje y retirada de todas las capas de impermeabilización superpuestas y del material o mortero de soporte y nivelación. Se ha respetado el pavimento original de losas de granito de gran espesor al encontrarse en muy buen estado tanto las piezas pétreas como las juntas de mortero, dejando a la vista las soluciones constructivas dadas a las azoteas en la época de construcción del Palacio, lo cual responde a uno de los criterios compositivos del edificio que es la valoración de la estructura y de los detalles constructivos
Limpieza del pavimento y reposición puntual de alguna losa desaparecida por apertura de huecos tipo chimenea o por la realización de catas de observación.
Limpieza y recuperación de los canales de evacuación de agua cegados con morteros.
Cuando comienza la restauración de una obra de Antoni Gaudí comienzan las quinielas para descubrir qué tesoro escondido se descubrirá. Es lo que ocurrió con la rehabilitación del dragón de Botines, cuyas entrañas aguardaban el momento para revelar los planos con los que el arquitecto gestó el edificio y es lo que ha ocurrido en esta ocasión con el Palacio Episcopal de Astorga, donde las obras —realizadas por Decolesa— han sacado a la luz las terrazas originales con las que contó la residencia obispal en origen.
Según asegura la Consejería de Cultura de Castilla y León, la actual intervención ha permitido comprobar que el sistema constructivo y los materiales originales se mantenían en condiciones aceptables de conservación, por lo que se ha procedido a una consolidación de los mismos, a operaciones de sellado y rejunte de las piezas de piedra y a la recuperación de las escorrentías y canalizaciones de evacuación de agua que inicialmente se previeron.
Con ello, se ha logrado recuperar todo el sistema original, así como el aspecto pétreo y más noble que originalmente ofrecían estas terrazas del Palacio. «La idea es ir pudiendo incorporar estas estancias más recónditas del Palacio Episcopal de Gaudí a la visita de quienes acuden a conocerlo, así como para poder ser utilizadas como mirador hacia toda la ciudad histórica de Astorga y del paisaje circundante, destacan los responsables.
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Cubiertas de pizarra
Reparación de los encuentros de faldones con paramentos verticales del hastial norte, mediante picado de los morteros existentes, limpieza de la junta, colocación de un babero plegado de chapa de zinc y sellado con mortero flexible tipo Sikaflex.
Reparación de los encuentros de faldones con la base de apoyo: levantado de una media de tres hiladas de losetas de pizarra; eliminación de la membrana asfáltica; limpieza, reparación y sustitución parcial del entablado de madera; eliminación de las capas de revestimiento de la base de granito; colocación de un babero de lámina de zinc plegada fijado al entablado, siendo de plomo en las partes menos accesibles; reposición de las losetas de pizarra que además de clavadas llevarán un gancho de acero.
Repaso general de los faldones con sustitución de las piezas deterioradas o rotas por otras losetas de dimensiones similares fijadas al entablado con punta y gancho de acero inoxidable.
Terrazas
Desmontaje y retirada de todas las capas de impermeabilización superpuestas y del material o mortero de soporte y nivelación. Se ha respetado el pavimento original de losas de granito de gran espesor al encontrarse en muy buen estado tanto las piezas pétreas como las juntas de mortero, dejando a la vista las soluciones constructivas dadas a las azoteas en la época de construcción del Palacio, lo cual responde a uno de los criterios compositivos del edificio que es la valoración de la estructura y de los detalles constructivos
Limpieza del pavimento y reposición puntual de alguna losa desaparecida por apertura de huecos tipo chimenea o por la realización de catas de observación.
Limpieza y recuperación de los canales de evacuación de agua cegados con morteros.
Una piedra de la iglesia de Manzanal esconde la clave de los petroglifos
Dos investigadores hallan una estela de 4.000 años con una visión cosmológica sin precedentes en León.
verónica viñas | león 12/12/2013
Una piedra de la iglesia de Manzanal del Puerto puede ser la clave para descifrar los petroglifos aparecidos en los últimos años en la Maragatería y el Bierzo. Reutilizada como dovela, tiene grabados símbolos de hace más de 4.000 años que representan a dos hombres, el dios sol y una deidad femenina. La piedra, encajada en la portada de la iglesia berciana, era conocida por los vecinos, pero han sido los investigadores David Gustavo López y Óscar Guerra Pintor quienes han reparado en ella por primera vez con ‘ojos científicos’. Ambos descubrieron también hace un año una perturbadora estela en la ermita rupestre del mismo pueblo, a sólo 200 metros de distancia de aquélla, con seis figuras esquemáticas; probablemente, se trata de una lápida funeraria dedicada a un héroe local.
Las dos losas de Manzanal únicamente tienen un nexo en común: fueron talladas sobre rocas areniscas del Carbonífero. Pero no comparten la misma simbología y ni siquiera son de la misma época. La de la iglesia podría ser mil años más antigua que la de la ermita, es decir, de la Edad del Bronce.
Tras el análisis de los personajes, los expertos han encontrado muchas semejanzas entre la piedra de la iglesia de Manzanal y la llamada estela de Triora, hallada en Liguria (Italia), que representa el cielo, la tierra y el mundo subterráneo de los difuntos.
Piedra cosmológica
Una de las figuras de Manzanal —la deidad femenina, que está enmarcada por una especie de hornacina— guarda un gran parecido con el ídolo de Tabuyo, una de las joyas del Museo de León, así como con algunas pinturas prehistóricas de la cueva de Sésamo. Probablemente, se trata de una diosa-madre o señora de la fertilidad, propia de las primeras sociedades agrícolas.
Lo realmente curioso es que hay ‘anacronismos’ entre las cuatro figuras, pese a que en principio fueron hechas por la misma mano. Si bien las dos representaciones antropomorfas, de unos 13 centímetros de altura, aparecen en yacimientos desde el Neolítico Antiguo, el dios Sol, representado por el disco solar (una cruz griega dentro de un círculo), es característico de épocas posteriores. David Gustavo López afirma, sin embargo, que no es la primera vez que en grabados esquemáticos hay discordancias de símbolos en un abanico de hasta mil años.
Los investigadores han bautizado esta piedra como la ‘estela cosmológica’ de Manzanal, porque ofrece una visión del universo sin precedentes en León. Los dos personajes humanos que tienen los brazos representan una escena de adoración. Y por otro lado están los dos entes divinos. Uno es el sol, el elemento masculino por excelencia; el otro es la deidad femenina, capaz de genera vida y, una vez completado el ciclo natural, trasnsportarla al más allá. Ante esta pareja, afirman los investigadores leoneses, «los humanos que habitaron la zona del Manzanal en el amplio espacio cronológico de la Edad del Bronce (entre 3.000 y 4.000 años de nuestro tiempo actual) expresaron en las rocas de su entorno, tal vez por motivos funerarios, su sometimiento a seres superiores, dejando también una evidencia ‘escrita’ de sus mitos y sus creencias religiosas».
David Gustavo López explica que posiblemente la estela cosmológica que ahora luce en la fachada de la iglesia de Manzanal probablemente originalmente estuvo colocada en un paso de caminos, para señalizar el territorio y avisar de quiénes eran los entres protectores de ese territorio
verónica viñas | león 12/12/2013
Una piedra de la iglesia de Manzanal del Puerto puede ser la clave para descifrar los petroglifos aparecidos en los últimos años en la Maragatería y el Bierzo. Reutilizada como dovela, tiene grabados símbolos de hace más de 4.000 años que representan a dos hombres, el dios sol y una deidad femenina. La piedra, encajada en la portada de la iglesia berciana, era conocida por los vecinos, pero han sido los investigadores David Gustavo López y Óscar Guerra Pintor quienes han reparado en ella por primera vez con ‘ojos científicos’. Ambos descubrieron también hace un año una perturbadora estela en la ermita rupestre del mismo pueblo, a sólo 200 metros de distancia de aquélla, con seis figuras esquemáticas; probablemente, se trata de una lápida funeraria dedicada a un héroe local.
Las dos losas de Manzanal únicamente tienen un nexo en común: fueron talladas sobre rocas areniscas del Carbonífero. Pero no comparten la misma simbología y ni siquiera son de la misma época. La de la iglesia podría ser mil años más antigua que la de la ermita, es decir, de la Edad del Bronce.
Tras el análisis de los personajes, los expertos han encontrado muchas semejanzas entre la piedra de la iglesia de Manzanal y la llamada estela de Triora, hallada en Liguria (Italia), que representa el cielo, la tierra y el mundo subterráneo de los difuntos.
Piedra cosmológica
Una de las figuras de Manzanal —la deidad femenina, que está enmarcada por una especie de hornacina— guarda un gran parecido con el ídolo de Tabuyo, una de las joyas del Museo de León, así como con algunas pinturas prehistóricas de la cueva de Sésamo. Probablemente, se trata de una diosa-madre o señora de la fertilidad, propia de las primeras sociedades agrícolas.
Lo realmente curioso es que hay ‘anacronismos’ entre las cuatro figuras, pese a que en principio fueron hechas por la misma mano. Si bien las dos representaciones antropomorfas, de unos 13 centímetros de altura, aparecen en yacimientos desde el Neolítico Antiguo, el dios Sol, representado por el disco solar (una cruz griega dentro de un círculo), es característico de épocas posteriores. David Gustavo López afirma, sin embargo, que no es la primera vez que en grabados esquemáticos hay discordancias de símbolos en un abanico de hasta mil años.
Los investigadores han bautizado esta piedra como la ‘estela cosmológica’ de Manzanal, porque ofrece una visión del universo sin precedentes en León. Los dos personajes humanos que tienen los brazos representan una escena de adoración. Y por otro lado están los dos entes divinos. Uno es el sol, el elemento masculino por excelencia; el otro es la deidad femenina, capaz de genera vida y, una vez completado el ciclo natural, trasnsportarla al más allá. Ante esta pareja, afirman los investigadores leoneses, «los humanos que habitaron la zona del Manzanal en el amplio espacio cronológico de la Edad del Bronce (entre 3.000 y 4.000 años de nuestro tiempo actual) expresaron en las rocas de su entorno, tal vez por motivos funerarios, su sometimiento a seres superiores, dejando también una evidencia ‘escrita’ de sus mitos y sus creencias religiosas».
David Gustavo López explica que posiblemente la estela cosmológica que ahora luce en la fachada de la iglesia de Manzanal probablemente originalmente estuvo colocada en un paso de caminos, para señalizar el territorio y avisar de quiénes eran los entres protectores de ese territorio
Romanos de extrarradio en Pallarés
El Museo de León reconstruye en una gran maqueta la villa romana de Navatejera.
Verónica viñas | león 04/12/2013
¿Cómo era un salón-comedor en la época de los romanos? El Museo de León mostrará a partir del próximo miércoles un triclinium (comedor) y el resto de las estancias de la villa romana de Navatejera. La arqueóloga Noemí Martínez Murciego ha reconstruido a escala —con unas dimensiones de 167 x 220 centímetros— uno de los primeros yacimientos de este tipo que en 1931 fue declarado Monumento Nacional.
La maqueta, cuyo destino final es la propia villa cuando concluyan los trabajos para su reforma y musealización, permite recorrer los espacios interiores y exteriores de una ‘mansión rural’ fechada en el siglo IV —aunque con vestigios previos, desde el siglo II—. Es «la fotografía en tres dimensiones de un instante del pasado, cuyo objetivo es, sobre todo, instructivo», según la autora. La maqueta recrea hasta los más mínimos detalles, incluidos los mosaicos que cubrían las estancias, a través de la reconstrucción rigurosa de los vestigios.
Un trabajo ímprobo, precedido de cientos de fotografías de cada rincón del yacimiento y del examen minucioso de los materiales recuperados en las excavaciones, han permitido a Martínez Murciego reproducir en miniatura una casa de hace diecisiete siglos. La fidelidad histórica no impide ciertas ‘libertades’ artísticas. Como ejemplo: para recrear el posible templo de la villa se han tomado como modelo los cercanos edificios del prerrománico asturiano. La villa romana de Navatejera, un anexo del Museo de León desde 1992, fue descubierta a finales del siglo pasado. La posible existencia de un campamento romano en las proximidades de la villa, descubierto a principios de este año, añade un halo de misterio a un yacimiento que sigue siendo el gran desconocido de León. La historiadora y arqueóloga leonesa Mónica Castro de Lera localizó a través de satélite —tecnología Lidar (Light Detection and Ranging)— un rectángulo de cinco hectáreas donde habría estado asentado un acantonamiento romano inédito hasta la fecha.
Dada la relativa proximidad (unos tres kilómetros) al campamento que daría origen a la ciudad de León, Castro aventuró entonces que el de Villaquilambre pudo utilizarse de forma temporal, mientras se construía aquél. Otra posibilidad es que fuera un campamento auxiliar o ‘de marcha’ o bien que se empleara como campo de entrenamiento para los soldados de la Legio VI o la VII.
En cualquiera de los supuestos se trataría de un gran hallazgo, máxime si, como también baraja Castro de Lera, son los restos del primer ‘bastión’ romano, anterior al recinto que erigieron en la capital leonesa las legiones VI Victrix y VII Gemina.
Sin embargo, este nuevo campamento parece haber pasado desapercibido para las instituciones, donde cualquier descubrimiento —teniendo en cuenta los menguados presupuestos—resulta un verdadero fastidio. Los arqueólogos no descartan que, pese a la proximidad con la villa romana de Navatejera, el campamento sea de una época diferente.
El leonés Gerardo Boto prueba que el claustro de Palamós es auténtico
efe | gerona 27/11/2013
El historiador leonés Gerardo Boto tenía razón. Dos equipos de investigación de las universidades de Gerona y Barcelona han constatado que el claustro de Palamós, reconstruido en una finca privada y cuya existencia se dio a conocer el pasado año, pertenece al de la catedral antigua de Salamanca. La hipótesis de la procedencia del claustro de Palamós fue dada a conocer en Girona por el doctor en Cristalografía y Mineralogía Màrius Vendrell, uno de los directores de un estudio realizado por expertos de las dos universidades catalanas.
Sin embargo, un informe encargado por el Departamento de Cultura de la Generalitat a un grupo de expertos concluyó el pasado julio que el claustro de la finca de Mas del Vent de Palamós era «una recreación historicista construida en el primer tercio del siglo XX, y no un claustro románico del siglo XII, como se pensaba inicialmente», decía el informe dado a conocer por el conseller de Cultura, Ferran Mascarell.
Pese a todo, Mascarell precisó en el mismo acto que «hay un cierto número de piezas artísticas y elementos propiamente románicos», que hacen necesaria una mayor investigación.
Ahora, Màrius Vendrell y el historiador leonés Gerard Boto, protagonista del hallazgo y defensor del origen románico del claustro, firman un estudio según el cual este corresponde al de la antigua catedral de Salamanca, desmontado en 1783 sin que se instalase otro nuevo, ya que dos años más tarde se optó por construir en su lugar el actual, de estilo neoclásico.
Las pruebas
Según estos expertos, los análisis confirman que las galerías están elaboradas con piedra de Villamayor, ampliamente utilizada en la capital salmantina. La medida de la anchura de los pasadizos del claustro de la antigua catedral de Salamanca, que se desmontó al verse afectado por el terremoto de 1755, encajan con la de los de Palamós.
El análisis estilístico y los sistemas constructivos llevan también a estos expertos a evidenciar la procedencia del monumento. La Generalitat inició en octubre los trámites para declarar la pieza BIC en la categoría de monumento histórico, a pesar de que inicialmente se había considerado una recreación. La nueva consideración de este conjunto arquitectónico comportará la prohibición de parcelación, edificación o derribo en la zona afectada, aunque la Generalitat podrá autorizar la realización de obras que no perjudiquen los valores culturales del monumento.
El claustro, que anteriormente estuvo ubicado en el barrio madrileño de Ciudad Lineal, donde permaneció instalado de 1931 hasta 1959, fue trasladado entonces y reconstruido pieza a pieza en Palamós en 1959.
El conjunto presenta una planta completamente cuadrada de poco más de veinte metros de lado y de una extrema regularidad. De sus cuatro pórticos originales, sólo dos están completamente alzados, los de los costados norte y este, mientras que los otros dos sólo cuentan con el podio que apenas sobresale del suelo. Por lo que se refiere a las partes esculpidas, éstas se dividen entre capiteles que combinan en su temática los repertorios de carácter vegetal con los de bestiario, junto a alguna excepcional pieza historiada con figuración humana.
Los misterios de la Basílica de San Isidoro 15-9-13
Un documental realizado con motivo del 950 aniversario de los restos del santo se adentra en los secretos de su vida y de la iglesia que lleva su nombre
Dani San Juan 15/09/2013
Con motivo de 950 aniversario del traslado de los restos de San Isidoro, desde el Instituto Leonés de Cultura han decidido realizar un documental diferente que trate varios de los aspectos más enigmáticos que rodean al santo, así como a la iglesia construida en su honor.
Daniel de León, uno de los realizadores del documental, ha explicado que se han centrado en aspectos conocidos por todos, pero indagando en sus orígenes, tanto de la leyenda como de la arquitectura de la iglesia y sus elementos. “Nos hemos centrado en el Gallo que corona la torre, en las criaturas de los capiteles” ha explicado Daniel. “También nos hemos querido centrar en la localización del santuario”, ha dicho.
“Según los escritos de la leyenda del traslado de los restos, el carruaje que trasladaba los restos se quedó varado en un terreno lagunoso”, laguna que hoy en día no se sabe si existió o no, aunque Daniel ha asegurado que el abad les hablo de un posible “canalización o laguna subterránea”, así que a lo mejor el agua de la fuente de la Plaza del Espolón viene de esa laguna, nunca se sabrá.
El gallo que corona la torre, los más pequeños no lo recordarán, pero a principios del siglo XXI se llevó a cabo la restauración de ese elemento, y se descubrió que era único. Una escultura-veleta realizada en cobre y bañada en oro, algo de lo que nadie se había dado cuenta hasta el momento de su restauración. Inmediatamente lo bajaron y se dedicaron a estudiarlo, sin lograr averiguar su procedencia exacta, que sigue siendo un misterio. Lo que sí han logrado averiguar es la fecha de su realización, más o menos entre los siglos VII y VIII.
El gallo 'herido' en la guerra
Extraño elemento que fue olvidado por todos, y que era visible totalmente. El paso del tiempo parece que lo ha perdonado y no presentaba, en el momento de restaurarlo, ningún defecto, excepto dos agujeros de bala provocados durante la Guerra de la Independencia. Ahora toda persona que quiera verlo, puede pasarse por el museo de la basílica y contemplar el original tras una vitrina, ya que lo que se sitúa ahora mismo en lo alto de la torre es una replica de bronce.
En cuanto a la leyenda sobre el santo, se han querido centrar sobre todo en el descubrimiento de los restos, quizá la parte más misteriosa de todo el relato. Según cuenta la leyenda, el obispo Alvito, durante su viaje a Sevilla para recuperar los restos de Santa Justa, los cuales no encontró, tuvo una visión en la que se le apareció San Isidoro, y le reveló el lugar en el que estaba enterrado, y le anunció su temprana muerte.
Finalmente, el obispo de León encontró los restos del santo, y a la semana murió. El resto del viaje lo llevó a cabo el obispo de Astorga, llevando los cuerpos de ambos a la ciudad de León, donde fueron sepultados.
La misteriosa cuba de vino
Durante el rodaje del documental, lo más raro que se han encontrado ha sido la existencia de una cuba de vino de 900 años de antigüedad, de la que se ha confirmado su existencia, aunque nadie la ha visto nunca. Por eso se preguntan si no será otra manera de continuar con la enigmática leyenda que rodea a San Isidoro.
Pero lo cierto es que, siguiendo un antiguo ritual, cada jueves santo se sacan de la cuba tres cuartos de litro de vino y vuelven a echar el doble de cantidad de la que han sacado de mosto, para afrontar la evaporación y la absorción de la madera. Después, la barrica, que se conserva en perfecto estado, vuelve a su lugar de origen, donde continúa con la misma temperatura, luz y posición exacta hasta el Jueves Santo siguiente.
Pero la cuba nunca ha sido fotografiada, por lo que los únicos que la han podido ver son el abad y el administrador, que son los únicos que saben dónde está escondida y como llegar a ella, por lo que de momento este será un misterio sin resolver.
El documental ha sido rodado en alta definición, y se está testeando su paso a 3D. Ya lo han proyectado en 10 municipios de la provincia leonesa, y la próxima proyección se realizará el sábado 14 en la Ermita de Villarrodrigo de las Regueras. Pero no se quieren quedar solo ahí, ya que pretenden llevar este documental a la capital leonesa, y como dice Daniel, “si conseguimos el Auditorio para proyectarlo no estaría nada mal”
Daniel de León, uno de los realizadores del documental, ha explicado que se han centrado en aspectos conocidos por todos, pero indagando en sus orígenes, tanto de la leyenda como de la arquitectura de la iglesia y sus elementos. “Nos hemos centrado en el Gallo que corona la torre, en las criaturas de los capiteles” ha explicado Daniel. “También nos hemos querido centrar en la localización del santuario”, ha dicho.
“Según los escritos de la leyenda del traslado de los restos, el carruaje que trasladaba los restos se quedó varado en un terreno lagunoso”, laguna que hoy en día no se sabe si existió o no, aunque Daniel ha asegurado que el abad les hablo de un posible “canalización o laguna subterránea”, así que a lo mejor el agua de la fuente de la Plaza del Espolón viene de esa laguna, nunca se sabrá.
El gallo que corona la torre, los más pequeños no lo recordarán, pero a principios del siglo XXI se llevó a cabo la restauración de ese elemento, y se descubrió que era único. Una escultura-veleta realizada en cobre y bañada en oro, algo de lo que nadie se había dado cuenta hasta el momento de su restauración. Inmediatamente lo bajaron y se dedicaron a estudiarlo, sin lograr averiguar su procedencia exacta, que sigue siendo un misterio. Lo que sí han logrado averiguar es la fecha de su realización, más o menos entre los siglos VII y VIII.
El gallo 'herido' en la guerra
Extraño elemento que fue olvidado por todos, y que era visible totalmente. El paso del tiempo parece que lo ha perdonado y no presentaba, en el momento de restaurarlo, ningún defecto, excepto dos agujeros de bala provocados durante la Guerra de la Independencia. Ahora toda persona que quiera verlo, puede pasarse por el museo de la basílica y contemplar el original tras una vitrina, ya que lo que se sitúa ahora mismo en lo alto de la torre es una replica de bronce.
En cuanto a la leyenda sobre el santo, se han querido centrar sobre todo en el descubrimiento de los restos, quizá la parte más misteriosa de todo el relato. Según cuenta la leyenda, el obispo Alvito, durante su viaje a Sevilla para recuperar los restos de Santa Justa, los cuales no encontró, tuvo una visión en la que se le apareció San Isidoro, y le reveló el lugar en el que estaba enterrado, y le anunció su temprana muerte.
Finalmente, el obispo de León encontró los restos del santo, y a la semana murió. El resto del viaje lo llevó a cabo el obispo de Astorga, llevando los cuerpos de ambos a la ciudad de León, donde fueron sepultados.
La misteriosa cuba de vino
Durante el rodaje del documental, lo más raro que se han encontrado ha sido la existencia de una cuba de vino de 900 años de antigüedad, de la que se ha confirmado su existencia, aunque nadie la ha visto nunca. Por eso se preguntan si no será otra manera de continuar con la enigmática leyenda que rodea a San Isidoro.
Pero lo cierto es que, siguiendo un antiguo ritual, cada jueves santo se sacan de la cuba tres cuartos de litro de vino y vuelven a echar el doble de cantidad de la que han sacado de mosto, para afrontar la evaporación y la absorción de la madera. Después, la barrica, que se conserva en perfecto estado, vuelve a su lugar de origen, donde continúa con la misma temperatura, luz y posición exacta hasta el Jueves Santo siguiente.
Pero la cuba nunca ha sido fotografiada, por lo que los únicos que la han podido ver son el abad y el administrador, que son los únicos que saben dónde está escondida y como llegar a ella, por lo que de momento este será un misterio sin resolver.
El documental ha sido rodado en alta definición, y se está testeando su paso a 3D. Ya lo han proyectado en 10 municipios de la provincia leonesa, y la próxima proyección se realizará el sábado 14 en la Ermita de Villarrodrigo de las Regueras. Pero no se quieren quedar solo ahí, ya que pretenden llevar este documental a la capital leonesa, y como dice Daniel, “si conseguimos el Auditorio para proyectarlo no estaría nada mal”
La Casona de Puerta Castillo pasará a ser un centro de interpretación histórica 15-9-13
El inmueble albergará el Centro de Interpretación del León Romano, el patrimonio del Archivo Municipal y un Centro de Difusión de León Cuna del Parlamentarismo
A. Cubillas / @And_Cubillas 13/09/2013
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La historia romana de la ciudad tendrá su epicentro en la Casona de Puerta Castillo donde el Ayuntamiento de León prevé impulsar la creación de un centro de interpretación de la ciudad de referencia a nivel nacional e internacional con el objetivo de "potenciar, sacar del olvido y poner en valorar todo el legado que existen en la capital".
Un proyecto, el “más singular, emblemático y en el que más esfuerzo ha volcado el actual equipo de gobierno”, que empezará a tomar forma en los próximos días una vez que culminen las obras de rehabilitación del inmueble que están a la espera de los últimos remantes.
De esta forma y tras diversos avatares en los últimos años, el Ayuntamiento de León pondrá en marcha un centro de referencia que aprovechará la sinergia con el Archivo Provincial de San Isidoro y el Museo Bíblico Oriental de León para crear un triangulo de oro que revaloriza todo la historia que esconde la ciudad.
Un ambicioso proyecto que busca, según ha señalado la concejal de Urbanismo, Belén Martín-Granizo, presentar a “nuestros ciudadanos el importante legado que tenemos en nuestra ciudad con un acceso director y organizado al patrimonio que se genera en este punto tan singular que está a la entrada de nuestro casco histórico”.
León, Cuna del Parlamentarismo
Un inmueble que estará distribuido en tres plantes, todas ellas independientes y que inicialmente el Ayuntamiento de León prevé habilitar por fases una vez que estén culminadas. “Queremos cuantos antes abrir este centro aunque sea planta por planta por ello estamos trabajando en proyectos parciales para conseguir financiaciones parciales”
La primera planta, de 600 metros cuadrados, albergará el centro de difusión 'León, Cuna del Parlamentarismo’, un centro multidisciplinar, abierto y muy activo donde además de poner a disposición del visitante de una importante sección de consulta bibliográfica, impulsará talleres y exposiciones.
Traslado del Archivo Municipal
La segunda planta albergará los documentos del Archivo Municipal, actualmente ubicadas en la casa de Julio del Campo en unas condiciones “lamentables”, según señaló Martín-Granizo, que entiende que con el trasladado se dotará de un nuevo escenario a auténticas joyas históricas de la ciudad.
“El archivo de Julio del Campo está en una situación bochornosa. Tenemos un legado impresionante que tenemos la obligación de ponerlo en valor. Ahora priorizaremos esta tarea y dotaremos a estos documentos de un escenario que esté a la altura”.
Centro de Interpretación Romano
Un centro que se completará con el centro de interpretación de ‘León Romano’, un proyecto que estará ubicado en la planta baja de la Casona de Puerta Castillo y que tras años de ‘tira y afloja’ finalmente podrá ver la luz.
Uno de los proyectos claves para el actual equipo de gobierno, según señala el concejal de Patrimonio, Juan Pablo García, y que está enmarcado en la Ruta del León Romano que en los dos últimos años ha permitido además la apertura de las criptas de Cascalerías y de Puerta Obispo.
Un centro que contará con una exposición de carácter permanente que se distribuirá en tres bloques temáticos que girarán en torno a Roma, su ejército y el León romano, un espacio que permitirá conocer la historia de las legiones romanas asentadas en la ciudad.
Una exposición que estará conformada por panales, maquetas, audiovisuales y replicas de armamento que dotará de una imagen plástica y que permitirán crear una recreación de cómo se vivían en los campamentos romanos.
Un centro que en última instancia pretender ser un foco de atracción de visitantes en el marco de una ciudad situada en lugar privilegiado del Camino de Santiago y lograr que “se hable de la ciudad fuera de nuestras fronteras”.
Un proyecto, el “más singular, emblemático y en el que más esfuerzo ha volcado el actual equipo de gobierno”, que empezará a tomar forma en los próximos días una vez que culminen las obras de rehabilitación del inmueble que están a la espera de los últimos remantes.
De esta forma y tras diversos avatares en los últimos años, el Ayuntamiento de León pondrá en marcha un centro de referencia que aprovechará la sinergia con el Archivo Provincial de San Isidoro y el Museo Bíblico Oriental de León para crear un triangulo de oro que revaloriza todo la historia que esconde la ciudad.
Un ambicioso proyecto que busca, según ha señalado la concejal de Urbanismo, Belén Martín-Granizo, presentar a “nuestros ciudadanos el importante legado que tenemos en nuestra ciudad con un acceso director y organizado al patrimonio que se genera en este punto tan singular que está a la entrada de nuestro casco histórico”.
León, Cuna del Parlamentarismo
Un inmueble que estará distribuido en tres plantes, todas ellas independientes y que inicialmente el Ayuntamiento de León prevé habilitar por fases una vez que estén culminadas. “Queremos cuantos antes abrir este centro aunque sea planta por planta por ello estamos trabajando en proyectos parciales para conseguir financiaciones parciales”
La primera planta, de 600 metros cuadrados, albergará el centro de difusión 'León, Cuna del Parlamentarismo’, un centro multidisciplinar, abierto y muy activo donde además de poner a disposición del visitante de una importante sección de consulta bibliográfica, impulsará talleres y exposiciones.
Traslado del Archivo Municipal
La segunda planta albergará los documentos del Archivo Municipal, actualmente ubicadas en la casa de Julio del Campo en unas condiciones “lamentables”, según señaló Martín-Granizo, que entiende que con el trasladado se dotará de un nuevo escenario a auténticas joyas históricas de la ciudad.
“El archivo de Julio del Campo está en una situación bochornosa. Tenemos un legado impresionante que tenemos la obligación de ponerlo en valor. Ahora priorizaremos esta tarea y dotaremos a estos documentos de un escenario que esté a la altura”.
Centro de Interpretación Romano
Un centro que se completará con el centro de interpretación de ‘León Romano’, un proyecto que estará ubicado en la planta baja de la Casona de Puerta Castillo y que tras años de ‘tira y afloja’ finalmente podrá ver la luz.
Uno de los proyectos claves para el actual equipo de gobierno, según señala el concejal de Patrimonio, Juan Pablo García, y que está enmarcado en la Ruta del León Romano que en los dos últimos años ha permitido además la apertura de las criptas de Cascalerías y de Puerta Obispo.
Un centro que contará con una exposición de carácter permanente que se distribuirá en tres bloques temáticos que girarán en torno a Roma, su ejército y el León romano, un espacio que permitirá conocer la historia de las legiones romanas asentadas en la ciudad.
Una exposición que estará conformada por panales, maquetas, audiovisuales y replicas de armamento que dotará de una imagen plástica y que permitirán crear una recreación de cómo se vivían en los campamentos romanos.
Un centro que en última instancia pretender ser un foco de atracción de visitantes en el marco de una ciudad situada en lugar privilegiado del Camino de Santiago y lograr que “se hable de la ciudad fuera de nuestras fronteras”.
¿Y el ornato de Puerta Castillo?15-9-13
Un descendiente de la familia Fernández-Llamazares, que tuvo en propiedad la Casona, denuncia el "expolio" de varios de los elementos decorativos
Daniel San Juan 15/09/2013
Julio del Campo y su sobrino con la estatua dedicada a Ramón Pallarés Nomdedeu. (Foto: Archivo de la familia Fernández-Llamazares)
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Hace ya unos meses se inició la restauración de este peculiar edificio que, para los que no sepan ubicarlo, se encuentra justo al lado del Arco de la Cárcel en la capital leonesa.
Histórico edificio que perteneció en un principio a la nobleza leonesa de Castel Moncayo, y que se incorporó desde el siglo XVII a la casa de los expósitos dependiente del Cabildo Catedralicio, y actuó como hospicio hasta finales del siglo XVIII.
En 1761 lo reformó el que por aquel entonces era el maestro de obras de la Catedral, Fernando de Compostizo, hasta que lo adquirió la familia Sierra-Pambley, que la volvió a reformar y la amplió por el que fuera ministro de Hacienda de la citada familia, Felipe Sierra-Pambley, convirtiéndose en sede de las oficinas de Hacienda Pública.
Ya en el siglo XIX fue la residencia de la familia Sierra-Pambley, y a principios del siglo XX pasó por herencia a ser propiedad de la familia Fernández-Llamazares. Pues bien, ahora un descendiente de la familia, Javier Fernández-Llamazares, denuncia que los elementos decorativos e históricos de la casona han sido alterados, destruidos y algunos de los desaparecido durante la reforma que está llevando a cabo el ayuntamiento.
Javier es, como el mismo se ha denominado, "un aprendiz de historiador". Según ha comentado este amante de la historia, el inmueble está "totalmente documentado en el Catastro de Ensenada", y como está perfectamente documentado, sabe que elementos se han visto afectados por la reforma.
La Casona de Puerta Castillo tapada con andamios por la última reforma.
"Ha desaparecido de la fachada principal la puerta de doble hoja de acceso al patio por donde entraban los carruajes, y se han levantado y alterado las centenarias losas del umbral", ha comentado Javier. Pero no es el único elemento "destruido" ha asegurado, ya que otro de los elementos destruidos son "las puertas exteriores con varios siglos de existencia, sustituidas por otras con burda rejería de aluminio".
Pero el mayor dolor de este "aprendiz de historiador", no es solo esa alteración y destrucción de esos elementos del inmueble, sino que como él explica, "se ha hecho una nueva distribución sin saber cuál va a ser el uso destinado a este edificio", y califica toda la obra como de "restauración impropia" y ha añadido que de "expolio patrimonial".
Este "expolio", lo ha explicado, porque según ha podido ver "ha desaparecido la espadaña y el campanil de la antigua iglesia de Santa Marina adosada a la muralla", y así con muchos elementos decorativos. Por eso la pregunta de este historiador, es saber "¿dónde están?", y más aún, espera que no terminen "instalados en cualquier otro edificio de cualquier particular.
Además, explica que no es la primera vez que sucede un caso de este estilo, ya que según ha explicado, sucedió lo mismo con la escultura de Ramón Pallarés Nomdedeu, realizada por Julio del Campo, y que se ubicaba en el edificio de las llamadas Escuelas Laicas. Pero este inmueble alojaría años más tardes el parque de bomberos, y posteriormente al tanatorio municipal, y tras lo cual la obra desapareció en una de las reformas sufridas, y "no se supo nada más de ella". Ahora Javier teme que esa estatua este en posesión de algún particular, cosa que no quiere que suceda con los elementos de la Casona de Puerta Castillo.
Julio del Campo y su sobrino con la estatua dedicada a Ramón Pallarés Nomdedeu.
Por su parte, desde el ayuntamiento, Belén Martín Granizo, concejala de Urbanismo de la ciudad de León, ha explicado que la denuncia presentada por Javier Fernández-Llamazares, de la cual no tienen constancia, "está llena de incongruencias".
"Todos los elementos espurios, han sido retirados por la empresa encargada de la reforma, que lo custodia y lo ha guardado para hacer modelados de los originales", ha explicado la concejala. Además, ha añadido que "la carpintería se ha reconstruido, a pesar del dinero que costaba", y que "todos los elementos que merecían ser recuperables se han restaurado".
Además, ha explicado que en cuanto a la desaparición de elementos, "todo aquello que tuviese un valor patrimonial ha sido documentado y catalogado, y posteriormente trasladado al Museo de León", por lo que la concejala ha sentenciado que la denuncia de Javier Fernández-Llamazares "no tiene fundamentación alguna”.
Aspecto del patio de la casona, antes se emplaza ahí la antigua iglesia de Santa Marina.
Histórico edificio que perteneció en un principio a la nobleza leonesa de Castel Moncayo, y que se incorporó desde el siglo XVII a la casa de los expósitos dependiente del Cabildo Catedralicio, y actuó como hospicio hasta finales del siglo XVIII.
En 1761 lo reformó el que por aquel entonces era el maestro de obras de la Catedral, Fernando de Compostizo, hasta que lo adquirió la familia Sierra-Pambley, que la volvió a reformar y la amplió por el que fuera ministro de Hacienda de la citada familia, Felipe Sierra-Pambley, convirtiéndose en sede de las oficinas de Hacienda Pública.
Ya en el siglo XIX fue la residencia de la familia Sierra-Pambley, y a principios del siglo XX pasó por herencia a ser propiedad de la familia Fernández-Llamazares. Pues bien, ahora un descendiente de la familia, Javier Fernández-Llamazares, denuncia que los elementos decorativos e históricos de la casona han sido alterados, destruidos y algunos de los desaparecido durante la reforma que está llevando a cabo el ayuntamiento.
Javier es, como el mismo se ha denominado, "un aprendiz de historiador". Según ha comentado este amante de la historia, el inmueble está "totalmente documentado en el Catastro de Ensenada", y como está perfectamente documentado, sabe que elementos se han visto afectados por la reforma.
La Casona de Puerta Castillo tapada con andamios por la última reforma.
"Ha desaparecido de la fachada principal la puerta de doble hoja de acceso al patio por donde entraban los carruajes, y se han levantado y alterado las centenarias losas del umbral", ha comentado Javier. Pero no es el único elemento "destruido" ha asegurado, ya que otro de los elementos destruidos son "las puertas exteriores con varios siglos de existencia, sustituidas por otras con burda rejería de aluminio".
Pero el mayor dolor de este "aprendiz de historiador", no es solo esa alteración y destrucción de esos elementos del inmueble, sino que como él explica, "se ha hecho una nueva distribución sin saber cuál va a ser el uso destinado a este edificio", y califica toda la obra como de "restauración impropia" y ha añadido que de "expolio patrimonial".
Este "expolio", lo ha explicado, porque según ha podido ver "ha desaparecido la espadaña y el campanil de la antigua iglesia de Santa Marina adosada a la muralla", y así con muchos elementos decorativos. Por eso la pregunta de este historiador, es saber "¿dónde están?", y más aún, espera que no terminen "instalados en cualquier otro edificio de cualquier particular.
Además, explica que no es la primera vez que sucede un caso de este estilo, ya que según ha explicado, sucedió lo mismo con la escultura de Ramón Pallarés Nomdedeu, realizada por Julio del Campo, y que se ubicaba en el edificio de las llamadas Escuelas Laicas. Pero este inmueble alojaría años más tardes el parque de bomberos, y posteriormente al tanatorio municipal, y tras lo cual la obra desapareció en una de las reformas sufridas, y "no se supo nada más de ella". Ahora Javier teme que esa estatua este en posesión de algún particular, cosa que no quiere que suceda con los elementos de la Casona de Puerta Castillo.
Julio del Campo y su sobrino con la estatua dedicada a Ramón Pallarés Nomdedeu.
Por su parte, desde el ayuntamiento, Belén Martín Granizo, concejala de Urbanismo de la ciudad de León, ha explicado que la denuncia presentada por Javier Fernández-Llamazares, de la cual no tienen constancia, "está llena de incongruencias".
"Todos los elementos espurios, han sido retirados por la empresa encargada de la reforma, que lo custodia y lo ha guardado para hacer modelados de los originales", ha explicado la concejala. Además, ha añadido que "la carpintería se ha reconstruido, a pesar del dinero que costaba", y que "todos los elementos que merecían ser recuperables se han restaurado".
Además, ha explicado que en cuanto a la desaparición de elementos, "todo aquello que tuviese un valor patrimonial ha sido documentado y catalogado, y posteriormente trasladado al Museo de León", por lo que la concejala ha sentenciado que la denuncia de Javier Fernández-Llamazares "no tiene fundamentación alguna”.
Aspecto del patio de la casona, antes se emplaza ahí la antigua iglesia de Santa Marina.
El museo egipcio más particular 12-9-13
verónica viñas | león 12/09/2013
Iba a ser una farmacia y ha acabado en museo egipcio. Uno de los edificios más singulares de La Virgen del Camino abre a finales de mes sus puertas reconvertido en Liceo Egipcio.
Dos estatuas de dos metros de altura del faraón Seti I darán acceso al museo más original y diferente de León y el primero de estas características en España que es de titularidad privada. Sus responsables son la arquitecta de interiores Beatriz Cañas y el egiptólogo Raúl López. Han invertido sus ahorros y han pedido un crédito para exhibir una colección, adquirida principalmente en anticuarios ingleses y franceses, que supera las 300 piezas —desde la Prehistoria egipcia a objetos coptos, romanos o Art Decó inspirados en la tierra de los faraones—.
Máscaras funerarias, sarcófagos, ushebti —cuya traducción es ‘los que responden’ y son pequeñas estatuas que en el Antiguo Egipto se depositaban en la tumba del difunto—, una curiosa selección de objetos sexuales de la época y manuscritos auténticos conforman un museo diseñado al estilo de las antiguas colecciones del siglo XIX. De hecho, las obras se mostrarán sobre consolas rococó de hace dos siglos. También albergará una biblioteca de 3.000 volúmenes, del siglo XVI a la actualidad. Cien metros cuadrados muy bien aprovechados. Será, además, el primer museo tifológico, con réplicas exactas de los objetos que los ciegos podrán tocar.
El Museo Egipcio de La Virgen del Camino tendrá una pequeña tienda y algunas piezas originales podrán adquirirse a partir de los 200 euros. Raúl López, que ha sido profesor en el Instituto Bíblico desde su fundación en el 2002 y fue el miembro más joven en ingresar en la prestigiosa Internacional Associaton of Egyptologist —un club para los mayores expertos en el mundo egipcio— impartirá clases de egiptología y podrá expedir titulaciones homologadas. La lista de lenguas que enseñarán va desde el copto al hebreo, sumerio, egipcio jeroglífico, acadio... Incluso tienen un plan de becas para alumnos con pocos recursos.
Jugar a ser arqueólogo
Aunque el proyecto parezca una locura, en plena crisis económica y con balances negativos en la mayoría de los museos, Raúl López está convencido de que puede funcionar. Una de sus primeras iniciativas fue realizar un sondeo entre los peregrinos. «Teniendo en cuenta que el museo está en pleno Camino de Santiago y por la puerta pasan al año unos 100.000 peregrinos, con 20.000 que entren, será rentable», explica. La primera evidencia de que el museo es viable es que consiguieron un crédito bancario para su puesta en marcha y para comprar, por ejemplo, pinturas y grabados de maestros orientalistas del siglo XIX. Visitar su colección, en la que hay algunas piezas de gran tamaño o la terracota de un hombre que sujeta su falo sobre la cabeza, costará 3 euros.
Dentro del museo han habilitado una pequeña sala donde habrá proyecciones en 3D dirigidas especialmente a los niños, que permiten adentrarse en una pirámide, ver el interior de la tumba de Tutankamon o seguir el proceso de momificación de los faraones.
Desenterrar tesoros
El museo tiene su propio yacimiento arqueológico, que empezará a funcionar la próxima primavera. En una finca próxima, harán una simulación de una excavación en la que enseñarán a los niños a desenterrar sarcófagos y tesoros del antiguo Egipto y a catalogar las piezas que extraigan.
Aparte de las actividades lúdicas, el Liceo nace con vocación docente y científica. Raúl López, que trabaja para proyectos de investigación del Estado como el programa Humanistas españoles, quiere hacer una antología de cuentos del antiguo Egipto en versión bilingüe egipcio jeroglífico-castellano. Asimismo, empezarán una colección de textos científicos con los alumnos que acudan a los cursos. Paralelamente, ya tienen planificados talleres de egipcio jeroglífico para personas mayores con problemas de memoria, un taller sobre la cocina y otro sobre el vino en el Antiguo Egipto.
PATRIMONIO / Catedral de León 30-3-13
‘El sueño de la luz’ o “nada que inventar si ya funciona lo inventado”
Este Viernes Santo se reanudan las visitas nocturnas del proyecto cultural para ver la Pulchra
La impresionante belleza de la Catedral queda realzada de manera espectacular con ‘El sueño de la luz’, un proyecto en el que los asistentes participan de una forma activa. FERNÁNDEZ ZARDÓN
Fulgencio Fernández / León
León en la Catedral (y más, pero ella primero). Y la Catedral es luz. La luz, más el templo, más una visita nocturna componen ‘El sueño de la luz’, una iniciativa surgida hace cinco años para poder contemplar las vidrieras y la Pulchra iluminadas, desde una plataforma. La iniciativa, no podía ser de otra manera, fue un rotundo éxito, que se ha cifrado en 8.603 visitantes en los cuatro años que ya ha funcionado el proyecto.
Y como no hay nada que inventar cuando funciona lo inventado, en la noche de hoy mismo, coincidiendo con las fechas centrales de la Semana Santa leonesa, “se reanudan las visitas nocturnas a la plataforma de la catedral de León que ofrece, dentro del Plan de Difusión de las restauraciones, el Proyecto Cultural El sueño de la luz”.
La iniciativa, en síntesis, es prácticamente la misma de estos años anteriores, aunque con algunas nuevas ideas fruto de la experiencia acumulada en estos años funcionando El sueño de la luz. “Como en ediciones anteriores, la más espectacular de las propuestas ‘El sueño de la luz’ se desarrollará la noche de los viernes y sábados, de 23:30 a 00:30 h aproximadamente, y ello hasta mediados de octubre. Este año, además, volvemos a ofrecer la posibilidad de que grupos organizados de un mínimo de 20 adultos concierten este recorrido cualquier día de la semana, y ello con el fin de permitir el acceso también a los grupos organizados que desconocían esta posibilidad antes de su llegada a la ciudad de León”.
Desde ‘El sueño de la luz’ explican que “la visita, guiada, cuenta con dos momentos claramente diferenciados. En la primera parte, con el templo en penumbra y sólo iluminado por los focos exteriores, el discurso se centra en los valores generales del edificio y en los históricos y artísticos de sus vidrieras, a través de un audiovisual. Con el cambio de luces, a las 12 de la noche, y tras unos segundos de total oscuridad, la súbita iluminación interior del templo proporciona un momento mágico, en el que ante los ojos de los sorprendidos visitantes van emergiendo las líneas arquitectónicas de la más francesa de las catedrales hispanas. Sobre la arquitectura de la catedral, su diseño, funcionamiento estructural y avatares de la fábrica versa, de modo didáctico, interactivo y muy gráfico, la segunda parte del discurso”.
León en la Catedral (y más, pero ella primero). Y la Catedral es luz. La luz, más el templo, más una visita nocturna componen ‘El sueño de la luz’, una iniciativa surgida hace cinco años para poder contemplar las vidrieras y la Pulchra iluminadas, desde una plataforma. La iniciativa, no podía ser de otra manera, fue un rotundo éxito, que se ha cifrado en 8.603 visitantes en los cuatro años que ya ha funcionado el proyecto.
Y como no hay nada que inventar cuando funciona lo inventado, en la noche de hoy mismo, coincidiendo con las fechas centrales de la Semana Santa leonesa, “se reanudan las visitas nocturnas a la plataforma de la catedral de León que ofrece, dentro del Plan de Difusión de las restauraciones, el Proyecto Cultural El sueño de la luz”.
La iniciativa, en síntesis, es prácticamente la misma de estos años anteriores, aunque con algunas nuevas ideas fruto de la experiencia acumulada en estos años funcionando El sueño de la luz. “Como en ediciones anteriores, la más espectacular de las propuestas ‘El sueño de la luz’ se desarrollará la noche de los viernes y sábados, de 23:30 a 00:30 h aproximadamente, y ello hasta mediados de octubre. Este año, además, volvemos a ofrecer la posibilidad de que grupos organizados de un mínimo de 20 adultos concierten este recorrido cualquier día de la semana, y ello con el fin de permitir el acceso también a los grupos organizados que desconocían esta posibilidad antes de su llegada a la ciudad de León”.
Desde ‘El sueño de la luz’ explican que “la visita, guiada, cuenta con dos momentos claramente diferenciados. En la primera parte, con el templo en penumbra y sólo iluminado por los focos exteriores, el discurso se centra en los valores generales del edificio y en los históricos y artísticos de sus vidrieras, a través de un audiovisual. Con el cambio de luces, a las 12 de la noche, y tras unos segundos de total oscuridad, la súbita iluminación interior del templo proporciona un momento mágico, en el que ante los ojos de los sorprendidos visitantes van emergiendo las líneas arquitectónicas de la más francesa de las catedrales hispanas. Sobre la arquitectura de la catedral, su diseño, funcionamiento estructural y avatares de la fábrica versa, de modo didáctico, interactivo y muy gráfico, la segunda parte del discurso”.
La Barrica de Santo Martino-29-3-13
Francisco Rodríguez, abad de San Isidoro, asegura que la misteriosa barrica, que sólo se abre en Jueves Santo, contiene 11 cántaros de vino de hace casi mil años
J.C. / @Javi_Calvo 29/03/2013
Imagen de una barrica de vino, con movimientos de reposición. La barrica de Santo Martino no puede ser fotografiada ni se revela su ubicación en el templo.
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"Hablar de esto... bueno... es un poco incómodo porque es como querer quitar protagonismo a actos religiosos de este periodo santo... casi preferiría que se hablara de otras cosas".
Las frases, sueltas, enlazadas por pausas, proceden del abad de San Isidoro, Francisco Rodríguez, a quien se le pregunta sobre el 'misterio de la barrica de San Isidoro'.
"La barrica existe", confiesa. "Y es del siglo XI", añade. Y a partir de ahí... el misterio. Se cree que fue llenada por santo Martino de León hace casi mil años y en su interior cuenta, según reconoce el abad, "con once cántaros de vino".
La barrica existe, pero "no se la puede grabar" ni siquiera "se puede mostrar la puerta tras la cual se encuentra y que únicamente se abre una vez al año", coincidiendo con el Jueves Santo.
Medio litro se bebe y uno se repone
Y este Jueves Santo, un año después, el abad y el administrador de San Isidoro, los 'guardianes' de las dos únicas llaves que abren sendas cerraduras de la puerta volverán a realizar el protocolario acto de la apertura.
Será el abad quien sacará una jarra de vino de la barrica ("Medio litro más o menos") y repondrá justamente el doble ("dos jarras de vino"). "El vino que se repone es siempre el doble porque la barrica de roble durante el año se impregna y se calcula que se pierde esa cantidad".
"¿Que dónde está la barrica?... tampoco se puede decir... en uno de las despensas del templo, junto a la fruta y otros alimentos", se advierte.
"Fuerte y dulzón"
De ese vino beberá el abad, el administrador y los demás canónigos participantes en el santo oficio de este Jueves Santo. Antonio Viñayo solía recordar, en tono anecdótico, que algún canónigo, tras probar el vino "oía cantar el gallo de la torre", el mismo gallo dorado que remata el campanario del templo.
El abad de San Isidoro, Francisco Rodríguez, recuerda que el vino es "muy fuerte y dulzón", un vino que por su tiempo y su calidad, supera -según advierten los privilegiados que lo han probado- la calidad de cualquier caldo que pudiera existir sobre este planeta.
Las frases, sueltas, enlazadas por pausas, proceden del abad de San Isidoro, Francisco Rodríguez, a quien se le pregunta sobre el 'misterio de la barrica de San Isidoro'.
"La barrica existe", confiesa. "Y es del siglo XI", añade. Y a partir de ahí... el misterio. Se cree que fue llenada por santo Martino de León hace casi mil años y en su interior cuenta, según reconoce el abad, "con once cántaros de vino".
La barrica existe, pero "no se la puede grabar" ni siquiera "se puede mostrar la puerta tras la cual se encuentra y que únicamente se abre una vez al año", coincidiendo con el Jueves Santo.
Medio litro se bebe y uno se repone
Y este Jueves Santo, un año después, el abad y el administrador de San Isidoro, los 'guardianes' de las dos únicas llaves que abren sendas cerraduras de la puerta volverán a realizar el protocolario acto de la apertura.
Será el abad quien sacará una jarra de vino de la barrica ("Medio litro más o menos") y repondrá justamente el doble ("dos jarras de vino"). "El vino que se repone es siempre el doble porque la barrica de roble durante el año se impregna y se calcula que se pierde esa cantidad".
"¿Que dónde está la barrica?... tampoco se puede decir... en uno de las despensas del templo, junto a la fruta y otros alimentos", se advierte.
"Fuerte y dulzón"
De ese vino beberá el abad, el administrador y los demás canónigos participantes en el santo oficio de este Jueves Santo. Antonio Viñayo solía recordar, en tono anecdótico, que algún canónigo, tras probar el vino "oía cantar el gallo de la torre", el mismo gallo dorado que remata el campanario del templo.
El abad de San Isidoro, Francisco Rodríguez, recuerda que el vino es "muy fuerte y dulzón", un vino que por su tiempo y su calidad, supera -según advierten los privilegiados que lo han probado- la calidad de cualquier caldo que pudiera existir sobre este planeta.
19-3-13
La cripta más misteriosa abre esta semana
verónica viñas | león 19/03/2013
Lleva cerrada 17 años y el Ayuntamiento de León pretende abrirla esta semana. Sin embargo, el misterio sigue rodeando a la cripta de Puerta Obispo. La concejala de Urbanismo, la polémica Belén Martín Granizo, pretende finalizar en horas los trabajos en este yacimiento subterráneo ubicado a los pies de la Catedral.
Confirma que esta semana se podrán ver los vestigios romanos que aparecieron durante la peatonalización de la plaza de la Regla, pero no sabe —al menos, no lo dice— el día exacto. Tampoco desvela los horarios para visitar la cripta y se niega a decir cuánto habrá que pagar por ver los restos de la Porta Principalis Sinistra, que daba acceso por el Este al campamento de la Legio VII, así como parte de las letrinas de las termas romanas sobre las que se asentaría después el palacio de los reyes leoneses, más tarde la catedral románica y, finalmente, el actual templo gótico.
Enzarzado durante años con el constructor de la cripta, el Ayuntamiento nunca pudo exhibir por problemas legales —a excepción de dos meses en la primavera del 2006— los vestigios romanos hallados durante los trabajos de peatonalización de la plaza de la Catedral. La cripta se hizo y quedó sellada. Por eso, las puertas acabaron estropeándose.
Ha hecho falta más dinero y nuevos permisos de Patrimonio —que tiraba por tierra el primer proyecto del Ayuntamiento— para reabrir este ‘pozo del tiempo’.
Error tras error
Los hallazgos que preserva la cripta, vitales para recomponer el pasado romano de la ciudad, han permanecido cerrados bajo llave.
Tras un primer intento fallido por parte del Ayuntamiento, que quería construir ‘una burbuja de cristal’ para acceder a este ‘mausoleo’ subterráneo, un plan rechazado en noviembre por Patrimonio, el 28 de febrero la Junta aceptaba el segundo plan municipal.
La nueva solución no «entorpece», como la anterior, la vista de la Catedral. El Ayuntamiento propuso sustituir las puertas correderas por dos abatibles, que sobresalen 45 centímetros del suelo, en lugar de los 30 actuales, así como colocar una barandilla de protección en acero que rodeará la cripta. El equipo de gobierno municipal no quiso hablar de presupuesto. Aseguró que esta reforma sería poco costosa, al hacerla las brigadas del Ayuntamiento.
La cripta sólo se abrió al público puntualmente en el 2006, cuando era alcalde Mario Amilivia. En sólo dos meses recibió más de 30.000 visitantes, algo insólito en León, tratándose de un yacimiento de apenas 300 metros cuadrados. Entonces la cripta llevaba construida una década y la expectación, como ahora, era máxima.
De este pequeño enclave subterráneo se extrajeron en su momento más de 12.000 piezas romanas y medievales, algunas fundamentales para reconstruir la historia de la ciudad.
La cripta, que forma parte de la fallida Ruta Romana, ha resultado crucial para los investigadores.
El secreto de la lámpara
En este pequeño yacimiento el historiador y experto en León Romano Ángel Morillo encontró las evidencias para demostrar que la ciudad tuvo población, ininterrumpidamente, entre los siglos I al X.
También aquí se localizó una lucerna (lámpara de aceite) de apenas unos seis centímetros de tamaño, pero de excepcional valor. Se trata de una pieza cerámica de principios del siglo I decorada con la representación de una exploración ginecológica de un médico a una mujer enferma.
Un hallazgo considerado «único y sin paralelos en el mundo romano». Un pequeño fragmento que permitió probar la importancia del campamento romano que daría origen a la ciudad de León, porque ilustraba la presencia de médicos en el momento de la instalación de la Legio VI, en la época de Augusto. Y sólo había galenos en los acantonamientos verdaderamente destacados. Además, es la primera pista de la existencia de un hospital militar, cuya ubicación de momento no ha sido localizada en la ciudad, pero que los expertos sitúan en las inmediaciones de San Isidoro.
En la citada lucerna —hoy conservada en el Museo de León—, que también da idea de los avances médicos hace 2.000 años, aparece una mujer muy delgada, posiblemente afectada por una grave enfermedad, como el cáncer, y a un médico que le está haciendo un reconocimiento.
El Ayuntamiento quiere abrir la cripta coincidiendo con la Semana Santa, cuando la ciudad recibe el mayor porcentaje de turistas de todo el año. Será, aparte de los desfiles procesionales, uno de los pocos alicientes de León, donde para la próxima semana no hay programados conciertos ni teatro en el Auditorio.
El museo egipcio más particular
verónica viñas | león 12/09/2013
Iba a ser una farmacia y ha acabado en museo egipcio. Uno de los edificios más singulares de La Virgen del Camino abre a finales de mes sus puertas reconvertido en Liceo Egipcio.
Dos estatuas de dos metros de altura del faraón Seti I darán acceso al museo más original y diferente de León y el primero de estas características en España que es de titularidad privada. Sus responsables son la arquitecta de interiores Beatriz Cañas y el egiptólogo Raúl López. Han invertido sus ahorros y han pedido un crédito para exhibir una colección, adquirida principalmente en anticuarios ingleses y franceses, que supera las 300 piezas —desde la Prehistoria egipcia a objetos coptos, romanos o Art Decó inspirados en la tierra de los faraones—.
Máscaras funerarias, sarcófagos, ushebti —cuya traducción es ‘los que responden’ y son pequeñas estatuas que en el Antiguo Egipto se depositaban en la tumba del difunto—, una curiosa selección de objetos sexuales de la época y manuscritos auténticos conforman un museo diseñado al estilo de las antiguas colecciones del siglo XIX. De hecho, las obras se mostrarán sobre consolas rococó de hace dos siglos. También albergará una biblioteca de 3.000 volúmenes, del siglo XVI a la actualidad. Cien metros cuadrados muy bien aprovechados. Será, además, el primer museo tifológico, con réplicas exactas de los objetos que los ciegos podrán tocar.
El Museo Egipcio de La Virgen del Camino tendrá una pequeña tienda y algunas piezas originales podrán adquirirse a partir de los 200 euros. Raúl López, que ha sido profesor en el Instituto Bíblico desde su fundación en el 2002 y fue el miembro más joven en ingresar en la prestigiosa Internacional Associaton of Egyptologist —un club para los mayores expertos en el mundo egipcio— impartirá clases de egiptología y podrá expedir titulaciones homologadas. La lista de lenguas que enseñarán va desde el copto al hebreo, sumerio, egipcio jeroglífico, acadio... Incluso tienen un plan de becas para alumnos con pocos recursos.
Jugar a ser arqueólogo
Aunque el proyecto parezca una locura, en plena crisis económica y con balances negativos en la mayoría de los museos, Raúl López está convencido de que puede funcionar. Una de sus primeras iniciativas fue realizar un sondeo entre los peregrinos. «Teniendo en cuenta que el museo está en pleno Camino de Santiago y por la puerta pasan al año unos 100.000 peregrinos, con 20.000 que entren, será rentable», explica. La primera evidencia de que el museo es viable es que consiguieron un crédito bancario para su puesta en marcha y para comprar, por ejemplo, pinturas y grabados de maestros orientalistas del siglo XIX. Visitar su colección, en la que hay algunas piezas de gran tamaño o la terracota de un hombre que sujeta su falo sobre la cabeza, costará 3 euros.
Dentro del museo han habilitado una pequeña sala donde habrá proyecciones en 3D dirigidas especialmente a los niños, que permiten adentrarse en una pirámide, ver el interior de la tumba de Tutankamon o seguir el proceso de momificación de los faraones.
Desenterrar tesoros
El museo tiene su propio yacimiento arqueológico, que empezará a funcionar la próxima primavera. En una finca próxima, harán una simulación de una excavación en la que enseñarán a los niños a desenterrar sarcófagos y tesoros del antiguo Egipto y a catalogar las piezas que extraigan.
Aparte de las actividades lúdicas, el Liceo nace con vocación docente y científica. Raúl López, que trabaja para proyectos de investigación del Estado como el programa Humanistas españoles, quiere hacer una antología de cuentos del antiguo Egipto en versión bilingüe egipcio jeroglífico-castellano. Asimismo, empezarán una colección de textos científicos con los alumnos que acudan a los cursos. Paralelamente, ya tienen planificados talleres de egipcio jeroglífico para personas mayores con problemas de memoria, un taller sobre la cocina y otro sobre el vino en el Antiguo Egipto.8-3-13
Descubren parte de la Porta Principalis Dextra y del arco triunfal de gladiadores
cristina fanjul | león 08/03/2013
El profesor de Arqueología Romana de la Universidad Complutense, Ángel Morillo, ha descubierto parte de la puerta de gladiadores y de la Porta Principalis Dextra del campamento romano.
Los hallazgos pertenecen a los resultados de una investigación desarrollada durante los últimos años titulada La decoración arquitectónica del campamento de la Legio VII Gemina en León, que demuestra que, contrariamente a lo que se creía, las columnas, frisos decorativos y revestimientos marmóreos recuperados en el yacimiento de la Legio VII confirman la existencia de edificios monumentales, algunos de ellos profusamente decorados (termas, cuartel general). Dicha monumentalidad se convierte en una expresión más del poder imperial. El arqueólogo ha rastreado los fondos del Museo de León para encontrar los restos pétreos descubiertos en las sucesivas campañas arqueológicas en el yacimiento, analizando decenas de basas, columnas y fustes para hacer con ellos un análisis del edificio o estructura al que pertenecían. «La construcción del nuevo campamento legionario supuso una petrificación y monumentalización de las estructuras arquitectónicas anteriores, que fueron parcialmente reaprovechadas», asegura.
En el primero de los casos, Ángel Morillo encontró un fuste procedente de la calle Don Gutierre número 4-10. Se trata de un gran tambor estriado perteneciente a una gran columna o pilastra adosada procedente del entorno de Don Gutierre. «Tanto por sus dimensiones como por sus características, es una pieza excepcional dentro del conjunto de elementos arquitectónicos recuperados en León», asegura el profesor, que añade que pertenece sin duda a la fachada de monumental de un edificio de gran tamaño. «La posición topográfica de este sorprendente hallazgo, coincidente desde el punto de vista espacial con una de las puertas principales del anfiteatro castrense, podría apuntar posibles pistas sobre su interpretación como parte de la entrada con arco de acceso monumentalizado de dicha construcción», resalta el arqueólogo. Ángel Morillo explica que todo indica que se trata de parte del arco triunfal de la Porta Triunfalis, que se encontraba siempre al sur y por donde salían los gladiadores victoriosos. El fuste descubierto mide 80 centímetros, lo que indica que la puerta debía medir unos cuatro metros de altura.
El profesor explica su convencimiento en el hecho de que, además de entrenamientos legionarios, el anfiteatro debió acoger la actuación de gladiadores profesionales. «Sabemos que había circuitos de gladiadores en otras zonas de la península, la Bética, por ejemplo», añade el investigador, que considera que no sería descabellado pensar que en el norte se reproducía el modelo. «Sabemos que había anfiteatros en Braga, en Bobadela y en León. La duda está en si Lugo y Astorga también lo tenían», subraya. También descontextualizada se halla una pieza de grandes dimensiones interpretada como parte de un dintel o entablamento, concretamente la parte superior del quicio de una gran puerta. «Nos encontramos ante un elemento tanto funcional como decorativo procedente, según los registros del fondo antiguo del Museo de León, del palacio de los Guzmanes, lo que indica con toda probabilidad que formó parte del dispositivo de apertura de la antigua Porta Principalis Dextra, coincidente con la Puerta Cauriense medieval», desvela. Morillo añade que este hallazgo se confirma tanto por el tipo de piedra, muy dura e importada, como por la presencia de un orificio donde encajaría perfectamente el espigón de la gran quicialera de la puerta.
4-3-13
Las obras para la reapertura de la cripta de Puerta Obispo arrancan mañana y estarán listas para Semana Santa
Ical 04/03/2013
Los trabajos para la reapertura de la cripta arqueológica de Puerta Obispo,
situada en el entorno de la catedral de León, arrancarán mañana con el
desmontaje y reposición de los portones que sellan su acceso. Las brigadas de
patrimonio, servicios eléctricos y limpieza del Ayuntamiento de León serán las
encargadas de trabajar en el acondicionamiento del interior, que confían en que
esté en “buen estado”. Por ello, la concejala de Urbanismo, Belén Martín
Granizo, destacó que “en un par de semanas estará todo resuelto” y la cripta
podrá visitarse “en Semana Santa”.
Martín Granizo afirmó que el coste de estos trabajos será “mínimo”, ya que lo
único que se va a contratar son las obras de cerrajería y reposición de los
portones, mientras que el personal del Ayuntamiento, -dirigido por el arqueólogo
municipal-, será el que se ocupe del resto.
El concejal de Fiestas, Cultura y Patrimonio, Juan Pablo García, ensalzó el
“valor histórico” de la cripta y su “capacidad de atracción turística”. Además,
adelantó que, una vez recuperada, su visita se incorporará a la ruta turística
‘León Romano’. “Su importancia, el lugar de ubicación y la vistosidad del
yacimiento” son, según García, unas características que hacen que la cripta de
Puerta Obispo sea un buen “inicio” para la ruta. Después, destacó que podría
continuar con “las termas de San Pedro, una vista perimétrica por la muralla
bajoimperial, la visita en la zona de Ramón y Cajal y San Isidoro a la otra
parte de la muralla” y como colofón, el recorrido por las criptas de
Cascalerías, “tanto la norte como la sur”.
García consideró que la reapertura de la cripta de Puerta Obispo será “un
revulsivo turístico y cultural” para la ciudad de León. Más todavía si se tiene
en cuenta que tendrá lugar en Semana Santa, una fecha que recordó que es “una de
las citas más importantes” del calendario leonés a nivel turístico. Por eso,
afirmó que la noticia debe producir “satisfacción a todos los leoneses”.
Los datos de la obra
La Comisión de Patrimonio aprobó el pasado 28 de febrero la propuesta de
obras de mejora presentada por parte del Ayuntamientote León para acceder a la
cripta de Puerta Obispo. El proyecto actual propone la sustitución de las
actuales puertas correderas, embebidas en el forjado, por dos nuevas puertas
abatibles colocadas sobre rasante y elevadas entre 35 y 45 centímetros. Una
solución que apenas sobresale de la protección perimetral actual, de 30
centímetros de altura.
Asimismo, las obras de mejora plantean unas nuevas puertas, que contarán con
un acabado en negro oxirón, y plantean la posibilidad de colocar una barandilla
de protección de acero pintado, rodeando el escenario principal de la cripta,
manteniendo un diseño similar al ya existente en el
entorno.
situada en el entorno de la catedral de León, arrancarán mañana con el
desmontaje y reposición de los portones que sellan su acceso. Las brigadas de
patrimonio, servicios eléctricos y limpieza del Ayuntamiento de León serán las
encargadas de trabajar en el acondicionamiento del interior, que confían en que
esté en “buen estado”. Por ello, la concejala de Urbanismo, Belén Martín
Granizo, destacó que “en un par de semanas estará todo resuelto” y la cripta
podrá visitarse “en Semana Santa”.
Martín Granizo afirmó que el coste de estos trabajos será “mínimo”, ya que lo
único que se va a contratar son las obras de cerrajería y reposición de los
portones, mientras que el personal del Ayuntamiento, -dirigido por el arqueólogo
municipal-, será el que se ocupe del resto.
El concejal de Fiestas, Cultura y Patrimonio, Juan Pablo García, ensalzó el
“valor histórico” de la cripta y su “capacidad de atracción turística”. Además,
adelantó que, una vez recuperada, su visita se incorporará a la ruta turística
‘León Romano’. “Su importancia, el lugar de ubicación y la vistosidad del
yacimiento” son, según García, unas características que hacen que la cripta de
Puerta Obispo sea un buen “inicio” para la ruta. Después, destacó que podría
continuar con “las termas de San Pedro, una vista perimétrica por la muralla
bajoimperial, la visita en la zona de Ramón y Cajal y San Isidoro a la otra
parte de la muralla” y como colofón, el recorrido por las criptas de
Cascalerías, “tanto la norte como la sur”.
García consideró que la reapertura de la cripta de Puerta Obispo será “un
revulsivo turístico y cultural” para la ciudad de León. Más todavía si se tiene
en cuenta que tendrá lugar en Semana Santa, una fecha que recordó que es “una de
las citas más importantes” del calendario leonés a nivel turístico. Por eso,
afirmó que la noticia debe producir “satisfacción a todos los leoneses”.
Los datos de la obra
La Comisión de Patrimonio aprobó el pasado 28 de febrero la propuesta de
obras de mejora presentada por parte del Ayuntamientote León para acceder a la
cripta de Puerta Obispo. El proyecto actual propone la sustitución de las
actuales puertas correderas, embebidas en el forjado, por dos nuevas puertas
abatibles colocadas sobre rasante y elevadas entre 35 y 45 centímetros. Una
solución que apenas sobresale de la protección perimetral actual, de 30
centímetros de altura.
Asimismo, las obras de mejora plantean unas nuevas puertas, que contarán con
un acabado en negro oxirón, y plantean la posibilidad de colocar una barandilla
de protección de acero pintado, rodeando el escenario principal de la cripta,
manteniendo un diseño similar al ya existente en el
entorno.
25-2-13
Aparece en Riaño un tesoro de maravedíes de Enrique II y Pedro I
Un grupo de investigadores encuentran un conjunto de 326 monedas, 70 de plata.
cristina fanjul | león 25/02/2013
Fue un momento de convulsión, en el que León y Castilla fueron ‘invadidas’ por mercenarios ingleses y franceses, agentes extranjeros que convirtieron el territorio en su campo de batalla particular gracias a la lucha fratricida entre Enrique II y Juan I. Como en un salto a través del tiempo, la herencia de este momento ha llegado hasta nosotros gracias a una afortunada casualidad. Dicen que no hay mal que por bien no venga y a veces la sequía lleva a un tesoro. Esto fue precisamente lo que ocurrió el verano pasado. La ausencia de lluvias y el consiguiente descenso en el nivel del agua en Riaño permitió a los investigadores del departamento de Prehistoria de la Universidad, Ana Neira y Federico Bernaldo de Quirós iniciar una serie de excavaciones en la cueva del Oso, un lugar de difícil acceso al estar normalmente sumergido bajo las aguas y que estuvo habitado durante el Paleolítico Medio. Buscando bifaces, los profesores se toparon con un tesoro de monedas medievales, 326, 70 de ellas de plata, que corresponden a reales de maravedí, en muy buen estado de conservación y que fueron depositadas en el Museo de León para su limpieza y consolidación. Las monedas pertenecen a acuñaciones de los reyes de Castilla y León Pedro I, Enrique II y Juan I, estos dos últimos de la casa de Trastámara. Así lo explica la historiadora: «Todas las mañanas el equipo, compuesto por diez arqueólogos y varios estudiantes, emprendía a pie el camino desde el pueblo y bajaba hasta los restos de la antigua carretera a la Puerta para, después, iniciar la subida hacia los pequeños restos de los montículos que, como islas, afloran incluso en los momentos de máxima cota de embalsado. Fue precisamente en este ascenso cuando, en las proximidades de la antigua pista de tenis del viejo pueblo de Riaño, uno de los arqueólogos, Eduardo González Gómez de Agüero, observó la presencia de un grupo de monedas dispersas en superficie formando un abanico sobre la pendiente. Inmediatamente se detuvo a recogerlas, tarea a la que se sumaron rápidamente el resto de los miembros del equipo quienes peinaron la zona hasta estar seguros de no dejar ninguna».
Importancia
Según destacan los descubridores, la importancia de este hallazgo radica tanto en la calidad de las piezas recuperadas como en su número, pues es muy infrecuente encontrar una cantidad tan elevada de monedas juntas, lo que parece corresponder a un tesorillo, el primero de estas características encontrado en la provincia de León, que debió de ser escondido, en algún envoltorio de material perecedero. «No debemos olvidar que en las cercanías se localiza el castillo de Riaño, en torno al cual existiría un núcleo de población», destaca Ana Neira.
En el informe, se hace hincapié en que en el momento del descubrimiento el sitio no ofrecía ningún rasgo característico, con lo que el lugar de ocultación pudo ser un simple hoyo o alguna endeble construcción de adobe, en cuyo suelo o en la parte inferior de las paredes, se habría escondido, hacia finales del siglo XIV. «Por razones que se desconocen, la persona que realizó este ocultamiento no regresó para recuperarlo», explica la investigadora, que fabula con la posibilidad de que con el tiempo, o bien este edificio se arruinara para quedar convertido en una masa de barro informe que las aguas del embalse fueron deshaciendo y removilizando, o bien el hoyo sufriera, por las mismas causas, un proceso de erosión. «Las monedas, cuyo embalaje se habría descompuesto hacía mucho tiempo, quedaron liberadas y se dispersaron sobre la superficie del terreno que las aguas, al descender, iban dejando aflorar», argumenta.
Mercenarios extranjeros
Explica la historiadora Margarita Torres que a mediados del siglo XIV (momento en el que se acuñaron estas monedas) se libró en tierras de León y Castilla la guerra entre Enrique II y Pedro I. Este último obtuvo su baluarte en León y el adelantado Mayor del Reino fue Suero Pérez de Quiñones. Sin embargo, poco después y según fue avanzando la guerra, éste trasladaría su lealtad a Enrique. «Lo interesante de este capítulo de la historia es que hasta León llegaron las compañías negras —un ejército inglés acaudillado por el príncipe de Gales— y las compañías blancas, francesas, comandadas por Beltrán Du Guefclin. «Lo que ocurrió en realidad fue que se trasladó a España la guerra europea entre Francia e Inglaterra». La guerra la perdió don Pedro, que fue degollado finalmente por Beltrán. Posteriormente, dos hijas del rey asesinado se casaron con el duque de York y el duque de Lancaster respectivamente y sería una de sus descendientes, Catalina, la que años después contraería matrimonio con Enrique III. Ellos fueron los abuelos de Isabel La Católica. «Los ingleses llegaron a invadir León», explica Margarita Torres. En este contexto bélico puede que, tal vez, alguien quisiera esconder su tesoro para recogerlo cuando la guerra finalizara. Algo o alguien impidió que lo recuperara...
cristina fanjul | león 25/02/2013
Fue un momento de convulsión, en el que León y Castilla fueron ‘invadidas’ por mercenarios ingleses y franceses, agentes extranjeros que convirtieron el territorio en su campo de batalla particular gracias a la lucha fratricida entre Enrique II y Juan I. Como en un salto a través del tiempo, la herencia de este momento ha llegado hasta nosotros gracias a una afortunada casualidad. Dicen que no hay mal que por bien no venga y a veces la sequía lleva a un tesoro. Esto fue precisamente lo que ocurrió el verano pasado. La ausencia de lluvias y el consiguiente descenso en el nivel del agua en Riaño permitió a los investigadores del departamento de Prehistoria de la Universidad, Ana Neira y Federico Bernaldo de Quirós iniciar una serie de excavaciones en la cueva del Oso, un lugar de difícil acceso al estar normalmente sumergido bajo las aguas y que estuvo habitado durante el Paleolítico Medio. Buscando bifaces, los profesores se toparon con un tesoro de monedas medievales, 326, 70 de ellas de plata, que corresponden a reales de maravedí, en muy buen estado de conservación y que fueron depositadas en el Museo de León para su limpieza y consolidación. Las monedas pertenecen a acuñaciones de los reyes de Castilla y León Pedro I, Enrique II y Juan I, estos dos últimos de la casa de Trastámara. Así lo explica la historiadora: «Todas las mañanas el equipo, compuesto por diez arqueólogos y varios estudiantes, emprendía a pie el camino desde el pueblo y bajaba hasta los restos de la antigua carretera a la Puerta para, después, iniciar la subida hacia los pequeños restos de los montículos que, como islas, afloran incluso en los momentos de máxima cota de embalsado. Fue precisamente en este ascenso cuando, en las proximidades de la antigua pista de tenis del viejo pueblo de Riaño, uno de los arqueólogos, Eduardo González Gómez de Agüero, observó la presencia de un grupo de monedas dispersas en superficie formando un abanico sobre la pendiente. Inmediatamente se detuvo a recogerlas, tarea a la que se sumaron rápidamente el resto de los miembros del equipo quienes peinaron la zona hasta estar seguros de no dejar ninguna».
Importancia
Según destacan los descubridores, la importancia de este hallazgo radica tanto en la calidad de las piezas recuperadas como en su número, pues es muy infrecuente encontrar una cantidad tan elevada de monedas juntas, lo que parece corresponder a un tesorillo, el primero de estas características encontrado en la provincia de León, que debió de ser escondido, en algún envoltorio de material perecedero. «No debemos olvidar que en las cercanías se localiza el castillo de Riaño, en torno al cual existiría un núcleo de población», destaca Ana Neira.
En el informe, se hace hincapié en que en el momento del descubrimiento el sitio no ofrecía ningún rasgo característico, con lo que el lugar de ocultación pudo ser un simple hoyo o alguna endeble construcción de adobe, en cuyo suelo o en la parte inferior de las paredes, se habría escondido, hacia finales del siglo XIV. «Por razones que se desconocen, la persona que realizó este ocultamiento no regresó para recuperarlo», explica la investigadora, que fabula con la posibilidad de que con el tiempo, o bien este edificio se arruinara para quedar convertido en una masa de barro informe que las aguas del embalse fueron deshaciendo y removilizando, o bien el hoyo sufriera, por las mismas causas, un proceso de erosión. «Las monedas, cuyo embalaje se habría descompuesto hacía mucho tiempo, quedaron liberadas y se dispersaron sobre la superficie del terreno que las aguas, al descender, iban dejando aflorar», argumenta.
Mercenarios extranjeros
Explica la historiadora Margarita Torres que a mediados del siglo XIV (momento en el que se acuñaron estas monedas) se libró en tierras de León y Castilla la guerra entre Enrique II y Pedro I. Este último obtuvo su baluarte en León y el adelantado Mayor del Reino fue Suero Pérez de Quiñones. Sin embargo, poco después y según fue avanzando la guerra, éste trasladaría su lealtad a Enrique. «Lo interesante de este capítulo de la historia es que hasta León llegaron las compañías negras —un ejército inglés acaudillado por el príncipe de Gales— y las compañías blancas, francesas, comandadas por Beltrán Du Guefclin. «Lo que ocurrió en realidad fue que se trasladó a España la guerra europea entre Francia e Inglaterra». La guerra la perdió don Pedro, que fue degollado finalmente por Beltrán. Posteriormente, dos hijas del rey asesinado se casaron con el duque de York y el duque de Lancaster respectivamente y sería una de sus descendientes, Catalina, la que años después contraería matrimonio con Enrique III. Ellos fueron los abuelos de Isabel La Católica. «Los ingleses llegaron a invadir León», explica Margarita Torres. En este contexto bélico puede que, tal vez, alguien quisiera esconder su tesoro para recogerlo cuando la guerra finalizara. Algo o alguien impidió que lo recuperara...
24-2-13
Tres universidades ‘recobrarán’ el urbanismo que Carlos I legó a Grajal
León, Valladolid y Palermo desvelarán los secretos de la villa para ponerla en valor.
cristina fanjul | león 24/02/2013
Es uno de los conjuntos más singulares de cuantos hay en España, comparable al que se desarrolló en Úbeda en la misma época o en Lerma bajo los auspicios del valido de Felipe III. Tanto que podría decirse que Hernando de Vega y su hijo convirtieron una villa de Tierra de Campos en el siglo XVI en un enclave italiano del Renacimiento.
Un equipo interdisciplinar impulsado desde el Ayuntamiento e integrado por una veintena de investigadores (historiadores, historiadores del arte, arquitectos, urbanistas y geógrafos) de las universidades de León y Valladolid desarrollan un proyecto denominado El conjunto histórico de Grajal de Campos: los Vega y la arquitectura señorial, que tendrá una duración de tres años —en una primera fase— y en el que también colaboran expertos externos y de otras universidades, como la de Palermo, además de contar con la colaboración de instituciones como la Fundación Archivo Histórico Casa Ducal de Alburquerque y el Instituto Leonés de Cultura.
Los principales objetivos del proyecto son la investigación del patrimonio histórico-artístico de la localidad, con especial atención a las obras impulsadas por los Señores de la villa en el siglo XVI, y la planificación de una propuesta de gestión y puesta en valor de su singular conjunto monumental (BIC con la categoría de Conjunto Histórico, declaración a la que se suman, como Monumento, su castillo y el palacio de los señores de Grajal). «Se trata de un conjunto singular que responde a un plan y que sigue unas directrices muy claras. Nuestra intención es estudiar el conjunto, interpretarlo y ponerlo en valor».
El equipo multidisciplinar tiene como objetivo investigar de qué manera el urbanismo tuvo relación con la vida pública. «A partir de ese momento comenzaron a publicarse ordenanzas acerca de asuntos como la limpieza pública o los impuestos», recalca. Además, una de las cosas en las que se hace hincapié es que el proyecto tiene vocación de continuidad y un sentido pragmático. «A pesar de la crisis, la finalidad es que la investigación sirva no sólo para conocer mejor el conjunto monumental, sino para interpretarlo y ponerlo en valor con el fin de que la sociedad pueda apreciarlo y disfrutar de él». Para ello, uno de los propósitos del plan es el levantamiento cartográfico y planimétrico del pueblo y sus edificaciones más importantes, lo que se consigue con un equipo amplio de especialistas. «Es importante trascender el conocimiento de los elementos aislados para integrarlos en una visión de conjunto, porque sólo así puede entenderse e interpretarse el funcionamiento de la villa», explica el experto.
Rápido desarrollo
La dirección corre a cargo de los profesores María Dolores Campos Sánchez-Bordona (catedrática de Historia del Arte de la Universidad de León) y Javier Pérez Gil (profesor titular de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Valladolid).
Destaca Javier Pérez Gil que Gragal es un conjunto monumental muy significativo por cuanto que acumuló una importante producción arquitectónica en un momento concreto de su historia. «De ahí que nuestro objetivo sea llegar a entender el proceso y realizaciones que tuvieron lugar especialmente en el siglo XVI, cuando se materializaron las principales aportaciones que dan singularidad a su conjunto», explica. Y es que el profesor recuerda que Grajal no pasaba por entonces de ser una villa solariega sin demasiada importancia. «Sin embargo, en pocos años surgieron edificaciones sofisticadas y modernas que cambiaron su fisionomía». Javier Pérez Gil pone como ejemplo el castillo, una fortaleza que se convierte en ejemplo de artillería pirobalística muy novedoso. «En sustitución del anterior, se proyecta un castillo pensado para la guerra de artillería cuando Grajal estaba lejos de cualquier línea de frontera», incide, para añadir que Hernando Vega había permanecido junto a Carlos I durante la revuelta de los comuneros. «Hernando de Vega estuvo junto al emperador y su vida en la corte le aportó una idea diferente del mundo renacentista y cortesano. Esas nuevas ideas son las que se materializan en Grajal».
Lo mismo ocurre con el palacio, «moderno y con formas renacentistas», que abandona la tradición tardomedieval. «En Grajal, se aplica un nuevo concepto de espacio urbano a partir del protagonismo del palacio», subraya el investigador, y añade que la villa es uno de los primeros ejemplos peninsulares en el que se ensaya el modelo de plaza mayor que más tarde se desarrollará en España.
Javier Pérez Gil ejemplifica también la modernidad de Grajal en la ‘fusión’ que se hace de todas las parroquias en la de San Miguel. «Se construye así una iglesia de dimensiones catedralicias que se conecta con el palacio», argumenta el profesor, que desvela que se crea un pasadizo con un oratorio privado en el que se abre una tribuna hacia el presbiterio, gracias a la cual los señores podían seguir los oficios desde sus aposentos.
cristina fanjul | león 24/02/2013
Es uno de los conjuntos más singulares de cuantos hay en España, comparable al que se desarrolló en Úbeda en la misma época o en Lerma bajo los auspicios del valido de Felipe III. Tanto que podría decirse que Hernando de Vega y su hijo convirtieron una villa de Tierra de Campos en el siglo XVI en un enclave italiano del Renacimiento.
Un equipo interdisciplinar impulsado desde el Ayuntamiento e integrado por una veintena de investigadores (historiadores, historiadores del arte, arquitectos, urbanistas y geógrafos) de las universidades de León y Valladolid desarrollan un proyecto denominado El conjunto histórico de Grajal de Campos: los Vega y la arquitectura señorial, que tendrá una duración de tres años —en una primera fase— y en el que también colaboran expertos externos y de otras universidades, como la de Palermo, además de contar con la colaboración de instituciones como la Fundación Archivo Histórico Casa Ducal de Alburquerque y el Instituto Leonés de Cultura.
Los principales objetivos del proyecto son la investigación del patrimonio histórico-artístico de la localidad, con especial atención a las obras impulsadas por los Señores de la villa en el siglo XVI, y la planificación de una propuesta de gestión y puesta en valor de su singular conjunto monumental (BIC con la categoría de Conjunto Histórico, declaración a la que se suman, como Monumento, su castillo y el palacio de los señores de Grajal). «Se trata de un conjunto singular que responde a un plan y que sigue unas directrices muy claras. Nuestra intención es estudiar el conjunto, interpretarlo y ponerlo en valor».
El equipo multidisciplinar tiene como objetivo investigar de qué manera el urbanismo tuvo relación con la vida pública. «A partir de ese momento comenzaron a publicarse ordenanzas acerca de asuntos como la limpieza pública o los impuestos», recalca. Además, una de las cosas en las que se hace hincapié es que el proyecto tiene vocación de continuidad y un sentido pragmático. «A pesar de la crisis, la finalidad es que la investigación sirva no sólo para conocer mejor el conjunto monumental, sino para interpretarlo y ponerlo en valor con el fin de que la sociedad pueda apreciarlo y disfrutar de él». Para ello, uno de los propósitos del plan es el levantamiento cartográfico y planimétrico del pueblo y sus edificaciones más importantes, lo que se consigue con un equipo amplio de especialistas. «Es importante trascender el conocimiento de los elementos aislados para integrarlos en una visión de conjunto, porque sólo así puede entenderse e interpretarse el funcionamiento de la villa», explica el experto.
Rápido desarrollo
La dirección corre a cargo de los profesores María Dolores Campos Sánchez-Bordona (catedrática de Historia del Arte de la Universidad de León) y Javier Pérez Gil (profesor titular de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Valladolid).
Destaca Javier Pérez Gil que Gragal es un conjunto monumental muy significativo por cuanto que acumuló una importante producción arquitectónica en un momento concreto de su historia. «De ahí que nuestro objetivo sea llegar a entender el proceso y realizaciones que tuvieron lugar especialmente en el siglo XVI, cuando se materializaron las principales aportaciones que dan singularidad a su conjunto», explica. Y es que el profesor recuerda que Grajal no pasaba por entonces de ser una villa solariega sin demasiada importancia. «Sin embargo, en pocos años surgieron edificaciones sofisticadas y modernas que cambiaron su fisionomía». Javier Pérez Gil pone como ejemplo el castillo, una fortaleza que se convierte en ejemplo de artillería pirobalística muy novedoso. «En sustitución del anterior, se proyecta un castillo pensado para la guerra de artillería cuando Grajal estaba lejos de cualquier línea de frontera», incide, para añadir que Hernando Vega había permanecido junto a Carlos I durante la revuelta de los comuneros. «Hernando de Vega estuvo junto al emperador y su vida en la corte le aportó una idea diferente del mundo renacentista y cortesano. Esas nuevas ideas son las que se materializan en Grajal».
Lo mismo ocurre con el palacio, «moderno y con formas renacentistas», que abandona la tradición tardomedieval. «En Grajal, se aplica un nuevo concepto de espacio urbano a partir del protagonismo del palacio», subraya el investigador, y añade que la villa es uno de los primeros ejemplos peninsulares en el que se ensaya el modelo de plaza mayor que más tarde se desarrollará en España.
Javier Pérez Gil ejemplifica también la modernidad de Grajal en la ‘fusión’ que se hace de todas las parroquias en la de San Miguel. «Se construye así una iglesia de dimensiones catedralicias que se conecta con el palacio», argumenta el profesor, que desvela que se crea un pasadizo con un oratorio privado en el que se abre una tribuna hacia el presbiterio, gracias a la cual los señores podían seguir los oficios desde sus aposentos.
21-2-13
La Catedral quiere abrir su capilla ‘secreta’
El mausoleo del conde de Rebolledo, una de las salas más bellas, se utiliza desde hace años como trastero.
verónica viñas | león 21/02/2013
La capilla del Conde de Rebolledo es una de las estancias ‘secretas’ de la Catedral. Inaccesible al público y ‘sellada’ por una gruesa reja que impide atisbar desde el claustro su interior, amontona decenas de pequeños tesoros, así como objetos que no han encontrado acomodo en otro lugar. Lleva décadas convertida en trastero. Nadie sabe exactamente desde cuándo.
La esfera del penúltimo reloj que lució la fachada principal de la Catedral, de 1788, que un anticuario vendía en Internet por 15.000 euros y rescatado por la Guardia Civil, lápidas funerarias medievales de gran valor o las cuatro tallas de madera del primitivo órgano barroco forman ahora parte del abigarrado ‘mobiliario’ de esta capilla.
Mario González, administrador de la Catedral, la tiene en su ‘lista’ de intervenciones. No necesita más que una mano de limpieza y vaciarla de los enseres que se han ido acumulando durante años.
Es la última capilla que se construyó en el templo gótico, en el siglo XVII, por encargo del conde de Rebolledo, empeñado en que aquí estuviera su última morada. Su sarcófago es una «joya», según el historiador y responsable del Sueño de la LuzJosé Manuel Rodríguez Montañés, defensor de la apertura de esta capilla, porque en su opinión, «es una de las más bellas de la Catedral». De hecho, la estancia está coronada por una espléndida bóveda estrellada.
La tumba de piedra del célebre militar está adornada por su efigie, con una rodilla hincada en el suelo y orando ante un cristo; un sarcófago único, pese a la infinidad de ellos que alberga la Catedral. Pese a que la capilla está dedicada a la Purísima Concepción, es conocida por el nombre de su promotor, Bernardino de Rebolledo y Villamizar (1597-1676), cuyo escudo nobiliario decora la puerta con el lema: Vivit post funera.
La capilla, que al conde le costó 39.000 reales, fue realizada por los maestros cántabros Juan de la Vega, Juan de Rucabado y Pedro del Hoyo. El mausoleo, como estipula el contrato del 2 de junio de 1667 y extractado por el antiguo archivero de la catedral, Raimundo Rodríguez, se hizo con piedra de Boñar y se abre hacia el claustro mediante una portada «que será cerrada por una reja de hierro como la de la capilla de Santa Teresa». Por ello hubo que desmontar y trasladar los sepulcros de los Pedrosas, reubicados en otro tramo del claustro.
Un desguace de lujo
La estancia no sólo cobija piezas valiosas. Es, además, el almacén de las piedras que han ido desprendiéndose del edificio gótico. La peatonalización de la calle de los Cubos, donde la Catedral poseía una pequeña la franja de terreno que la circundaba, acotada por una valla y utilizada como ‘desguace’ para restos de gárgolas, pináculos y elementos ornamentales de antiguas reformas, fue cedida por el Cabildo al Ayuntamiento, así que estos restos acabaron en la capilla del claustro. El administrador del templo es consciente de que no es un lugar idóneo, pero se lamenta de que el edificio carece de espacios libres donde guardar lo que en ocasiones no son más que ‘cascotes’, pero que difícilmente se pueden tirar a la basura.
El historiador leonés Fernando Llamazares Rodríguez, en su artículo La capilla del conde de Rebolledo en el claustro de la catedral de León (1667-1669), publicado en 1984 en la revista Tierras de León, que edita la Diputación, da cuenta de otros dos enterramientos en el suelo de la sala. Son las tumbas de Pedro Quijada Rojas y Quiñones, deán de la Catedral; y de Luis Quijada (con los huesos de sus padres, abuelos y bisabuelos), que regidor de León.
El retablo de la sala más misteriosa del claustro es obra de José de Margotedo, de estilo prechurrigueresco, con una «mediocre» pintura de San Bernardino, patrón del conde. El sarcófago, de un artista desconocido, según Llamazares, podría ser obra del autor de la imagen de la Inmaculada del retablo, el santanderino Juan Lainz Carrera.
No hay nada más tentador que una sala cerrada. De ahí que la capilla del conde de Rebolledo despierte el interés de cuantos visitan el claustro. No hay fecha de apertura, pero figura entre los planes futuros del Cabildo.
18-2-13
PATRIMONIO / Polémica
verónica viñas | león 21/02/2013
La capilla del Conde de Rebolledo es una de las estancias ‘secretas’ de la Catedral. Inaccesible al público y ‘sellada’ por una gruesa reja que impide atisbar desde el claustro su interior, amontona decenas de pequeños tesoros, así como objetos que no han encontrado acomodo en otro lugar. Lleva décadas convertida en trastero. Nadie sabe exactamente desde cuándo.
La esfera del penúltimo reloj que lució la fachada principal de la Catedral, de 1788, que un anticuario vendía en Internet por 15.000 euros y rescatado por la Guardia Civil, lápidas funerarias medievales de gran valor o las cuatro tallas de madera del primitivo órgano barroco forman ahora parte del abigarrado ‘mobiliario’ de esta capilla.
Mario González, administrador de la Catedral, la tiene en su ‘lista’ de intervenciones. No necesita más que una mano de limpieza y vaciarla de los enseres que se han ido acumulando durante años.
Es la última capilla que se construyó en el templo gótico, en el siglo XVII, por encargo del conde de Rebolledo, empeñado en que aquí estuviera su última morada. Su sarcófago es una «joya», según el historiador y responsable del Sueño de la LuzJosé Manuel Rodríguez Montañés, defensor de la apertura de esta capilla, porque en su opinión, «es una de las más bellas de la Catedral». De hecho, la estancia está coronada por una espléndida bóveda estrellada.
La tumba de piedra del célebre militar está adornada por su efigie, con una rodilla hincada en el suelo y orando ante un cristo; un sarcófago único, pese a la infinidad de ellos que alberga la Catedral. Pese a que la capilla está dedicada a la Purísima Concepción, es conocida por el nombre de su promotor, Bernardino de Rebolledo y Villamizar (1597-1676), cuyo escudo nobiliario decora la puerta con el lema: Vivit post funera.
La capilla, que al conde le costó 39.000 reales, fue realizada por los maestros cántabros Juan de la Vega, Juan de Rucabado y Pedro del Hoyo. El mausoleo, como estipula el contrato del 2 de junio de 1667 y extractado por el antiguo archivero de la catedral, Raimundo Rodríguez, se hizo con piedra de Boñar y se abre hacia el claustro mediante una portada «que será cerrada por una reja de hierro como la de la capilla de Santa Teresa». Por ello hubo que desmontar y trasladar los sepulcros de los Pedrosas, reubicados en otro tramo del claustro.
Un desguace de lujo
La estancia no sólo cobija piezas valiosas. Es, además, el almacén de las piedras que han ido desprendiéndose del edificio gótico. La peatonalización de la calle de los Cubos, donde la Catedral poseía una pequeña la franja de terreno que la circundaba, acotada por una valla y utilizada como ‘desguace’ para restos de gárgolas, pináculos y elementos ornamentales de antiguas reformas, fue cedida por el Cabildo al Ayuntamiento, así que estos restos acabaron en la capilla del claustro. El administrador del templo es consciente de que no es un lugar idóneo, pero se lamenta de que el edificio carece de espacios libres donde guardar lo que en ocasiones no son más que ‘cascotes’, pero que difícilmente se pueden tirar a la basura.
El historiador leonés Fernando Llamazares Rodríguez, en su artículo La capilla del conde de Rebolledo en el claustro de la catedral de León (1667-1669), publicado en 1984 en la revista Tierras de León, que edita la Diputación, da cuenta de otros dos enterramientos en el suelo de la sala. Son las tumbas de Pedro Quijada Rojas y Quiñones, deán de la Catedral; y de Luis Quijada (con los huesos de sus padres, abuelos y bisabuelos), que regidor de León.
El retablo de la sala más misteriosa del claustro es obra de José de Margotedo, de estilo prechurrigueresco, con una «mediocre» pintura de San Bernardino, patrón del conde. El sarcófago, de un artista desconocido, según Llamazares, podría ser obra del autor de la imagen de la Inmaculada del retablo, el santanderino Juan Lainz Carrera.
No hay nada más tentador que una sala cerrada. De ahí que la capilla del conde de Rebolledo despierte el interés de cuantos visitan el claustro. No hay fecha de apertura, pero figura entre los planes futuros del Cabildo.
18-2-13
Salvemos Ad Legionem logra su primer objetivo, 1500 firmas
Sus promotores anuncian que esta semana las entregarán en el Ayuntamiento
Los restos romanos encontrados en La Lastra siguen en el centro de la polémica entre ser tapados para hacer un puente o conservados. M. MARCOS
Fulgencio Fernández / León
Las palabras que el principal impulsor de la recogida de firmas para que no se tapen con un vial los restos romanos llamados Ad legionem entre La Lastra y Puente Castro son elocuentes: “¡Hemos alcanzado las 1500 firmas! Esta semana presentaremos en el Ayuntamiento de León estas primeras 1500 firmas junto a la carta de la petición y a un documento sobre las razones que consideramos básicas para conservar el yacimiento. Asimismo, mantenemos la lista de firmas abierta para que nadie se quede sin firmar y para que siga siendo una medida de presión mientras el yacimiento siga en peligro”.
Lo firma Víctor Bejega, arqueólogo y lacianiego como él se define muchas veces, que fue quien primero cogió el testigo de la defensa de estos restos romanos que considera de gran importancia. Una valoración que en los comentarios de las firmas avalan otros muchos arqueólogos y gentes de toda condición. Uno de los últimos en rubricar la petición ha sido el escritor y académico de la Lengua José María Merino, quien ha hecho este breve comentario a su firma. “Solo los bárbaros menospreciarían una memoria romana como esa”.
Es la última, pero entre las 1500 firmas hay personas de todos los ámbitos, tan diversos como los comentarios que han ido dejando. Así, el profesor de la ULE Francisco Carantoña escribe: “Es un yacimiento arqueológico de gran interés, que debería ser excavado íntegramente, estudiado y conservado en la medida de lo posible. Es sorprendente que se paralice una autovía por la periferia de Lancia, cuya conservación es más difícil y podría ser tapada una vez que ha sido estudiada, y se destruya este”.
Además de esta recogida de firmas otros colectivos se han sumado a la iniciativa de defender estos restos, como Pro Monumenta o Izquierda Unida, que ha llevado ante la Junta la petición argumentada para que estos restos sean declarados Bien de Interés Cultural con la finalidad de que esta figura fuera una ayuda más que no acabaran tapados con la construcción del vial para el puente (nadie oculta que necesario) que uniría La Lastra con Puente Castro.
Para centrar más el conflicto y saber qué lleva a ponerse en marcha una batalla frente al posible tapado de los restos, considerándolo más importante que otros restos romanos en la misma provincia de León, habría que acudir a la propia carta con la que se solicita la firma. “Ad Legionem (Puente Castro, León) era un asentamiento civil romano de unas 20Ha vinculado al campamento romano de las Legio VI y VII (León), el más estable de la Europa Occidental. Éste hecho lo convierte en un yacimiento único en España y escaso en el occidente europeo, por lo que su valor arqueológico, turístico y patrimonial es incalculable. Sin embargo, como sucedió con la ciudad astur-romana de Lancia, está amenazado por la construcción de un vial que sepultaría los restos para siempre”.
A esta batalla por su conservación se vino a sumar, a favor de corriente, la inauguración en León de la muestra Romanorum Vita, que recrea la vida en una ciudad como la que hubo en esos restos, lo que propició la inevitable reflexión: “Las autoridades van a la inauguración y elogian la muestra mientras aprueban tapar esa misma muestra en vivo”.
El debate sigue abierto pero con 1505 firmas sobre la mesa.
19-2-13
Sus promotores anuncian que esta semana las entregarán en el Ayuntamiento
Los restos romanos encontrados en La Lastra siguen en el centro de la polémica entre ser tapados para hacer un puente o conservados. M. MARCOS
Fulgencio Fernández / León
Las palabras que el principal impulsor de la recogida de firmas para que no se tapen con un vial los restos romanos llamados Ad legionem entre La Lastra y Puente Castro son elocuentes: “¡Hemos alcanzado las 1500 firmas! Esta semana presentaremos en el Ayuntamiento de León estas primeras 1500 firmas junto a la carta de la petición y a un documento sobre las razones que consideramos básicas para conservar el yacimiento. Asimismo, mantenemos la lista de firmas abierta para que nadie se quede sin firmar y para que siga siendo una medida de presión mientras el yacimiento siga en peligro”.
Lo firma Víctor Bejega, arqueólogo y lacianiego como él se define muchas veces, que fue quien primero cogió el testigo de la defensa de estos restos romanos que considera de gran importancia. Una valoración que en los comentarios de las firmas avalan otros muchos arqueólogos y gentes de toda condición. Uno de los últimos en rubricar la petición ha sido el escritor y académico de la Lengua José María Merino, quien ha hecho este breve comentario a su firma. “Solo los bárbaros menospreciarían una memoria romana como esa”.
Es la última, pero entre las 1500 firmas hay personas de todos los ámbitos, tan diversos como los comentarios que han ido dejando. Así, el profesor de la ULE Francisco Carantoña escribe: “Es un yacimiento arqueológico de gran interés, que debería ser excavado íntegramente, estudiado y conservado en la medida de lo posible. Es sorprendente que se paralice una autovía por la periferia de Lancia, cuya conservación es más difícil y podría ser tapada una vez que ha sido estudiada, y se destruya este”.
Además de esta recogida de firmas otros colectivos se han sumado a la iniciativa de defender estos restos, como Pro Monumenta o Izquierda Unida, que ha llevado ante la Junta la petición argumentada para que estos restos sean declarados Bien de Interés Cultural con la finalidad de que esta figura fuera una ayuda más que no acabaran tapados con la construcción del vial para el puente (nadie oculta que necesario) que uniría La Lastra con Puente Castro.
Para centrar más el conflicto y saber qué lleva a ponerse en marcha una batalla frente al posible tapado de los restos, considerándolo más importante que otros restos romanos en la misma provincia de León, habría que acudir a la propia carta con la que se solicita la firma. “Ad Legionem (Puente Castro, León) era un asentamiento civil romano de unas 20Ha vinculado al campamento romano de las Legio VI y VII (León), el más estable de la Europa Occidental. Éste hecho lo convierte en un yacimiento único en España y escaso en el occidente europeo, por lo que su valor arqueológico, turístico y patrimonial es incalculable. Sin embargo, como sucedió con la ciudad astur-romana de Lancia, está amenazado por la construcción de un vial que sepultaría los restos para siempre”.
A esta batalla por su conservación se vino a sumar, a favor de corriente, la inauguración en León de la muestra Romanorum Vita, que recrea la vida en una ciudad como la que hubo en esos restos, lo que propició la inevitable reflexión: “Las autoridades van a la inauguración y elogian la muestra mientras aprueban tapar esa misma muestra en vivo”.
El debate sigue abierto pero con 1505 firmas sobre la mesa.
19-2-13
Las palabras que el principal impulsor de la recogida de firmas para que no se tapen con un vial los restos romanos llamados Ad legionem entre La Lastra y Puente Castro son elocuentes: “¡Hemos alcanzado las 1500 firmas! Esta semana presentaremos en el Ayuntamiento de León estas primeras 1500 firmas junto a la carta de la petición y a un documento sobre las razones que consideramos básicas para conservar el yacimiento. Asimismo, mantenemos la lista de firmas abierta para que nadie se quede sin firmar y para que siga siendo una medida de presión mientras el yacimiento siga en peligro”.
Lo firma Víctor Bejega, arqueólogo y lacianiego como él se define muchas veces, que fue quien primero cogió el testigo de la defensa de estos restos romanos que considera de gran importancia. Una valoración que en los comentarios de las firmas avalan otros muchos arqueólogos y gentes de toda condición. Uno de los últimos en rubricar la petición ha sido el escritor y académico de la Lengua José María Merino, quien ha hecho este breve comentario a su firma. “Solo los bárbaros menospreciarían una memoria romana como esa”.
Es la última, pero entre las 1500 firmas hay personas de todos los ámbitos, tan diversos como los comentarios que han ido dejando. Así, el profesor de la ULE Francisco Carantoña escribe: “Es un yacimiento arqueológico de gran interés, que debería ser excavado íntegramente, estudiado y conservado en la medida de lo posible. Es sorprendente que se paralice una autovía por la periferia de Lancia, cuya conservación es más difícil y podría ser tapada una vez que ha sido estudiada, y se destruya este”.
Además de esta recogida de firmas otros colectivos se han sumado a la iniciativa de defender estos restos, como Pro Monumenta o Izquierda Unida, que ha llevado ante la Junta la petición argumentada para que estos restos sean declarados Bien de Interés Cultural con la finalidad de que esta figura fuera una ayuda más que no acabaran tapados con la construcción del vial para el puente (nadie oculta que necesario) que uniría La Lastra con Puente Castro.
Para centrar más el conflicto y saber qué lleva a ponerse en marcha una batalla frente al posible tapado de los restos, considerándolo más importante que otros restos romanos en la misma provincia de León, habría que acudir a la propia carta con la que se solicita la firma. “Ad Legionem (Puente Castro, León) era un asentamiento civil romano de unas 20Ha vinculado al campamento romano de las Legio VI y VII (León), el más estable de la Europa Occidental. Éste hecho lo convierte en un yacimiento único en España y escaso en el occidente europeo, por lo que su valor arqueológico, turístico y patrimonial es incalculable. Sin embargo, como sucedió con la ciudad astur-romana de Lancia, está amenazado por la construcción de un vial que sepultaría los restos para siempre”.
A esta batalla por su conservación se vino a sumar, a favor de corriente, la inauguración en León de la muestra Romanorum Vita, que recrea la vida en una ciudad como la que hubo en esos restos, lo que propició la inevitable reflexión: “Las autoridades van a la inauguración y elogian la muestra mientras aprueban tapar esa misma muestra en vivo”.
El debate sigue abierto pero con 1505 firmas sobre la mesa.
19-2-13
Un campamento bajo un pastizal
Los expertos aconsejan excavar la parcela de Villaquilambre donde la arqueóloga Mónica Castro descubrió un acantonamiento romano con una prospección por satélite.
verónica viñas | león 19/02/2013
El satélite no evitará el pico y la pala. El descubrimiento de un posible campamento romano en un pastizal en Villaquilambre, a un metro de profundidad, exigirá una excavación tradicional, sobre el terreno, para verificar si el gran rectángulo de cinco hectáreas que desveló la tecnología Lidar (Light Detection and Ranging) es lo que parece.
La historiadora leonesa Mónica Castro de Lera, que localizó este acantonamiento romano inédito —a pesar de los vuelos arqueológicos que hace un par de años hicieron un barrido de la provincia—, sufría ayer un auténtico bombardeo en las redes sociales, ante el impacto que ha causado su hallazgo. Las instituciones, en cambio, ni siquiera han respondido a los correos electrónicos en los que les informaba oficialmente de su descubrimiento.
Castro, que ha trabajado en varios yacimientos leoneses, no quiso reservarse la información para publicarla en un trabajo que le habría reportado notoriedad en la comunidad científica, sino todo lo contrario. «Quería que todo el mundo tuviera acceso a este hallazgo. Es mi manera de hacer las cosas», explica. Castro no desvela la localización exacta del nuevo enclave romano para evitar que atraiga a expoliadores, ‘armados’ con detectores de metales, en busca de monedas de hace dos mil años.
Las hipótesis
Será la Junta la que determine ahora si se efectúan ‘catas’ en puntos claves del yacimiento, situado muy próximo a la villa romana de Navatejera, para averiguar si efectivamente es un nuevo campamento de la Legio VI o la VII. Arqueólogos consultados por este periódico consideran «muy acertadas» las tesis de Castro, avaladas por las categóricas imágenes del satélite.
Dada la relativa proximidad (unos tres kilómetros) al campamento que daría origen a la ciudad de León, Castro aventura que el de Villaquilambre pudo utilizarse de forma temporal, mientras se construía aquél. Otra posibilidad es que fuera un campamento auxiliar o ‘de marcha’ o bien que se empleara como campo de entrenamiento para los soldados romanos. En cualquiera de los supuestos, se trataría de un gran hallazgo; y mucho más si, como también baraja Castro, son los restos del primer ‘bastión’ romano, anterior al recinto que erigieron en la capital leonesa la Legio VI y, posteriormente la VII.
No es inusual localizar varios campamentos en enclaves geográficos relativamente cercanos, como los tres que localizó en Castrocalbón el investigador Ernest R. Loewinsohn o los cuatro que existen en Valdemeda.
Una lectura con georradar podría ofrecer datos más precisos, aunque las pruebas más fidedignas obligarán a cavar. «Si es un campamento tiene que tener un foso», explican los expertos, «y es relativamente fácil de averiguar». Los arqueólogos no descartan que, pese a la proximidad con la villa romana de Navatejera, el campamento sea de una época diferente. El satélite también delata la existencia de dos interrupciones muy marcadas en los lienzos Este y Sur, que se corresponderían con los accesos a este recinto militar romano.
18-2-13
verónica viñas | león 19/02/2013
El satélite no evitará el pico y la pala. El descubrimiento de un posible campamento romano en un pastizal en Villaquilambre, a un metro de profundidad, exigirá una excavación tradicional, sobre el terreno, para verificar si el gran rectángulo de cinco hectáreas que desveló la tecnología Lidar (Light Detection and Ranging) es lo que parece.
La historiadora leonesa Mónica Castro de Lera, que localizó este acantonamiento romano inédito —a pesar de los vuelos arqueológicos que hace un par de años hicieron un barrido de la provincia—, sufría ayer un auténtico bombardeo en las redes sociales, ante el impacto que ha causado su hallazgo. Las instituciones, en cambio, ni siquiera han respondido a los correos electrónicos en los que les informaba oficialmente de su descubrimiento.
Castro, que ha trabajado en varios yacimientos leoneses, no quiso reservarse la información para publicarla en un trabajo que le habría reportado notoriedad en la comunidad científica, sino todo lo contrario. «Quería que todo el mundo tuviera acceso a este hallazgo. Es mi manera de hacer las cosas», explica. Castro no desvela la localización exacta del nuevo enclave romano para evitar que atraiga a expoliadores, ‘armados’ con detectores de metales, en busca de monedas de hace dos mil años.
Las hipótesis
Será la Junta la que determine ahora si se efectúan ‘catas’ en puntos claves del yacimiento, situado muy próximo a la villa romana de Navatejera, para averiguar si efectivamente es un nuevo campamento de la Legio VI o la VII. Arqueólogos consultados por este periódico consideran «muy acertadas» las tesis de Castro, avaladas por las categóricas imágenes del satélite.
Dada la relativa proximidad (unos tres kilómetros) al campamento que daría origen a la ciudad de León, Castro aventura que el de Villaquilambre pudo utilizarse de forma temporal, mientras se construía aquél. Otra posibilidad es que fuera un campamento auxiliar o ‘de marcha’ o bien que se empleara como campo de entrenamiento para los soldados romanos. En cualquiera de los supuestos, se trataría de un gran hallazgo; y mucho más si, como también baraja Castro, son los restos del primer ‘bastión’ romano, anterior al recinto que erigieron en la capital leonesa la Legio VI y, posteriormente la VII.
No es inusual localizar varios campamentos en enclaves geográficos relativamente cercanos, como los tres que localizó en Castrocalbón el investigador Ernest R. Loewinsohn o los cuatro que existen en Valdemeda.
Una lectura con georradar podría ofrecer datos más precisos, aunque las pruebas más fidedignas obligarán a cavar. «Si es un campamento tiene que tener un foso», explican los expertos, «y es relativamente fácil de averiguar». Los arqueólogos no descartan que, pese a la proximidad con la villa romana de Navatejera, el campamento sea de una época diferente. El satélite también delata la existencia de dos interrupciones muy marcadas en los lienzos Este y Sur, que se corresponderían con los accesos a este recinto militar romano.
18-2-13
Una arqueóloga leonesa localiza un campamento romano en Villaquilambre
Mónica Castro descubre a través de satélite una fortificación que podría pertenecer a la Legio VII o la VI.
verónica viñas | león 18/02/2013
Ocupa cinco hectáreas. Es un nuevo campamento de la Legio VI o la VII, hasta ahora desconocido, situado a escasos metros de la villa romana de Navatejera. También está relativamente cerca de la necrópolis situada en el campus de Vegazana. Su descubridora es la arqueóloga leonesa Mónica Castro de Lera, que ha utilizado tecnología Lidar (Light Detection and Ranging ), desde satélite, para localizar este acantonamiento militar. El hallazgo ha sido tan precipitado y en pleno fin de semana, que esta historiadora se lo ha notificado por correo electrónico al Ayuntamiento de Villaquilambre. Las imágenes son categóricas. «Hablan por sí solas, pero hay que ser prudentes», afirma Castro.
«Es posible que hubiera un campamento temporal mientras construían el definitivo de León o bien se empleó como campo de entrenamiento o como puesto de avanzada», explica la investigadora. Sólo unas excavaciones permitirán determinar la importancia de este descubrimiento. Se trataría de un foso con empalizada, similar a la primera ‘muralla de tapines’ que erigió la Legio VII en León y de la que apenas se conservan restos a los pies de San Isidoro y en la casona de Puerta Castillo. Es una ‘fortificación’ que ocuparía la cuarta parte del campamento de la Legio VII que dio origen a León y con idéntica forma rectangular. La estructura está enterrada a más de un metro de profundidad en unos campos de cultivo; de ahí que hasta ahora no hubieran aparecido vestigios. La ‘arqueología aérea’, que ha sido decisiva para localizar importantes construcciones romanas en toda la provincia, ha sacado ahora a luz este nuevo enclave. La rotundidad de las ‘marcas’ revela que fue ocupado durante un largo período de tiempo, según Castro. La historiadora, que ha ‘rastreado’ toda la ciudad con la misma herramienta Lidar, así como el campamento de Lancia y la ciudad romana de Puente Castro (Ad Legionem), no ha encontrado nada similar ni tan nítido. «En Lancia no se ven estructuras de esta magnitud», aclara. Tampoco en los ‘barridos’ que ha efectuado sobre enclaves de la ciudad donde aparecieron vestigios romanos. «Y esto es lo asombroso».
«Entre los restos romanos encontrados en el recinto de lo que fue el campamento de la Legio VI primero y de la Legio VII después, se han encontrado huellas de cuatro tipos sucesivos y superpuestos, cuya datación más antigua es augustea y pertenecen al acantonamiento definitivo tras las guerras cántabras. En ninguna parte de la ciudad han sido hallados restos anteriores. ¿Podrían ser estos?», se pregunta Castro.
El satélite además deja en evidencia dos interrupciones «muy marcadas» en los lienzos Este y Sur, que se corresponderían con accesos a lo que en opinión de Mónica Castro parece «un clarísimo recinto militar romano por su forma y dimensiones, independientemente de su uso exacto y su cronología».
verónica viñas | león 18/02/2013
Ocupa cinco hectáreas. Es un nuevo campamento de la Legio VI o la VII, hasta ahora desconocido, situado a escasos metros de la villa romana de Navatejera. También está relativamente cerca de la necrópolis situada en el campus de Vegazana. Su descubridora es la arqueóloga leonesa Mónica Castro de Lera, que ha utilizado tecnología Lidar (Light Detection and Ranging ), desde satélite, para localizar este acantonamiento militar. El hallazgo ha sido tan precipitado y en pleno fin de semana, que esta historiadora se lo ha notificado por correo electrónico al Ayuntamiento de Villaquilambre. Las imágenes son categóricas. «Hablan por sí solas, pero hay que ser prudentes», afirma Castro.
«Es posible que hubiera un campamento temporal mientras construían el definitivo de León o bien se empleó como campo de entrenamiento o como puesto de avanzada», explica la investigadora. Sólo unas excavaciones permitirán determinar la importancia de este descubrimiento. Se trataría de un foso con empalizada, similar a la primera ‘muralla de tapines’ que erigió la Legio VII en León y de la que apenas se conservan restos a los pies de San Isidoro y en la casona de Puerta Castillo. Es una ‘fortificación’ que ocuparía la cuarta parte del campamento de la Legio VII que dio origen a León y con idéntica forma rectangular. La estructura está enterrada a más de un metro de profundidad en unos campos de cultivo; de ahí que hasta ahora no hubieran aparecido vestigios. La ‘arqueología aérea’, que ha sido decisiva para localizar importantes construcciones romanas en toda la provincia, ha sacado ahora a luz este nuevo enclave. La rotundidad de las ‘marcas’ revela que fue ocupado durante un largo período de tiempo, según Castro. La historiadora, que ha ‘rastreado’ toda la ciudad con la misma herramienta Lidar, así como el campamento de Lancia y la ciudad romana de Puente Castro (Ad Legionem), no ha encontrado nada similar ni tan nítido. «En Lancia no se ven estructuras de esta magnitud», aclara. Tampoco en los ‘barridos’ que ha efectuado sobre enclaves de la ciudad donde aparecieron vestigios romanos. «Y esto es lo asombroso».
«Entre los restos romanos encontrados en el recinto de lo que fue el campamento de la Legio VI primero y de la Legio VII después, se han encontrado huellas de cuatro tipos sucesivos y superpuestos, cuya datación más antigua es augustea y pertenecen al acantonamiento definitivo tras las guerras cántabras. En ninguna parte de la ciudad han sido hallados restos anteriores. ¿Podrían ser estos?», se pregunta Castro.
El satélite además deja en evidencia dos interrupciones «muy marcadas» en los lienzos Este y Sur, que se corresponderían con accesos a lo que en opinión de Mónica Castro parece «un clarísimo recinto militar romano por su forma y dimensiones, independientemente de su uso exacto y su cronología».
17-2-13
Una leonesa encuentra los restos de una posible fortaleza romana en unos pastizales de Navatejera, mediante un programa de satélite
Mónica Castro ya ha dado conocimiento de este hallazgo por casualidad, que podría corresponderse con el asentamiento de la Legio VI que fundó León
Luis V. Huerga / @luisvhuerga 17/02/2013
La investigadora leonesa Mónica Castropuede haber descubierto uno de los hitos arqueológicos más importantes de la historia reciente. Un hallazgo que se produjo por causalidad, merced a su afición por probar las nuevas tecnologías aplicadas al análisis del patrimonio, su especialidad.
Haciendo pruebas con la tecnología LiDAR, un programa que permite ver archivos de captaciones de satélite, capaz de explorar zonas donde existen restos arqueológicos y de penetrar en la tierra varios metros para visualizar lo que hay enterrado, se topó con la sorpresa. En Navatejera, frente a la Villa Romana, sin querer, ha hallado una estructura de grandes dimensiones que “apostaría a que cumple los requisitos de una estructura militar romana”.
El hallazgo, de confirmarse, tiene trascendencia desde un punto de vista arqueológico e histórico porque puede tratarse de un campamento militar auxiliar o, incluso, del asentamiento de la Legio VI, que dio origen a la ciudad de León. Se trata de una estructura típica de la arqueología militar.
Sus dimensiones (Eje Este-Oeste, 282.1 metros; Eje Norte-Sur, 171.64 metros; y un perímetro de Perímetro: 915.86 metros), su forma, rectangular con las esquinas redondas; su ubicación, frente a la Villa Romana de Navatejera donde en el siglo XIX se encontraron los restos romanos que hoy se pueden visitar; o, incluso, la comparación con otros modelos en el mundo romano, como las fortalezas de algunas ciudades alemanas o húngaras, llevan a pensar que puede tratarse de un asentamiento militar importante.
Descripción de las dimensiones del rectángulo detectado por el satélite.
Una estructura "llamativa por sus dimensiones"
Mónica Castro comenzó las pruebas con el sistema LiDAR hace unas semanas sobre los restos romanos donde ella, a través de su experiencia en labores de arqueología militar romana, sabía que existían restos. Al analizar la zona de la Villa Romana de Navatejera, se topó con una estructura “llamativa pos sus dimensiones” enterrada un metro bajo tierra en una zona de fincas privadas que, actualmente, es un pastizal embarrado, en la vega que comunica esta localidad con el campus de la Universidad de León.
El hecho de que estas fincas hayan sido utilizadas durante más de dos mil años como pastizales, que estén catalogadas como propiedad privada desde hace años o que las últimas excavaciones en la zona, realizadas por la Universidad de León en los restos de la necrópolis sólo aportaran como novedad alguna tumba aislada pueden ser los motivos por los que nadie hasta ahora había reparado en la posibilidad de encontrar en este lugar esa fortificación. Eso y que la mayoría de la gente no sabe que está disponible este tipo de archivos LiDAR, que es una tecnología por satélite que registra a más profundidad, que pasa sobre vegetaciones y edificaciones” y que en España se prueba desde hace sólo unos meses.
La investigadora ya se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Villaquilambre para notificar el hallazgo y ha trasladado el hecho a varios colegas de profesión, reputados arqueólogos especialistas en el legado romano, que le han confirmado la posibilidad de que en ese lugar existiera una fortificación que “podría ser, o no” el asentamiento de la Legio VI que dio origen a la ciudad de León. “Si fuera un campamento auxiliar de la ciudad de hoy en día, no sería algo exagerado. Pero si fuera el campamento original, estaríamos ante nuestros orígenes”, ha señalado Castro.
Recreación en 3D de los restos hallados en el pastizal.
"Quizá no cambie la historia, pero aportará"
“Estas características se corresponden en medida y proporción con fortificaciones romanas. Mantienen la misma proporción, que hace pensar que te estas moviendo en el mundo romano”, ha indicado, aunque, eso sí, hasta que el Ayuntamiento de Villaquilambre analice la notificación o que algunos de los arqueólogos con los que ha contactado confirmen su interés por el análisis del caso, mantiene todas las cautelas.
“Quizá no cambie la historia, pero por lo menos aportará algo nuevo a lo que ya sabemos. Desde luego, es una novedad. No todo lo militar y romano se circunscribe a lo que hay en el centro de León”, ha señalado la descubridora de esta fortificación que lamenta que el hallazgo se haya realizado en este momento de recortes y de escasos recursos para la conservación del patrimonio aunque, al menos, apuesta por llevar a cabo un estudio preliminar para proteger y catalogar estos restos.
Luis V. Huerga / @luisvhuerga 17/02/2013
La investigadora leonesa Mónica Castropuede haber descubierto uno de los hitos arqueológicos más importantes de la historia reciente. Un hallazgo que se produjo por causalidad, merced a su afición por probar las nuevas tecnologías aplicadas al análisis del patrimonio, su especialidad.
Haciendo pruebas con la tecnología LiDAR, un programa que permite ver archivos de captaciones de satélite, capaz de explorar zonas donde existen restos arqueológicos y de penetrar en la tierra varios metros para visualizar lo que hay enterrado, se topó con la sorpresa. En Navatejera, frente a la Villa Romana, sin querer, ha hallado una estructura de grandes dimensiones que “apostaría a que cumple los requisitos de una estructura militar romana”.
El hallazgo, de confirmarse, tiene trascendencia desde un punto de vista arqueológico e histórico porque puede tratarse de un campamento militar auxiliar o, incluso, del asentamiento de la Legio VI, que dio origen a la ciudad de León. Se trata de una estructura típica de la arqueología militar.
Sus dimensiones (Eje Este-Oeste, 282.1 metros; Eje Norte-Sur, 171.64 metros; y un perímetro de Perímetro: 915.86 metros), su forma, rectangular con las esquinas redondas; su ubicación, frente a la Villa Romana de Navatejera donde en el siglo XIX se encontraron los restos romanos que hoy se pueden visitar; o, incluso, la comparación con otros modelos en el mundo romano, como las fortalezas de algunas ciudades alemanas o húngaras, llevan a pensar que puede tratarse de un asentamiento militar importante.
Descripción de las dimensiones del rectángulo detectado por el satélite.
Una estructura "llamativa por sus dimensiones"
Mónica Castro comenzó las pruebas con el sistema LiDAR hace unas semanas sobre los restos romanos donde ella, a través de su experiencia en labores de arqueología militar romana, sabía que existían restos. Al analizar la zona de la Villa Romana de Navatejera, se topó con una estructura “llamativa pos sus dimensiones” enterrada un metro bajo tierra en una zona de fincas privadas que, actualmente, es un pastizal embarrado, en la vega que comunica esta localidad con el campus de la Universidad de León.
El hecho de que estas fincas hayan sido utilizadas durante más de dos mil años como pastizales, que estén catalogadas como propiedad privada desde hace años o que las últimas excavaciones en la zona, realizadas por la Universidad de León en los restos de la necrópolis sólo aportaran como novedad alguna tumba aislada pueden ser los motivos por los que nadie hasta ahora había reparado en la posibilidad de encontrar en este lugar esa fortificación. Eso y que la mayoría de la gente no sabe que está disponible este tipo de archivos LiDAR, que es una tecnología por satélite que registra a más profundidad, que pasa sobre vegetaciones y edificaciones” y que en España se prueba desde hace sólo unos meses.
La investigadora ya se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Villaquilambre para notificar el hallazgo y ha trasladado el hecho a varios colegas de profesión, reputados arqueólogos especialistas en el legado romano, que le han confirmado la posibilidad de que en ese lugar existiera una fortificación que “podría ser, o no” el asentamiento de la Legio VI que dio origen a la ciudad de León. “Si fuera un campamento auxiliar de la ciudad de hoy en día, no sería algo exagerado. Pero si fuera el campamento original, estaríamos ante nuestros orígenes”, ha señalado Castro.
Recreación en 3D de los restos hallados en el pastizal.
"Quizá no cambie la historia, pero aportará"
“Estas características se corresponden en medida y proporción con fortificaciones romanas. Mantienen la misma proporción, que hace pensar que te estas moviendo en el mundo romano”, ha indicado, aunque, eso sí, hasta que el Ayuntamiento de Villaquilambre analice la notificación o que algunos de los arqueólogos con los que ha contactado confirmen su interés por el análisis del caso, mantiene todas las cautelas.
“Quizá no cambie la historia, pero por lo menos aportará algo nuevo a lo que ya sabemos. Desde luego, es una novedad. No todo lo militar y romano se circunscribe a lo que hay en el centro de León”, ha señalado la descubridora de esta fortificación que lamenta que el hallazgo se haya realizado en este momento de recortes y de escasos recursos para la conservación del patrimonio aunque, al menos, apuesta por llevar a cabo un estudio preliminar para proteger y catalogar estos restos.
Haciendo pruebas con la tecnología LiDAR, un programa que permite ver archivos de captaciones de satélite, capaz de explorar zonas donde existen restos arqueológicos y de penetrar en la tierra varios metros para visualizar lo que hay enterrado, se topó con la sorpresa. En Navatejera, frente a la Villa Romana, sin querer, ha hallado una estructura de grandes dimensiones que “apostaría a que cumple los requisitos de una estructura militar romana”.
El hallazgo, de confirmarse, tiene trascendencia desde un punto de vista arqueológico e histórico porque puede tratarse de un campamento militar auxiliar o, incluso, del asentamiento de la Legio VI, que dio origen a la ciudad de León. Se trata de una estructura típica de la arqueología militar.
Sus dimensiones (Eje Este-Oeste, 282.1 metros; Eje Norte-Sur, 171.64 metros; y un perímetro de Perímetro: 915.86 metros), su forma, rectangular con las esquinas redondas; su ubicación, frente a la Villa Romana de Navatejera donde en el siglo XIX se encontraron los restos romanos que hoy se pueden visitar; o, incluso, la comparación con otros modelos en el mundo romano, como las fortalezas de algunas ciudades alemanas o húngaras, llevan a pensar que puede tratarse de un asentamiento militar importante.
Descripción de las dimensiones del rectángulo detectado por el satélite.
Una estructura "llamativa por sus dimensiones"
Mónica Castro comenzó las pruebas con el sistema LiDAR hace unas semanas sobre los restos romanos donde ella, a través de su experiencia en labores de arqueología militar romana, sabía que existían restos. Al analizar la zona de la Villa Romana de Navatejera, se topó con una estructura “llamativa pos sus dimensiones” enterrada un metro bajo tierra en una zona de fincas privadas que, actualmente, es un pastizal embarrado, en la vega que comunica esta localidad con el campus de la Universidad de León.
El hecho de que estas fincas hayan sido utilizadas durante más de dos mil años como pastizales, que estén catalogadas como propiedad privada desde hace años o que las últimas excavaciones en la zona, realizadas por la Universidad de León en los restos de la necrópolis sólo aportaran como novedad alguna tumba aislada pueden ser los motivos por los que nadie hasta ahora había reparado en la posibilidad de encontrar en este lugar esa fortificación. Eso y que la mayoría de la gente no sabe que está disponible este tipo de archivos LiDAR, que es una tecnología por satélite que registra a más profundidad, que pasa sobre vegetaciones y edificaciones” y que en España se prueba desde hace sólo unos meses.
La investigadora ya se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Villaquilambre para notificar el hallazgo y ha trasladado el hecho a varios colegas de profesión, reputados arqueólogos especialistas en el legado romano, que le han confirmado la posibilidad de que en ese lugar existiera una fortificación que “podría ser, o no” el asentamiento de la Legio VI que dio origen a la ciudad de León. “Si fuera un campamento auxiliar de la ciudad de hoy en día, no sería algo exagerado. Pero si fuera el campamento original, estaríamos ante nuestros orígenes”, ha señalado Castro.
Recreación en 3D de los restos hallados en el pastizal.
"Quizá no cambie la historia, pero aportará"
“Estas características se corresponden en medida y proporción con fortificaciones romanas. Mantienen la misma proporción, que hace pensar que te estas moviendo en el mundo romano”, ha indicado, aunque, eso sí, hasta que el Ayuntamiento de Villaquilambre analice la notificación o que algunos de los arqueólogos con los que ha contactado confirmen su interés por el análisis del caso, mantiene todas las cautelas.
“Quizá no cambie la historia, pero por lo menos aportará algo nuevo a lo que ya sabemos. Desde luego, es una novedad. No todo lo militar y romano se circunscribe a lo que hay en el centro de León”, ha señalado la descubridora de esta fortificación que lamenta que el hallazgo se haya realizado en este momento de recortes y de escasos recursos para la conservación del patrimonio aunque, al menos, apuesta por llevar a cabo un estudio preliminar para proteger y catalogar estos restos.
Promonumenta denuncia hoy una ‘ruta de las ruinas’ de Cea a Grajal
Miembros de la asociación recorrerán los monumentos abandonados de esta zona.
n. g. sabugal | león 16/02/2013
Si las piedras hablaran, cuántas cosas contarían. Sobre todo aquellas que de alguna manera han abandonado su naturaleza inmóvil y se han convertido en memoria viva de nuestra historia: los monumentos. ¿Qué diría el castillo de Cea, con sus ventanas como ojos asombrados sobre el cerro? ¿O la iglesia de San Lorenzo de Sahagún? ¿Y la ermita de la Virgen de las Puertas de Grajal? Muchas cosas, pero sobre todo una: pedirían ayuda. El primero en ruinas, la segunda apuntalada, la tercera con un muro mirando hacia el suelo.
Para escuchar a estas piedran monumentales —porque ellas también hablan, a su manera— más de ochenta personas ligadas a la asociación Promonumenta realizarán hoy una ruta cultural y reivindicativa de Cea a Grajal, pasando por Sahagún. Durante el viaje recorrerán los monumentos más necesitados de atención y tomarán buena nota para reivindicar las actuaciones más urgentes.
La visita comenzará por la mañana en Cea donde, de la mano de la Plataforma por la defensa del castillo de Cea y el alcalde de esta pequeña localidad, Luis Mario Portugués, conocerán de primera mano el estado del castillo, que está muy dañado. «El castillo de Cea se va a caer y habría que tomar medidas para sujetarlo y evitar su deterioro. Son obras muy complicadas y desde el ayuntamiento no podemos acometerlas», suscribe Portugués.
En Cea también visitarán las iglesias de San Martín y Santa María y una gran casa solariega que perteneció a los señores de Modino. Este inmueble pertenece al Obispado y el ayuntamiento realizó algunas gestiones para adquirirlo, pero su precio resulta excesivo. La abandonada edificación tiene humedades y las ventanas rotas.
«El castillo está para caerse de un momento a otro y la casa solariega de los Modino también está en un estado ruinoso», ratifica María Trancón, responsable de redes sociales en Promonumenta y una de las personas que ha organizado esta ruta por el sureste de la provincia.
La iglesia de San Lorenzo de Sahagún, que se apoya en los maderos que la apuntalan como un cojo en sus muletas, es otra parada obligatoria en esta singular ‘ruta de las ruinas’. La situación del templo es especialmente vergonzosa porque lleva cerrado más de cuatro años tras el derrumbe de la capilla de Santa Lucía. La Junta de Castilla y León ha consignado en sus presupuestos para este año nada menos que 475.037 euros para su rehabilitación —la partida más importante destinada a restauración del patrimonio en toda la provincia—, pero aún no hay una previsión de comienzo de las obras, ya que el proceso de presentación de ofertas por parte de las empresas aún está abierto, según confirmó ayer la consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta.
«San Lorenzo está muy mal, ahí todavía no han hecho nada», se queja el presidente de Promonumenta,Marcelino Félix Fernández. Pero no todo van a ser miserias, ya que por lo menos los miembros de Promonumenta también podrán ver la importante restauración que se ha hecho en el santuario de la Peregrina.
La última estación en este viacrucis patrimonial será Grajal de Campos. La ermita de la Virgen de las Puertas es el monumento ‘enfermo’ más necesitado de tratamiento en esta localidad, tal y como denuncia su regidor, Francisco Espinosa. «Uno de los muros está en un estado precario, es lo que está peor».
Lo dice porque al menos el castillo de Grajal ha sido objeto en los últimos años de varias reparaciones que han permitido recuperar este curioso monumento, considerado el primer castillo artillero de España, así como el palacio renacentista de los Condes de Grajal.
11-2-13
IU insta al PP a musealizar y a declarar BIC los restos romanos de la 'Ad legionem'
A través de una red social se han recogida más de 1.000 firmas, muchos de arqueólogos, para dar valor los restos de Puente Castro y convertirlos en un gran centro cultural
leonoticias.com 11/02/2013
El Coordinador Local de IU, Manolo Domínguez Chico, pide la musealización y su declaración como BIC de los restos romanos de Puente Castro así como la valoración de alternativas a enterrar los restos de la “ad legionem”.
Chico recuerda al PP que se han recogido más de 1.000 firmas por Internet, muchas de arqueólogos, para dar valor a los restos y convertirlos en un gran centro cultural, arqueológico y turístico de la ciudad.
Las noticias que anuncian su desaparición, según señalan, bajo el tan necesario acceso a Puente Castro desde La Lastra pueden dar solución a un problema pero nos genera el conflicto de perder los ingresos alrededor de un yacimiento único en España.
“Estamos hablando de la única ciudad civil vinculada a una Legión Romana en España. Un yacimiento de 20 hectáreas que costó 460.000 euros encontrar a cuenta del Plan E y que volvería a costar otros 50.000 euros tapar para que no genere ningún beneficio a la ciudad”.
A juicio de IU, por otros 60.000 euros puede abrirse un paso temporal ya hecho que nos de tiempo para alimentar el debate sobre las alternativas de musealización mientras se abre el acceso desde el puente de La Lastra.
IU reitera la necesidad de crear un polo arqueológico en Puente Castro ligado a estos restos y la judería que se coordine con el rico patrimonio de la ciudad para poner en valor nuestra riqueza arqueológica, cultura y arquitectónica y atraer de este modo un turismo de alto poder adquisitivo que ahora no existe apenas salvo alrededor de la Catedral y San Isidoro.
Es importante trabajar en este sentido y valorar alternativas que permitan que los restos de la ‘ad legionem’ ser referente en Europa de un tipo de tipología de ciudad que apenas existe, clave en el pasado de la ciudad y mucho más importante para mejorar la oferta turística en el presente y el futuro.
“Es posible conservar, poner en valor, musealizar y hacer atractivo a los visitantes el patrimonio arqueológico de León. Existen alternativas para hacer efectivo este objetivo sin dañar a los vecinos que necesitan la apertura del puente de La Lastra. Pero sobre todo es posible dar salidas a este acceso mientras se soluciona el futuro de la “ad legionem” y el famoso vial. Abriendo temporalmente el puente por las alternativas existente y que ya fueron utilizadas por la vecindad antes de mayo de 2011”.
IU espera iniciativa y responsabilidad del PP, que por una vez piense en el futuro de la ciudad y no se limite a sepultar un potencial centro turístico por no tener la suficiente visión en lo que debe ser el aprovechamiento de todas las fuentes de ingresos posible en beneficio de León
10-2-13
Quintana del Marco denuncia el hurto de un busto de Marco Aurelio del siglo IV
El alcalde afirma que se trata de una pieza de "gran valor histórico y artístico" y recuerda que ya habían intentado sustraerla "hace unos cinco meses"
leonoticias.com 09/02/2013
El alcalde del municipio leonés de Quintana del Marco, Manuel de las Heras Chana, denunció ante la Guardia Civil de Alija el robo de un busto de Marco Aurelio que se encontraba en la parte superior de la iglesia del pueblo. Según dijo, “todo apunta a que el robo se produjo en la madrugada del viernes al sábado” y en él “tuvo que participar más de una persona”. La pieza, que se cree que data del siglo IV, tiene “un gran valor histórico y artístico” y es, según De las Heras, “un símbolo para el pueblo”.
El alcalde recordó que “hace unos cinco meses” hubo otro intento de sustraer el busto de la estructura de la iglesia. En esa ocasión, De las Heras señaló que los ladrones emplearon “una escalera que era muy corta y muy pesada” y que pudo dificultar su objetivo. Además, fueron sorprendidos por un vecino, por lo que no completaron el robo.
Esta vez, sin embargo, estaban “más preparados” y, según dijo, se valieron de “unas cuerdas de las que se utilizan para hacer escalada” para llegar con facilidad al busto. Una vez arriba, destacó que pudieron extraerlo aprovechando “una grieta” que ya había en la escultura. De las Heras apuntó que únicamente se llevaron la cabeza, ya que para arrancar el busto por completo “tendrían que haber picado la pared y no lo hicieron”.
El alcalde de Quintana del Marco confió en que la Guardia Civil “haga su trabajo” e identifique a los autores de este robo para poder recuperar esta pieza. Del mismo modo, denunció que “últimamente” ha habido varios robos en viviendas particulares que se encuentran un poco más alejadas del pueblo. “Este es un municipio muy tranquilo y en el que nunca pasada nada y, por eso, los vecinos están muy preocupados”, afirmó.
7-2-13
Astorga remite a Patrimonio la reparación del cubo 29 de la Muralla
El Ayuntamiento espera recibir en breve el visto bueno para iniciar los trabajos que tendrán un coste de 18.000 euros y una duración de cuatro meses
leonoticias.com 07/02/2013
La alcaldesa de Astorga ha remitido a Patrimonio el proyecto de restauración del cubo 2 de la Muralla que durante los últimos años ha sufrido numerosos desprendimientos en el revestimiento exterior por obras realizadas de forma inadecuada y con materiales poco indicados en la década de los 60.
Un proyecto que ha sido realizado por los arquitectos Javvier Pérez López y Enrique Pérez Fernández y que desde el Ayuntamiento confían en que reciba el visto bueno en los próximos días.
El Proyecto tiene un coste aproximado de 18.000 euros, tendrá un periodo de cuatro meses y la obra saldrá a licitación inmediatamente después de que patrimonio de su visto bueno.
La muralla actual tiene su origen a finales del siglo III o principios del s. IV, es por lo tanto, tardorromana, y fue levantada a los pies del cerro sobre el que se asentaba la ciudad, rodeándola por completo en una longitud de 2,2 km, con un espesor que varía entre los 5 y los 6 metros y una altura que podría haber alcanzado más de 16 metros.
La resturación
A lo largo de la historia la muralla de Astorga, ha sufrido numerosas destrucciones y reconstrucciones parciales, en varios de los diferentes tramos que la forman. El cubo que sobre el que se van a ejecutar los trabajos de restauración es el que en el PDMA (Plan Director de las Murallas de Astorga redactado por el arquitecto Melquiades Ranilla por encargo de la Junta de Castilla y León) se le asigna el número 29 y se encuentra en el tramo 05, que se compone de dos lienzos unidos en ángulo que se corresponden con los lienzos sureste y suroeste y que delimitan y sirven de muro de contención de los rellenos de tierras y escombros de edificaciones, vertidos a mediados del s. XIX para configurar el Jardín de la Sinagoga.
En este cubo 29, así como en los lienzos adyacentes al mismo, la hoja exterior de fábrica de piedra es un simple revestimiento o forro construido en torno a 1900 a base de mampostería de piedra careada, asentada con morteros muy pobres y un tamaño y disposición de las piezas que resulta discordante con el aparejo de los lienzos contiguos. La restauración no debió ser muy acertada, pues en fotografías tomadas en torno al 1940 (ver foto), aparece el citado cubo con dos grandes boquetes que serían reparados con un nuevo paramento de piedra en torno al año 1960.
En una intervención realizada en el año 1998 por el Ayuntamiento en el Jardín de la Sinagoga para saneamiento de un colector, se localizó la cloaca romana, la cual se interrumpe hacia el Este, por lo que se abrió una zanja hasta la muralla en dirección a la calle de la Buraca para dar salida al agua a través de una perforación en la misma. Las humedades en esa parte del lienzo eran permanentes y ya en fotografías del año 1940 se observa el enorme hueco que se había producido al caer parte del muro El boquete fue visible durante muchos años y dio nombre precisamente a la calle “La Buraca”. Fue cerrado, en la intervención realizada alrededor del año 1960.
En la intervención que se pretende acometer se quiere poner solución a los daños que presenta el citado cubo 29. Estos problemas son, según se explica en la memoria valorada del proyecto: problemas de inestabilidad de los materiales constructivos con un desplome importante; humedades de filtraciones de agua de lluvia y de capilaridad; rellenos en la base del cubo que aumenta la absorción de humedad y la disgregación de morteros; grietas correspondientes a tramos reconstruidos en diferentes momentos históricos sin realizar la pertinente trabazón entre los mismos.
Estas obras devolverán al cubo nº 29 su mejor aspecto además el equipo de gobierno tratará de recabar ayudas para ir acometiendo las mejoras necesarias en una Muralla que a pesar de sufrir todo tipo de agresiones a lo largo de los años, se mantiene orgullosamente en pie.
5-2-13
La segunda propuesta para la cripta de Puerta Obispo se elevará 20 centímetros
El Ayuntamiento confía en que Patrimonio valide el proyecto, que se realizará "a ras de suelo" y contará con una puerta corredera para no distorsionar la visilidad de la Catedral
Luis V. Huerga 05/02/2013
El concejal de Fiestas, Cultura y Patrimonio en el Ayuntamiento de León, Juan Pablo García, ha confiado en la “apertura por fin” de la cripta de Puerta Obispo, en las inmediaciones de la Catedral de León, después de que la Comisión de Patrimonio rechazara el primer proyecto presentado por el equipo de gobierno al considerar que perjudicaba la visibilidad del monumento y desentonaba con el entorno.
García ha señalado que, a la vez de aquel proyecto, se trabaja en un segundo que, además, “responde a las sugerencias” de Patrimoio, que plantea una estructura a “ras de suelo”, con un acceso en el mismo lugar de la cripta con una superficie que se eleva del suelo unos 20 centímetros y una puerta corredera.
De esta forma, se pretende que “la visibilidad de la Catedral no se vea afectada” y que, finalmente, el órgano autonómico valide esa propuesta para que se pueda llevar a cabo la apertura de la cripta, del mismo modo que se ha habilitado ya el acceso a la de Cascalería
n. g. sabugal | león 16/02/2013
Si las piedras hablaran, cuántas cosas contarían. Sobre todo aquellas que de alguna manera han abandonado su naturaleza inmóvil y se han convertido en memoria viva de nuestra historia: los monumentos. ¿Qué diría el castillo de Cea, con sus ventanas como ojos asombrados sobre el cerro? ¿O la iglesia de San Lorenzo de Sahagún? ¿Y la ermita de la Virgen de las Puertas de Grajal? Muchas cosas, pero sobre todo una: pedirían ayuda. El primero en ruinas, la segunda apuntalada, la tercera con un muro mirando hacia el suelo.
Para escuchar a estas piedran monumentales —porque ellas también hablan, a su manera— más de ochenta personas ligadas a la asociación Promonumenta realizarán hoy una ruta cultural y reivindicativa de Cea a Grajal, pasando por Sahagún. Durante el viaje recorrerán los monumentos más necesitados de atención y tomarán buena nota para reivindicar las actuaciones más urgentes.
La visita comenzará por la mañana en Cea donde, de la mano de la Plataforma por la defensa del castillo de Cea y el alcalde de esta pequeña localidad, Luis Mario Portugués, conocerán de primera mano el estado del castillo, que está muy dañado. «El castillo de Cea se va a caer y habría que tomar medidas para sujetarlo y evitar su deterioro. Son obras muy complicadas y desde el ayuntamiento no podemos acometerlas», suscribe Portugués.
En Cea también visitarán las iglesias de San Martín y Santa María y una gran casa solariega que perteneció a los señores de Modino. Este inmueble pertenece al Obispado y el ayuntamiento realizó algunas gestiones para adquirirlo, pero su precio resulta excesivo. La abandonada edificación tiene humedades y las ventanas rotas.
«El castillo está para caerse de un momento a otro y la casa solariega de los Modino también está en un estado ruinoso», ratifica María Trancón, responsable de redes sociales en Promonumenta y una de las personas que ha organizado esta ruta por el sureste de la provincia.
La iglesia de San Lorenzo de Sahagún, que se apoya en los maderos que la apuntalan como un cojo en sus muletas, es otra parada obligatoria en esta singular ‘ruta de las ruinas’. La situación del templo es especialmente vergonzosa porque lleva cerrado más de cuatro años tras el derrumbe de la capilla de Santa Lucía. La Junta de Castilla y León ha consignado en sus presupuestos para este año nada menos que 475.037 euros para su rehabilitación —la partida más importante destinada a restauración del patrimonio en toda la provincia—, pero aún no hay una previsión de comienzo de las obras, ya que el proceso de presentación de ofertas por parte de las empresas aún está abierto, según confirmó ayer la consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta.
«San Lorenzo está muy mal, ahí todavía no han hecho nada», se queja el presidente de Promonumenta,Marcelino Félix Fernández. Pero no todo van a ser miserias, ya que por lo menos los miembros de Promonumenta también podrán ver la importante restauración que se ha hecho en el santuario de la Peregrina.
La última estación en este viacrucis patrimonial será Grajal de Campos. La ermita de la Virgen de las Puertas es el monumento ‘enfermo’ más necesitado de tratamiento en esta localidad, tal y como denuncia su regidor, Francisco Espinosa. «Uno de los muros está en un estado precario, es lo que está peor».
11-2-13
IU insta al PP a musealizar y a declarar BIC los restos romanos de la 'Ad legionem'
A través de una red social se han recogida más de 1.000 firmas, muchos de arqueólogos, para dar valor los restos de Puente Castro y convertirlos en un gran centro cultural
leonoticias.com 11/02/2013
El Coordinador Local de IU, Manolo Domínguez Chico, pide la musealización y su declaración como BIC de los restos romanos de Puente Castro así como la valoración de alternativas a enterrar los restos de la “ad legionem”.
Chico recuerda al PP que se han recogido más de 1.000 firmas por Internet, muchas de arqueólogos, para dar valor a los restos y convertirlos en un gran centro cultural, arqueológico y turístico de la ciudad.
Las noticias que anuncian su desaparición, según señalan, bajo el tan necesario acceso a Puente Castro desde La Lastra pueden dar solución a un problema pero nos genera el conflicto de perder los ingresos alrededor de un yacimiento único en España.
“Estamos hablando de la única ciudad civil vinculada a una Legión Romana en España. Un yacimiento de 20 hectáreas que costó 460.000 euros encontrar a cuenta del Plan E y que volvería a costar otros 50.000 euros tapar para que no genere ningún beneficio a la ciudad”.
A juicio de IU, por otros 60.000 euros puede abrirse un paso temporal ya hecho que nos de tiempo para alimentar el debate sobre las alternativas de musealización mientras se abre el acceso desde el puente de La Lastra.
IU reitera la necesidad de crear un polo arqueológico en Puente Castro ligado a estos restos y la judería que se coordine con el rico patrimonio de la ciudad para poner en valor nuestra riqueza arqueológica, cultura y arquitectónica y atraer de este modo un turismo de alto poder adquisitivo que ahora no existe apenas salvo alrededor de la Catedral y San Isidoro.
Es importante trabajar en este sentido y valorar alternativas que permitan que los restos de la ‘ad legionem’ ser referente en Europa de un tipo de tipología de ciudad que apenas existe, clave en el pasado de la ciudad y mucho más importante para mejorar la oferta turística en el presente y el futuro.
“Es posible conservar, poner en valor, musealizar y hacer atractivo a los visitantes el patrimonio arqueológico de León. Existen alternativas para hacer efectivo este objetivo sin dañar a los vecinos que necesitan la apertura del puente de La Lastra. Pero sobre todo es posible dar salidas a este acceso mientras se soluciona el futuro de la “ad legionem” y el famoso vial. Abriendo temporalmente el puente por las alternativas existente y que ya fueron utilizadas por la vecindad antes de mayo de 2011”.
IU espera iniciativa y responsabilidad del PP, que por una vez piense en el futuro de la ciudad y no se limite a sepultar un potencial centro turístico por no tener la suficiente visión en lo que debe ser el aprovechamiento de todas las fuentes de ingresos posible en beneficio de León
Chico recuerda al PP que se han recogido más de 1.000 firmas por Internet, muchas de arqueólogos, para dar valor a los restos y convertirlos en un gran centro cultural, arqueológico y turístico de la ciudad.
Las noticias que anuncian su desaparición, según señalan, bajo el tan necesario acceso a Puente Castro desde La Lastra pueden dar solución a un problema pero nos genera el conflicto de perder los ingresos alrededor de un yacimiento único en España.
“Estamos hablando de la única ciudad civil vinculada a una Legión Romana en España. Un yacimiento de 20 hectáreas que costó 460.000 euros encontrar a cuenta del Plan E y que volvería a costar otros 50.000 euros tapar para que no genere ningún beneficio a la ciudad”.
A juicio de IU, por otros 60.000 euros puede abrirse un paso temporal ya hecho que nos de tiempo para alimentar el debate sobre las alternativas de musealización mientras se abre el acceso desde el puente de La Lastra.
IU reitera la necesidad de crear un polo arqueológico en Puente Castro ligado a estos restos y la judería que se coordine con el rico patrimonio de la ciudad para poner en valor nuestra riqueza arqueológica, cultura y arquitectónica y atraer de este modo un turismo de alto poder adquisitivo que ahora no existe apenas salvo alrededor de la Catedral y San Isidoro.
Es importante trabajar en este sentido y valorar alternativas que permitan que los restos de la ‘ad legionem’ ser referente en Europa de un tipo de tipología de ciudad que apenas existe, clave en el pasado de la ciudad y mucho más importante para mejorar la oferta turística en el presente y el futuro.
“Es posible conservar, poner en valor, musealizar y hacer atractivo a los visitantes el patrimonio arqueológico de León. Existen alternativas para hacer efectivo este objetivo sin dañar a los vecinos que necesitan la apertura del puente de La Lastra. Pero sobre todo es posible dar salidas a este acceso mientras se soluciona el futuro de la “ad legionem” y el famoso vial. Abriendo temporalmente el puente por las alternativas existente y que ya fueron utilizadas por la vecindad antes de mayo de 2011”.
IU espera iniciativa y responsabilidad del PP, que por una vez piense en el futuro de la ciudad y no se limite a sepultar un potencial centro turístico por no tener la suficiente visión en lo que debe ser el aprovechamiento de todas las fuentes de ingresos posible en beneficio de León
10-2-13
Quintana del Marco denuncia el hurto de un busto de Marco Aurelio del siglo IV
El alcalde afirma que se trata de una pieza de "gran valor histórico y artístico" y recuerda que ya habían intentado sustraerla "hace unos cinco meses"
leonoticias.com 09/02/2013
El alcalde del municipio leonés de Quintana del Marco, Manuel de las Heras Chana, denunció ante la Guardia Civil de Alija el robo de un busto de Marco Aurelio que se encontraba en la parte superior de la iglesia del pueblo. Según dijo, “todo apunta a que el robo se produjo en la madrugada del viernes al sábado” y en él “tuvo que participar más de una persona”. La pieza, que se cree que data del siglo IV, tiene “un gran valor histórico y artístico” y es, según De las Heras, “un símbolo para el pueblo”.
El alcalde recordó que “hace unos cinco meses” hubo otro intento de sustraer el busto de la estructura de la iglesia. En esa ocasión, De las Heras señaló que los ladrones emplearon “una escalera que era muy corta y muy pesada” y que pudo dificultar su objetivo. Además, fueron sorprendidos por un vecino, por lo que no completaron el robo.
Esta vez, sin embargo, estaban “más preparados” y, según dijo, se valieron de “unas cuerdas de las que se utilizan para hacer escalada” para llegar con facilidad al busto. Una vez arriba, destacó que pudieron extraerlo aprovechando “una grieta” que ya había en la escultura. De las Heras apuntó que únicamente se llevaron la cabeza, ya que para arrancar el busto por completo “tendrían que haber picado la pared y no lo hicieron”.
El alcalde de Quintana del Marco confió en que la Guardia Civil “haga su trabajo” e identifique a los autores de este robo para poder recuperar esta pieza. Del mismo modo, denunció que “últimamente” ha habido varios robos en viviendas particulares que se encuentran un poco más alejadas del pueblo. “Este es un municipio muy tranquilo y en el que nunca pasada nada y, por eso, los vecinos están muy preocupados”, afirmó.
El alcalde recordó que “hace unos cinco meses” hubo otro intento de sustraer el busto de la estructura de la iglesia. En esa ocasión, De las Heras señaló que los ladrones emplearon “una escalera que era muy corta y muy pesada” y que pudo dificultar su objetivo. Además, fueron sorprendidos por un vecino, por lo que no completaron el robo.
Esta vez, sin embargo, estaban “más preparados” y, según dijo, se valieron de “unas cuerdas de las que se utilizan para hacer escalada” para llegar con facilidad al busto. Una vez arriba, destacó que pudieron extraerlo aprovechando “una grieta” que ya había en la escultura. De las Heras apuntó que únicamente se llevaron la cabeza, ya que para arrancar el busto por completo “tendrían que haber picado la pared y no lo hicieron”.
El alcalde de Quintana del Marco confió en que la Guardia Civil “haga su trabajo” e identifique a los autores de este robo para poder recuperar esta pieza. Del mismo modo, denunció que “últimamente” ha habido varios robos en viviendas particulares que se encuentran un poco más alejadas del pueblo. “Este es un municipio muy tranquilo y en el que nunca pasada nada y, por eso, los vecinos están muy preocupados”, afirmó.
7-2-13
Astorga remite a Patrimonio la reparación del cubo 29 de la Muralla
El Ayuntamiento espera recibir en breve el visto bueno para iniciar los trabajos que tendrán un coste de 18.000 euros y una duración de cuatro meses
leonoticias.com 07/02/2013
La alcaldesa de Astorga ha remitido a Patrimonio el proyecto de restauración del cubo 2 de la Muralla que durante los últimos años ha sufrido numerosos desprendimientos en el revestimiento exterior por obras realizadas de forma inadecuada y con materiales poco indicados en la década de los 60.
Un proyecto que ha sido realizado por los arquitectos Javvier Pérez López y Enrique Pérez Fernández y que desde el Ayuntamiento confían en que reciba el visto bueno en los próximos días.
El Proyecto tiene un coste aproximado de 18.000 euros, tendrá un periodo de cuatro meses y la obra saldrá a licitación inmediatamente después de que patrimonio de su visto bueno.
La muralla actual tiene su origen a finales del siglo III o principios del s. IV, es por lo tanto, tardorromana, y fue levantada a los pies del cerro sobre el que se asentaba la ciudad, rodeándola por completo en una longitud de 2,2 km, con un espesor que varía entre los 5 y los 6 metros y una altura que podría haber alcanzado más de 16 metros.
La resturación
A lo largo de la historia la muralla de Astorga, ha sufrido numerosas destrucciones y reconstrucciones parciales, en varios de los diferentes tramos que la forman. El cubo que sobre el que se van a ejecutar los trabajos de restauración es el que en el PDMA (Plan Director de las Murallas de Astorga redactado por el arquitecto Melquiades Ranilla por encargo de la Junta de Castilla y León) se le asigna el número 29 y se encuentra en el tramo 05, que se compone de dos lienzos unidos en ángulo que se corresponden con los lienzos sureste y suroeste y que delimitan y sirven de muro de contención de los rellenos de tierras y escombros de edificaciones, vertidos a mediados del s. XIX para configurar el Jardín de la Sinagoga.
En este cubo 29, así como en los lienzos adyacentes al mismo, la hoja exterior de fábrica de piedra es un simple revestimiento o forro construido en torno a 1900 a base de mampostería de piedra careada, asentada con morteros muy pobres y un tamaño y disposición de las piezas que resulta discordante con el aparejo de los lienzos contiguos. La restauración no debió ser muy acertada, pues en fotografías tomadas en torno al 1940 (ver foto), aparece el citado cubo con dos grandes boquetes que serían reparados con un nuevo paramento de piedra en torno al año 1960.
En una intervención realizada en el año 1998 por el Ayuntamiento en el Jardín de la Sinagoga para saneamiento de un colector, se localizó la cloaca romana, la cual se interrumpe hacia el Este, por lo que se abrió una zanja hasta la muralla en dirección a la calle de la Buraca para dar salida al agua a través de una perforación en la misma. Las humedades en esa parte del lienzo eran permanentes y ya en fotografías del año 1940 se observa el enorme hueco que se había producido al caer parte del muro El boquete fue visible durante muchos años y dio nombre precisamente a la calle “La Buraca”. Fue cerrado, en la intervención realizada alrededor del año 1960.
En la intervención que se pretende acometer se quiere poner solución a los daños que presenta el citado cubo 29. Estos problemas son, según se explica en la memoria valorada del proyecto: problemas de inestabilidad de los materiales constructivos con un desplome importante; humedades de filtraciones de agua de lluvia y de capilaridad; rellenos en la base del cubo que aumenta la absorción de humedad y la disgregación de morteros; grietas correspondientes a tramos reconstruidos en diferentes momentos históricos sin realizar la pertinente trabazón entre los mismos.
Estas obras devolverán al cubo nº 29 su mejor aspecto además el equipo de gobierno tratará de recabar ayudas para ir acometiendo las mejoras necesarias en una Muralla que a pesar de sufrir todo tipo de agresiones a lo largo de los años, se mantiene orgullosamente en pie.
Un proyecto que ha sido realizado por los arquitectos Javvier Pérez López y Enrique Pérez Fernández y que desde el Ayuntamiento confían en que reciba el visto bueno en los próximos días.
El Proyecto tiene un coste aproximado de 18.000 euros, tendrá un periodo de cuatro meses y la obra saldrá a licitación inmediatamente después de que patrimonio de su visto bueno.
La muralla actual tiene su origen a finales del siglo III o principios del s. IV, es por lo tanto, tardorromana, y fue levantada a los pies del cerro sobre el que se asentaba la ciudad, rodeándola por completo en una longitud de 2,2 km, con un espesor que varía entre los 5 y los 6 metros y una altura que podría haber alcanzado más de 16 metros.
La resturación
A lo largo de la historia la muralla de Astorga, ha sufrido numerosas destrucciones y reconstrucciones parciales, en varios de los diferentes tramos que la forman. El cubo que sobre el que se van a ejecutar los trabajos de restauración es el que en el PDMA (Plan Director de las Murallas de Astorga redactado por el arquitecto Melquiades Ranilla por encargo de la Junta de Castilla y León) se le asigna el número 29 y se encuentra en el tramo 05, que se compone de dos lienzos unidos en ángulo que se corresponden con los lienzos sureste y suroeste y que delimitan y sirven de muro de contención de los rellenos de tierras y escombros de edificaciones, vertidos a mediados del s. XIX para configurar el Jardín de la Sinagoga.
En este cubo 29, así como en los lienzos adyacentes al mismo, la hoja exterior de fábrica de piedra es un simple revestimiento o forro construido en torno a 1900 a base de mampostería de piedra careada, asentada con morteros muy pobres y un tamaño y disposición de las piezas que resulta discordante con el aparejo de los lienzos contiguos. La restauración no debió ser muy acertada, pues en fotografías tomadas en torno al 1940 (ver foto), aparece el citado cubo con dos grandes boquetes que serían reparados con un nuevo paramento de piedra en torno al año 1960.
En una intervención realizada en el año 1998 por el Ayuntamiento en el Jardín de la Sinagoga para saneamiento de un colector, se localizó la cloaca romana, la cual se interrumpe hacia el Este, por lo que se abrió una zanja hasta la muralla en dirección a la calle de la Buraca para dar salida al agua a través de una perforación en la misma. Las humedades en esa parte del lienzo eran permanentes y ya en fotografías del año 1940 se observa el enorme hueco que se había producido al caer parte del muro El boquete fue visible durante muchos años y dio nombre precisamente a la calle “La Buraca”. Fue cerrado, en la intervención realizada alrededor del año 1960.
En la intervención que se pretende acometer se quiere poner solución a los daños que presenta el citado cubo 29. Estos problemas son, según se explica en la memoria valorada del proyecto: problemas de inestabilidad de los materiales constructivos con un desplome importante; humedades de filtraciones de agua de lluvia y de capilaridad; rellenos en la base del cubo que aumenta la absorción de humedad y la disgregación de morteros; grietas correspondientes a tramos reconstruidos en diferentes momentos históricos sin realizar la pertinente trabazón entre los mismos.
Estas obras devolverán al cubo nº 29 su mejor aspecto además el equipo de gobierno tratará de recabar ayudas para ir acometiendo las mejoras necesarias en una Muralla que a pesar de sufrir todo tipo de agresiones a lo largo de los años, se mantiene orgullosamente en pie.
5-2-13
La segunda propuesta para la cripta de Puerta Obispo se elevará 20 centímetros
El Ayuntamiento confía en que Patrimonio valide el proyecto, que se realizará "a ras de suelo" y contará con una puerta corredera para no distorsionar la visilidad de la Catedral
Luis V. Huerga 05/02/2013
El concejal de Fiestas, Cultura y Patrimonio en el Ayuntamiento de León, Juan Pablo García, ha confiado en la “apertura por fin” de la cripta de Puerta Obispo, en las inmediaciones de la Catedral de León, después de que la Comisión de Patrimonio rechazara el primer proyecto presentado por el equipo de gobierno al considerar que perjudicaba la visibilidad del monumento y desentonaba con el entorno.
García ha señalado que, a la vez de aquel proyecto, se trabaja en un segundo que, además, “responde a las sugerencias” de Patrimoio, que plantea una estructura a “ras de suelo”, con un acceso en el mismo lugar de la cripta con una superficie que se eleva del suelo unos 20 centímetros y una puerta corredera.
De esta forma, se pretende que “la visibilidad de la Catedral no se vea afectada” y que, finalmente, el órgano autonómico valide esa propuesta para que se pueda llevar a cabo la apertura de la cripta, del mismo modo que se ha habilitado ya el acceso a la de Cascalería
García ha señalado que, a la vez de aquel proyecto, se trabaja en un segundo que, además, “responde a las sugerencias” de Patrimoio, que plantea una estructura a “ras de suelo”, con un acceso en el mismo lugar de la cripta con una superficie que se eleva del suelo unos 20 centímetros y una puerta corredera.
De esta forma, se pretende que “la visibilidad de la Catedral no se vea afectada” y que, finalmente, el órgano autonómico valide esa propuesta para que se pueda llevar a cabo la apertura de la cripta, del mismo modo que se ha habilitado ya el acceso a la de Cascalería
15-1-13
Ecologistas en Acción presenta la documentación para que el empedrado de la plaza del Grano de León sea declarado BIC
El grupo ecologista entiende que se trata de un «bien residual del pasado» que ha sobrevivido «durante al menos 200 años» y que eso le da «especial personalidad»
ICAL 15/01/2013
Ecologistas en Acción ha respondido al requerimiento de la Junta de Castilla y León y ha presentado la documentación solicitada para que se dé curso al expediente con el que el empedrado de la plaza del Grano de la capital leonesa podría ser declarado Bien de Interés Cultural (BIC), documentación entre la que se encuentra información sobre la memoria histórica, delimitación del entorno de protección o fotografías, entre otra.
Según informó Ecologistas en Acción a través de un comunicado, al identificar este bien inmueble se hizo referencia a la configuración y a los materiales, así como al interés de su tipología y sistema constructivo, al entender que el empedrado de la plaza del Grano constituye un «unicum», es decir, el «único resto» de cómo eran las plazas leonesas de los siglos XVIII, XIX y parte del siglo XX. En concreto, al hablar de las plazas leonesas, el grupo ecologista matizó que se quiere hacer referencia a aquellas que fueron pavimentadas con cantos de río en las zonas sedimentarias de la provincia de León.
El grupo ecologista explicó también que se trata de un «bien residual del pasado», un documento «histórico, arqueológico y etnográfico» que ha sobrevivido «durante al menos 200 años» y que por ello confiere «especial personalidad» a la plaza del Grano, haciendo que mantenga «gran parte de sus valores ambientales y tradicionales».
Como criterio «básico» para intervenir en el bien, Ecologistas en Acción ha solicitado la «permanencia de los árboles» de la plaza y que son «responsables» de su «calidad ambiental». Además, se insistió en que las fotografías antiguas aportadas, en las que aparecen árboles de «gran porte» distintos de los actuales, demuestran que el arbolado ha estado presente en la plaza del Grano «al menos durante los últimos 200 años».
Por todo ello, Ecologistas en Acción confió en que la documentación presentada «invite a la reflexión» sobre la necesidad de conservar «en su integridad» el empedrado de la plaza del Grano, al entender que reúne «méritos suficientes» para alcanzar la declaración de BIC.
ICAL 15/01/2013
Ecologistas en Acción ha respondido al requerimiento de la Junta de Castilla y León y ha presentado la documentación solicitada para que se dé curso al expediente con el que el empedrado de la plaza del Grano de la capital leonesa podría ser declarado Bien de Interés Cultural (BIC), documentación entre la que se encuentra información sobre la memoria histórica, delimitación del entorno de protección o fotografías, entre otra.
Según informó Ecologistas en Acción a través de un comunicado, al identificar este bien inmueble se hizo referencia a la configuración y a los materiales, así como al interés de su tipología y sistema constructivo, al entender que el empedrado de la plaza del Grano constituye un «unicum», es decir, el «único resto» de cómo eran las plazas leonesas de los siglos XVIII, XIX y parte del siglo XX. En concreto, al hablar de las plazas leonesas, el grupo ecologista matizó que se quiere hacer referencia a aquellas que fueron pavimentadas con cantos de río en las zonas sedimentarias de la provincia de León.
El grupo ecologista explicó también que se trata de un «bien residual del pasado», un documento «histórico, arqueológico y etnográfico» que ha sobrevivido «durante al menos 200 años» y que por ello confiere «especial personalidad» a la plaza del Grano, haciendo que mantenga «gran parte de sus valores ambientales y tradicionales».
Como criterio «básico» para intervenir en el bien, Ecologistas en Acción ha solicitado la «permanencia de los árboles» de la plaza y que son «responsables» de su «calidad ambiental». Además, se insistió en que las fotografías antiguas aportadas, en las que aparecen árboles de «gran porte» distintos de los actuales, demuestran que el arbolado ha estado presente en la plaza del Grano «al menos durante los últimos 200 años».
Por todo ello, Ecologistas en Acción confió en que la documentación presentada «invite a la reflexión» sobre la necesidad de conservar «en su integridad» el empedrado de la plaza del Grano, al entender que reúne «méritos suficientes» para alcanzar la declaración de BIC.
Lancia vuelve a ponerse en pie-13-1-13
La presentación de una nueva asociación en defensa del yacimiento incluirá el pase . de un vídeo que reconstruye en 3D edificios de la ciudad como el ‘hórreum’ o granero.
Noticias relacionadas
Aunque hayan pasado dos mil años desde que el general Carisio venciera a los guerreros de la «principal ciudad de los astures», como la llamaban las crónicas, y la librara de ser destruida para que, sin quemar, «fuese mejor monumento a la victoria romana», ahora sus diferentes edificios, sepultados por la tierra y el tiempo, vuelven poco a poco a ponerse en pie. Eso sí, de forma virtual y gracias a la paciente labor de dos jóvenes, Francisco Manchado, miembro de las asociaciones Civitas Lancia y Promonumenta, y Nedim Dzananovic, diseñador gráfico, quienes han culminado la primera parte —la presentación y el alzado del gran hórreum o granero— de un vídeo en el que la vieja ciudad astur-romana se despliega, por vez primera, en tres dimensiones, y que se proyectará próximamente con ocasión de la presentación pública de una nueva asociación en defensa del yacimiento, Civitas Lancia. Un trabajo que ha estado asesorado y supervisado por Jesús Liz, catedrático de Arqueología en la Universidad de Salamanca.
«La idea surgió surgió como una reivindicación más ante la posible destrucción del yacimiento al paso de la autovía León-Valladolid —explica Francisco Manchado—, así que lo que pretendemos con esta reconstrucción es ofrecer una nueva visión que ayude a tomar conciencia, en especial a los leoneses, sobre la importancia que la ciudad de Lancia tuvo y por lo tanto sobre el deber que tenemos de preservarla».
Un año de trabajo les ha llevado elevar la imagen animada, con todas sus dependencias y estructuras, de este gran almacén del que Manchado dice que, según las excavaciones, «tenía unos 10 metros de ancho por 40 metros de largo». Asimismo, sobre el resto de vestigios recuerda que, en el área afectada por el trazado de la autovía «destacan unas instalaciones militares, zonas industriales, hornos, complejos termales, la vía I del Itinerario Antonino y una necrópolis». «Además apareció una mutatio, edificio cuya función era la de aprovisionamiento e intercambio oficial de correos en sus viajes por las calzadas romanas. Este edificio, de época de Augusto, es de gran importancia ya que es el único conservado en la Península y uno de los poco aparecidos en el todo el Imperio Romano», asevera. «Hemos querido hacer una reconstrucción lo más fiel posible a como pudo ser el granero en la realidad, así que, ante la complejidad de recrear un edificio como este, visitamos in situ el yacimiento, observamos fotografías aéreas de estas excavaciones y de otros almacenes de época romana, y solicitamos información sobre detalles más técnicos al catedrático Jesús Liz, a quien agradecemos mucho su cualificada y estimada ayuda», añade Francisco Manchado sobre el proceso de creación de un vídeo que en breve, y según deseo de sus artífices, será subido a Internet para que cualquier persona tenga acceso a él.
En cuanto al futuro del yacimiento, actualmente amenazado por la construcción de una autovía, la A-6, cuyas obras en estos momentos se encuentran paralizadas, expresa que, a pesar de poseer «la protección legal como Bien de Interés Cultural, de que varios informes arqueológicos desaconsejaban el actual trazado de la autovía y de existir otras alternativas más económicas, se optó por el trazado que destruiría el yacimiento. Ahora esperamos que el Ministerio de Fomento reconsidere la última resolución de la Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, cuyo informe obliga a preservar de forma visible y permanente estos valiosos vestigios, ya que existen otros trazados alternativos».
León entre nieblas
El leonés Juan Ramón Alves Fernádez expone en Camarote Madrid varias acuarelas de su colección 'Paseando por León entre nieblas'
leonoticias.com 07/01/2013
Una de las acuarelas del pintor.
El próximo miércoles, el Camarote Madrid presenta la última exposición del pintor leonés Juan Ramón Alves Fernández, tres acuarelas que retratan tres rincones de la ciudad de León sometidos por la niebla, tan característica de estas fechas.
Juan Ramón Alves Fernández, pintor autodidacta, ha ido encontrando en la luz su aliado para concretar las obras que realiza en el papel. Amante indiscutible de León, le gusta reflejar el minuto pausado de ese pueblo o calle singular que todos quizás hemos recorrido alguna vez.
Sus paisajes urbanos reflejan fielmente el lugar y el momento, donde a el le gusta decir, que quiso captar la luz y el color, guardando de cada zona un recuerdo del color dominante.
Sobre todo busca la esencia de León, en los pueblos por él recorridos. Maragatería, Cabrera o Bierzo, el valle del Esla, son claros ejemplos de lo que le gusta y le anima a seguir explorando en al acuarelas y en la luz.
ç
Una de las acuarelas que se expondrán en Camarote Madrid.
'San Marcos. El campo de concentración desconocido'
Un libro publicado por Aerle desvela la forma de vida de los prisioneros de San Marcos de León durante la Guerra Civil
Ical 07/01/2013
La Asociación de Estudios sobre la Represión en León (Aerle) acaba de publicar un nuevo libro titulado ‘San Marcos. El campo de concentración desconocido’, en el que se desvelan las infrahumanas condiciones de vida que tuvieron que soportar los prisioneros que pasaron por el actual parador de San Marcos de León durante la Guerra Civil, momento en el que el edificio renacentista fue uno de los más crueles campos de concentración españoles.
El libro, escrito por las periodistas Tania López Alonso y Silvia Gallo, y con la aportación gráfica de Carlos Sánchez Campillo, incluye en sus casi 500 páginas un inédito y exhaustivo censo con muchos de los prisioneros que pasaron por este campo de concentración durante los casi cuatro años de su existencia, desde 1936, coincidiendo con el inicio de la Guerra Civil Española, hasta 1940, cuando fue clausurado.
Con el prólogo del periodista y escritor José María Calleja bajo el título ‘Un campo de concentración con fachada plateresca’ y la introducción a cargo de Irene García Lino, los primeros capítulos de esta obra pretenden situar al lector en el contexto en el que se desarrollaron los hechos que centran la temática del libro, desde la historia del edificio y sus principales características artísticas, hasta el papel que desempeñaba dentro del amplio número de prisiones de la época en la provincia de León o el panorama legislativo de ese momento, especialmente convulso.
Después de meses de contactos, conversaciones y peticiones, la historia del campo de concentración de San Marcos se ha relatado a partir de los testimonios de personas que estuvieron en algún momento en el interior de sus muros y que, pese a superar los 90 años en la actualidad, recuerdan los horrores vividos; también de sus familias, que han aportado importantes documentos y material sobre los momentos más duros de estas personas.
Todo ello ha permitido relatar en este libro la forma de vida que se llevaba en el campo de concentración, cómo era el paso de las mujeres por este cautiverio, así como la polémica surgida también en los casos de los bebés que fueron robados.
Tania López y Silvia Gallo, las autoras del libro. (Foto: Campillo)
Reconstrucción de la estructura
Además, se ha realizado por primera vez una reconstrucción de la estructura del campo de concentración durante los años 30, muy diferente a la que se conoce en la actualidad ya como hotel de lujo, con espacios tan terroríficos, según los testimonios recogidos, como ‘La Carbonera’, del que no todos pudieron salir con vida.
Además del censo de prisioneros de San Marcos, la obra incluye también una serie de historias que, durante la recogida de los testimonios, resultaron especialmente llamativas o peculiares. A la vida de algunas personas anónimas se suman las vivencias de otras conocidas como el Capitán Lozano, Miguel Castaño o el dibujante Cástor González.
Finalmente, la obra contiene un amplio anexo fotográfico con protagonistas de la época, imágenes del campo de concentración que hasta el momento no habían visto la luz, así como planos y documentos inéditos del establecimiento que han permitido dar forma a esta nueva publicación para conocer un poco mejor los entresijos de este majestuoso edificio durante la Guerra Civil.
Portada del libro.
Aunque hayan pasado dos mil años desde que el general Carisio venciera a los guerreros de la «principal ciudad de los astures», como la llamaban las crónicas, y la librara de ser destruida para que, sin quemar, «fuese mejor monumento a la victoria romana», ahora sus diferentes edificios, sepultados por la tierra y el tiempo, vuelven poco a poco a ponerse en pie. Eso sí, de forma virtual y gracias a la paciente labor de dos jóvenes, Francisco Manchado, miembro de las asociaciones Civitas Lancia y Promonumenta, y Nedim Dzananovic, diseñador gráfico, quienes han culminado la primera parte —la presentación y el alzado del gran hórreum o granero— de un vídeo en el que la vieja ciudad astur-romana se despliega, por vez primera, en tres dimensiones, y que se proyectará próximamente con ocasión de la presentación pública de una nueva asociación en defensa del yacimiento, Civitas Lancia. Un trabajo que ha estado asesorado y supervisado por Jesús Liz, catedrático de Arqueología en la Universidad de Salamanca.
«La idea surgió surgió como una reivindicación más ante la posible destrucción del yacimiento al paso de la autovía León-Valladolid —explica Francisco Manchado—, así que lo que pretendemos con esta reconstrucción es ofrecer una nueva visión que ayude a tomar conciencia, en especial a los leoneses, sobre la importancia que la ciudad de Lancia tuvo y por lo tanto sobre el deber que tenemos de preservarla».
Un año de trabajo les ha llevado elevar la imagen animada, con todas sus dependencias y estructuras, de este gran almacén del que Manchado dice que, según las excavaciones, «tenía unos 10 metros de ancho por 40 metros de largo». Asimismo, sobre el resto de vestigios recuerda que, en el área afectada por el trazado de la autovía «destacan unas instalaciones militares, zonas industriales, hornos, complejos termales, la vía I del Itinerario Antonino y una necrópolis». «Además apareció una mutatio, edificio cuya función era la de aprovisionamiento e intercambio oficial de correos en sus viajes por las calzadas romanas. Este edificio, de época de Augusto, es de gran importancia ya que es el único conservado en la Península y uno de los poco aparecidos en el todo el Imperio Romano», asevera. «Hemos querido hacer una reconstrucción lo más fiel posible a como pudo ser el granero en la realidad, así que, ante la complejidad de recrear un edificio como este, visitamos in situ el yacimiento, observamos fotografías aéreas de estas excavaciones y de otros almacenes de época romana, y solicitamos información sobre detalles más técnicos al catedrático Jesús Liz, a quien agradecemos mucho su cualificada y estimada ayuda», añade Francisco Manchado sobre el proceso de creación de un vídeo que en breve, y según deseo de sus artífices, será subido a Internet para que cualquier persona tenga acceso a él.
En cuanto al futuro del yacimiento, actualmente amenazado por la construcción de una autovía, la A-6, cuyas obras en estos momentos se encuentran paralizadas, expresa que, a pesar de poseer «la protección legal como Bien de Interés Cultural, de que varios informes arqueológicos desaconsejaban el actual trazado de la autovía y de existir otras alternativas más económicas, se optó por el trazado que destruiría el yacimiento. Ahora esperamos que el Ministerio de Fomento reconsidere la última resolución de la Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, cuyo informe obliga a preservar de forma visible y permanente estos valiosos vestigios, ya que existen otros trazados alternativos».
León entre nieblas
El leonés Juan Ramón Alves Fernádez expone en Camarote Madrid varias acuarelas de su colección 'Paseando por León entre nieblas'
leonoticias.com 07/01/2013
Una de las acuarelas del pintor.
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El próximo miércoles, el Camarote Madrid presenta la última exposición del pintor leonés Juan Ramón Alves Fernández, tres acuarelas que retratan tres rincones de la ciudad de León sometidos por la niebla, tan característica de estas fechas.
Juan Ramón Alves Fernández, pintor autodidacta, ha ido encontrando en la luz su aliado para concretar las obras que realiza en el papel. Amante indiscutible de León, le gusta reflejar el minuto pausado de ese pueblo o calle singular que todos quizás hemos recorrido alguna vez.
Sus paisajes urbanos reflejan fielmente el lugar y el momento, donde a el le gusta decir, que quiso captar la luz y el color, guardando de cada zona un recuerdo del color dominante.
Sobre todo busca la esencia de León, en los pueblos por él recorridos. Maragatería, Cabrera o Bierzo, el valle del Esla, son claros ejemplos de lo que le gusta y le anima a seguir explorando en al acuarelas y en la luz.
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Una de las acuarelas que se expondrán en Camarote Madrid.
Juan Ramón Alves Fernández, pintor autodidacta, ha ido encontrando en la luz su aliado para concretar las obras que realiza en el papel. Amante indiscutible de León, le gusta reflejar el minuto pausado de ese pueblo o calle singular que todos quizás hemos recorrido alguna vez.
Sus paisajes urbanos reflejan fielmente el lugar y el momento, donde a el le gusta decir, que quiso captar la luz y el color, guardando de cada zona un recuerdo del color dominante.
Sobre todo busca la esencia de León, en los pueblos por él recorridos. Maragatería, Cabrera o Bierzo, el valle del Esla, son claros ejemplos de lo que le gusta y le anima a seguir explorando en al acuarelas y en la luz.
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Una de las acuarelas que se expondrán en Camarote Madrid.
'San Marcos. El campo de concentración desconocido'
Un libro publicado por Aerle desvela la forma de vida de los prisioneros de San Marcos de León durante la Guerra Civil
Ical 07/01/2013
La Asociación de Estudios sobre la Represión en León (Aerle) acaba de publicar un nuevo libro titulado ‘San Marcos. El campo de concentración desconocido’, en el que se desvelan las infrahumanas condiciones de vida que tuvieron que soportar los prisioneros que pasaron por el actual parador de San Marcos de León durante la Guerra Civil, momento en el que el edificio renacentista fue uno de los más crueles campos de concentración españoles.
El libro, escrito por las periodistas Tania López Alonso y Silvia Gallo, y con la aportación gráfica de Carlos Sánchez Campillo, incluye en sus casi 500 páginas un inédito y exhaustivo censo con muchos de los prisioneros que pasaron por este campo de concentración durante los casi cuatro años de su existencia, desde 1936, coincidiendo con el inicio de la Guerra Civil Española, hasta 1940, cuando fue clausurado.
Con el prólogo del periodista y escritor José María Calleja bajo el título ‘Un campo de concentración con fachada plateresca’ y la introducción a cargo de Irene García Lino, los primeros capítulos de esta obra pretenden situar al lector en el contexto en el que se desarrollaron los hechos que centran la temática del libro, desde la historia del edificio y sus principales características artísticas, hasta el papel que desempeñaba dentro del amplio número de prisiones de la época en la provincia de León o el panorama legislativo de ese momento, especialmente convulso.
Después de meses de contactos, conversaciones y peticiones, la historia del campo de concentración de San Marcos se ha relatado a partir de los testimonios de personas que estuvieron en algún momento en el interior de sus muros y que, pese a superar los 90 años en la actualidad, recuerdan los horrores vividos; también de sus familias, que han aportado importantes documentos y material sobre los momentos más duros de estas personas.
Todo ello ha permitido relatar en este libro la forma de vida que se llevaba en el campo de concentración, cómo era el paso de las mujeres por este cautiverio, así como la polémica surgida también en los casos de los bebés que fueron robados.
Tania López y Silvia Gallo, las autoras del libro. (Foto: Campillo)
Reconstrucción de la estructura
Además, se ha realizado por primera vez una reconstrucción de la estructura del campo de concentración durante los años 30, muy diferente a la que se conoce en la actualidad ya como hotel de lujo, con espacios tan terroríficos, según los testimonios recogidos, como ‘La Carbonera’, del que no todos pudieron salir con vida.
Además del censo de prisioneros de San Marcos, la obra incluye también una serie de historias que, durante la recogida de los testimonios, resultaron especialmente llamativas o peculiares. A la vida de algunas personas anónimas se suman las vivencias de otras conocidas como el Capitán Lozano, Miguel Castaño o el dibujante Cástor González.
Finalmente, la obra contiene un amplio anexo fotográfico con protagonistas de la época, imágenes del campo de concentración que hasta el momento no habían visto la luz, así como planos y documentos inéditos del establecimiento que han permitido dar forma a esta nueva publicación para conocer un poco mejor los entresijos de este majestuoso edificio durante la Guerra Civil.
Portada del libro.
El libro, escrito por las periodistas Tania López Alonso y Silvia Gallo, y con la aportación gráfica de Carlos Sánchez Campillo, incluye en sus casi 500 páginas un inédito y exhaustivo censo con muchos de los prisioneros que pasaron por este campo de concentración durante los casi cuatro años de su existencia, desde 1936, coincidiendo con el inicio de la Guerra Civil Española, hasta 1940, cuando fue clausurado.
Con el prólogo del periodista y escritor José María Calleja bajo el título ‘Un campo de concentración con fachada plateresca’ y la introducción a cargo de Irene García Lino, los primeros capítulos de esta obra pretenden situar al lector en el contexto en el que se desarrollaron los hechos que centran la temática del libro, desde la historia del edificio y sus principales características artísticas, hasta el papel que desempeñaba dentro del amplio número de prisiones de la época en la provincia de León o el panorama legislativo de ese momento, especialmente convulso.
Después de meses de contactos, conversaciones y peticiones, la historia del campo de concentración de San Marcos se ha relatado a partir de los testimonios de personas que estuvieron en algún momento en el interior de sus muros y que, pese a superar los 90 años en la actualidad, recuerdan los horrores vividos; también de sus familias, que han aportado importantes documentos y material sobre los momentos más duros de estas personas.
Todo ello ha permitido relatar en este libro la forma de vida que se llevaba en el campo de concentración, cómo era el paso de las mujeres por este cautiverio, así como la polémica surgida también en los casos de los bebés que fueron robados.
Tania López y Silvia Gallo, las autoras del libro. (Foto: Campillo)
Reconstrucción de la estructura
Además, se ha realizado por primera vez una reconstrucción de la estructura del campo de concentración durante los años 30, muy diferente a la que se conoce en la actualidad ya como hotel de lujo, con espacios tan terroríficos, según los testimonios recogidos, como ‘La Carbonera’, del que no todos pudieron salir con vida.
Además del censo de prisioneros de San Marcos, la obra incluye también una serie de historias que, durante la recogida de los testimonios, resultaron especialmente llamativas o peculiares. A la vida de algunas personas anónimas se suman las vivencias de otras conocidas como el Capitán Lozano, Miguel Castaño o el dibujante Cástor González.
Finalmente, la obra contiene un amplio anexo fotográfico con protagonistas de la época, imágenes del campo de concentración que hasta el momento no habían visto la luz, así como planos y documentos inéditos del establecimiento que han permitido dar forma a esta nueva publicación para conocer un poco mejor los entresijos de este majestuoso edificio durante la Guerra Civil.
Portada del libro.
2-1-13
El descubridor de los petroglifos halla un enclave de rituales prehistóricos
Juan Carlos Campos encuentra en Alija del Infantado un lugar de culto del Calcolítico en torno a Peña Mortero.
verónica viñas | león 02/01/2013
verónica viñas | león 02/01/2013
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El descubridor de los petroglifos de la Maragatería, Juan Carlos Campos, ha encontrado ahora un enclave de rituales prehistóricos en Alija del Infantado. Fue precisamente el alcalde de esta localidad, Luis Gómez Villaboa, quien contactó con Campos para que estudiara una roca tallada con forma de mortero que da nombre a una peña situada al oeste del pueblo. La intención del Ayuntamiento era poner en valor una ruta turística.
Sin duda, explica Campos, se trata de una roca singular, aunque su ubicación, en lo alto de un cerro, no parece el lugar más idóneo para colocar un mortero en el que machacar bellotas o cereales. «Además, el exterior ha sido trabajado para conseguir una forma circular y se han eliminado las aristas. Demasiado trabajo para un simple mortero», razona Campos. Otro detalle que parece descartar el uso doméstico de esta roca es que el fondo es plano. «Si esta cavidad hubiera sido utilizada para triturar alimentos habría adquirido una forma más cóncava». El paraje no parece el más idóneo para un poblado prehistórico, porque está demasiado alejado del río. Tampoco hay vestigios de un asentamiento posterior a la Edad del Hierro.
Tras una primera inspección del terreno, Campos intuyó que podría tratarse de un espacio ritual prehistórico. Un pequeño altar donde situar ofrendas. Sin embargo, aconsejó al alcalde de Alija que solicitara un estudio arqueológico de la zona. Pocas semanas después, el aficionado astorgano que ha localizado decenas de petroglifos del Calcolítico en Maragatería contactó con Ángel Sarmiento, «el descubridor, sin saberlo, de un petroglifo» en un lugar situado a 800 metros de Peña Mortero.
Juan Carlos Campos estudió la roca, grabada con cerca de una treintena de pequeñas cazoletas (marcar circulares) rodeando a las dos principales. También hay surcos que, cuando se llenan de agua, conectan unas cazoletas con otras, formando un ‘plano’ que no parece casual. Campos hizo una ‘batida’ por los parajes próximos a Peña Mortero y encontró otro agrupamiento de cazoletas situado en un pequeño afloramiento de cuarcita. Le llamó la atención que la roca está decorada con una variedad de cazoletas de mayor tamaño a otras que ha localizado en Maragatería y la Cepeda.
Estos hallazgos parecen reforzar su teoría inicial de que se trataría de un enclave ritual prehistórico: Peña Mortero sería el epicentro del santuario y los petroglifos del entorno delimitarían este espacio sagrado de más de 4.000 años de antigüedad. Este espacio sagrado se encuentra a sólo cinco kilómetros en línea recta de la localidad zamorana de Arrabalde, donde se conserva el conocido dolmen denominado El Casetón o La Casa de los Moros.
La aparición de este nuevo enclave prehistórico, muy alejado de las otras estaciones rupestres localizadas por Campos, situada entre la Sierra de la Culebra y el Teleno, permite hablar de una ruta de petroglifos que conecta la meseta con Galicia.
El descubridor de los petroglifos de la Maragatería, Juan Carlos Campos, ha encontrado ahora un enclave de rituales prehistóricos en Alija del Infantado. Fue precisamente el alcalde de esta localidad, Luis Gómez Villaboa, quien contactó con Campos para que estudiara una roca tallada con forma de mortero que da nombre a una peña situada al oeste del pueblo. La intención del Ayuntamiento era poner en valor una ruta turística.
Sin duda, explica Campos, se trata de una roca singular, aunque su ubicación, en lo alto de un cerro, no parece el lugar más idóneo para colocar un mortero en el que machacar bellotas o cereales. «Además, el exterior ha sido trabajado para conseguir una forma circular y se han eliminado las aristas. Demasiado trabajo para un simple mortero», razona Campos. Otro detalle que parece descartar el uso doméstico de esta roca es que el fondo es plano. «Si esta cavidad hubiera sido utilizada para triturar alimentos habría adquirido una forma más cóncava». El paraje no parece el más idóneo para un poblado prehistórico, porque está demasiado alejado del río. Tampoco hay vestigios de un asentamiento posterior a la Edad del Hierro.
Tras una primera inspección del terreno, Campos intuyó que podría tratarse de un espacio ritual prehistórico. Un pequeño altar donde situar ofrendas. Sin embargo, aconsejó al alcalde de Alija que solicitara un estudio arqueológico de la zona. Pocas semanas después, el aficionado astorgano que ha localizado decenas de petroglifos del Calcolítico en Maragatería contactó con Ángel Sarmiento, «el descubridor, sin saberlo, de un petroglifo» en un lugar situado a 800 metros de Peña Mortero.
Juan Carlos Campos estudió la roca, grabada con cerca de una treintena de pequeñas cazoletas (marcar circulares) rodeando a las dos principales. También hay surcos que, cuando se llenan de agua, conectan unas cazoletas con otras, formando un ‘plano’ que no parece casual. Campos hizo una ‘batida’ por los parajes próximos a Peña Mortero y encontró otro agrupamiento de cazoletas situado en un pequeño afloramiento de cuarcita. Le llamó la atención que la roca está decorada con una variedad de cazoletas de mayor tamaño a otras que ha localizado en Maragatería y la Cepeda.
Estos hallazgos parecen reforzar su teoría inicial de que se trataría de un enclave ritual prehistórico: Peña Mortero sería el epicentro del santuario y los petroglifos del entorno delimitarían este espacio sagrado de más de 4.000 años de antigüedad. Este espacio sagrado se encuentra a sólo cinco kilómetros en línea recta de la localidad zamorana de Arrabalde, donde se conserva el conocido dolmen denominado El Casetón o La Casa de los Moros.
La aparición de este nuevo enclave prehistórico, muy alejado de las otras estaciones rupestres localizadas por Campos, situada entre la Sierra de la Culebra y el Teleno, permite hablar de una ruta de petroglifos que conecta la meseta con Galicia.
últimos hallazgos
02/01/2013
02/01/2013
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Castillo de la Valduerna
La roca conocida como ‘La pisada del moro y la mora’, en la que hay dos huellas podomorfas, está rodeada por una treintena de petroglifos con forma de herradura.
Priaranza de Valduerna
Junto a la presa La Degollada hay una gran piedra tres metros de ancho llena de petroglifos.
Quintanilla de Somoza
Campos localizó hace un año un altar rupestre en Quintanilla de Somoza. Es una gran losa tallada y decorada con decenas de cazoletas.
LLANOS DE ALBA / Patrimonio
28-12-12
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28-12-12
Ecologistas denuncia la destrucción del castillo
Alega que Tudela Veguín quiere ampliar su cantera allí
Los ecologistas critican la falta de respeto de la empresa por el patrimonio cultural.
E. Niño/ La Pola
Ecologistas en Acción ha emitido un comunicado en el que denuncia que la cementera Tudela Veguín se propone ampliar la cantera ‘El Calero y Demasía’ en la dirección norte-este, sobre el entorno de protección del Castillo de Llanos de Alba. En este sentido, señala que la empresa “presenta un documento inicial para la evaluación de impacto ambiental que ignora la presencia del castillo en el ámbito de la explotación minera prevista”.
La asociación conservacionista -que viene denunciando desde 2005 el peligro de destrucción del Castillo por el avance de la cantera- se ha dirigido a los Servicios Territoriales de Medio Ambiente y Cultura para que exijan a la empresa cementera que asuma de una vez por todas el compromiso de respetar el yacimiento arqueológico del castillo de Llanos de Alba, excluyendo de la actividad extractiva el entorno de protección de este Bien de Interés Cultural, delimitado por la Comisión Territorial de Patrimonio.
Alegan que “parece mentira que haya que seguir recordando a Tudela Veguín que los restos arqueológicos del Castillo de Llanos de Alba están protegidos por imperativo legal y gozan de la máxima protección como Bien de Interés Cultural. Esta fortificación de Alfonso III (s. IX) constituye, según los expertos, uno de los hitos más señeros del Patrimonio Histórico de la provincia de León, tanto por tratarse, desde el punto de vista histórico, de uno de sus castillos más antiguos -junto con los de Luna y Gordón- , como por presentar restos arquitectónicos muy estimables, especialmente obras defensivas -foso y muralla-, así como un baluarte en la zona superior, restos de cuya belleza puede dar fe cualquier persona sensible que se acerque a visitarlos”.
Finalmente recalcan que “el mismo desprecio y falta de escrúpulos que muestra la cementera por el patrimonio cultural, lo viene mostrando por la salud pública y el medio ambiente, al utilizar residuos como combustibles alternativos para hacer cemento, actividad que comenzó en 2009, y que pretende ampliar ahora utilizando rechazos de centros de tratamiento de residuos urbanos (CTR) y envases de todo tipo”
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La asociación conservacionista -que viene denunciando desde 2005 el peligro de destrucción del Castillo por el avance de la cantera- se ha dirigido a los Servicios Territoriales de Medio Ambiente y Cultura para que exijan a la empresa cementera que asuma de una vez por todas el compromiso de respetar el yacimiento arqueológico del castillo de Llanos de Alba, excluyendo de la actividad extractiva el entorno de protección de este Bien de Interés Cultural, delimitado por la Comisión Territorial de Patrimonio.
Alegan que “parece mentira que haya que seguir recordando a Tudela Veguín que los restos arqueológicos del Castillo de Llanos de Alba están protegidos por imperativo legal y gozan de la máxima protección como Bien de Interés Cultural. Esta fortificación de Alfonso III (s. IX) constituye, según los expertos, uno de los hitos más señeros del Patrimonio Histórico de la provincia de León, tanto por tratarse, desde el punto de vista histórico, de uno de sus castillos más antiguos -junto con los de Luna y Gordón- , como por presentar restos arquitectónicos muy estimables, especialmente obras defensivas -foso y muralla-, así como un baluarte en la zona superior, restos de cuya belleza puede dar fe cualquier persona sensible que se acerque a visitarlos”.
Finalmente recalcan que “el mismo desprecio y falta de escrúpulos que muestra la cementera por el patrimonio cultural, lo viene mostrando por la salud pública y el medio ambiente, al utilizar residuos como combustibles alternativos para hacer cemento, actividad que comenzó en 2009, y que pretende ampliar ahora utilizando rechazos de centros de tratamiento de residuos urbanos (CTR) y envases de todo tipo”
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Alegan que “parece mentira que haya que seguir recordando a Tudela Veguín que los restos arqueológicos del Castillo de Llanos de Alba están protegidos por imperativo legal y gozan de la máxima protección como Bien de Interés Cultural. Esta fortificación de Alfonso III (s. IX) constituye, según los expertos, uno de los hitos más señeros del Patrimonio Histórico de la provincia de León, tanto por tratarse, desde el punto de vista histórico, de uno de sus castillos más antiguos -junto con los de Luna y Gordón- , como por presentar restos arquitectónicos muy estimables, especialmente obras defensivas -foso y muralla-, así como un baluarte en la zona superior, restos de cuya belleza puede dar fe cualquier persona sensible que se acerque a visitarlos”.
Finalmente recalcan que “el mismo desprecio y falta de escrúpulos que muestra la cementera por el patrimonio cultural, lo viene mostrando por la salud pública y el medio ambiente, al utilizar residuos como combustibles alternativos para hacer cemento, actividad que comenzó en 2009, y que pretende ampliar ahora utilizando rechazos de centros de tratamiento de residuos urbanos (CTR) y envases de todo tipo”
28-12-12
La Junta aprueba el vial de La Lastra que tapará el vicus de Puente Castro
El proyecto prevé elevar el puente para no destruir los vestigios de Ad Legionem.
cristina fanjul | león 28/12/2012
Dos meses después del dictamen que, en una pirueta semántica, defendía la conservación de la ciudad romana y su enterramiento, la Comisión de Patrimonio Cultural de Valladolid aprobaba la semana pasada el proyecto de conexión entre La Lastra y Puente Castro presentado por el Ayuntamiento de León. Con esta decisión se desbloquean dos años de polémicas durante los cuales la brecha entre ambos barrios de la ciudad ha permanecido abierta.
Según fuentes consultadas por DIARIO DE LEÓN, el proyecto defendido por el Consistorio modifica ligeramente el plan que en su día presentara el PSOE. Así, la conexión continuará el mismo trazado, si bien se retoca con el fin de que el vial no conlleve la necesaria destrucción de gran parte de los vestigios que preveía el proyecto anterior. Para ello, los técnicos municipales han diseñado una elevación del vial a la altura de la boca del puente con el fin de preservar las construcciones romanas, aunque éstas tendrán que ser finalmente tapadas. La concejala de Urbanismo, Belén Martín Granizo, ha rechazado ampliar la información. En cualquier caso, se hace preciso recordar que el pasado 10 de octubre, la propia edil aseguraba que el proyecto que tenían pensado presentar a Patrimonio no desviaría el trazado inicial y subrayaba que hacerlo «no tendría sentido». «La zona de afección del yacimiento es de veinte hectáreas, con lo que el resultado sería el mismo aunque desviáramos el vial. El trazado se mantendrá de rotonda a puente», concluía.
Belén Martín Granizo también se ha negado a aportar los plazos del comienzo de la obra, así como la inversión que conllevará o si ya hay una partida destinada a tal fin. En este sentido, hay que recordar que esta obra fue una de las promesas del cartel electoral de Emilio Gutiérrez.
El proyecto cumple con el dictamen de la Comisión de Patrimonio Cultural celebrada el pasado mes de octubre, que en su espíritu —si bien no en su letra— permitía tapar parte de los restos romanos de Puente Castro para salvar la conexión del barrio con La Lastra. Y eso a pesar de que la orden hacía hincapié en la importancia histórica y arqueológica de los restos y estimaba la necesidad de que se tomaran medidas para que el vicus —a la intemperie— no se erosionara durante el tiempo que se prolongara la elaboración de un nuevo plan.
Tampoco ha querido hacer declaraciones el director general de Patrimonio. Enrique Sáiz ha preferido que sea Martín Granizo la que de las explicaciones que considere pertinentes. En todo caso, el responsable de la Junta de Castilla y León ya manifestó en su día que el vicus de Ad Legionem es uno de los más importantes de León y su alcance para España también resulta sobresaliente. Entre otras cosas, Saiz recordó que los restos permiten contemplar los espacios públicos y privados de la ciudad romana.
Y es que las catas en el yacimiento sacaron a la luz numerosas construcciones y piezas que revelan la importancia que debió tener el enclave. En el 2001 aparecieron numerosas monedas que muestran la efigie de Filipo el árabe y que refuerzan la importancia que el vicus tuvo como arrabal o cannaba del campamento romano. Estas monedas vienen a consolidar la teoría de que la ciudad se convirtió en la residencia a la que acudían muchos de los legionarios que habían establecido lazos familiares y que, al licenciarse, decidían permanecer también junto a su prole.
cristina fanjul | león 28/12/2012
Dos meses después del dictamen que, en una pirueta semántica, defendía la conservación de la ciudad romana y su enterramiento, la Comisión de Patrimonio Cultural de Valladolid aprobaba la semana pasada el proyecto de conexión entre La Lastra y Puente Castro presentado por el Ayuntamiento de León. Con esta decisión se desbloquean dos años de polémicas durante los cuales la brecha entre ambos barrios de la ciudad ha permanecido abierta.
Según fuentes consultadas por DIARIO DE LEÓN, el proyecto defendido por el Consistorio modifica ligeramente el plan que en su día presentara el PSOE. Así, la conexión continuará el mismo trazado, si bien se retoca con el fin de que el vial no conlleve la necesaria destrucción de gran parte de los vestigios que preveía el proyecto anterior. Para ello, los técnicos municipales han diseñado una elevación del vial a la altura de la boca del puente con el fin de preservar las construcciones romanas, aunque éstas tendrán que ser finalmente tapadas. La concejala de Urbanismo, Belén Martín Granizo, ha rechazado ampliar la información. En cualquier caso, se hace preciso recordar que el pasado 10 de octubre, la propia edil aseguraba que el proyecto que tenían pensado presentar a Patrimonio no desviaría el trazado inicial y subrayaba que hacerlo «no tendría sentido». «La zona de afección del yacimiento es de veinte hectáreas, con lo que el resultado sería el mismo aunque desviáramos el vial. El trazado se mantendrá de rotonda a puente», concluía.
Belén Martín Granizo también se ha negado a aportar los plazos del comienzo de la obra, así como la inversión que conllevará o si ya hay una partida destinada a tal fin. En este sentido, hay que recordar que esta obra fue una de las promesas del cartel electoral de Emilio Gutiérrez.
El proyecto cumple con el dictamen de la Comisión de Patrimonio Cultural celebrada el pasado mes de octubre, que en su espíritu —si bien no en su letra— permitía tapar parte de los restos romanos de Puente Castro para salvar la conexión del barrio con La Lastra. Y eso a pesar de que la orden hacía hincapié en la importancia histórica y arqueológica de los restos y estimaba la necesidad de que se tomaran medidas para que el vicus —a la intemperie— no se erosionara durante el tiempo que se prolongara la elaboración de un nuevo plan.
Tampoco ha querido hacer declaraciones el director general de Patrimonio. Enrique Sáiz ha preferido que sea Martín Granizo la que de las explicaciones que considere pertinentes. En todo caso, el responsable de la Junta de Castilla y León ya manifestó en su día que el vicus de Ad Legionem es uno de los más importantes de León y su alcance para España también resulta sobresaliente. Entre otras cosas, Saiz recordó que los restos permiten contemplar los espacios públicos y privados de la ciudad romana.
Y es que las catas en el yacimiento sacaron a la luz numerosas construcciones y piezas que revelan la importancia que debió tener el enclave. En el 2001 aparecieron numerosas monedas que muestran la efigie de Filipo el árabe y que refuerzan la importancia que el vicus tuvo como arrabal o cannaba del campamento romano. Estas monedas vienen a consolidar la teoría de que la ciudad se convirtió en la residencia a la que acudían muchos de los legionarios que habían establecido lazos familiares y que, al licenciarse, decidían permanecer también junto a su prole.
Adjudicado a Decolesa S.A. el proyecto de restauración de fachadas medianeras en el entorno de FEVE
Este mediodía, la Mesa de Contratación del ‘Concurso para la redacción del proyecto de ejecución y construcción de las obras de restauración de fachadas medianeras en el entorno del corredor de FEVE en León’ (en la plaza de Juan de Austria y el cruce de Álvaro López Núñez con Ramón y Cajal y Maristas) ha fallado que Decolesa S.A. es la empresa adecuada para la gestión del proyecto.
El concurso, que se realizó por procedimiento abierto, contó con la presentación de 8 empresas.
Para la adjudicación del proyecto se valoró la adecuación e idoneidad de la propuesta, la documentación gráfica e imagen urbana, la mejora de la eficiencia energética de la fachada, las posibles mejoras a ejecutar por los propietarios del inmueble, el precio, el plazo de ejecución y el control de calidad.
Además de los aspectos subjetivos de la mejora de la escena urbana, se consideran fundamentales las soluciones técnicas de mejora del funcionamiento energético del edificio, en concreto la mejora de las condiciones de aislamiento térmico de las fachadas sobre las que se interviene para no perder de vista el compromiso con la sostenibilidad y la eficiencia energética.
La Mesa de Contratación que valoró por consenso que la mejor oferta presentada era la de Decolesa S.A., está formada por la presidenta, secretario y director del Consejo de Administración del ILRUV S.A., un vocal de cada uno de los grupos políticos con representación en el Consejo de Administración (PP, PSOE y UPL) y el secretario de la gestora Administrativa del ILRUV S.A.
Presupuesto
El entorno de la Plaza Juan de Austria: 82.310,92 €.
La zona del cruce de Álvaro López Núñez con la calle Ramón y Cajal y Maristas: 87.107,44 €
Las obras están subvencionadas en un 100% por fondos de FEVE, en cumplimiento del Convenio de Colaboración entre el Ayuntamiento de León y la entidad pública empresarial Ferrocarriles de vía Estrecha (FEVE) para la financiación de medidas de mejora de las condiciones medioambientales, de aislamiento acústico, de eficiencia energética y de la escena urbana de las edificaciones y red espacios libres del corredor de FEVE entre la Plaza Juan de Austria y la estación de Matallana.
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El concurso, que se realizó por procedimiento abierto, contó con la presentación de 8 empresas.
Para la adjudicación del proyecto se valoró la adecuación e idoneidad de la propuesta, la documentación gráfica e imagen urbana, la mejora de la eficiencia energética de la fachada, las posibles mejoras a ejecutar por los propietarios del inmueble, el precio, el plazo de ejecución y el control de calidad.
Además de los aspectos subjetivos de la mejora de la escena urbana, se consideran fundamentales las soluciones técnicas de mejora del funcionamiento energético del edificio, en concreto la mejora de las condiciones de aislamiento térmico de las fachadas sobre las que se interviene para no perder de vista el compromiso con la sostenibilidad y la eficiencia energética.
La Mesa de Contratación que valoró por consenso que la mejor oferta presentada era la de Decolesa S.A., está formada por la presidenta, secretario y director del Consejo de Administración del ILRUV S.A., un vocal de cada uno de los grupos políticos con representación en el Consejo de Administración (PP, PSOE y UPL) y el secretario de la gestora Administrativa del ILRUV S.A.
Presupuesto
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La zona del cruce de Álvaro López Núñez con la calle Ramón y Cajal y Maristas: 87.107,44 €
Las obras están subvencionadas en un 100% por fondos de FEVE, en cumplimiento del Convenio de Colaboración entre el Ayuntamiento de León y la entidad pública empresarial Ferrocarriles de vía Estrecha (FEVE) para la financiación de medidas de mejora de las condiciones medioambientales, de aislamiento acústico, de eficiencia energética y de la escena urbana de las edificaciones y red espacios libres del corredor de FEVE entre la Plaza Juan de Austria y la estación de Matallana.
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El almacén de la Legio VII en León
El almacén de la Legio VII en León
In 7-Roma on mayo 16, 2012 at 12:30
leonoticias.com 06/12/2012
El Ayuntamiento de León cree que "más pronto que tarde" los leoneses podrán visitar la cripta arqueológica de Puerta Obispo situada junto a la Catedral de León.
Así lo ha asegurado el alcalde de la ciudad, Emilio Gutiérrez, quien ha asegurado que la voluntad del Consistorio es elaborar un nuevo proyecto después de que la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural rechazara el elaborado para la cubrición de las escaleras de acceso a la cripta.
El Ayuntamiento plenteó semanas atrás la colocación de una estructura metálica de 20 metros cuadrados y tres metros de altura, con cerramiento de vidrio incoloro y cubierta de chapa, a fin de que a través de ella se pudiera reabrir este espacio arqueológico.
La Comisión informó desfavorablemente dado que la solución volumétrica propuesta alteraba "significativamente la percepción general de la Catedral, en especial desde la puerta del Palacio Episcopal, no siendo adecuada su ejecución al no considerarse apropiada la instalación de elementos que estén situados por encima de la cota de circulación".
Ahora es el alcalde de León quien ha advertido de que habrá un proyecto alternativo "a cota de calle" con el que se superarán las prescripciones de Patrimonio y se recuperará la visitabilidad de los restos.
Según Emilio Gutiérrez ese proceso podría conllevar un periodo de tiempo próximo a los tres meses, a partir de los cuales la cripta podría reabrir sus puertas.
Accidentada vida
La cripta arqueológica de Puerta Obispo ha tenido una accidentada vida desde que en 1997 fuera inaugurada por el Príncipe de Asturias. Entonces, y con Mario Amilivia (hoy presidente del Consejo Consultivo) como alcalde, se aseguró que la cripta sería visitable por el público en "unos meses".
Sin embargo diferencias con la constructora provocaron que los restos corresponden a una parte de lo que fue 'Porta Principalis Sinistra', a través de la que se accedía al campamento de la Legio VII, permanecieran bajo un candado.
El 9 de marzo de 2006, y tras nueve años de espera, la cripta de la Puerta Obispo a los pies de la Catedral dejó de ser una incógnita tras abrir sus puertas y mostrar al público los restos de unas enormes termas y parte de lo que en su día fue la Porta Pirncipalis.
Tras la visita de más de 30.000 personas por problemas entre el consistorio leonés y la empresa adjudicataria de la peatonalización de la Calle Ancha unos meses más tarde cerraba y dejaba ocultos uno de los restos del pasado de la ciudad más importantes.
Así lo ha asegurado el alcalde de la ciudad, Emilio Gutiérrez, quien ha asegurado que la voluntad del Consistorio es elaborar un nuevo proyecto después de que la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural rechazara el elaborado para la cubrición de las escaleras de acceso a la cripta.
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La Comisión informó desfavorablemente dado que la solución volumétrica propuesta alteraba "significativamente la percepción general de la Catedral, en especial desde la puerta del Palacio Episcopal, no siendo adecuada su ejecución al no considerarse apropiada la instalación de elementos que estén situados por encima de la cota de circulación".
Ahora es el alcalde de León quien ha advertido de que habrá un proyecto alternativo "a cota de calle" con el que se superarán las prescripciones de Patrimonio y se recuperará la visitabilidad de los restos.
Según Emilio Gutiérrez ese proceso podría conllevar un periodo de tiempo próximo a los tres meses, a partir de los cuales la cripta podría reabrir sus puertas.
Accidentada vida
La cripta arqueológica de Puerta Obispo ha tenido una accidentada vida desde que en 1997 fuera inaugurada por el Príncipe de Asturias. Entonces, y con Mario Amilivia (hoy presidente del Consejo Consultivo) como alcalde, se aseguró que la cripta sería visitable por el público en "unos meses".
Sin embargo diferencias con la constructora provocaron que los restos corresponden a una parte de lo que fue 'Porta Principalis Sinistra', a través de la que se accedía al campamento de la Legio VII, permanecieran bajo un candado.
El 9 de marzo de 2006, y tras nueve años de espera, la cripta de la Puerta Obispo a los pies de la Catedral dejó de ser una incógnita tras abrir sus puertas y mostrar al público los restos de unas enormes termas y parte de lo que en su día fue la Porta Pirncipalis.
Tras la visita de más de 30.000 personas por problemas entre el consistorio leonés y la empresa adjudicataria de la peatonalización de la Calle Ancha unos meses más tarde cerraba y dejaba ocultos uno de los restos del pasado de la ciudad más importantes.
Patrimonio decide si deja bajar a la cripta de la Catedral por una burbuja
cristina fanjul | león 28/11/2012
Imagen de parte de los vestigios de las termas romanas que alberga la cripta de Puerta Obispo.ramiro
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La Comisión de Patrimonio puede poner hoy punto y final a años de polémicas durante los cuales la cripta de la Catedral, que esconde los restos de la Porta Principalis Sinistra y las termas romanas, ha permanecido sellada para los leoneses. Esta zona del yacimiento de la Legio VII permaneció abierta durante dos meses —entre julio y septiembre— del año 2006 y se convirtió en uno de los focos turísticos más importantes de la ciudad, acogiendo alrededor de 30.000 visitantes. Sin embargo, ese mismo año volvió a cerrarse y desde entonces ha permanecido clausurada. Si en un principio la cripta se mantuvo cerrada a causa de una supuesta deuda con la constructora, en la actualidad la causa de que la cripta permanezca en el limbo está en las malas condiciones en las que se encuentran los accesos al interior. Y es que la gran puerta metálica que da entrada a esta urna arqueológica está deteriorada y dilatada por la lluvia y la humedad.
Rechazado en la ponencia
La concejalía de Urbanismo ha presentado un proyecto en la Junta para modificar los accesos que, según ha declarado la edil delegada, Belén Martín Granizo, cuenta con el visto bueno del arquitecto del plan director de la Catedral, Mariano Sáenz de Miera. El plan se basa en la construcción de una burbuja de cristal, una obra que evita tocar los vestigios y que, al tiempo, los mantiene protegidos.
Sin embargo, y según ha podido saber DIARIO DE LEÓN, la ponencia técnica celebrada la semana pasada informó de manera negativa este proyecto. Si los miembros de la Comisión reunidos hoy bajo la presidencia del delegado de la Junta, Guillermo García, siguen las pautas de la ponencia, el Ayuntamiento tendrá que presentar una alternativa en un mes.
El concejal de Cultura, Juan pablo García Valadés, se comprometió hace un año a reabrir la cripta en menos de doce meses y hacía hincapié en que se trataba de una actuación «totalmente viable». Y es que las tres criptas de la anunciada en su momento como ‘ruta romana’ —formada por varios sótanos con restos romanos y por las murallas y otras construcciones visibles a simple vista—, se encuentran cerradas al público, y sólo una de la calle Cascalerías es visitable.
Un yacimiento único, con restos del mundo romano, omeya y medieval
28/11/2012
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La cripta de la Catedral resguarda los restos de la Porta Principalis Sinistra y parte de las termas romanas, cuyas dimensiones eran superiores a las de la Pulchra. Los primeros restos de los baños romanos se encontraron en el siglo XIX bajo la Catedral. También aparecieron nuevos restos con las obras de pavimentación del entorno de la Catedral en 1996, que decidieron preservarse en el interior de esta zona del yacimiento.
La Porta Principalis Sinistra permitia el paso al campamento de la Legio VII desde el Este. Durante la Edad Media recibió el nombre de Puerta Obispo. Habia tambien una Porta Principalis Dextra, (en el lugar que hoy ocupa la Diputación). Ambas estaban unidas por la Via Principalis (calle Ancha), la mas importante del campamento, que daba acceso al cuartel general (los Principia), ubicados en la calle de San Pelayo.
La cripta de Puerta Obispo es uno de los yacimientos más interesantes del noroeste peninsular para interpretar el periodo romano y medieval.
Las excavaciones sacaron a la luz alrededor de doce mil piezas que dan fe de una secuencia estatigráfica que demuestra que León siguió siendo ciudad en la época tardoantigua. Entre los restos más notables destaca una basa romana que se reutilizó en la catedral románica y en la que puede leerse ‘Cristo está aquí’, no menos de sesenta monedas (30 altoimperiales, 30 bajo imperaiales y dos medievales) que pudieron caérseles a los legionarios cuando éstos acudían a las letrinas, una pechera romana realizada en bronce —que en estos momentos se restaura y que da pistas sobre la muralla de la ciudad— , y restos de cerámicas medievales islámicas pertenecientes al periodo omeya que sólo se han encontrado en Córdoba, Granada y Mérida.
9-11-12
27 empresas pujan por San Lorenzo
La adjudicación será antes de febrero y la obra deberá estar lista en julio de 2014
De cumplirse los plazos, San Lorenzo volverá a abrir sus puertas en julio de 2014. CRISTINA DOMÍNGUEZ
C. Domínguez / Sahagún
Un total de 27 empresas especializadas en restauración de bienes inmuebles histórico-artísticos han mostrado su interés por participar en el proceso de licitación de las obras de rehabilitación de la iglesia mudéjar de San Lorenzo de Sahagún.
Según fuentes de la Junta de Castilla y León –Administración que sufragará las obras y quien las contratará– las solicitudes de las 27 compañías “han sido admitidas” de forma inicial y, en los próximos días, se procederá al análisis de las ofertas económicas, un paso decisivo que determinará finalmente quién de ellas acomete la intervención.
Además del importe más ventajoso, la Mesa de Contratación tendrá en cuenta a la hora de valorar a la empresa adjudicataria aspectos como la calidad de los materiales a emplear, los medios materiales y personales que la empresa pondrá a disposición de la obra, las medidas de seguridad, salud y gestión de residuos o el plazo de garantía, que inicialmente será de un año a contar desde la entrega de obra.
En cuanto al presupuesto base de licitación, éste está fijado en 810.584 euros, IVA incluido. De esta cantidad, 452.058 euros están consignados en el presupuesto de comunidad del ejercicio 2013 y, el resto, para 2014, con cargo a la Consejería de Cultura y Turismo.
De cumplirse con los plazos iniciales establecidos, la adjudicación de las obras de restauración de la iglesia de San Lorenzo tendrá lugar antes del mes de febrero de 2013 y, la firma del acta de replanteo e inicio de obra, hacia el mes de marzo. Dieciséis meses después, en julio de 2014 las puertas del templo debería volver a abrirse. Seis años habrán pasado desde el derrumbe que puso en evidencia el lamentable estado de deterioro del inmueble, declarado Bien de Interés Cultural.
La intervención
Los 810.584 euros que dedicará la Junta de Castilla y León a la iglesia de San Lorenzo no permitirán su restauración integral, si bien el templo podrán restablecer su dinámica en cuanto al culto religioso y visitas de carácter turístico.
Así todo, las actuaciones previstas –según la información facilitada en su día por la Administración regional– son la consolidación de las pilastras del pórtico meridional, la incorporación de diafragma estructural en la cubierta de la galería y la eliminación de los actuales apeos.
También se repondrán los arcos y fábricas que definen las dos capillas del interior y se restaurarán las cubiertas de nave central y laterales y la armadura de par y nudillo existente bajo la nave central. Además se mejorará el pavimento situado bajo el pórtico y en su entorno inmediato, con adecuación del sistema de ventilación y evacuación de pluviales, y limpieza general del interior de la torre y protección de sus vanos. 6
Un total de 27 empresas especializadas en restauración de bienes inmuebles histórico-artísticos han mostrado su interés por participar en el proceso de licitación de las obras de rehabilitación de la iglesia mudéjar de San Lorenzo de Sahagún.
Según fuentes de la Junta de Castilla y León –Administración que sufragará las obras y quien las contratará– las solicitudes de las 27 compañías “han sido admitidas” de forma inicial y, en los próximos días, se procederá al análisis de las ofertas económicas, un paso decisivo que determinará finalmente quién de ellas acomete la intervención.
Además del importe más ventajoso, la Mesa de Contratación tendrá en cuenta a la hora de valorar a la empresa adjudicataria aspectos como la calidad de los materiales a emplear, los medios materiales y personales que la empresa pondrá a disposición de la obra, las medidas de seguridad, salud y gestión de residuos o el plazo de garantía, que inicialmente será de un año a contar desde la entrega de obra.
En cuanto al presupuesto base de licitación, éste está fijado en 810.584 euros, IVA incluido. De esta cantidad, 452.058 euros están consignados en el presupuesto de comunidad del ejercicio 2013 y, el resto, para 2014, con cargo a la Consejería de Cultura y Turismo.
De cumplirse con los plazos iniciales establecidos, la adjudicación de las obras de restauración de la iglesia de San Lorenzo tendrá lugar antes del mes de febrero de 2013 y, la firma del acta de replanteo e inicio de obra, hacia el mes de marzo. Dieciséis meses después, en julio de 2014 las puertas del templo debería volver a abrirse. Seis años habrán pasado desde el derrumbe que puso en evidencia el lamentable estado de deterioro del inmueble, declarado Bien de Interés Cultural.
La intervención
Los 810.584 euros que dedicará la Junta de Castilla y León a la iglesia de San Lorenzo no permitirán su restauración integral, si bien el templo podrán restablecer su dinámica en cuanto al culto religioso y visitas de carácter turístico.
Así todo, las actuaciones previstas –según la información facilitada en su día por la Administración regional– son la consolidación de las pilastras del pórtico meridional, la incorporación de diafragma estructural en la cubierta de la galería y la eliminación de los actuales apeos.
También se repondrán los arcos y fábricas que definen las dos capillas del interior y se restaurarán las cubiertas de nave central y laterales y la armadura de par y nudillo existente bajo la nave central. Además se mejorará el pavimento situado bajo el pórtico y en su entorno inmediato, con adecuación del sistema de ventilación y evacuación de pluviales, y limpieza general del interior de la torre y protección de sus vanos. 6
9-11-12
«Cuesta más tapar la ciudad romana de Puente Castro que musealizarla»
e. gancedo | león 09/11/2012
Imagen en la que se aprecia la extensión del yacimiento romano y el puente de La Lastra que se interrumpe ante él.arqueomalacología
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Aunque largo, el nombre de la conferencia es ya de por sí suficientemente clarificador: El patrimonio como futuro: el caso de Ad Legionem (Puente Castro, León). Subtítulo: Cómo se está gestionando el patrimonio en León y cómo podría gestionarse para convertirlo en una fuente turística de primer orden. Se trata de la charla que ofrecerán hoy a las 20.30 horas en el Museo de las Tres Culturas de Puente Castro (iglesia vieja) los jóvenes arquéologos Víctor Bejega García y Eduardo González López de Agüero con organización de Aljama, asociación de vecinos del citado barrio leonés.
Bejega participó activamente en la excavación de los restos de la población romana o vicus de Ad Legionem VII Gemina, sobre la que versa la charla-debate de hoy, así como en otra decena de yacimientos repartidos por el Noroeste ibérico. Explica este experto que el debate girará «en torno al modelo de gestión patrimonial actual», pero que también plantearán la pregunta «patrimonio, ¿problema o solución?», con el fin de intentar ofrecer «una visión distinta del patrimonio en contraposición a la imagen negativa asociada a la época dorada del ladrillo, donde se identificaba arqueología como ‘retrasa-obras’». Para Bejega, resultaría «más caro tapar el yacimiento que ponerlo en valor», ya que por extensión y conservación no sería difícil «musealizarlo» de forma que el ciudadano pueda, por ejemplo, caminar entre sus calles. La conferencia, detalló Bejega, contará con dos partes: «Una aproximación al yacimiento de Ad Legionem, respondiendo a cuestiones como ¿qué es? y ¿qué hay en él? y otra, en la que argumentaremos por qué puede ser una fuente de riqueza para la ciudad». Y es que, a juicio de este arqueólogo, «casi si exceptuamos la Catedral y San Isidoro, el resto del patrimonio leonés, sobre todo el romano, está abandonado».
5-11-12
PATRIMONIO / Arte prehistórico
‘Cueva Rodolfo’, un hallazgo ya descubierto
El ‘reciente’ descubrimiento de nuevas pinturas rupestres en El Bierzo data al menos de hace una década
Un grupo de antropomorfos de la ‘Cueva Rodolfo’. MARTIN FERRE
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F. Labarga / Ponferrada
El anuncio del descubrimiento de una veintena de pinturas rupestres en la bautizada ‘cueva Rodolfo’, el pasado 25 de octubre en León en el marco de las II Jornadas de Jóvenes Investigadores en el Valle del Duero, por el arqueólogo Feliciano Cadierno, fue, por decirlo así, un tanto precipitado, pues a tenor de quienes conocen al detalle esas pinturas y el abrigo rocoso en el que se encuentran, dicho descubrimiento no es tal, pues hace prácticamente una década que se sabe de su existencia y hace cinco años ya fue conocida personalmente por un arqueólogo de la provincia.
Es más, Casimiro Martinferre, un aficionado berciano a la arqueología y a las pinturas rupestres, visitó personalmente esa cueva ya hace cuatro años, acompañado de un guarda forestal de la Reserva de Caza de Los Ancares y de un conocido fotógrafo y naturalista berciano.
Desde entonces, Martinferre, que es autor del libro ‘Manuscrito de los Brujos’, en el que analiza y reproduce mediante acuarelas una parte importante de las principales pinturas rupestres esquemáticas de la provincia de León, acudió en numerosas ocasiones a esa cueva, que no es tal, sino más bien un pequeño abrigo rocoso en la cuarcita ubicado en las proximidades de un afluente del río Cúa, en el entorno de Fresnedelo, pueblo del valle de Fornela, en el municipio de Peranzanes. El objetivo de Martinferre fue el de fotografiar y reproducir con gran detalle mediante acuarelas los motivos de las pinturas, con el fin de publicar (a su costa y sin subvención alguna) una nueva entrega de ese magnífico ‘Manuscrito de los Brujos’.
Han sido años de estudio y trabajo en ese abrigo de difícil acceso y, aunque humildemente reconoce que el no es arqueólogo profesional, no entiende tampoco que un científico honesto quiera capitalizar un hallazgo suficientemente conocido por la comunidad científica.
Tampoco comparte tanto secretismo sobre la cueva ni los criterios que sostienen que hay que cerrarla al público para evitar su deterioro: “Resulta muy curioso que antes de darlo a conocer quieran enjaularlo. Detrás de este falso afán protector se esconde el egoísmo profesional. Recuerdo que en el Furacón de los Moros (estación Esquemática de Librán) fue incluso peor, pues para cerrarlo se montó como excusa un expolio de pinturas que nunca existió”, denuncia Martinferre.
En una interpretación generosa del hecho, cabe la posibilidad de que Cadierno, que confiesa que conoció la cueva por primera vez el martes 23 de octubre, avanzara su ‘descubrimiento’ movido por el entusiasmo del explorador. Sin embargo, la fotografía del monigote o antropomorfo que aparece en la La Crónica de León del pasado 26 de octubre no deja lugar a dudas de que se trata de ese abrigo rocoso de sobra conocido por arqueólogos y aficionados y en el que Martinferre ha trabajado concienzudamente en los últimos años. El descubrimiento de esa cueva es algo similar al descubrimiento de los fréjoles en remojo.
El anuncio del descubrimiento de una veintena de pinturas rupestres en la bautizada ‘cueva Rodolfo’, el pasado 25 de octubre en León en el marco de las II Jornadas de Jóvenes Investigadores en el Valle del Duero, por el arqueólogo Feliciano Cadierno, fue, por decirlo así, un tanto precipitado, pues a tenor de quienes conocen al detalle esas pinturas y el abrigo rocoso en el que se encuentran, dicho descubrimiento no es tal, pues hace prácticamente una década que se sabe de su existencia y hace cinco años ya fue conocida personalmente por un arqueólogo de la provincia.
Es más, Casimiro Martinferre, un aficionado berciano a la arqueología y a las pinturas rupestres, visitó personalmente esa cueva ya hace cuatro años, acompañado de un guarda forestal de la Reserva de Caza de Los Ancares y de un conocido fotógrafo y naturalista berciano.
Desde entonces, Martinferre, que es autor del libro ‘Manuscrito de los Brujos’, en el que analiza y reproduce mediante acuarelas una parte importante de las principales pinturas rupestres esquemáticas de la provincia de León, acudió en numerosas ocasiones a esa cueva, que no es tal, sino más bien un pequeño abrigo rocoso en la cuarcita ubicado en las proximidades de un afluente del río Cúa, en el entorno de Fresnedelo, pueblo del valle de Fornela, en el municipio de Peranzanes. El objetivo de Martinferre fue el de fotografiar y reproducir con gran detalle mediante acuarelas los motivos de las pinturas, con el fin de publicar (a su costa y sin subvención alguna) una nueva entrega de ese magnífico ‘Manuscrito de los Brujos’.
Han sido años de estudio y trabajo en ese abrigo de difícil acceso y, aunque humildemente reconoce que el no es arqueólogo profesional, no entiende tampoco que un científico honesto quiera capitalizar un hallazgo suficientemente conocido por la comunidad científica.
Tampoco comparte tanto secretismo sobre la cueva ni los criterios que sostienen que hay que cerrarla al público para evitar su deterioro: “Resulta muy curioso que antes de darlo a conocer quieran enjaularlo. Detrás de este falso afán protector se esconde el egoísmo profesional. Recuerdo que en el Furacón de los Moros (estación Esquemática de Librán) fue incluso peor, pues para cerrarlo se montó como excusa un expolio de pinturas que nunca existió”, denuncia Martinferre.
En una interpretación generosa del hecho, cabe la posibilidad de que Cadierno, que confiesa que conoció la cueva por primera vez el martes 23 de octubre, avanzara su ‘descubrimiento’ movido por el entusiasmo del explorador. Sin embargo, la fotografía del monigote o antropomorfo que aparece en la La Crónica de León del pasado 26 de octubre no deja lugar a dudas de que se trata de ese abrigo rocoso de sobra conocido por arqueólogos y aficionados y en el que Martinferre ha trabajado concienzudamente en los últimos años. El descubrimiento de esa cueva es algo similar al descubrimiento de los fréjoles en remojo.
1-11-12
Las mudanzas de la Legio VI
Las remodelaciones de los barracones de la Victrix descubiertas en las excavaciones en Puerta Castillo desvelan que hubo al menos tres movimientos de tropas .
cristina fanjul | león 01/11/2012
Imagen de una de las estancias en la que se ven todos los muros que aparecían: los de la Legio VI y los de la VII.talactor
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La Comisión Territorial de Patrimonio analizó ayer el proyecto arqueológico realizado en los útimos meses por la empresa Talactor en la Casona de Puerta Castillo. Entre las revelaciones destaca la recuperación de una serie de corazas de época de la Legio VII que suponen una de las colecciones más importantes de cuantas se conocen. La presencia de corazas de tipo segmentata, squamata y hamata, así como de otro tipo de objetos tales comomanicae, regatones o tachuelas decaligae, lleva a los expertos a pensar que las estancias excavadas pertenecen a la fábrica o almacén de armamento del campamento.
Asimismo, los trabajos han desenterrado diferentes construcciones que servirán para completar el plano de los campamentos legionarios. A modo de ejemplo, los arqueólogos explican que para el periodo de la Legio VII, la excavación ha completado la crujía occidental del gran edificio ubicado en esta zona, mientras que para periodos anteriores, una serie de construcciones permiten observar que durante los casi cien años de presencia de la Legio VI hubo numerosas reformas, cuatro de las cuales se han podido documentar en este solar. Según ha subrayado Emilio Campomanes, estas obras se realizaron a lo largo de tres generaciones, lo que da una idea de la movilidad de las tropas. Campomanes destaca además que un barracón tenía capacidad para una centuria (ochenta soldados), y la Legio VI llegó a tener entre cincuenta y sesenta barracones compartimentados en habitaciones de ocho.
En cuanto al edificio de la Legio VII, se trata del almacén de la Legio VII, una estructura que escondía en su interior un gran patio porticado y ocuparía diez mil metros cuadrados, llegando hasta el actual colegio de Ponce de León. El inmueble sería un edificio cuadrangular con un patio porticado en el centro. Por otro lado, y si bien parece que la teoría más plausible es que se trata efectivamente de un almacén, el hecho de localizar gran cantidad de armaduras en poco espacio ha hecho a los arqueólogos pensar en la existencia de una serie de dependencias denominadas fabricae dentro de un almacén mucho más grande. Estas fabricae o talleres no solían colocarse al norte, a favor de los vientos dominantes, ya que llenarían de humo el resto del campamento. «No obstante —aseguran— existen algunas excepciones». Otra de las opciones que se baraja para estas dependencias es que se trataran de armamentarium. La Comisión ha informado de que a partir de ahora será el Ayuntamiento quien deberá enviar el informe completo de los trabajos y las previsiones de integración de los restos hallados en este solar, puesto que el inmueble que lo alberga se adecuará como centro de interpretación del León Romano.
Por otro lado, la Comisión ha autorizado los trabajos de restauración del alfarje de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción en Grisuela del Páramo, con la recomendación de intervenir, en caso de que sea posible, en el reverso del artesonado para evaluar su situación. Se trata una armadura de cubierta policromada del tipo ochavado sobre pechinas planas y articulado con limas moamares realizada posiblemente a principios del siglo XVI. En Astorga, se autoriza las obras de acondicionamiento de la Capilla del Cristo de las Aguas de la Catedral, mediante la colocación de una tarima de madera y la protección de los zócalos. En cuanto al proyecto de pavimentación del puente de la localidad de Nogar, la Comisión ha decidido emitir un informe recomendando la sustitución del pavimento de hormigón impreso por una restauración del pavimento original, si quedaran restos del mismo. En caso contrario, sería oportuno colocar un pavimento de piedra acorde con las características históricas del puente.
22-10-12
La Comisión dictamina esta semana sobre el proyecto de Puerta Castillo
cristina fanjul | león 22/10/2012
El jefe territorial de Patrimonio, Jesús Courel, ha revelado que mañana martes se celebrará la ponencia informativa que estudiará el informe final de la excavación de Puerta Castillo y enviará la propuesta a la Comisión Territorial. Courel ha subrayado la posibilidad de que los técnicos valoren la posibilidad de modificar algún detalle de la obra proyectada en el interior del inmueble, si bien ha dejado claro que la decisión no tiene porqué afectar a la disposición de los huecos en la fachada.
La Comisión de Patrimonio decidirá el horizonte de la que se considera la zona cero del yacimiento romano de Léon, ya que es en esta parcela donde confluyen los cimientos de los dos campamentos legionarios que albergó León: la Legio VI Victrix y la Legio VII Gemina. Esta es la razón por la cual la Casona de Víctor de los Ríos se eligió como lugar para levantar el Centro de Interpretación del León Romano. Ahora, los técnicos dilucidarán si estas huellas— con más de dos mil años— se cubren o se mantienen a la vista de los leoneses.
En este sentido, la concejala socialista Evelia Fernández denunciaba el viernes la paralización de las obras de la Casona de Puerta Castillo. «Desde la concejalía nos han indicado que se trata de una parada excepcional a la espera de que la Comisión Territorial de Patrimonio resuelva sobre los restos hallados en las excavaciones, pero lo cierto es que la fachada continúa sin ninguna restauración y no está afectada por ese informe que alegan», explica la edil socialista.
Fernández apuntaba además que como ya ha pasado con distintas obras de la ciudad de León «si tenemos que esperar al dictamen de Patrimonio podemos dar por parada sine die esta restauración porque la Comisión ya nos tiene acostumbrados a demoras injustificadas e injustificables que, desde luego, no responden a la realidad de la necesidad del patrimonio sino a los intereses políticos o económicos de la Junta en ese momento». La edil socialista recuerda que Patrimonio ha tenido paralizados durante años los trabajos de conexión del Puente de la Lastra por un informe, la propia ubicación del complejo escultórico de las Moscas u obras esenciales para el desarrollo urbanístico de la ciudad de León. «Además, explica Fernández, los dictamen que se emiten posteriormente no parecen seguir criterios objetivos basados en la riqueza de los restos hallados y conservables sino en las posibilidades económicas de la institución o empresa que realiza la obra».
La socialista recuerda además que, gracias a una aportación de fondos del Ministerio de Cultura, existe un presupuesto de casi 600.000 euros para obras en este ejercicio y una cantidad un poco superior, 658.000, para el próximo año con el fin de culminar la restauración y acondicionar el espacio como aula arqueológica y centro de estudio del León Romano.
Este periódico intentó ayer, sin éxito, contrastar la información con el concejal delegado de patrimonio, Juan Pablo García Valadés.
21-10-12
Paran la obra de la Casona de Puerta Castillo hasta que Patrimonio decida
El PSOE pide que se reanuden y critica que tampoco se actúe en la fachada
MAURICIO PEÑA
L.C. / León
La concejala del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de León responsable del área de Cultura y Patrimonio, Evelia Fernández, ha denunciado la paralización de las obras de la Casona de Puerta Castillo. En las últimas semanas, asegura, no se ha realizado ninguno de los trabajos que hasido adjudicados a la empresa Decolesa.
“Desde la Concejalía nos han indicado que se trata de una parada excepcional a la espera de que la Comisión Territorial de Patrimonio resuelva sobre los restos hallados en las excavaciones realizadas pero lo cierto es que la fachada continúa sin ninguna restauración y no está afectada por ese informe que alegan”, explica la edil socialista.
Fernández apunta además que como ya ha pasado con distintas obras de la ciudad de León “si tenemos que esperar al dictamen de Patrimonio podemos dar por parada ‘sine die’ esta restauración porque la Comisión ya nos tiene acostumbrados a demoras injustificadas e injustificables que, desde luego, no responden a la realidad de la necesidad del patrimonio sino a los intereses políticos o económicos de la Junta en ese momento”.
La concejala socialista recuerda que la Comisión de Patrimonio ha tenido paralizados durante años los trabajos de conexión del Puente de la Lastra por un informe, la propia ubicación del complejo escultórico de las Moscas u obras esenciales para el desarrollo urbanístico de la ciudad de León.
Además, apunta Evelia Fernández, los dictámenes que se emiten posteriormente no parecen seguir criterios objetivos basados en la riqueza de los restos hallados y que son conservables sino en las posibilidades económicas de la institución o empresa que se encarga de realizar la obra”. Desde el Grupo Municipal Socialista en la capital leonesa se espera una inmediata reanudación de las obras del edificio de Puerta Castillo que se iba a destinar a Centro de Interpretación delLeón Romano porque la “dejadez del alcalde del Partido Popular, Emilio Gutiérrez, con el patrimonio leonés está poniendo en peligro una de las referencias culturales y económico-turísticas de la ciudad de León.
Un año de paralización de cualquier proyecto, subrayan, es algo “gravísimo ya que el rico patrimonio leonés requiere actuaciones continuas, y en los últimos meses no se ha hecho ni una obra ni se ha planteado llevar a cabo un programa a futuro de actuación en los restos ya hallados”, explica la edil.
El grupo del PSOE recuerda , finalmente, que gracias a una aportación de fondos del Ministerio de Cultura, existe un presupuesto de casi 600.000 euros cuyo objetivo es el desarrollo de obras en este ejercicio y una cantidad un poco superior, 658.000 eurospara el próximo año,con el fin de culminar la restauración y acondicionar el espacio como aula arqueológica y centro de estudio del León Romano.
La concejala del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de León responsable del área de Cultura y Patrimonio, Evelia Fernández, ha denunciado la paralización de las obras de la Casona de Puerta Castillo. En las últimas semanas, asegura, no se ha realizado ninguno de los trabajos que hasido adjudicados a la empresa Decolesa.
“Desde la Concejalía nos han indicado que se trata de una parada excepcional a la espera de que la Comisión Territorial de Patrimonio resuelva sobre los restos hallados en las excavaciones realizadas pero lo cierto es que la fachada continúa sin ninguna restauración y no está afectada por ese informe que alegan”, explica la edil socialista.
Fernández apunta además que como ya ha pasado con distintas obras de la ciudad de León “si tenemos que esperar al dictamen de Patrimonio podemos dar por parada ‘sine die’ esta restauración porque la Comisión ya nos tiene acostumbrados a demoras injustificadas e injustificables que, desde luego, no responden a la realidad de la necesidad del patrimonio sino a los intereses políticos o económicos de la Junta en ese momento”.
La concejala socialista recuerda que la Comisión de Patrimonio ha tenido paralizados durante años los trabajos de conexión del Puente de la Lastra por un informe, la propia ubicación del complejo escultórico de las Moscas u obras esenciales para el desarrollo urbanístico de la ciudad de León.
Además, apunta Evelia Fernández, los dictámenes que se emiten posteriormente no parecen seguir criterios objetivos basados en la riqueza de los restos hallados y que son conservables sino en las posibilidades económicas de la institución o empresa que se encarga de realizar la obra”. Desde el Grupo Municipal Socialista en la capital leonesa se espera una inmediata reanudación de las obras del edificio de Puerta Castillo que se iba a destinar a Centro de Interpretación delLeón Romano porque la “dejadez del alcalde del Partido Popular, Emilio Gutiérrez, con el patrimonio leonés está poniendo en peligro una de las referencias culturales y económico-turísticas de la ciudad de León.
Un año de paralización de cualquier proyecto, subrayan, es algo “gravísimo ya que el rico patrimonio leonés requiere actuaciones continuas, y en los últimos meses no se ha hecho ni una obra ni se ha planteado llevar a cabo un programa a futuro de actuación en los restos ya hallados”, explica la edil.
El grupo del PSOE recuerda , finalmente, que gracias a una aportación de fondos del Ministerio de Cultura, existe un presupuesto de casi 600.000 euros cuyo objetivo es el desarrollo de obras en este ejercicio y una cantidad un poco superior, 658.000 eurospara el próximo año,con el fin de culminar la restauración y acondicionar el espacio como aula arqueológica y centro de estudio del León Romano.
12-10-12
ARTE PARA UN IMPERIO
ARTE PARA UN IMPERIO
El depredador que no pudo llevars e el palacio de Graj al
Randolph Hearst robó, engañó, sobornó y perpetró el mayor saqueo conocido del patrimonio arquitectónico español
Orson Welles en su caracterización del magnate y el propio Hearst que adquirió la talla policromada de San Martín procedente de Cacabelos. AP / KEYSTONE
M.A. Nepomuceno / León
“Primero se autoriza la ruina de un edificio, luego se admitesu despojo o su robo y cuando ya no hay remedio de salvación se declara monumento nacional y a los que lo han hecho se les condecora.” -Arthur Byne-
Cuando el magnate de la comunicación norteamericano William Randolph Hearst –cuyo alter ego diseccionó con escalpelo de cirujano Orson Welles en su ya mítico filme ‘Ciudadano Kane’– ponía su ojo de depredador sobre un edificio, una pintura, un tapiz o un códice, elpaís que lo poseía ya podía ir diciéndoleadiós. Su afán de acaparar objetos de arte, compulsiva y maniática, su desmesurada e insaciable vena de coleccionista heredada en parte de sus progenitores y, sobre todo, y lo más importante, su inmensa e inagotable cuenta corriente, conseguía, sin moverse de su residencia de San Simeón en California, a 6 horas de coche de su castillo-almacén Castle-Hearst (la impresionante Xanadu en el filme), todo lo que su enfermiza mente codiciaba. Fueron muchos los países a los que Hearstdespojó de algunos de sus mejores bienes patrimoniales y España y en concreto la comunidad de Castilla y León se llevaron la palma de este esquilme.
Durante el período que comprende 1900 a 1930grandes potentados norteamericanos como Archer Milton Huntington, Rokefeler o Randolp Hearstpusieron sus ojos en ese país del sur de Europa llamado España que, según ellos, “era un museo de arte sin controlar. Una escombrera de edificios y obras de arte muy aprovechable y lo que es más significativo, sin proteger”. Como aves de rapiña se lanzaron sobre esa España que la Desamortización de Mendizábal (1834-54) había dejado inerme para que se llevara a cabo unsistemático despojo patrimonial de la iglesia con la progresiva desaparición de monasterios y conventos y se beneficiaron indirectamente del dislate de la llamadaLey Madoz de 1 de mayo de 1855 a 1924 que vino a favorecerla enajenación de bienes de las órdenes regulares y seculares, dando origen a unvacío legal de protección de patrimonio que fue el caldo de cultivo ideal para que los depredadores de arte de varios países, sobre todo norteamericanos, unidos a los caciques españoles, al clero y a la ignorancia y analfabetismo queasolabala Península,fueranenajenando, robando, pignorando,mal vendiendo y esquilmando ingentes cantidades de obras de arte y antigüedades del patrimonio español que ahora podemos contemplar en algunos de los más importantes museos del mundo o deprimirnos hasta la locura viendo en lo alto de la isla de Manhattan“los claustros” que quedan de los nueve que compró en España y que ahora, exceptuando tres, nada se sabe de ellos. Esos claustros que admiran boquiabiertos los más de900.000 visitantes que cada año remontan la verdecolina paraatrapar unos fugaces instantes de un pasado que nunca soñaron ni tuvieron y que ahora, gracias a la rapiña de un magnate megalómano y obsesivo pueden “alcanzar a imaginarse” mientras acuden con sus familias las tardes de domingo a sus exuberantes jardinesdonde durante unas horas los niños juegan mientras sus padres escuchan música medieval.
SacrameniaLa otra alternativapara el visitante español en busca de sus raíces y recuerdos es viajar hasta Miami donde podrá contemplar, no sin afectada nostalgia, cómo el hermoso y nunca olvidado monasterio de Sacrameniade Segovia, del s. XII-XIII, desgastasus piedras ante el océano infinito y duerme el sueño de los siglos luchando mudo contrala humedad de unclima para el que no fue construidoy que, inmisericorde,socaba, borra y pulverizalas columnas labradas de su impecable claustro cisterciense, de su sala capitular de ensueño o de su sencilla portada con un rosetón catedralicio. Hoy, el silencio secular de sus piedrasse ha trocado en el salvaje bullicio de bodas y banquetes de una ciudad a la que ese tipo de arquitectura le queda como un brutal anacronismo. Adquirido por Randolph Hearst a sus antiguos propietarios españoles en 1925 fue despiezado piedra a piedra, embalado en 11.000 cajas y trasladado en barcohasta Nueva York donde durante casi un año estuvo en unos almacenes sin desembalar por temor a que la paja que protegía las seculares piedras fueran portadoras de la fiebre aftosa y contaminara la ciudad de los rascacielos. Cuando se vio que aquellas piedras lo único que tenían eran siglos y ortigas, las trasladaron a Miami para que mirando al mar sueñen con un viaje de regreso imposible. El conjunto monástico, esto es, la iglesia y alguna otra dependencia como lacilla siguen siendo de propiedad privada, aunque el templo es visitable, con suerte, en determinados días.
El acaparador¿Pero quién era este acaparador despótico que a poco estuvo de dejar España y en concreto nuestra Castilla y León como un solar?
Aunque su vida llenaría varios volúmenes e inspirarían otras tantas películas o estudios como el documentado y excelentemente ilustrado ‘La destrucción del patrimonio artístico español’, de José Merino de Cáceres y Mª José Martínez Ruiz, (Cátedra-2012), lo cierto es que William Randolph Hearst,el célebre rey Midas que inspiró uno de los filmes fetiches de la historiografía del celuloide, ‘Ciudadano Kane’, tenía una obsesión por el arte del XV-XVI, una fijación por España y una debilidad por Castilla y León.
A lo largo de sus 88 años de existencia adquirió compulsivamente palacios, monasterios, abadías, construyó un castillo de 240.000 acres, San Simeón, en California, compróa precio desorbitados o de ganga obras de arte, muchas de las cuales nunca llegaban a salir de sus envoltorios o se perdieron para siempre como losclaustros españoles, uno de ellos el de Óvila fue desapareciendo hasta que al día de hoy apenas si se salva el 50 % de sus sillares.El declive de su imperio supuso la venta de muchas de dichas piezas; bastantes de ellas recalaron en el Museo de Arte de Los Ángeles. Otras obras han regresado a Europa; así, la escultura ‘La Madonna Czernazai’ pasó al Museo Lázaro Galdiano de Madrid y la llamada ‘Armadura Avant’ (la completa más antigua del mundo, de hacia 1440) se conserva en Glasgow (Museo Kelvingrove).
Hearst ocupó una posición en la Cámara de Representantes Americana, tuvo una tórrida historia de amorcon la bella actrizMarion Davies, a la que hizo benefactora de sus caprichos, y trató de promocionarla en el cine.
Pero lo más lamentable, al menos para España de toda su vida de extravagancias y caprichos fue el incidente de la guerra de Cuba de 1898. Una escalada creciente de tensión surgió entre España y Estados Unidos a causa de la situación de Cuba, colonia perteneciente a España. Esta tensión diplomática fue alimentada por Hearst, según muchos con el único objetivo de vender periódicos, si bien la película de Orson Welles, muestra cómo la guerra facilitó el anhelado dominio del Canal de Panamá, de gran valor estratégico. Cuando en medio de la conflagración de Cuba (1898), el acorazado estadounidense Maine explotó en el puerto de La Habana , fue Hearst quién señaló a España como culpable de un supuesto sabotaje e instó al por aquel entonces presidente estadounidense William McKinley a iniciar una guerra contra los españoles, algo que el gobierno no tenía en mente. La guerra facilitó a Estados Unidos el dominio del Canal de Panamá y la pérdida de las últimas colonias de ultramar españolas.
Hearst fue el mayor comprador de arte español de su tiempo. Un comprador compulsivo que a base de vulnerar todo tipo de obstáculos legales a fin de satisfacer su insaciable apetito como coleccionista, esquilmó media Españacon su repleta chequera. Para ello, contó con cooperadores en todos los estamentos sociales, intelectuales, clérigos y políticos, que no dudaron en vender, pignorar o extraviar las obras y objetos de arte que a Hearst podían interesarle.
Sin embargo, Hearst no entendía de arte. Para asesorarse contactó con Arthur Byne y su esposa Mildred Stapley. Él, un arquitecto que no ejercía como tal, llegó a convertirse en el ladrón de tesoros más famoso del mundocon el dinero del multimillonario. Gracias a ByneHearstpudo desmantelar joyas arquitectónicas e instalar un claustro en su castillo. Durante 15 años fueron sus principales agentes en España y protagonizaronel negocio clandestino de venta y exportación de tesoros artísticos más flagrante de la historia de nuestro país.Más de 80 artesonados hispano-musulmanes, monasterios enteros fueron desmantelados y transportados piedra a piedra,peroellosno fueron los únicos, ya que en su nómina contaba con una red de agentes, anticuarios, marchantesque ponían a su alcance a base de fotos, catálogos etc, tesoros conservados durante siglos en varios países. Sin embargo, uno de estos tesoros, el palacio leonés de Grajal de Campos, no consiguió llevárselo a California.
Una mansión que se desplomaMandado construir por Hernando de Vega, comienzan las obras en 1517 y acaban en 1523, el palacio de Grajal de Camposconsta de cuatro torreones alrededor de un gran patio central, con claustro bajo y alto. A este último se accede por una escalera de piedra hermosamente tallada. Posee numerosas habitaciones principales y menores y una destacable bodega con lagar. Se advierte el estilo renacentista italiano. Fue declarado Monumento Nacional el 3 de junio de 1931. En el año 1998 el pueblo de Grajal de Campos adquirió el inmueble, en penoso estado de deterioro, comprándolo a la familia propietaria por el simbólico precio de 6 pesetas.
Cuando Byne, según Merino de Cáceres y Martínez Ruiz en el libro arriba mencionado dicen quele escribe a Hearst hablándole de cuatro palacios en España, uno en Úbeda, otro en Peñaranda de Duero, Cádiz y León, se dan cuenta de que el “ojeador” de Hearst pronto se decanta por este último, según carta del 9 de noviembre de 1925 en la que después de hablarle de las dificultades de adquisición de los anteriores palacios concluye diciendo que tanto el de Cádiz como el de León son totalmente desconocidos, especialmente este último, y le propone volver a visitarlo con un equipo fotográfico. Se detiene Byne en contarle a su ‘jefe’ que lo mejor del palacio es el patio y la caja de escalera y le da un precio final de unos 45.000 dólares.
El magnate responde diciéndole que para él, seguramente aconsejado por su arquitecto Julia Morgan, lo único interesante es el zaguán y la caja de escalera, aparte de algunas columnas y rejería, porque lo que lo que era el patio carecía de interés al no tener escudos. El conjunto arquitectónico parece que dejó de tener interés para el magnate que ya tenía puesto los ojos en otros edificios.
De cualquier forma, Byne insiste en su compra y al poco tiempo regresa al palacio leonés paratomar nuevas fotos que remite a la Morgan, al tiempo que la hace mención de la extraordinaria galería sur y concluye aconsejándole le comunique a Hearst la compra de todo el conjunto en lugar de piezas sueltas.
Tras detallarle luego sus honorarios, algo que Byne tenía mucho cuidado en no olvidar el rastreador comienza a sospechar, ante un silencio epistolar que sigue, más dilatado de lo habitual, que la operación podría frustrarse e insiste en que “es una ganga” por el buen estado en el que permanece el material que puede ser de interés, por la facilidad de su compra, ya que el dueño está muy animado a vender por el precio de 45.000 dólares, contando sus honorarios, y sobre todo por su situación tan apartada, medio abandonado y olvidado. Algo que no sucedía con el otro palacio de Cádiz al que había echado el ojo pero finalmente no era factible de compra por su alto precio.
La cruel decepción llega cuando después de un silencio “eterno”, la Morgan le da la sentencia definitiva de Hearst: El palacio no le interesa por su escaso valor artístico en general y le conmina a que busque otras alternativas ya que el ‘jefe’ estaba buscando otros edificios y había dejado de lado obras tanto de este periodo como del cisterciense. Algo natural ya que después de haberse llevado, Óvila, Sacramenia, San Miguel de Cuxat y otros seis claustros y edificios más, su ansia de acaparar había quedado un tanto mitigada.
Byne era consciente de los gustos un tanto extravagantes y barrocos de Hearst, el cual compraba compulsivamente para luego dejar muchos sin desembalar en sus almacenes neoyorquinos y californianos porque no deba abasto a orendar, distribuir y recolocar tanta acumulación de bienes muebles e inmuebles.
De esta manera y gracias a los extravagantes gustos del magnate, el palacio de los condes de Vega en Grajal de Campos ha llegado remozado y en aceptable estado de conservación al tiempo que está siendo habilitado como albergue de peregrinos.
La joya de CacabelosPeor suerte corrieron otros objetos de arte y edificios en este trasiego de idas y venidas hacia las américas. Hearst siempre atento y caprichoso por todo lo que tuviera un ápice de interés para decorar sus mansiones californianas adquirió, por mediación de uno de esos ‘ojeadores’, otra pequeña joya extraída de tierras leonesas, concretamente de la pequeña localidad berciana de Cacabelos, probablemente de la iglesia románica del mismo nombre de 1086. Es un San Martin a caballo en madera policromada del 1475-1500, vendida en pública subasta de la colección del conde de las Almenas en Nueva York. Actualmente se encuentra en la Hispanic Society of America de aquella ciudad. Fue adquirida por Hearts a través de uno de sus agentes en España, posiblemente Ignacio Martínez. El magnate la tenía un gran aprecio, como a todo lo español y lo colocó en un lugar bien visible de sus aposentos particulares en San Simeón.
Otra de las grandes tragedias en tierras castellano y leonesas fue la sistemática destrucción del castillo de Benavente, primero por los franceses y luego por los propios benaventinos que, no satisfechos con la francesada, fueron derribando poco a pocola vasta estructura pétrea. Es aquí cuando aparece nuestro viejo conocido Arthur Byne para rescatar del derruido castillo determinados elementos arquitectónicos, en la que sería una de las pocas actuaciones legales que llevó a cabo a lo largo de su vida. Todo parece indicar que, a diferencia de otras actuaciones similares, Byne no promovió la demolición de estas estructuras para vendérselas a su cliente americano, sino que haciendo gala de un sentido de la historia,de la tradición y de dignidad profesional, se limitó a adquirir una serie de piezas y elementos que ya habían sido desmontados previamente. En total unas 700 piedras. Las piedras de Benavente fueron vendidas en alguna de las subastas posteriores en 1940, o en venta directa, y a un precio que, comparado con los 40.000 dólares de Sacrarmenia en 1951, era muy alto. De las piezas benaventinas nada se sabe de su paradero, pero lo más probable es que podrían estar desperdigadas por alguna residencia particular norteamericana.
Pago de favoresNo podemos concluir esta relación de piezas y obras compradas, expoliadas opignoradassin hacer referencia a la reja de la catedral de Valladolid, atribuída a Rafael Amezúa de 1763, otra obra que emigrógracias a los buenos oficios de Arthur Byne, que realmente era quien más interés tenía en ella ya que según Moreno de Cáceres y Martínez Ruiz, “fueuna de las más notables operaciones mercantiles del ‘ojeador’ de Hearst”. Todo comenzó en 1923 cuando el obispo Remigio Gandásegui se decidió a reformar el interior del templovallisoletano para hacerlo más amplio y luminoso. Para ello recurrió a una serie de ventas, entreellas la de reja del coro, algo que Arthur Byne se apresuró a negociar de inmediato para su jefe dado que la pieza tenía su valor al seruna excelente obra de rejería alavesa en tierras castellanas del siglo XVIII (1764).Hearst y la Morgan lo estudiaron, ya que les venía muy bien para cerrar un amplio espacio de una de las salas de Hearst-Castle y comenzaron a lanzar misivas a Byne. Además, la reja no se iría sola, sino acompañadade dos púlpitos de lectura del antiguo presbiterio, un zócalo de piedra que soportaba la verja, y todo ello por el módico precio de 500 pesetas de las de 1923. Apuntan los autores del libro citado que a Hearst nunca le interesó la reja, y posiblemente jamás llegó a verla. No obstante, acabó comprándola para quedar entrada en sus almacenesen el Bronx neoyorquino. Pasados varios años y ante la imposibilidad de darle salida en las ventas y subastas que Hearst se vio obligado a hacer durante la depresiónse la donó en 1956 al Metropolitan Museum de Nueva York, aunque este dato está por demostrar según, Merino de Cáceres yMartínez Ruíz. El Metropolitan pretendía con su adquisición canjearla en depósito al Gobierno español por el ábside de la iglesia de San Martín de Fuentidueña, en completo estado de abandono, sin techumbre y en peligro de derrumbe.A cambio el Metropolitan “devolvería” en depósitolas pinturas de San Baudelio, un cuadro del Greco y cuarenta platos hispano-árabesque Hearst compró a
España en años anteriores a la dictadura de Franco. En 1957 quedó por fin instalada en el Metropolitan Museum de N.Y. pero mutilada ya que le cortaron seis barras y eliminaron el escudo del obispo que se encontraba sobre la puerta de acceso. La operación del canje del ábside de San Martín de Fuentidueña, Segovia, hoy en Los Claustros neoyorkinos, se llevó con mucho sigilo, mentiras y coacciones ya que desde el 31 de enero de 1931 era Monumento Nacional. El Caudilloysus ministros de asuntos exteriores así como losembajadores en EE.UU. hicieron oídos sordos a esta ley y se saltaron toda la legislación en materia de patrimonio. Pero lo realmente bochornosoes que en esta operación estuvieron apoyados por la hija de Manuel Gómez Moreno, Carmen, en aquellos años empleada en el museo neoyorkino de Los Claustros, filial del Metropolitan Museum. Pero las negociaciones encerraron otros propósitos más oscuros ya que si querían las pinturas de San Baudelio podían haberlas comprado porque en ese momento estaban en venta y el Metorpolitan las adquirió,sospechosamentedos horas después de que se cerrara la operación ‘salida’ desde Valencia del ábside de Fuentidueña. Los favores había que pagarlos y así fue cómo el gobierno del Generalísimo agradeció la entrada de España en la ONU.
La mentira de SahagúnMucho se ha hablado y publicado sobre el artesonado gótico-mudéjar que Hearts regaló a su médico y que se subastó en Londres en 1992 por 38 millones de pesetas. Este precioso trabajo era parte de la techumbre del palacio deGuzmán el Bueno de la Calle del Cid . Sin embargo, el que decora su Billard Roomo sala de billar no es de Sahagún de Campos como muchos “expertos” en artehan escrito y dicho, sino otro procedente de Barbastro, segúncarta de Mildred Stapley, esposadeArthur Byne, a Julia Morgan del de mayo de 1930, en la que le señala la última oferta de 10.000 dólares y concluye ofreciendo 16.000 por él y porotro artesonado morisco. El precioso ‘Barbastro-Celling’ llegó a Nueva Yorken 1930, procedente de los almacenes Hearst españoles, se almacenó en otra de las naves del magnate en el Bronx donde permaneció hasta 1932 en que fue trasladado a ‘North Wing’, en San Simeón, para ser colocado en la sala de billar donde hoy se puede contemplar. Conclusión: el artesonado gótico-mudéjar que regaló a su médico y se subastó en Londres es leonés, pero el que adorna la sala de billar es de Barbastro.
Randolph Hearst robó, engañó, sobornó y perpetró el mayor saqueo conocido del patrimonio arquitectónico español
Orson Welles en su caracterización del magnate y el propio Hearst que adquirió la talla policromada de San Martín procedente de Cacabelos. AP / KEYSTONE
M.A. Nepomuceno / León
“Primero se autoriza la ruina de un edificio, luego se admitesu despojo o su robo y cuando ya no hay remedio de salvación se declara monumento nacional y a los que lo han hecho se les condecora.” -Arthur Byne-
Cuando el magnate de la comunicación norteamericano William Randolph Hearst –cuyo alter ego diseccionó con escalpelo de cirujano Orson Welles en su ya mítico filme ‘Ciudadano Kane’– ponía su ojo de depredador sobre un edificio, una pintura, un tapiz o un códice, elpaís que lo poseía ya podía ir diciéndoleadiós. Su afán de acaparar objetos de arte, compulsiva y maniática, su desmesurada e insaciable vena de coleccionista heredada en parte de sus progenitores y, sobre todo, y lo más importante, su inmensa e inagotable cuenta corriente, conseguía, sin moverse de su residencia de San Simeón en California, a 6 horas de coche de su castillo-almacén Castle-Hearst (la impresionante Xanadu en el filme), todo lo que su enfermiza mente codiciaba. Fueron muchos los países a los que Hearstdespojó de algunos de sus mejores bienes patrimoniales y España y en concreto la comunidad de Castilla y León se llevaron la palma de este esquilme.
Durante el período que comprende 1900 a 1930grandes potentados norteamericanos como Archer Milton Huntington, Rokefeler o Randolp Hearstpusieron sus ojos en ese país del sur de Europa llamado España que, según ellos, “era un museo de arte sin controlar. Una escombrera de edificios y obras de arte muy aprovechable y lo que es más significativo, sin proteger”. Como aves de rapiña se lanzaron sobre esa España que la Desamortización de Mendizábal (1834-54) había dejado inerme para que se llevara a cabo unsistemático despojo patrimonial de la iglesia con la progresiva desaparición de monasterios y conventos y se beneficiaron indirectamente del dislate de la llamadaLey Madoz de 1 de mayo de 1855 a 1924 que vino a favorecerla enajenación de bienes de las órdenes regulares y seculares, dando origen a unvacío legal de protección de patrimonio que fue el caldo de cultivo ideal para que los depredadores de arte de varios países, sobre todo norteamericanos, unidos a los caciques españoles, al clero y a la ignorancia y analfabetismo queasolabala Península,fueranenajenando, robando, pignorando,mal vendiendo y esquilmando ingentes cantidades de obras de arte y antigüedades del patrimonio español que ahora podemos contemplar en algunos de los más importantes museos del mundo o deprimirnos hasta la locura viendo en lo alto de la isla de Manhattan“los claustros” que quedan de los nueve que compró en España y que ahora, exceptuando tres, nada se sabe de ellos. Esos claustros que admiran boquiabiertos los más de900.000 visitantes que cada año remontan la verdecolina paraatrapar unos fugaces instantes de un pasado que nunca soñaron ni tuvieron y que ahora, gracias a la rapiña de un magnate megalómano y obsesivo pueden “alcanzar a imaginarse” mientras acuden con sus familias las tardes de domingo a sus exuberantes jardinesdonde durante unas horas los niños juegan mientras sus padres escuchan música medieval.
SacrameniaLa otra alternativapara el visitante español en busca de sus raíces y recuerdos es viajar hasta Miami donde podrá contemplar, no sin afectada nostalgia, cómo el hermoso y nunca olvidado monasterio de Sacrameniade Segovia, del s. XII-XIII, desgastasus piedras ante el océano infinito y duerme el sueño de los siglos luchando mudo contrala humedad de unclima para el que no fue construidoy que, inmisericorde,socaba, borra y pulverizalas columnas labradas de su impecable claustro cisterciense, de su sala capitular de ensueño o de su sencilla portada con un rosetón catedralicio. Hoy, el silencio secular de sus piedrasse ha trocado en el salvaje bullicio de bodas y banquetes de una ciudad a la que ese tipo de arquitectura le queda como un brutal anacronismo. Adquirido por Randolph Hearst a sus antiguos propietarios españoles en 1925 fue despiezado piedra a piedra, embalado en 11.000 cajas y trasladado en barcohasta Nueva York donde durante casi un año estuvo en unos almacenes sin desembalar por temor a que la paja que protegía las seculares piedras fueran portadoras de la fiebre aftosa y contaminara la ciudad de los rascacielos. Cuando se vio que aquellas piedras lo único que tenían eran siglos y ortigas, las trasladaron a Miami para que mirando al mar sueñen con un viaje de regreso imposible. El conjunto monástico, esto es, la iglesia y alguna otra dependencia como lacilla siguen siendo de propiedad privada, aunque el templo es visitable, con suerte, en determinados días.
El acaparador¿Pero quién era este acaparador despótico que a poco estuvo de dejar España y en concreto nuestra Castilla y León como un solar?
Aunque su vida llenaría varios volúmenes e inspirarían otras tantas películas o estudios como el documentado y excelentemente ilustrado ‘La destrucción del patrimonio artístico español’, de José Merino de Cáceres y Mª José Martínez Ruiz, (Cátedra-2012), lo cierto es que William Randolph Hearst,el célebre rey Midas que inspiró uno de los filmes fetiches de la historiografía del celuloide, ‘Ciudadano Kane’, tenía una obsesión por el arte del XV-XVI, una fijación por España y una debilidad por Castilla y León.
A lo largo de sus 88 años de existencia adquirió compulsivamente palacios, monasterios, abadías, construyó un castillo de 240.000 acres, San Simeón, en California, compróa precio desorbitados o de ganga obras de arte, muchas de las cuales nunca llegaban a salir de sus envoltorios o se perdieron para siempre como losclaustros españoles, uno de ellos el de Óvila fue desapareciendo hasta que al día de hoy apenas si se salva el 50 % de sus sillares.El declive de su imperio supuso la venta de muchas de dichas piezas; bastantes de ellas recalaron en el Museo de Arte de Los Ángeles. Otras obras han regresado a Europa; así, la escultura ‘La Madonna Czernazai’ pasó al Museo Lázaro Galdiano de Madrid y la llamada ‘Armadura Avant’ (la completa más antigua del mundo, de hacia 1440) se conserva en Glasgow (Museo Kelvingrove).
Hearst ocupó una posición en la Cámara de Representantes Americana, tuvo una tórrida historia de amorcon la bella actrizMarion Davies, a la que hizo benefactora de sus caprichos, y trató de promocionarla en el cine.
Pero lo más lamentable, al menos para España de toda su vida de extravagancias y caprichos fue el incidente de la guerra de Cuba de 1898. Una escalada creciente de tensión surgió entre España y Estados Unidos a causa de la situación de Cuba, colonia perteneciente a España. Esta tensión diplomática fue alimentada por Hearst, según muchos con el único objetivo de vender periódicos, si bien la película de Orson Welles, muestra cómo la guerra facilitó el anhelado dominio del Canal de Panamá, de gran valor estratégico. Cuando en medio de la conflagración de Cuba (1898), el acorazado estadounidense Maine explotó en el puerto de La Habana , fue Hearst quién señaló a España como culpable de un supuesto sabotaje e instó al por aquel entonces presidente estadounidense William McKinley a iniciar una guerra contra los españoles, algo que el gobierno no tenía en mente. La guerra facilitó a Estados Unidos el dominio del Canal de Panamá y la pérdida de las últimas colonias de ultramar españolas.
Hearst fue el mayor comprador de arte español de su tiempo. Un comprador compulsivo que a base de vulnerar todo tipo de obstáculos legales a fin de satisfacer su insaciable apetito como coleccionista, esquilmó media Españacon su repleta chequera. Para ello, contó con cooperadores en todos los estamentos sociales, intelectuales, clérigos y políticos, que no dudaron en vender, pignorar o extraviar las obras y objetos de arte que a Hearst podían interesarle.
Sin embargo, Hearst no entendía de arte. Para asesorarse contactó con Arthur Byne y su esposa Mildred Stapley. Él, un arquitecto que no ejercía como tal, llegó a convertirse en el ladrón de tesoros más famoso del mundocon el dinero del multimillonario. Gracias a ByneHearstpudo desmantelar joyas arquitectónicas e instalar un claustro en su castillo. Durante 15 años fueron sus principales agentes en España y protagonizaronel negocio clandestino de venta y exportación de tesoros artísticos más flagrante de la historia de nuestro país.Más de 80 artesonados hispano-musulmanes, monasterios enteros fueron desmantelados y transportados piedra a piedra,peroellosno fueron los únicos, ya que en su nómina contaba con una red de agentes, anticuarios, marchantesque ponían a su alcance a base de fotos, catálogos etc, tesoros conservados durante siglos en varios países. Sin embargo, uno de estos tesoros, el palacio leonés de Grajal de Campos, no consiguió llevárselo a California.
Una mansión que se desplomaMandado construir por Hernando de Vega, comienzan las obras en 1517 y acaban en 1523, el palacio de Grajal de Camposconsta de cuatro torreones alrededor de un gran patio central, con claustro bajo y alto. A este último se accede por una escalera de piedra hermosamente tallada. Posee numerosas habitaciones principales y menores y una destacable bodega con lagar. Se advierte el estilo renacentista italiano. Fue declarado Monumento Nacional el 3 de junio de 1931. En el año 1998 el pueblo de Grajal de Campos adquirió el inmueble, en penoso estado de deterioro, comprándolo a la familia propietaria por el simbólico precio de 6 pesetas.
Cuando Byne, según Merino de Cáceres y Martínez Ruiz en el libro arriba mencionado dicen quele escribe a Hearst hablándole de cuatro palacios en España, uno en Úbeda, otro en Peñaranda de Duero, Cádiz y León, se dan cuenta de que el “ojeador” de Hearst pronto se decanta por este último, según carta del 9 de noviembre de 1925 en la que después de hablarle de las dificultades de adquisición de los anteriores palacios concluye diciendo que tanto el de Cádiz como el de León son totalmente desconocidos, especialmente este último, y le propone volver a visitarlo con un equipo fotográfico. Se detiene Byne en contarle a su ‘jefe’ que lo mejor del palacio es el patio y la caja de escalera y le da un precio final de unos 45.000 dólares.
El magnate responde diciéndole que para él, seguramente aconsejado por su arquitecto Julia Morgan, lo único interesante es el zaguán y la caja de escalera, aparte de algunas columnas y rejería, porque lo que lo que era el patio carecía de interés al no tener escudos. El conjunto arquitectónico parece que dejó de tener interés para el magnate que ya tenía puesto los ojos en otros edificios.
De cualquier forma, Byne insiste en su compra y al poco tiempo regresa al palacio leonés paratomar nuevas fotos que remite a la Morgan, al tiempo que la hace mención de la extraordinaria galería sur y concluye aconsejándole le comunique a Hearst la compra de todo el conjunto en lugar de piezas sueltas.
Tras detallarle luego sus honorarios, algo que Byne tenía mucho cuidado en no olvidar el rastreador comienza a sospechar, ante un silencio epistolar que sigue, más dilatado de lo habitual, que la operación podría frustrarse e insiste en que “es una ganga” por el buen estado en el que permanece el material que puede ser de interés, por la facilidad de su compra, ya que el dueño está muy animado a vender por el precio de 45.000 dólares, contando sus honorarios, y sobre todo por su situación tan apartada, medio abandonado y olvidado. Algo que no sucedía con el otro palacio de Cádiz al que había echado el ojo pero finalmente no era factible de compra por su alto precio.
La cruel decepción llega cuando después de un silencio “eterno”, la Morgan le da la sentencia definitiva de Hearst: El palacio no le interesa por su escaso valor artístico en general y le conmina a que busque otras alternativas ya que el ‘jefe’ estaba buscando otros edificios y había dejado de lado obras tanto de este periodo como del cisterciense. Algo natural ya que después de haberse llevado, Óvila, Sacramenia, San Miguel de Cuxat y otros seis claustros y edificios más, su ansia de acaparar había quedado un tanto mitigada.
Byne era consciente de los gustos un tanto extravagantes y barrocos de Hearst, el cual compraba compulsivamente para luego dejar muchos sin desembalar en sus almacenes neoyorquinos y californianos porque no deba abasto a orendar, distribuir y recolocar tanta acumulación de bienes muebles e inmuebles.
De esta manera y gracias a los extravagantes gustos del magnate, el palacio de los condes de Vega en Grajal de Campos ha llegado remozado y en aceptable estado de conservación al tiempo que está siendo habilitado como albergue de peregrinos.
La joya de CacabelosPeor suerte corrieron otros objetos de arte y edificios en este trasiego de idas y venidas hacia las américas. Hearst siempre atento y caprichoso por todo lo que tuviera un ápice de interés para decorar sus mansiones californianas adquirió, por mediación de uno de esos ‘ojeadores’, otra pequeña joya extraída de tierras leonesas, concretamente de la pequeña localidad berciana de Cacabelos, probablemente de la iglesia románica del mismo nombre de 1086. Es un San Martin a caballo en madera policromada del 1475-1500, vendida en pública subasta de la colección del conde de las Almenas en Nueva York. Actualmente se encuentra en la Hispanic Society of America de aquella ciudad. Fue adquirida por Hearts a través de uno de sus agentes en España, posiblemente Ignacio Martínez. El magnate la tenía un gran aprecio, como a todo lo español y lo colocó en un lugar bien visible de sus aposentos particulares en San Simeón.
Otra de las grandes tragedias en tierras castellano y leonesas fue la sistemática destrucción del castillo de Benavente, primero por los franceses y luego por los propios benaventinos que, no satisfechos con la francesada, fueron derribando poco a pocola vasta estructura pétrea. Es aquí cuando aparece nuestro viejo conocido Arthur Byne para rescatar del derruido castillo determinados elementos arquitectónicos, en la que sería una de las pocas actuaciones legales que llevó a cabo a lo largo de su vida. Todo parece indicar que, a diferencia de otras actuaciones similares, Byne no promovió la demolición de estas estructuras para vendérselas a su cliente americano, sino que haciendo gala de un sentido de la historia,de la tradición y de dignidad profesional, se limitó a adquirir una serie de piezas y elementos que ya habían sido desmontados previamente. En total unas 700 piedras. Las piedras de Benavente fueron vendidas en alguna de las subastas posteriores en 1940, o en venta directa, y a un precio que, comparado con los 40.000 dólares de Sacrarmenia en 1951, era muy alto. De las piezas benaventinas nada se sabe de su paradero, pero lo más probable es que podrían estar desperdigadas por alguna residencia particular norteamericana.
Pago de favoresNo podemos concluir esta relación de piezas y obras compradas, expoliadas opignoradassin hacer referencia a la reja de la catedral de Valladolid, atribuída a Rafael Amezúa de 1763, otra obra que emigrógracias a los buenos oficios de Arthur Byne, que realmente era quien más interés tenía en ella ya que según Moreno de Cáceres y Martínez Ruiz, “fueuna de las más notables operaciones mercantiles del ‘ojeador’ de Hearst”. Todo comenzó en 1923 cuando el obispo Remigio Gandásegui se decidió a reformar el interior del templovallisoletano para hacerlo más amplio y luminoso. Para ello recurrió a una serie de ventas, entreellas la de reja del coro, algo que Arthur Byne se apresuró a negociar de inmediato para su jefe dado que la pieza tenía su valor al seruna excelente obra de rejería alavesa en tierras castellanas del siglo XVIII (1764).Hearst y la Morgan lo estudiaron, ya que les venía muy bien para cerrar un amplio espacio de una de las salas de Hearst-Castle y comenzaron a lanzar misivas a Byne. Además, la reja no se iría sola, sino acompañadade dos púlpitos de lectura del antiguo presbiterio, un zócalo de piedra que soportaba la verja, y todo ello por el módico precio de 500 pesetas de las de 1923. Apuntan los autores del libro citado que a Hearst nunca le interesó la reja, y posiblemente jamás llegó a verla. No obstante, acabó comprándola para quedar entrada en sus almacenesen el Bronx neoyorquino. Pasados varios años y ante la imposibilidad de darle salida en las ventas y subastas que Hearst se vio obligado a hacer durante la depresiónse la donó en 1956 al Metropolitan Museum de Nueva York, aunque este dato está por demostrar según, Merino de Cáceres yMartínez Ruíz. El Metropolitan pretendía con su adquisición canjearla en depósito al Gobierno español por el ábside de la iglesia de San Martín de Fuentidueña, en completo estado de abandono, sin techumbre y en peligro de derrumbe.A cambio el Metropolitan “devolvería” en depósitolas pinturas de San Baudelio, un cuadro del Greco y cuarenta platos hispano-árabesque Hearst compró a
España en años anteriores a la dictadura de Franco. En 1957 quedó por fin instalada en el Metropolitan Museum de N.Y. pero mutilada ya que le cortaron seis barras y eliminaron el escudo del obispo que se encontraba sobre la puerta de acceso. La operación del canje del ábside de San Martín de Fuentidueña, Segovia, hoy en Los Claustros neoyorkinos, se llevó con mucho sigilo, mentiras y coacciones ya que desde el 31 de enero de 1931 era Monumento Nacional. El Caudilloysus ministros de asuntos exteriores así como losembajadores en EE.UU. hicieron oídos sordos a esta ley y se saltaron toda la legislación en materia de patrimonio. Pero lo realmente bochornosoes que en esta operación estuvieron apoyados por la hija de Manuel Gómez Moreno, Carmen, en aquellos años empleada en el museo neoyorkino de Los Claustros, filial del Metropolitan Museum. Pero las negociaciones encerraron otros propósitos más oscuros ya que si querían las pinturas de San Baudelio podían haberlas comprado porque en ese momento estaban en venta y el Metorpolitan las adquirió,sospechosamentedos horas después de que se cerrara la operación ‘salida’ desde Valencia del ábside de Fuentidueña. Los favores había que pagarlos y así fue cómo el gobierno del Generalísimo agradeció la entrada de España en la ONU.
La mentira de SahagúnMucho se ha hablado y publicado sobre el artesonado gótico-mudéjar que Hearts regaló a su médico y que se subastó en Londres en 1992 por 38 millones de pesetas. Este precioso trabajo era parte de la techumbre del palacio deGuzmán el Bueno de la Calle del Cid . Sin embargo, el que decora su Billard Roomo sala de billar no es de Sahagún de Campos como muchos “expertos” en artehan escrito y dicho, sino otro procedente de Barbastro, segúncarta de Mildred Stapley, esposadeArthur Byne, a Julia Morgan del de mayo de 1930, en la que le señala la última oferta de 10.000 dólares y concluye ofreciendo 16.000 por él y porotro artesonado morisco. El precioso ‘Barbastro-Celling’ llegó a Nueva Yorken 1930, procedente de los almacenes Hearst españoles, se almacenó en otra de las naves del magnate en el Bronx donde permaneció hasta 1932 en que fue trasladado a ‘North Wing’, en San Simeón, para ser colocado en la sala de billar donde hoy se puede contemplar. Conclusión: el artesonado gótico-mudéjar que regaló a su médico y se subastó en Londres es leonés, pero el que adorna la sala de billar es de Barbastro.
“Primero se autoriza la ruina de un edificio, luego se admitesu despojo o su robo y cuando ya no hay remedio de salvación se declara monumento nacional y a los que lo han hecho se les condecora.” -Arthur Byne-
Cuando el magnate de la comunicación norteamericano William Randolph Hearst –cuyo alter ego diseccionó con escalpelo de cirujano Orson Welles en su ya mítico filme ‘Ciudadano Kane’– ponía su ojo de depredador sobre un edificio, una pintura, un tapiz o un códice, elpaís que lo poseía ya podía ir diciéndoleadiós. Su afán de acaparar objetos de arte, compulsiva y maniática, su desmesurada e insaciable vena de coleccionista heredada en parte de sus progenitores y, sobre todo, y lo más importante, su inmensa e inagotable cuenta corriente, conseguía, sin moverse de su residencia de San Simeón en California, a 6 horas de coche de su castillo-almacén Castle-Hearst (la impresionante Xanadu en el filme), todo lo que su enfermiza mente codiciaba. Fueron muchos los países a los que Hearstdespojó de algunos de sus mejores bienes patrimoniales y España y en concreto la comunidad de Castilla y León se llevaron la palma de este esquilme.
Durante el período que comprende 1900 a 1930grandes potentados norteamericanos como Archer Milton Huntington, Rokefeler o Randolp Hearstpusieron sus ojos en ese país del sur de Europa llamado España que, según ellos, “era un museo de arte sin controlar. Una escombrera de edificios y obras de arte muy aprovechable y lo que es más significativo, sin proteger”. Como aves de rapiña se lanzaron sobre esa España que la Desamortización de Mendizábal (1834-54) había dejado inerme para que se llevara a cabo unsistemático despojo patrimonial de la iglesia con la progresiva desaparición de monasterios y conventos y se beneficiaron indirectamente del dislate de la llamadaLey Madoz de 1 de mayo de 1855 a 1924 que vino a favorecerla enajenación de bienes de las órdenes regulares y seculares, dando origen a unvacío legal de protección de patrimonio que fue el caldo de cultivo ideal para que los depredadores de arte de varios países, sobre todo norteamericanos, unidos a los caciques españoles, al clero y a la ignorancia y analfabetismo queasolabala Península,fueranenajenando, robando, pignorando,mal vendiendo y esquilmando ingentes cantidades de obras de arte y antigüedades del patrimonio español que ahora podemos contemplar en algunos de los más importantes museos del mundo o deprimirnos hasta la locura viendo en lo alto de la isla de Manhattan“los claustros” que quedan de los nueve que compró en España y que ahora, exceptuando tres, nada se sabe de ellos. Esos claustros que admiran boquiabiertos los más de900.000 visitantes que cada año remontan la verdecolina paraatrapar unos fugaces instantes de un pasado que nunca soñaron ni tuvieron y que ahora, gracias a la rapiña de un magnate megalómano y obsesivo pueden “alcanzar a imaginarse” mientras acuden con sus familias las tardes de domingo a sus exuberantes jardinesdonde durante unas horas los niños juegan mientras sus padres escuchan música medieval.
SacrameniaLa otra alternativapara el visitante español en busca de sus raíces y recuerdos es viajar hasta Miami donde podrá contemplar, no sin afectada nostalgia, cómo el hermoso y nunca olvidado monasterio de Sacrameniade Segovia, del s. XII-XIII, desgastasus piedras ante el océano infinito y duerme el sueño de los siglos luchando mudo contrala humedad de unclima para el que no fue construidoy que, inmisericorde,socaba, borra y pulverizalas columnas labradas de su impecable claustro cisterciense, de su sala capitular de ensueño o de su sencilla portada con un rosetón catedralicio. Hoy, el silencio secular de sus piedrasse ha trocado en el salvaje bullicio de bodas y banquetes de una ciudad a la que ese tipo de arquitectura le queda como un brutal anacronismo. Adquirido por Randolph Hearst a sus antiguos propietarios españoles en 1925 fue despiezado piedra a piedra, embalado en 11.000 cajas y trasladado en barcohasta Nueva York donde durante casi un año estuvo en unos almacenes sin desembalar por temor a que la paja que protegía las seculares piedras fueran portadoras de la fiebre aftosa y contaminara la ciudad de los rascacielos. Cuando se vio que aquellas piedras lo único que tenían eran siglos y ortigas, las trasladaron a Miami para que mirando al mar sueñen con un viaje de regreso imposible. El conjunto monástico, esto es, la iglesia y alguna otra dependencia como lacilla siguen siendo de propiedad privada, aunque el templo es visitable, con suerte, en determinados días.
El acaparador¿Pero quién era este acaparador despótico que a poco estuvo de dejar España y en concreto nuestra Castilla y León como un solar?
Aunque su vida llenaría varios volúmenes e inspirarían otras tantas películas o estudios como el documentado y excelentemente ilustrado ‘La destrucción del patrimonio artístico español’, de José Merino de Cáceres y Mª José Martínez Ruiz, (Cátedra-2012), lo cierto es que William Randolph Hearst,el célebre rey Midas que inspiró uno de los filmes fetiches de la historiografía del celuloide, ‘Ciudadano Kane’, tenía una obsesión por el arte del XV-XVI, una fijación por España y una debilidad por Castilla y León.
A lo largo de sus 88 años de existencia adquirió compulsivamente palacios, monasterios, abadías, construyó un castillo de 240.000 acres, San Simeón, en California, compróa precio desorbitados o de ganga obras de arte, muchas de las cuales nunca llegaban a salir de sus envoltorios o se perdieron para siempre como losclaustros españoles, uno de ellos el de Óvila fue desapareciendo hasta que al día de hoy apenas si se salva el 50 % de sus sillares.El declive de su imperio supuso la venta de muchas de dichas piezas; bastantes de ellas recalaron en el Museo de Arte de Los Ángeles. Otras obras han regresado a Europa; así, la escultura ‘La Madonna Czernazai’ pasó al Museo Lázaro Galdiano de Madrid y la llamada ‘Armadura Avant’ (la completa más antigua del mundo, de hacia 1440) se conserva en Glasgow (Museo Kelvingrove).
Hearst ocupó una posición en la Cámara de Representantes Americana, tuvo una tórrida historia de amorcon la bella actrizMarion Davies, a la que hizo benefactora de sus caprichos, y trató de promocionarla en el cine.
Pero lo más lamentable, al menos para España de toda su vida de extravagancias y caprichos fue el incidente de la guerra de Cuba de 1898. Una escalada creciente de tensión surgió entre España y Estados Unidos a causa de la situación de Cuba, colonia perteneciente a España. Esta tensión diplomática fue alimentada por Hearst, según muchos con el único objetivo de vender periódicos, si bien la película de Orson Welles, muestra cómo la guerra facilitó el anhelado dominio del Canal de Panamá, de gran valor estratégico. Cuando en medio de la conflagración de Cuba (1898), el acorazado estadounidense Maine explotó en el puerto de La Habana , fue Hearst quién señaló a España como culpable de un supuesto sabotaje e instó al por aquel entonces presidente estadounidense William McKinley a iniciar una guerra contra los españoles, algo que el gobierno no tenía en mente. La guerra facilitó a Estados Unidos el dominio del Canal de Panamá y la pérdida de las últimas colonias de ultramar españolas.
Hearst fue el mayor comprador de arte español de su tiempo. Un comprador compulsivo que a base de vulnerar todo tipo de obstáculos legales a fin de satisfacer su insaciable apetito como coleccionista, esquilmó media Españacon su repleta chequera. Para ello, contó con cooperadores en todos los estamentos sociales, intelectuales, clérigos y políticos, que no dudaron en vender, pignorar o extraviar las obras y objetos de arte que a Hearst podían interesarle.
Sin embargo, Hearst no entendía de arte. Para asesorarse contactó con Arthur Byne y su esposa Mildred Stapley. Él, un arquitecto que no ejercía como tal, llegó a convertirse en el ladrón de tesoros más famoso del mundocon el dinero del multimillonario. Gracias a ByneHearstpudo desmantelar joyas arquitectónicas e instalar un claustro en su castillo. Durante 15 años fueron sus principales agentes en España y protagonizaronel negocio clandestino de venta y exportación de tesoros artísticos más flagrante de la historia de nuestro país.Más de 80 artesonados hispano-musulmanes, monasterios enteros fueron desmantelados y transportados piedra a piedra,peroellosno fueron los únicos, ya que en su nómina contaba con una red de agentes, anticuarios, marchantesque ponían a su alcance a base de fotos, catálogos etc, tesoros conservados durante siglos en varios países. Sin embargo, uno de estos tesoros, el palacio leonés de Grajal de Campos, no consiguió llevárselo a California.
Una mansión que se desplomaMandado construir por Hernando de Vega, comienzan las obras en 1517 y acaban en 1523, el palacio de Grajal de Camposconsta de cuatro torreones alrededor de un gran patio central, con claustro bajo y alto. A este último se accede por una escalera de piedra hermosamente tallada. Posee numerosas habitaciones principales y menores y una destacable bodega con lagar. Se advierte el estilo renacentista italiano. Fue declarado Monumento Nacional el 3 de junio de 1931. En el año 1998 el pueblo de Grajal de Campos adquirió el inmueble, en penoso estado de deterioro, comprándolo a la familia propietaria por el simbólico precio de 6 pesetas.
Cuando Byne, según Merino de Cáceres y Martínez Ruiz en el libro arriba mencionado dicen quele escribe a Hearst hablándole de cuatro palacios en España, uno en Úbeda, otro en Peñaranda de Duero, Cádiz y León, se dan cuenta de que el “ojeador” de Hearst pronto se decanta por este último, según carta del 9 de noviembre de 1925 en la que después de hablarle de las dificultades de adquisición de los anteriores palacios concluye diciendo que tanto el de Cádiz como el de León son totalmente desconocidos, especialmente este último, y le propone volver a visitarlo con un equipo fotográfico. Se detiene Byne en contarle a su ‘jefe’ que lo mejor del palacio es el patio y la caja de escalera y le da un precio final de unos 45.000 dólares.
El magnate responde diciéndole que para él, seguramente aconsejado por su arquitecto Julia Morgan, lo único interesante es el zaguán y la caja de escalera, aparte de algunas columnas y rejería, porque lo que lo que era el patio carecía de interés al no tener escudos. El conjunto arquitectónico parece que dejó de tener interés para el magnate que ya tenía puesto los ojos en otros edificios.
De cualquier forma, Byne insiste en su compra y al poco tiempo regresa al palacio leonés paratomar nuevas fotos que remite a la Morgan, al tiempo que la hace mención de la extraordinaria galería sur y concluye aconsejándole le comunique a Hearst la compra de todo el conjunto en lugar de piezas sueltas.
Tras detallarle luego sus honorarios, algo que Byne tenía mucho cuidado en no olvidar el rastreador comienza a sospechar, ante un silencio epistolar que sigue, más dilatado de lo habitual, que la operación podría frustrarse e insiste en que “es una ganga” por el buen estado en el que permanece el material que puede ser de interés, por la facilidad de su compra, ya que el dueño está muy animado a vender por el precio de 45.000 dólares, contando sus honorarios, y sobre todo por su situación tan apartada, medio abandonado y olvidado. Algo que no sucedía con el otro palacio de Cádiz al que había echado el ojo pero finalmente no era factible de compra por su alto precio.
La cruel decepción llega cuando después de un silencio “eterno”, la Morgan le da la sentencia definitiva de Hearst: El palacio no le interesa por su escaso valor artístico en general y le conmina a que busque otras alternativas ya que el ‘jefe’ estaba buscando otros edificios y había dejado de lado obras tanto de este periodo como del cisterciense. Algo natural ya que después de haberse llevado, Óvila, Sacramenia, San Miguel de Cuxat y otros seis claustros y edificios más, su ansia de acaparar había quedado un tanto mitigada.
Byne era consciente de los gustos un tanto extravagantes y barrocos de Hearst, el cual compraba compulsivamente para luego dejar muchos sin desembalar en sus almacenes neoyorquinos y californianos porque no deba abasto a orendar, distribuir y recolocar tanta acumulación de bienes muebles e inmuebles.
De esta manera y gracias a los extravagantes gustos del magnate, el palacio de los condes de Vega en Grajal de Campos ha llegado remozado y en aceptable estado de conservación al tiempo que está siendo habilitado como albergue de peregrinos.
La joya de CacabelosPeor suerte corrieron otros objetos de arte y edificios en este trasiego de idas y venidas hacia las américas. Hearst siempre atento y caprichoso por todo lo que tuviera un ápice de interés para decorar sus mansiones californianas adquirió, por mediación de uno de esos ‘ojeadores’, otra pequeña joya extraída de tierras leonesas, concretamente de la pequeña localidad berciana de Cacabelos, probablemente de la iglesia románica del mismo nombre de 1086. Es un San Martin a caballo en madera policromada del 1475-1500, vendida en pública subasta de la colección del conde de las Almenas en Nueva York. Actualmente se encuentra en la Hispanic Society of America de aquella ciudad. Fue adquirida por Hearts a través de uno de sus agentes en España, posiblemente Ignacio Martínez. El magnate la tenía un gran aprecio, como a todo lo español y lo colocó en un lugar bien visible de sus aposentos particulares en San Simeón.
Otra de las grandes tragedias en tierras castellano y leonesas fue la sistemática destrucción del castillo de Benavente, primero por los franceses y luego por los propios benaventinos que, no satisfechos con la francesada, fueron derribando poco a pocola vasta estructura pétrea. Es aquí cuando aparece nuestro viejo conocido Arthur Byne para rescatar del derruido castillo determinados elementos arquitectónicos, en la que sería una de las pocas actuaciones legales que llevó a cabo a lo largo de su vida. Todo parece indicar que, a diferencia de otras actuaciones similares, Byne no promovió la demolición de estas estructuras para vendérselas a su cliente americano, sino que haciendo gala de un sentido de la historia,de la tradición y de dignidad profesional, se limitó a adquirir una serie de piezas y elementos que ya habían sido desmontados previamente. En total unas 700 piedras. Las piedras de Benavente fueron vendidas en alguna de las subastas posteriores en 1940, o en venta directa, y a un precio que, comparado con los 40.000 dólares de Sacrarmenia en 1951, era muy alto. De las piezas benaventinas nada se sabe de su paradero, pero lo más probable es que podrían estar desperdigadas por alguna residencia particular norteamericana.
Pago de favoresNo podemos concluir esta relación de piezas y obras compradas, expoliadas opignoradassin hacer referencia a la reja de la catedral de Valladolid, atribuída a Rafael Amezúa de 1763, otra obra que emigrógracias a los buenos oficios de Arthur Byne, que realmente era quien más interés tenía en ella ya que según Moreno de Cáceres y Martínez Ruiz, “fueuna de las más notables operaciones mercantiles del ‘ojeador’ de Hearst”. Todo comenzó en 1923 cuando el obispo Remigio Gandásegui se decidió a reformar el interior del templovallisoletano para hacerlo más amplio y luminoso. Para ello recurrió a una serie de ventas, entreellas la de reja del coro, algo que Arthur Byne se apresuró a negociar de inmediato para su jefe dado que la pieza tenía su valor al seruna excelente obra de rejería alavesa en tierras castellanas del siglo XVIII (1764).Hearst y la Morgan lo estudiaron, ya que les venía muy bien para cerrar un amplio espacio de una de las salas de Hearst-Castle y comenzaron a lanzar misivas a Byne. Además, la reja no se iría sola, sino acompañadade dos púlpitos de lectura del antiguo presbiterio, un zócalo de piedra que soportaba la verja, y todo ello por el módico precio de 500 pesetas de las de 1923. Apuntan los autores del libro citado que a Hearst nunca le interesó la reja, y posiblemente jamás llegó a verla. No obstante, acabó comprándola para quedar entrada en sus almacenesen el Bronx neoyorquino. Pasados varios años y ante la imposibilidad de darle salida en las ventas y subastas que Hearst se vio obligado a hacer durante la depresiónse la donó en 1956 al Metropolitan Museum de Nueva York, aunque este dato está por demostrar según, Merino de Cáceres yMartínez Ruíz. El Metropolitan pretendía con su adquisición canjearla en depósito al Gobierno español por el ábside de la iglesia de San Martín de Fuentidueña, en completo estado de abandono, sin techumbre y en peligro de derrumbe.A cambio el Metropolitan “devolvería” en depósitolas pinturas de San Baudelio, un cuadro del Greco y cuarenta platos hispano-árabesque Hearst compró a
España en años anteriores a la dictadura de Franco. En 1957 quedó por fin instalada en el Metropolitan Museum de N.Y. pero mutilada ya que le cortaron seis barras y eliminaron el escudo del obispo que se encontraba sobre la puerta de acceso. La operación del canje del ábside de San Martín de Fuentidueña, Segovia, hoy en Los Claustros neoyorkinos, se llevó con mucho sigilo, mentiras y coacciones ya que desde el 31 de enero de 1931 era Monumento Nacional. El Caudilloysus ministros de asuntos exteriores así como losembajadores en EE.UU. hicieron oídos sordos a esta ley y se saltaron toda la legislación en materia de patrimonio. Pero lo realmente bochornosoes que en esta operación estuvieron apoyados por la hija de Manuel Gómez Moreno, Carmen, en aquellos años empleada en el museo neoyorkino de Los Claustros, filial del Metropolitan Museum. Pero las negociaciones encerraron otros propósitos más oscuros ya que si querían las pinturas de San Baudelio podían haberlas comprado porque en ese momento estaban en venta y el Metorpolitan las adquirió,sospechosamentedos horas después de que se cerrara la operación ‘salida’ desde Valencia del ábside de Fuentidueña. Los favores había que pagarlos y así fue cómo el gobierno del Generalísimo agradeció la entrada de España en la ONU.
La mentira de SahagúnMucho se ha hablado y publicado sobre el artesonado gótico-mudéjar que Hearts regaló a su médico y que se subastó en Londres en 1992 por 38 millones de pesetas. Este precioso trabajo era parte de la techumbre del palacio deGuzmán el Bueno de la Calle del Cid . Sin embargo, el que decora su Billard Roomo sala de billar no es de Sahagún de Campos como muchos “expertos” en artehan escrito y dicho, sino otro procedente de Barbastro, segúncarta de Mildred Stapley, esposadeArthur Byne, a Julia Morgan del de mayo de 1930, en la que le señala la última oferta de 10.000 dólares y concluye ofreciendo 16.000 por él y porotro artesonado morisco. El precioso ‘Barbastro-Celling’ llegó a Nueva Yorken 1930, procedente de los almacenes Hearst españoles, se almacenó en otra de las naves del magnate en el Bronx donde permaneció hasta 1932 en que fue trasladado a ‘North Wing’, en San Simeón, para ser colocado en la sala de billar donde hoy se puede contemplar. Conclusión: el artesonado gótico-mudéjar que regaló a su médico y se subastó en Londres es leonés, pero el que adorna la sala de billar es de Barbastro.
30-8-12
VIEJOS OFICIOS
VIEJOS OFICIOS
Cuando el padre Esla tenía ‘barqueros y pescadores’
El trasmallo, la garrafa, la sacadera y el barco dieron sustento a muchas familias pescando en “el gran río”
L.C.
T. Morala / M. de las Mulas
La naturaleza siempre ha sido buena con los tiempos y las escaseces; siempre tuvo una mano tendida a todos los seres vivos. Como siempre, el ser humano, por llamarnos de alguna manera, ha roto esa cadena cadenciosa y tranquila, de tiempos y estaciones, de roces con la vida y va pasando factura, se ha cansado de tanta estupidez y oprobio, de tanta dejadez para la nada. Los grandes ríos, esas formas ganadas a la tierra y donde algunas tribus y grandes poblaciones se atrincheraron a sus orillas para sobrevivir… naturalmente. Este olvidado sur de León, este Esla inconmensurable y repartiendo aguas abajo, toda la vida que es capaz en unas condiciones nada halagüeñas. Este gran río Esla lleno de aguas sabias, de orillas de pobladores de mirada limpia en su mayoría, y de grandes hombres y mujeres que en otros tiempos supieron dejar raíces y vida en condiciones muy malas y oprimidas. Aquí, es donde nuestros personajes de hoy han recurrido a un gran sacrificio y esfuerzo, y a una gran parte de benevolencia.
A parte de los regadíos, de los puertos, de los molinos, de los aserraderos, de la electricidad... a parte de calmar la sed y alimentar al ganado, a parte de los bosques de ribera, de lavar las ropas de la pobreza y algunas de la riqueza... a parte de la poesía y la melancolía de su propia vida, los ríos y su racionalidad para la sobrevivencia, han dejado un poso natural del cual los que ahora lo contamos, se lo debemos. Todo parece sencillo y humilde, como sacado de un cuento, pero la realidad manda y desde primeros de agosto hasta las crecidas de los ríos por los desnieves de las montañas allá por primavera, hubo pobladores que se ganaron la vida y la repartían entre sus pueblos con pescado de río. Hombres y mujeres que trabajaron nuestros ríos a su orilla y en sus corrientes. El trasmallo y garrafa o sacadera, el barco de las ganas de prosperar, de alimentar a los hijos con espinas de por medio. Una de las formas más humildes y dignas de ganarse la vida. Barbos, bogas, carpas, marijuanas, portugueses, escallos, truchas, tencas, angulas… incluso ancas de rana, y otros que seguro se nos olvidan. Nombres como Domingo Villafañe, su hijo Ceferino, su tío Melchor Villafañe, Pablo Diez, Benicio San Juan, su hermano Adolfo, y Juan Rodríguez “Barril” y parte de sus hijos Nicanor, Germán y Miguel, todos habitantes de Mansilla de las Mulas. Entre los años cuarenta y cincuenta es donde más pescadores y barcos hubo en el río Esla en el termino de Mansilla; hasta cuatro se repartían las zonas de pesca y siempre se respetaron.
El barco, el Esla, la soledad y el frío en invierno, las humedades, las alegrías cuando de un buen lance salían hasta más de cincuenta kilos de peces. “¡¡Madre… madre, traiga las cestas que Padre trae el barco lleno de barbos!!”. El siguiente paso era venderlos por las calles de Mansilla, otras coger la burra o la bicicleta y venderlos por Reliegos, Villamarco, La Estación de Santas Martas. Ahí, había ferroviarios y tenían algo más de dinero. También bajaban hasta Puente Castro. No había hielo ni forma de conservar la pesca, de ahí la necesidad de vender lo más rápido posible los peces. El varal con el rejo al final para mover el barco medía unos cinco metros y servía también para levantar la pesca después de lanzar la garrafa o de cercar con el trasmallo una parte del río hacia la orilla. El trasmallo tiene que tocar el fondo del río; tiene varias capas de red con diferentes medidas, y se usaba más de verano. La garrafa o sacadera es una red cónica, un artilugio de pesca muy práctico para sacar los peces del río. Cuentan que había que conocer muy bien el río y sus pozos, saber de los escondites de los peces en cuevas y entre las piedras, en las mangas, había que ser muy precisos en las tiradas de la garrafa. Así y todo el río se llevó la vida de varios pescadores, entre ellos la del padre de Benicio San Juan en Villanueva de las Manzanas. En verano salían más bogas que otras especies, pero la gran pesca era de barbos. Hubo inviernos de poco caudal del río Esla, y se llegaba a helar, y en esas condiciones los pescadores salían; movían el barco de un lado a otro y así partían el hielo, o con la punta de hierro del varal. Cuenta Ceferino Villafañe que allá por finales de los años cincuenta, vino el Ingeniero Jefe de Valladolid, los contrató para sacar del río Porma todos los peces que pudieran para repoblar los ríos en Valladolid; estuvieron dos días y sacaron más de ochocientos kilos de peces, habían traído un camión con botellas de oxígeno para que los peces llegaran vivos a su destino.
Otro de los trabajos duros que hacían las gentes del río era construir los puertos para que entrara el agua en las presas para molinos y demás; las estacas eran de roble, así como el várgano. Las clavaban en el fondo del río y entrelazaban el várgano, luego ponían piedras detrás para asegurar un buen puerto y que embalsara agua suficiente y con nivel para las presas. Estos trabajos los pagaba el dueño del molino. El barco pagaba su matrícula y los pescadores su licencia en La Venatoria, en León. En más de una ocasión, eran multados por los guardas del río, pues había épocas que no se podía pescar determinadas especies, dice riéndose Ceferino “… que solían ser buenos”. Era fácil ver las redes colgadas en los postes de los soportales donde vivían los pescadores para su reparación. Pescador con barco y trasmallo y garrafa para una sobrevivencia llena de avatares y miles de anécdotas para contar. Unos hombres y mujeres que supieron ganarse la vida entre las venas de la tierra, nuestros ríos que hay que cuidar.
El trasmallo, la garrafa, la sacadera y el barco dieron sustento a muchas familias pescando en “el gran río”
L.C.
T. Morala / M. de las Mulas
La naturaleza siempre ha sido buena con los tiempos y las escaseces; siempre tuvo una mano tendida a todos los seres vivos. Como siempre, el ser humano, por llamarnos de alguna manera, ha roto esa cadena cadenciosa y tranquila, de tiempos y estaciones, de roces con la vida y va pasando factura, se ha cansado de tanta estupidez y oprobio, de tanta dejadez para la nada. Los grandes ríos, esas formas ganadas a la tierra y donde algunas tribus y grandes poblaciones se atrincheraron a sus orillas para sobrevivir… naturalmente. Este olvidado sur de León, este Esla inconmensurable y repartiendo aguas abajo, toda la vida que es capaz en unas condiciones nada halagüeñas. Este gran río Esla lleno de aguas sabias, de orillas de pobladores de mirada limpia en su mayoría, y de grandes hombres y mujeres que en otros tiempos supieron dejar raíces y vida en condiciones muy malas y oprimidas. Aquí, es donde nuestros personajes de hoy han recurrido a un gran sacrificio y esfuerzo, y a una gran parte de benevolencia.
A parte de los regadíos, de los puertos, de los molinos, de los aserraderos, de la electricidad... a parte de calmar la sed y alimentar al ganado, a parte de los bosques de ribera, de lavar las ropas de la pobreza y algunas de la riqueza... a parte de la poesía y la melancolía de su propia vida, los ríos y su racionalidad para la sobrevivencia, han dejado un poso natural del cual los que ahora lo contamos, se lo debemos. Todo parece sencillo y humilde, como sacado de un cuento, pero la realidad manda y desde primeros de agosto hasta las crecidas de los ríos por los desnieves de las montañas allá por primavera, hubo pobladores que se ganaron la vida y la repartían entre sus pueblos con pescado de río. Hombres y mujeres que trabajaron nuestros ríos a su orilla y en sus corrientes. El trasmallo y garrafa o sacadera, el barco de las ganas de prosperar, de alimentar a los hijos con espinas de por medio. Una de las formas más humildes y dignas de ganarse la vida. Barbos, bogas, carpas, marijuanas, portugueses, escallos, truchas, tencas, angulas… incluso ancas de rana, y otros que seguro se nos olvidan. Nombres como Domingo Villafañe, su hijo Ceferino, su tío Melchor Villafañe, Pablo Diez, Benicio San Juan, su hermano Adolfo, y Juan Rodríguez “Barril” y parte de sus hijos Nicanor, Germán y Miguel, todos habitantes de Mansilla de las Mulas. Entre los años cuarenta y cincuenta es donde más pescadores y barcos hubo en el río Esla en el termino de Mansilla; hasta cuatro se repartían las zonas de pesca y siempre se respetaron.
El barco, el Esla, la soledad y el frío en invierno, las humedades, las alegrías cuando de un buen lance salían hasta más de cincuenta kilos de peces. “¡¡Madre… madre, traiga las cestas que Padre trae el barco lleno de barbos!!”. El siguiente paso era venderlos por las calles de Mansilla, otras coger la burra o la bicicleta y venderlos por Reliegos, Villamarco, La Estación de Santas Martas. Ahí, había ferroviarios y tenían algo más de dinero. También bajaban hasta Puente Castro. No había hielo ni forma de conservar la pesca, de ahí la necesidad de vender lo más rápido posible los peces. El varal con el rejo al final para mover el barco medía unos cinco metros y servía también para levantar la pesca después de lanzar la garrafa o de cercar con el trasmallo una parte del río hacia la orilla. El trasmallo tiene que tocar el fondo del río; tiene varias capas de red con diferentes medidas, y se usaba más de verano. La garrafa o sacadera es una red cónica, un artilugio de pesca muy práctico para sacar los peces del río. Cuentan que había que conocer muy bien el río y sus pozos, saber de los escondites de los peces en cuevas y entre las piedras, en las mangas, había que ser muy precisos en las tiradas de la garrafa. Así y todo el río se llevó la vida de varios pescadores, entre ellos la del padre de Benicio San Juan en Villanueva de las Manzanas. En verano salían más bogas que otras especies, pero la gran pesca era de barbos. Hubo inviernos de poco caudal del río Esla, y se llegaba a helar, y en esas condiciones los pescadores salían; movían el barco de un lado a otro y así partían el hielo, o con la punta de hierro del varal. Cuenta Ceferino Villafañe que allá por finales de los años cincuenta, vino el Ingeniero Jefe de Valladolid, los contrató para sacar del río Porma todos los peces que pudieran para repoblar los ríos en Valladolid; estuvieron dos días y sacaron más de ochocientos kilos de peces, habían traído un camión con botellas de oxígeno para que los peces llegaran vivos a su destino.
Otro de los trabajos duros que hacían las gentes del río era construir los puertos para que entrara el agua en las presas para molinos y demás; las estacas eran de roble, así como el várgano. Las clavaban en el fondo del río y entrelazaban el várgano, luego ponían piedras detrás para asegurar un buen puerto y que embalsara agua suficiente y con nivel para las presas. Estos trabajos los pagaba el dueño del molino. El barco pagaba su matrícula y los pescadores su licencia en La Venatoria, en León. En más de una ocasión, eran multados por los guardas del río, pues había épocas que no se podía pescar determinadas especies, dice riéndose Ceferino “… que solían ser buenos”. Era fácil ver las redes colgadas en los postes de los soportales donde vivían los pescadores para su reparación. Pescador con barco y trasmallo y garrafa para una sobrevivencia llena de avatares y miles de anécdotas para contar. Unos hombres y mujeres que supieron ganarse la vida entre las venas de la tierra, nuestros ríos que hay que cuidar.
La naturaleza siempre ha sido buena con los tiempos y las escaseces; siempre tuvo una mano tendida a todos los seres vivos. Como siempre, el ser humano, por llamarnos de alguna manera, ha roto esa cadena cadenciosa y tranquila, de tiempos y estaciones, de roces con la vida y va pasando factura, se ha cansado de tanta estupidez y oprobio, de tanta dejadez para la nada. Los grandes ríos, esas formas ganadas a la tierra y donde algunas tribus y grandes poblaciones se atrincheraron a sus orillas para sobrevivir… naturalmente. Este olvidado sur de León, este Esla inconmensurable y repartiendo aguas abajo, toda la vida que es capaz en unas condiciones nada halagüeñas. Este gran río Esla lleno de aguas sabias, de orillas de pobladores de mirada limpia en su mayoría, y de grandes hombres y mujeres que en otros tiempos supieron dejar raíces y vida en condiciones muy malas y oprimidas. Aquí, es donde nuestros personajes de hoy han recurrido a un gran sacrificio y esfuerzo, y a una gran parte de benevolencia.
A parte de los regadíos, de los puertos, de los molinos, de los aserraderos, de la electricidad... a parte de calmar la sed y alimentar al ganado, a parte de los bosques de ribera, de lavar las ropas de la pobreza y algunas de la riqueza... a parte de la poesía y la melancolía de su propia vida, los ríos y su racionalidad para la sobrevivencia, han dejado un poso natural del cual los que ahora lo contamos, se lo debemos. Todo parece sencillo y humilde, como sacado de un cuento, pero la realidad manda y desde primeros de agosto hasta las crecidas de los ríos por los desnieves de las montañas allá por primavera, hubo pobladores que se ganaron la vida y la repartían entre sus pueblos con pescado de río. Hombres y mujeres que trabajaron nuestros ríos a su orilla y en sus corrientes. El trasmallo y garrafa o sacadera, el barco de las ganas de prosperar, de alimentar a los hijos con espinas de por medio. Una de las formas más humildes y dignas de ganarse la vida. Barbos, bogas, carpas, marijuanas, portugueses, escallos, truchas, tencas, angulas… incluso ancas de rana, y otros que seguro se nos olvidan. Nombres como Domingo Villafañe, su hijo Ceferino, su tío Melchor Villafañe, Pablo Diez, Benicio San Juan, su hermano Adolfo, y Juan Rodríguez “Barril” y parte de sus hijos Nicanor, Germán y Miguel, todos habitantes de Mansilla de las Mulas. Entre los años cuarenta y cincuenta es donde más pescadores y barcos hubo en el río Esla en el termino de Mansilla; hasta cuatro se repartían las zonas de pesca y siempre se respetaron.
El barco, el Esla, la soledad y el frío en invierno, las humedades, las alegrías cuando de un buen lance salían hasta más de cincuenta kilos de peces. “¡¡Madre… madre, traiga las cestas que Padre trae el barco lleno de barbos!!”. El siguiente paso era venderlos por las calles de Mansilla, otras coger la burra o la bicicleta y venderlos por Reliegos, Villamarco, La Estación de Santas Martas. Ahí, había ferroviarios y tenían algo más de dinero. También bajaban hasta Puente Castro. No había hielo ni forma de conservar la pesca, de ahí la necesidad de vender lo más rápido posible los peces. El varal con el rejo al final para mover el barco medía unos cinco metros y servía también para levantar la pesca después de lanzar la garrafa o de cercar con el trasmallo una parte del río hacia la orilla. El trasmallo tiene que tocar el fondo del río; tiene varias capas de red con diferentes medidas, y se usaba más de verano. La garrafa o sacadera es una red cónica, un artilugio de pesca muy práctico para sacar los peces del río. Cuentan que había que conocer muy bien el río y sus pozos, saber de los escondites de los peces en cuevas y entre las piedras, en las mangas, había que ser muy precisos en las tiradas de la garrafa. Así y todo el río se llevó la vida de varios pescadores, entre ellos la del padre de Benicio San Juan en Villanueva de las Manzanas. En verano salían más bogas que otras especies, pero la gran pesca era de barbos. Hubo inviernos de poco caudal del río Esla, y se llegaba a helar, y en esas condiciones los pescadores salían; movían el barco de un lado a otro y así partían el hielo, o con la punta de hierro del varal. Cuenta Ceferino Villafañe que allá por finales de los años cincuenta, vino el Ingeniero Jefe de Valladolid, los contrató para sacar del río Porma todos los peces que pudieran para repoblar los ríos en Valladolid; estuvieron dos días y sacaron más de ochocientos kilos de peces, habían traído un camión con botellas de oxígeno para que los peces llegaran vivos a su destino.
Otro de los trabajos duros que hacían las gentes del río era construir los puertos para que entrara el agua en las presas para molinos y demás; las estacas eran de roble, así como el várgano. Las clavaban en el fondo del río y entrelazaban el várgano, luego ponían piedras detrás para asegurar un buen puerto y que embalsara agua suficiente y con nivel para las presas. Estos trabajos los pagaba el dueño del molino. El barco pagaba su matrícula y los pescadores su licencia en La Venatoria, en León. En más de una ocasión, eran multados por los guardas del río, pues había épocas que no se podía pescar determinadas especies, dice riéndose Ceferino “… que solían ser buenos”. Era fácil ver las redes colgadas en los postes de los soportales donde vivían los pescadores para su reparación. Pescador con barco y trasmallo y garrafa para una sobrevivencia llena de avatares y miles de anécdotas para contar. Unos hombres y mujeres que supieron ganarse la vida entre las venas de la tierra, nuestros ríos que hay que cuidar.
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9-8-12
El objetivo de Eslonza era ser El Escorial de la monarquía leonesa»
e. gancedo | león 09/08/2012
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José Fernández Arenas es de esos castellanos a los que les apasiona lo leonés. Burgalés, historiador del arte, catedrático emérito de la Universidad de Barcelona, autor de 16 volúmenes —entre ellos el extraordinario Las vidrieras de la Catedral de León—, su querencia leonesa le viene por casar en Quintanilla de Rueda, donde pasa largas temporadas, pero también por haber dado clase en La Virgen del Camino y hasta por llegar a trabajar brevemente en aquella mítica La voz de León junto a Luis del Olmo. El pasado lunes presentó su nuevo libro, El monasterio de San Pedro de Eslonza: sus ruinas y patrimonio disperso, en el marco de la Semana Cultural de los Amigos del Camino de Santiago-Ruta Vadiniense ‘Picos de Europa’, que culmina este sábado con una magna misa cantada en gregoriano por un grupo monjes, y con presencia del obispo, en las ruinas de Eslonza, a la una y media del mediodía, y con un recorrido por templos a los que fueron a parar importantes piezas artísticas del que constituyera uno de los más poderosos monasterios leoneses antes de desamortizarse y prácticamente desaparecer.
Pero, ¿cómo comenzó a interesarse Fernández Arenas en el monasterio, hoy un conjunto de ciclópeas ruinas? «Fue sobre todo a raíz de escribir, en 2003, la guía sobre la Ruta Vadiniense para la asociación de Amigos del Camino de Santiago ‘Picos de Europa’: al pasar por el entorno de San Pedro me di cuenta de que muchos de esos pueblos contaban con un patrimonio muy rico que no era propio de ellos: tras la Desamortización, retablos y obras de arte se fueron ‘sembrando’ por todo el sureste de la provincia, procedentes de Eslonza». Para Fernández Arenas, la excepcionalidad del centro viene dada por haber nacido a la vez que el Reino de León y muy fuertemente unido a este estado: «Lo funda el primer monarca leonés, García I, hijo de Alfonso III, y sospecho que lo hace por disponer de un monasterio propio para el nuevo reino», reflexiona el historiador burgalés. «Y ese es un sentido que pasa luego al de Sahagún —continúa—. Fíjate que Almanzor, sabedor de la significación del templo, en su camino a la capital leonesa, pasa por el monasterio y lo hace añicos». Este experto recuerda que la biznieta de García I llama «obra magnífica» al cenobio original, que habría sido erigido en estilo mozárabe. «Capiteles y fustes de columnas pasan, con toda seguridad, al atrio de Escalada, que muestra una gran variedad en este tipo de elementos», hace notar. Fernández Arenas acude también a Sandoval y a su historia de los monasterios benedictinos para referir cómo en el templo se encontraban enterrados miembros de la familia de los Guzmanes, «gente importante del Reino de León» y explica que el blasón que Sandoval coloca en tal obra como símbolo de Eslonza es «un león rampante con dos llaves». Otro dato que refuerza la estrecha vinculación entre monasterio y reino es, a juicio de Arenas, el hecho de que Ordoño II «encargaba a los monjes de Eslonza la custodia de la Catedral de León cuando marchaba a guerrear contra los musulmanes». Y ya conocida es la teoría de este experto según la cual la fiesta de Las Cabezadas tiene su origen en Eslonza, cuando los monjes marchaban a León a entregar al obispo una ofrenda de viandas, advirtiéndole que se daban «por amistad», mientras él objetaba que era «por foro», por obligación.
En cuanto al fabuloso patrimonio artístico que procede de Eslonza y que llegó a muy diversos puntos de la provincia, habla José Fernández Arenas de, además de la fachada renacentista de Juan de Badajoz, instalada, íntegramente, en la iglesia capitalina de Renueva, tres excepcionales retablos que fueron llevados, en carros, a la iglesia de Villamañán —«no es una iglesia pequeña, pero aun así en ella no cabe, íntegro, el principal»—, también llegó al mismo templo el coro, un curioso portavoz de púlpito, y el reloj de la torre, que aún funciona.
Entre esas piezas que fueron compradas o de algún modo conseguidas por iglesias del contorno destaca también un cuadro de Juan de Pareja, criado y discípulo de Velázquez, que se encuentra en Santa Olaja; una copia del famoso Cristo velazqueño, en Palazuelo, así como un Salvador de Alonso Cano; una Magdalena que está en La Riba y una Virgen de Guadalupe en Quintanilla de Almanza... «y la imagen tutelar del monasterio, el San Pedro que ostentaba la fachada, y que se encuentra hoy en lo alto de la torre de la iglesia de Villanueva del Condado», detalla Arenas sobre un monasterio que fue vendido tras la Desamortización y casi borrado del mapa pero que inicialmente nació para ser «como El Escorial de los reyes leoneses, un ‘belvedere’ para la monarquía».
25-7-2012
PATRIMONIO
La casona de la familia que ayudó a liberar a Omaña del yugo feudal
La casa solariega del mayorazgo de los Flórez de Quiñones, en Curueña, allí donde se viven las esencias omañesas
E. Alonso Pérez / León
La Omaña no es para un día, ni siquiera para una semana. La noble tierra omañesa , una más de las bellas desconocidas comarcas de nuestra provincia, es, sin embargo, depositaria de los más remotos antecedentes que cuajaron en el ser y sentir montañés. Su Historia corre paralela a las grandezas medievales del antiguo reino de León, que es como decir España.
Hoy, nuestra andadura, compartiendo en la mochila unos “bocatas” con el cuaderno de notas, nos ha llevado al bello y recóndito pueblo de Curueña, casi en las estribaciones de Sierra Filera. Alguien nos había dicho que se trataba del solar que desde hacía siglos habían ocupado los Flórez de Quiñones. Y así lo comprobamos al ver la impresionante Casona solariega que “todavía” luce su espléndido aparejo de mampostería y la indiscutible nobleza de su conjunto.
Al hilo de la Historia, debemos decir que el lugar de Curueña nació del desdoble de un antiguo poblado conocido por “San Miguel”, cuyos habitantes se ubicaron en los actuales pueblos de La Urz y Curueña. Ambos apuntando hacia la citada Sierra Filera, que los separa de las tierras de Luna.
Pues bien, la Casona que justifica y protagoniza nuestro apunte periodístico, guarda una historia que se remonta al siglo XIV, construida, según los muchos estudiosos de la arquitectura rural leonesa, por los propios descendientes del extinguido poblado de San Miguel; pero sin documentación fidedigna hasta un siglo después.
Luce su fachada principal, con el empaque de los sillares que rematan vanos y portaladas, un hermoso escudo, cuyo primer cuartel se compone de cinco flores de lis, colocadas en sotuer, del apellido de los Flórez. El segundo, es un león pasante a la diestra. El tercero se compone de un ajedrezado que corresponde al apellido Quiñones. Y el cuarto, un roble de sinople, símbolo del apellido Robles. Todo un marco heráldico que denuncia los linajes de quienes ocuparon la noble casa que hoy se resiente víctima del poco celo que le han dedicado las sucesivas Corporaciones locales, que sin embargo, han recibido la cesión y tutela de manos de los herederos.
Pero esta casa no se queda en la fachada descrita. Su piso bajo, con aspilleras, fue más tarde elevado con otro piso, cuadras, corrales, huerta y el correspondiente prado usual en esta montaña en las familias que debían mantener un caballo apto para la guerra. El viejo edificio, mantiene en su construcción las viejas características leonesas que a su vez definen el núcleo familiar: unidad y continuidad.
La Casona por dentroAquí se mantiene, muy en precario, lo que fue la trayectoria de una familia de abolengo, que durante siglos prestigió la tierra de Omaña y contribuyó, de alguna manera, a su engrandecimiento y a liberarla del yugo feudal que oprimía vergonzosamente al antiguo Concejo de Villamor de Riello, hasta el año 1931.
Habíamos oído hablar de la biblioteca, como una colección excepcional, pues agrupaba una serie de volúmenes aportados desde el siglo XVIII por Fernández de la Prida –un humanista integrado en el movimiento cultural de finales de aquel siglo-. La colección de Clásicos, cedida por Gutiérrez Mallo, encabezada por la edición Princeps de Nebrija; la del Catedrático Maximino Flórez de Quiñones, tío de Vicente F. de Quiñones Tomé, que ejerció su cátedra en el Instituto San Isidro de Madrid, además de la aportación que el titular de la casa, durante el siglo XIX, don Francisco, sumó a la colección un gran lote de libros históricos y literarios y otro de documentos históricos insustituibles para el estudio del Derecho leonés, como un conjunto único de Ordenanzas y Reglamentos de Aldea. Todo ello enriquecido con los libros del Clérigo don Antonio, hermano del anterior. Atraídos por el jugo que podía sacarse de semejante tesoro bibliográfico, unido a la amistad personal que les unía a don Francisco Flórez de Quiñones, acudían, y se aposentaban temporadas en la Casona, los hermanos Menéndez Pidal, don Ramón y don Juan, donde el primero de ellos preparó sus trabajos sobre el dialecto leonés y aumentó su colección de romances antiguos, mientras que el segundo escribió su “Don Nuño de Rondaliegos” y el “Romance de Omaña”. Parece ser que hará ya cerca de veinte años, la familia Flórez de Quiñones tuvo unos acuerdos con la Corporación Municipal de entonces, para la cesión de la biblioteca que hemos descrito y de la casona de Curueña, al objeto de albergar en ella la valiosa colección bibliográfica y crear un Centro de Documentación y Estudio con el fin de conservar y proteger ambos legados para iniciar en Omaña un aliciente cultural de alcance, según se desprendía de dicho acuerdo. No pudo ser.
Las Corporaciones sucesivas no han querido, o no han podido, cumplir tan altruista acuerdo y la biblioteca está depositada por el ayuntamiento en el Archivo Histórico Provincial. Mientras que la noble Casona sufre cada día más intensos “los achaques de la edad” en espera de la redención institucional que le correspondería.
El último de la saga Por lo menos, en lo que respecta al Mayorazgo y la habitabilidad de la Casa, en La Omaña se recuerda y respeta la memoria de don Vicente Flórez de Quiñones y Tomé, pues además del lustre que su familia dio a la comarca (él nació en Murias de Paredes y pasó su adolescencia y juventud en Curueña), escribía en la prensa leonesa en el año 1915, ejerció la abogacía, después aprobó las oposiciones a Notarías y desempeñó su cargo de notario dentro de la máxima categoría que le permitía su excepcional preparación.
Pues bien, este señor, en plena República, el 13 de diciembre de 1931, conseguía para sus gentes del antiguo Concejo de Villamor de Riello, la extinción del vergonzoso y humillante Foro Medieval conocido como “ Tributo del Pan del Cuarto”, por aquello de que los Condes de Luna y luego los compradores del Foro, exigían de cada cuatro gavillas de trigo, una para los “Señores”. Hasta que don Vicente, en un alarde jurídico y exhaustivamente razonado, obtuvo la exención con la ayuda de los Diputados a Cortes por León, Azcárate, Franco y de la Poza, que fueron refrendados por el mismísimo Presidente del Gobierno de la República, don Manuel Azaña.
La Omaña no es para un día, ni siquiera para una semana. La noble tierra omañesa , una más de las bellas desconocidas comarcas de nuestra provincia, es, sin embargo, depositaria de los más remotos antecedentes que cuajaron en el ser y sentir montañés. Su Historia corre paralela a las grandezas medievales del antiguo reino de León, que es como decir España.
Hoy, nuestra andadura, compartiendo en la mochila unos “bocatas” con el cuaderno de notas, nos ha llevado al bello y recóndito pueblo de Curueña, casi en las estribaciones de Sierra Filera. Alguien nos había dicho que se trataba del solar que desde hacía siglos habían ocupado los Flórez de Quiñones. Y así lo comprobamos al ver la impresionante Casona solariega que “todavía” luce su espléndido aparejo de mampostería y la indiscutible nobleza de su conjunto.
Al hilo de la Historia, debemos decir que el lugar de Curueña nació del desdoble de un antiguo poblado conocido por “San Miguel”, cuyos habitantes se ubicaron en los actuales pueblos de La Urz y Curueña. Ambos apuntando hacia la citada Sierra Filera, que los separa de las tierras de Luna.
Pues bien, la Casona que justifica y protagoniza nuestro apunte periodístico, guarda una historia que se remonta al siglo XIV, construida, según los muchos estudiosos de la arquitectura rural leonesa, por los propios descendientes del extinguido poblado de San Miguel; pero sin documentación fidedigna hasta un siglo después.
Luce su fachada principal, con el empaque de los sillares que rematan vanos y portaladas, un hermoso escudo, cuyo primer cuartel se compone de cinco flores de lis, colocadas en sotuer, del apellido de los Flórez. El segundo, es un león pasante a la diestra. El tercero se compone de un ajedrezado que corresponde al apellido Quiñones. Y el cuarto, un roble de sinople, símbolo del apellido Robles. Todo un marco heráldico que denuncia los linajes de quienes ocuparon la noble casa que hoy se resiente víctima del poco celo que le han dedicado las sucesivas Corporaciones locales, que sin embargo, han recibido la cesión y tutela de manos de los herederos.
Pero esta casa no se queda en la fachada descrita. Su piso bajo, con aspilleras, fue más tarde elevado con otro piso, cuadras, corrales, huerta y el correspondiente prado usual en esta montaña en las familias que debían mantener un caballo apto para la guerra. El viejo edificio, mantiene en su construcción las viejas características leonesas que a su vez definen el núcleo familiar: unidad y continuidad.
La Casona por dentroAquí se mantiene, muy en precario, lo que fue la trayectoria de una familia de abolengo, que durante siglos prestigió la tierra de Omaña y contribuyó, de alguna manera, a su engrandecimiento y a liberarla del yugo feudal que oprimía vergonzosamente al antiguo Concejo de Villamor de Riello, hasta el año 1931.
Habíamos oído hablar de la biblioteca, como una colección excepcional, pues agrupaba una serie de volúmenes aportados desde el siglo XVIII por Fernández de la Prida –un humanista integrado en el movimiento cultural de finales de aquel siglo-. La colección de Clásicos, cedida por Gutiérrez Mallo, encabezada por la edición Princeps de Nebrija; la del Catedrático Maximino Flórez de Quiñones, tío de Vicente F. de Quiñones Tomé, que ejerció su cátedra en el Instituto San Isidro de Madrid, además de la aportación que el titular de la casa, durante el siglo XIX, don Francisco, sumó a la colección un gran lote de libros históricos y literarios y otro de documentos históricos insustituibles para el estudio del Derecho leonés, como un conjunto único de Ordenanzas y Reglamentos de Aldea. Todo ello enriquecido con los libros del Clérigo don Antonio, hermano del anterior. Atraídos por el jugo que podía sacarse de semejante tesoro bibliográfico, unido a la amistad personal que les unía a don Francisco Flórez de Quiñones, acudían, y se aposentaban temporadas en la Casona, los hermanos Menéndez Pidal, don Ramón y don Juan, donde el primero de ellos preparó sus trabajos sobre el dialecto leonés y aumentó su colección de romances antiguos, mientras que el segundo escribió su “Don Nuño de Rondaliegos” y el “Romance de Omaña”. Parece ser que hará ya cerca de veinte años, la familia Flórez de Quiñones tuvo unos acuerdos con la Corporación Municipal de entonces, para la cesión de la biblioteca que hemos descrito y de la casona de Curueña, al objeto de albergar en ella la valiosa colección bibliográfica y crear un Centro de Documentación y Estudio con el fin de conservar y proteger ambos legados para iniciar en Omaña un aliciente cultural de alcance, según se desprendía de dicho acuerdo. No pudo ser.
Las Corporaciones sucesivas no han querido, o no han podido, cumplir tan altruista acuerdo y la biblioteca está depositada por el ayuntamiento en el Archivo Histórico Provincial. Mientras que la noble Casona sufre cada día más intensos “los achaques de la edad” en espera de la redención institucional que le correspondería.
El último de la saga Por lo menos, en lo que respecta al Mayorazgo y la habitabilidad de la Casa, en La Omaña se recuerda y respeta la memoria de don Vicente Flórez de Quiñones y Tomé, pues además del lustre que su familia dio a la comarca (él nació en Murias de Paredes y pasó su adolescencia y juventud en Curueña), escribía en la prensa leonesa en el año 1915, ejerció la abogacía, después aprobó las oposiciones a Notarías y desempeñó su cargo de notario dentro de la máxima categoría que le permitía su excepcional preparación.
Pues bien, este señor, en plena República, el 13 de diciembre de 1931, conseguía para sus gentes del antiguo Concejo de Villamor de Riello, la extinción del vergonzoso y humillante Foro Medieval conocido como “ Tributo del Pan del Cuarto”, por aquello de que los Condes de Luna y luego los compradores del Foro, exigían de cada cuatro gavillas de trigo, una para los “Señores”. Hasta que don Vicente, en un alarde jurídico y exhaustivamente razonado, obtuvo la exención con la ayuda de los Diputados a Cortes por León, Azcárate, Franco y de la Poza, que fueron refrendados por el mismísimo Presidente del Gobierno de la República, don Manuel Azaña.
18-7-2012
El nuevo museo de San Isidoro se hará pese al descalabro de Bankia
verónica viñas | león 18/07/2012
La reforma que cambiará por completo el Museo de San Isidoro sigue adelante. A finales de año, según prevé el abad de la colegiata, Francisco Rodríguez Llamazares, estará ya listo un borrador con el plan de intervenciones así como un calendario para iniciar los trabajos.
Es el proyecto que queda pendiente de la magna rehabilitación emprendida en el 2003 en la joya del románico y financiada hasta la fecha únicamente con fondos de la Junta. Faltan los dos millones de euros que comprometió la antigua Caja Madrid y otro medio millón más que aportará el Cabildo Isidoriano para «reformar y modernizar el Museo de la Colegiata y desarrollar un plan de gestión de todo el conjunto monumental», según sigue constando en la web de la Fundación Caja Madrid. El descalabro de Bankia no dejará colgada la última restauración de San Isidoro, que la entidad financiera ‘arrastra’ desde hace siete años.
La reforma del museo y la apertura de nuevos espacios al público, como la Torre del Gallo, están incluidas en la restauración pendiente. La Junta ya ha gastado en San Isidoro 1,7 de los dos millones que presupuestó para este monumento. «Tenemos el convencimiento de que la obra se hará», afirmó ayer a este periódico el abad, que hace unas semanas mantenía una reunión de trabajo con responsables de la entidad madrileña.
Como paso previo a esta reforma, «la Fundación Caja Madrid pondrá en marcha los estudios previos que estime necesario realizar, tales como análisis y diagnóstico del turismo cultural en León, análisis y diagnóstico de funcionalidad del monumento y su visita pública, proposición de capacidad de acogida, elaboración de modelos 3D del Panteón Real, elaboración del modelo de evolución constructiva e histórica del conjunto en relación con la evolución de la ciudad, virtualización de modelos, elaboración y coordinación de contenidos con otros estudios sobre la Colegiata», asegura la web de la entidad.
En los últimos años el edificio románico ha sufrido la limpieza de muros y paramentos del interior de la iglesia —acometida hace cuatro años— la reciente rehabilitación de la fachada y el rebaje del atrio, así como las excavaciones en esta zona que, por la superficialidad de los trabajos, han dejado sin resolver grandes enigmas que historiadores y arqueólogos no han podido desentrañar hasta la fecha, como si existió un primitivo templo romano en este solar o la confirmación de que aquí estuvo el palacio real.
La reforma
El proyecto de musealización de San Isidoro incluye la apertura de nuevas estancias al público. Desde un principio, los técnicos de Caja Madrid han trabajado con la idea de ampliar y hacer más accesible el museo.
Entre las reformas, se incluiría la modificación de la sala de doña Sancha y la ampliación de las capillas de los Quiñones y de los Castañones.
El proyecto inicial también prevé una obra arquitectónica que descongestione la entrada actual del museo, que recibe al año en torno a los 100.000 visitantes. Asimismo, está previsto habilitar la Torre del Gallo como un espacio más del museo, lo que plantea complejas soluciones de seguridad.
Una de las intervenciones más delicadas es la reparación de las pinturas del Panteón Real. El proyecto previsto por Caja Madrid incluye la ‘Capilla Sixtina’ del románico, con e un plan para eliminar brillos, una limpieza de la policromía original, la reparación de grietas y la aplicación de una capa de resina termoplástica en toda la superficie como protección final.
La remodelación del museo podría durar dos años, según las estimaciones iniciales.
12-6-2012
PATRIMONIO / León romano
PATRIMONIO / León romano
“Por número y calidad se trata de un descubrimiento excepcional”
Los trabajos en La Casona de Puerta Castillo hallan restos de corazas romanas
Aspecto que presentaba la semana pasada la excavación en La Casona de Puerta Castillo. MAURICIO PEÑA
J. Revuelta / León
Los trabajos arqueólogicos que se vienen desarrollando en el interior de La Casona con motivo de su rehabilitación por parte del Ayuntamiento de León han permitido el hallazgo, entre otros objetos, de numerososfragmentos de corazas romanas. Este descubrimiento, “verdaderamente excepcional dentro de la arqueología militar romana por el número y calidad de los ejemplares hasta ahora localizados”, a juicio del arqueólogo municipal Victorino García, ha permitido reconocer los restos de armaduras integradas por flejes de hierro, la denominada ‘lorica segmentata’, asociados a otros tipos de corazas formadas en este caso por pequeñas escamas(‘lorica squamata’) o la cota de malla (‘lorica hamata’).
En opinión de Victorino García, estos elementos defensivos de los legionarios romanos debieron quedar abandonados en el interior de un posible almacén, siendo definitivamente sepultados por el derrumbe de los techos y paredes del mismo. Durante un tiempo los trabajos de extracción de estos restos se han llevado a cabo por el Departamento de Restauración del Museo de León, al frente del cual se encuentra Miriam Hernández, institución en el que han quedado depositados para su posterior estudio y restauración.
Historia de La Casona
El arqueólogo municipal nos introduce geográfica e históricamente en la zona donde se vienen desarrollando los trabajos de excavación dirigidos por Fernando Villarejo. Así, la zona ocupada por la conocida como La Casona de Puerta Castillo se localiza al norte de la ciudad amurallada, sirviendo precisamente de límite septentrional de la misma muralla tardorromana o de los Cubos. Ocupa una posición en la topografía de la ciudad bien conocida históricamente, ya que se situaría al costado orientalde la ‘porta decumana’ del campamento de la Legio VII Gemina, denominada a partir de la Edad Media como Puerta Castillo. Su destacado emplazamiento hace que ya desde el año 1032 se localice un antiguo cenobio que a partir del siglo XIII va a pasar a ser parroquia del barrio de Santa Marina. Los restos de la antigua iglesia parroquial se localizaron, precisamente, en el transcurso de sendas intervenciones arqueológicas realizadas en el jardín del edificio a lo largo de los años 1997 y 1998.
La iglesia perdurará hasta el año 1770, fecha en que se produce la expulsión de los jesuitas, trasladándose la parroquia al antiguo colegio de la Compañía de Jesús de San Miguel, situado en la calle Serranos. En el año 1776 se vendió el solar de la primitiva iglesia de Santa Marina a la Obra Pía de los Niños Expósitos que ya ocupaba el edificio colindante –La Casona–con acceso desde la plaza de Puerta Castillo. La institución de los Niños Expósitos tuvo una vigencia más bien escasa, tan solo hasta comienzos del siglo XIX, momento en el que se vio absorbida por el nuevo hospicio construido en la zona de San Francisco.
Con posterioridad la propiedad del inmueble pasó a manos de una de las familias de la alta burguesía leonesa, cuya historia ha quedado plasmada a lo largo de más de un siglo entre las paredes de este edificio. Su última representante fue Catalina Fernández-Llamazares y González (1905-1996). Fue su marido, el escultor cántabro Víctor de los Ríos Campos (1909-1996), quien haría señalada esta casa entre los leoneses, debido a su actividad de escultor.De hecho, aún hoy, buena parte de la población leonesa identifica este edificio como ‘La Casona de Víctor de los Ríos’. Durante este periodo una parte del edificio estuvo ocupada por diferentes dependencias del taller del escultor.
En el transcurso de las excavaciones arqueológicas efectuadas durante los años 1997 y 1998, además de los restos de la primitiva iglesia de Santa Marina pudieron documentarse importantes evidencias sobre el origen romano de la ciudad de León. En este sentido cabe destacar el descubrimiento de los sistemas defensivos de los dos campamentos que la Legio VI Victrix levantó en el solar leonés. El primero se dataría en los años finales del siglo I a.C., mientras que el segundo se construyó pocos años más tarde, a lo largo del segundo decenio del siglo I de la Era. Además de las defensas, también se evidenciaron los restos de un barracón para albergar a los soldados (ver la ilustración de esta página).
De barracón a almacén
La llegada de la Legio VII Gemina hacia el año 74/75 d.C. supuso importantes cambios, tanto en lo referente a las defensas campamentales como a las distintas edificaciones que se distribuían a lo lago y ancho del ámbito campamental. En el caso que nos ocupa, sobre el antiguo barracón de la Legio VI Victrix’ se levanta ahora un gran almacén en el que se vienen desarrollando los trabajos de excavación con resultados, hasta el momento, muy satisfactorios.
Sobre el tipo de corazas más habituales, cuyos restos han ido apareciendo en las excavaciones de Puerta Castillo, Victorino García señala que las más habituales eran la ‘segmentata’, con flejes de hierro, y la ‘hamata’o cota de mallas, y menos frecuente ‘la squamata’. En la primera todo apunta que ejerció una poderosa influencia la indumentaria de los gladiadores, al igual que la ‘manica’, un protector laminado que protege el brazo que no porta el escudo, mientras que la ‘hamata’ proviene del mundo céltico y curiosamente es la única que pasa al mundo medieval.“En Puerta Castillo han aparecido restos de los tres modelos”, asegura el arqueólogo municipal, si bien quiere precisar que los primeros restos, aparecidos a finales de los años noventa, procedían de una ‘segmentata’, una ‘manica’ y una pechera. Los restos de la de cota de malla o de la ‘squamata’han salido a partir de los trabajos de rehabilitación emprendidos en La Casona, mayormente en el solar que ocupaba el antiguo CCAN. ).
Patio porticado
Para Victorino García, en ocasiones es difícil precisar el uso de las construcciones campamentales, sobre todo cuando se está jugando con fragmentos de plano. “En algunos casos son fáciles de identificar, como los barracones, que suelen tener una tipología muy definida.En otros casos es la propia ubicación de los restos, aunque sean fragmentarios, la que permite, con bastante certeza, determinar qué tipo de edificio se está excavando. Es el caso de los ‘principia’, que tanto en los campamentos legionarios como en los auxiliares siempre se ubican en el centro, en la zona más protegida. Otras edificaciones, aparte del pretorio, serían el valetudinario, los talleres donde se fabrican toda clase de utensilios y los almacenes, que los hay de distintos tipos. Nosotros siempre hemos pensado que lo de Santa Marina era un almacén muy grande estructurado en torno a un patio porticado”, señala García.
Por lo encontrado hasta ahora,fragmentos de armaduras que todavía hay que precisar si pertenecen a una misma pieza, una laboriosa tarea que se viene realizando en el Museo de Leóny de la que se informará en el reportaje de mañana, estaríamos ante un habitáculo de ese gran almancén en el que sedepositaban armaduras ya en desuso y que eran abandonados.
Los trabajos en La Casona de Puerta Castillo hallan restos de corazas romanas
Aspecto que presentaba la semana pasada la excavación en La Casona de Puerta Castillo. MAURICIO PEÑA
J. Revuelta / León
Los trabajos arqueólogicos que se vienen desarrollando en el interior de La Casona con motivo de su rehabilitación por parte del Ayuntamiento de León han permitido el hallazgo, entre otros objetos, de numerososfragmentos de corazas romanas. Este descubrimiento, “verdaderamente excepcional dentro de la arqueología militar romana por el número y calidad de los ejemplares hasta ahora localizados”, a juicio del arqueólogo municipal Victorino García, ha permitido reconocer los restos de armaduras integradas por flejes de hierro, la denominada ‘lorica segmentata’, asociados a otros tipos de corazas formadas en este caso por pequeñas escamas(‘lorica squamata’) o la cota de malla (‘lorica hamata’).
En opinión de Victorino García, estos elementos defensivos de los legionarios romanos debieron quedar abandonados en el interior de un posible almacén, siendo definitivamente sepultados por el derrumbe de los techos y paredes del mismo. Durante un tiempo los trabajos de extracción de estos restos se han llevado a cabo por el Departamento de Restauración del Museo de León, al frente del cual se encuentra Miriam Hernández, institución en el que han quedado depositados para su posterior estudio y restauración.
Historia de La Casona
El arqueólogo municipal nos introduce geográfica e históricamente en la zona donde se vienen desarrollando los trabajos de excavación dirigidos por Fernando Villarejo. Así, la zona ocupada por la conocida como La Casona de Puerta Castillo se localiza al norte de la ciudad amurallada, sirviendo precisamente de límite septentrional de la misma muralla tardorromana o de los Cubos. Ocupa una posición en la topografía de la ciudad bien conocida históricamente, ya que se situaría al costado orientalde la ‘porta decumana’ del campamento de la Legio VII Gemina, denominada a partir de la Edad Media como Puerta Castillo. Su destacado emplazamiento hace que ya desde el año 1032 se localice un antiguo cenobio que a partir del siglo XIII va a pasar a ser parroquia del barrio de Santa Marina. Los restos de la antigua iglesia parroquial se localizaron, precisamente, en el transcurso de sendas intervenciones arqueológicas realizadas en el jardín del edificio a lo largo de los años 1997 y 1998.
La iglesia perdurará hasta el año 1770, fecha en que se produce la expulsión de los jesuitas, trasladándose la parroquia al antiguo colegio de la Compañía de Jesús de San Miguel, situado en la calle Serranos. En el año 1776 se vendió el solar de la primitiva iglesia de Santa Marina a la Obra Pía de los Niños Expósitos que ya ocupaba el edificio colindante –La Casona–con acceso desde la plaza de Puerta Castillo. La institución de los Niños Expósitos tuvo una vigencia más bien escasa, tan solo hasta comienzos del siglo XIX, momento en el que se vio absorbida por el nuevo hospicio construido en la zona de San Francisco.
Con posterioridad la propiedad del inmueble pasó a manos de una de las familias de la alta burguesía leonesa, cuya historia ha quedado plasmada a lo largo de más de un siglo entre las paredes de este edificio. Su última representante fue Catalina Fernández-Llamazares y González (1905-1996). Fue su marido, el escultor cántabro Víctor de los Ríos Campos (1909-1996), quien haría señalada esta casa entre los leoneses, debido a su actividad de escultor.De hecho, aún hoy, buena parte de la población leonesa identifica este edificio como ‘La Casona de Víctor de los Ríos’. Durante este periodo una parte del edificio estuvo ocupada por diferentes dependencias del taller del escultor.
En el transcurso de las excavaciones arqueológicas efectuadas durante los años 1997 y 1998, además de los restos de la primitiva iglesia de Santa Marina pudieron documentarse importantes evidencias sobre el origen romano de la ciudad de León. En este sentido cabe destacar el descubrimiento de los sistemas defensivos de los dos campamentos que la Legio VI Victrix levantó en el solar leonés. El primero se dataría en los años finales del siglo I a.C., mientras que el segundo se construyó pocos años más tarde, a lo largo del segundo decenio del siglo I de la Era. Además de las defensas, también se evidenciaron los restos de un barracón para albergar a los soldados (ver la ilustración de esta página).
De barracón a almacén
La llegada de la Legio VII Gemina hacia el año 74/75 d.C. supuso importantes cambios, tanto en lo referente a las defensas campamentales como a las distintas edificaciones que se distribuían a lo lago y ancho del ámbito campamental. En el caso que nos ocupa, sobre el antiguo barracón de la Legio VI Victrix’ se levanta ahora un gran almacén en el que se vienen desarrollando los trabajos de excavación con resultados, hasta el momento, muy satisfactorios.
Sobre el tipo de corazas más habituales, cuyos restos han ido apareciendo en las excavaciones de Puerta Castillo, Victorino García señala que las más habituales eran la ‘segmentata’, con flejes de hierro, y la ‘hamata’o cota de mallas, y menos frecuente ‘la squamata’. En la primera todo apunta que ejerció una poderosa influencia la indumentaria de los gladiadores, al igual que la ‘manica’, un protector laminado que protege el brazo que no porta el escudo, mientras que la ‘hamata’ proviene del mundo céltico y curiosamente es la única que pasa al mundo medieval.“En Puerta Castillo han aparecido restos de los tres modelos”, asegura el arqueólogo municipal, si bien quiere precisar que los primeros restos, aparecidos a finales de los años noventa, procedían de una ‘segmentata’, una ‘manica’ y una pechera. Los restos de la de cota de malla o de la ‘squamata’han salido a partir de los trabajos de rehabilitación emprendidos en La Casona, mayormente en el solar que ocupaba el antiguo CCAN. ).
Patio porticado
Para Victorino García, en ocasiones es difícil precisar el uso de las construcciones campamentales, sobre todo cuando se está jugando con fragmentos de plano. “En algunos casos son fáciles de identificar, como los barracones, que suelen tener una tipología muy definida.En otros casos es la propia ubicación de los restos, aunque sean fragmentarios, la que permite, con bastante certeza, determinar qué tipo de edificio se está excavando. Es el caso de los ‘principia’, que tanto en los campamentos legionarios como en los auxiliares siempre se ubican en el centro, en la zona más protegida. Otras edificaciones, aparte del pretorio, serían el valetudinario, los talleres donde se fabrican toda clase de utensilios y los almacenes, que los hay de distintos tipos. Nosotros siempre hemos pensado que lo de Santa Marina era un almacén muy grande estructurado en torno a un patio porticado”, señala García.
Por lo encontrado hasta ahora,fragmentos de armaduras que todavía hay que precisar si pertenecen a una misma pieza, una laboriosa tarea que se viene realizando en el Museo de Leóny de la que se informará en el reportaje de mañana, estaríamos ante un habitáculo de ese gran almancén en el que sedepositaban armaduras ya en desuso y que eran abandonados.
Los trabajos arqueólogicos que se vienen desarrollando en el interior de La Casona con motivo de su rehabilitación por parte del Ayuntamiento de León han permitido el hallazgo, entre otros objetos, de numerososfragmentos de corazas romanas. Este descubrimiento, “verdaderamente excepcional dentro de la arqueología militar romana por el número y calidad de los ejemplares hasta ahora localizados”, a juicio del arqueólogo municipal Victorino García, ha permitido reconocer los restos de armaduras integradas por flejes de hierro, la denominada ‘lorica segmentata’, asociados a otros tipos de corazas formadas en este caso por pequeñas escamas(‘lorica squamata’) o la cota de malla (‘lorica hamata’).
En opinión de Victorino García, estos elementos defensivos de los legionarios romanos debieron quedar abandonados en el interior de un posible almacén, siendo definitivamente sepultados por el derrumbe de los techos y paredes del mismo. Durante un tiempo los trabajos de extracción de estos restos se han llevado a cabo por el Departamento de Restauración del Museo de León, al frente del cual se encuentra Miriam Hernández, institución en el que han quedado depositados para su posterior estudio y restauración.
Historia de La Casona
El arqueólogo municipal nos introduce geográfica e históricamente en la zona donde se vienen desarrollando los trabajos de excavación dirigidos por Fernando Villarejo. Así, la zona ocupada por la conocida como La Casona de Puerta Castillo se localiza al norte de la ciudad amurallada, sirviendo precisamente de límite septentrional de la misma muralla tardorromana o de los Cubos. Ocupa una posición en la topografía de la ciudad bien conocida históricamente, ya que se situaría al costado orientalde la ‘porta decumana’ del campamento de la Legio VII Gemina, denominada a partir de la Edad Media como Puerta Castillo. Su destacado emplazamiento hace que ya desde el año 1032 se localice un antiguo cenobio que a partir del siglo XIII va a pasar a ser parroquia del barrio de Santa Marina. Los restos de la antigua iglesia parroquial se localizaron, precisamente, en el transcurso de sendas intervenciones arqueológicas realizadas en el jardín del edificio a lo largo de los años 1997 y 1998.
La iglesia perdurará hasta el año 1770, fecha en que se produce la expulsión de los jesuitas, trasladándose la parroquia al antiguo colegio de la Compañía de Jesús de San Miguel, situado en la calle Serranos. En el año 1776 se vendió el solar de la primitiva iglesia de Santa Marina a la Obra Pía de los Niños Expósitos que ya ocupaba el edificio colindante –La Casona–con acceso desde la plaza de Puerta Castillo. La institución de los Niños Expósitos tuvo una vigencia más bien escasa, tan solo hasta comienzos del siglo XIX, momento en el que se vio absorbida por el nuevo hospicio construido en la zona de San Francisco.
Con posterioridad la propiedad del inmueble pasó a manos de una de las familias de la alta burguesía leonesa, cuya historia ha quedado plasmada a lo largo de más de un siglo entre las paredes de este edificio. Su última representante fue Catalina Fernández-Llamazares y González (1905-1996). Fue su marido, el escultor cántabro Víctor de los Ríos Campos (1909-1996), quien haría señalada esta casa entre los leoneses, debido a su actividad de escultor.De hecho, aún hoy, buena parte de la población leonesa identifica este edificio como ‘La Casona de Víctor de los Ríos’. Durante este periodo una parte del edificio estuvo ocupada por diferentes dependencias del taller del escultor.
En el transcurso de las excavaciones arqueológicas efectuadas durante los años 1997 y 1998, además de los restos de la primitiva iglesia de Santa Marina pudieron documentarse importantes evidencias sobre el origen romano de la ciudad de León. En este sentido cabe destacar el descubrimiento de los sistemas defensivos de los dos campamentos que la Legio VI Victrix levantó en el solar leonés. El primero se dataría en los años finales del siglo I a.C., mientras que el segundo se construyó pocos años más tarde, a lo largo del segundo decenio del siglo I de la Era. Además de las defensas, también se evidenciaron los restos de un barracón para albergar a los soldados (ver la ilustración de esta página).
De barracón a almacén
La llegada de la Legio VII Gemina hacia el año 74/75 d.C. supuso importantes cambios, tanto en lo referente a las defensas campamentales como a las distintas edificaciones que se distribuían a lo lago y ancho del ámbito campamental. En el caso que nos ocupa, sobre el antiguo barracón de la Legio VI Victrix’ se levanta ahora un gran almacén en el que se vienen desarrollando los trabajos de excavación con resultados, hasta el momento, muy satisfactorios.
Sobre el tipo de corazas más habituales, cuyos restos han ido apareciendo en las excavaciones de Puerta Castillo, Victorino García señala que las más habituales eran la ‘segmentata’, con flejes de hierro, y la ‘hamata’o cota de mallas, y menos frecuente ‘la squamata’. En la primera todo apunta que ejerció una poderosa influencia la indumentaria de los gladiadores, al igual que la ‘manica’, un protector laminado que protege el brazo que no porta el escudo, mientras que la ‘hamata’ proviene del mundo céltico y curiosamente es la única que pasa al mundo medieval.“En Puerta Castillo han aparecido restos de los tres modelos”, asegura el arqueólogo municipal, si bien quiere precisar que los primeros restos, aparecidos a finales de los años noventa, procedían de una ‘segmentata’, una ‘manica’ y una pechera. Los restos de la de cota de malla o de la ‘squamata’han salido a partir de los trabajos de rehabilitación emprendidos en La Casona, mayormente en el solar que ocupaba el antiguo CCAN. ).
Patio porticado
Para Victorino García, en ocasiones es difícil precisar el uso de las construcciones campamentales, sobre todo cuando se está jugando con fragmentos de plano. “En algunos casos son fáciles de identificar, como los barracones, que suelen tener una tipología muy definida.En otros casos es la propia ubicación de los restos, aunque sean fragmentarios, la que permite, con bastante certeza, determinar qué tipo de edificio se está excavando. Es el caso de los ‘principia’, que tanto en los campamentos legionarios como en los auxiliares siempre se ubican en el centro, en la zona más protegida. Otras edificaciones, aparte del pretorio, serían el valetudinario, los talleres donde se fabrican toda clase de utensilios y los almacenes, que los hay de distintos tipos. Nosotros siempre hemos pensado que lo de Santa Marina era un almacén muy grande estructurado en torno a un patio porticado”, señala García.
Por lo encontrado hasta ahora,fragmentos de armaduras que todavía hay que precisar si pertenecen a una misma pieza, una laboriosa tarea que se viene realizando en el Museo de Leóny de la que se informará en el reportaje de mañana, estaríamos ante un habitáculo de ese gran almancén en el que sedepositaban armaduras ya en desuso y que eran abandonados.
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verónica viñas | león 10/06/2012
La historia de León está escrita en sus edificios. Los mejores preservan el nombre de los arquitectos que, en su momento, proyectaron sus sueños sobre construcciones que se han acabado convirtiendo en obras de arte. La prueba: han superado el paso del tiempo; eran espléndidos cuando se erigieron y lo siguen siendo ahora.
Desde Petrus Deustamben, arquitecto de San Isidoro y del palacio de Doña Berenguela -del que sólo se conserva la torre, dentro del colegio de las Teresianas-, o el genial maestro Enrique, que ‘magnificó’ el gótico en la Catedral, los inmuebles más singulares de la ciudad no han perdido su autoría. Son edificios con firma.
Entre los maestros que han marcado la identidad de León destaca el salmantino Juan del Ribero Rada, que brilló en el siglo XVI. Trabajó en el desaparecido monasterio de San Claudio, proyectó la conocida Casa de las Carnicerías, el palacio de la Poridad (antiguo Ayuntamiento de San Marcelo) y el palacio de los marqueses de Villasinta, situado en la plaza de San Isidoro, frente al convento de las Siervas de Jesús. Del Ribero se encarga también a finales del siglo XVI de las obras de rehabilitación de la capilla mayor del convento de las Concepcionistas, en la calle de la Rúa. Pocos años antes, en 1560, el segoviano Rodrigo Gil de Hontañón diseñó el Palacio de los Guzmanes (sede actual de la Diputación). Gil de Hontañón está considerado como uno de los mejores arquitectos españoles del siglo XVI.
Fernando el Católico encarga un nuevo hospital de peregrinos sobre los restos de una antigua hospedería para pobres construido por Sancha de Castilla en el siglo XII. Se trata del convento hoy parador de San Marcos. Pedro Larrea no culmina la nueva obra y Juan de Orozco se encarga de la iglesia entre 1515 y 1539, mientras que la fachada la continúa Martín de Villarreal, en tanto que el claustro y la sacristía los ejecuta Juan de Badajoz. De la Iglesia del Mercado, que tiene una curiosa forma de sepulcro, se sabe que la torre es obra de Felipe de Cajiga (1598) y que fue rematada por Fernando de Compostiza. Un incendió destruyó en 1464 la primitiva iglesia de los Capuchinos, de estilo gótico, erigida nuevamente en 1762 por el arquitecto García Pumarino con una sobria traza clasicista.
Toros y ejecuciones
De espléndidos edificios como el palacio del Conde Luna no se conoce el nombre de su autor. La Plaza Mayor, que se erige en 1677, según planos de Francisco del Piñal -aunque parece que hubo un proyecto anterior del jesuita Antonio Ambrosio-, será durante décadas el centro vital de la ciudad, quizá porque se levantó sobre uno de los más importantes mercados medievales. La Plaza Mayor de León es una de las que mejor conserva de toda España su carácter original, al no haber sufrido apenas modificaciones, lo que la convierte en una de las más representativas del siglo XVII. Aquí se celebraban tanto corridas de toros como ejecuciones. También fue el lugar donde se alzó la ciudad contra los franceses en la Guerra de la Independencia. El viejo consistorio, aunque apenas cumplió esta función, es un palacete construido entre 1674 y 1677 con la participación de los arquitectos Simón de Vayas, Francisco del Piñal y Pedro del Hoyo. De un barroco incipiente, el ‘Balcón del pueblo’ ha sido cuartel, escuela pública, sede de los juzgados, Archivo Municipal y Casa de Socorro.
De la misma época es la actual iglesia de San Marcelo -de escasa gracia arquitectónica-.
En junio de 1758 el Ayuntamiento decide construir Puerta Castillo y Puerta Moneda, donde siglos atrás estaban las puertas que daban acceso al campamento romano y medieval. Se ignora qué arquitecto las diseñó, pero sí se sabe que el maestro que dirigió los trabajos fue Bernardo Miguélez.
La nueva ciudad
La auténtica transformación de la ciudad acontece en los últimos años del siglo XIX y principios del siglo XX. Hasta entonces, aparte de los citados edificios singulares, León apenas era un poblachón que hasta 1834 no recibiría el título de capital de provincia. A finales del XIX comienzan a ‘brotar’ casas singulares en el casco histórico, obra de Juan Madrazo y Kunt, Arsenio Alonso, Juan Bautista Lázaro... El edificio Botines es una de las pocas construcciones que proyectó Gaudí fuera de Cataluña. El edificio comenzó a erigirse en 1892. De estilo neogótico con tintes de castillo medieval, provocó múltiples quebraderos de cabeza al arquitecto, que acabó maldiciendo a la ciudad.
En 1904 se inició el ensanche de León en torno a su eje principal, la calle Ordoño II. La capital se llenó entonces de suntuosas construcciones, señoriales chalés, edificios administrativos, bancos y teatros, de la mano de arquitectos como Cárdenas, Sanz, Torbado o Ugalde. Gustavo Fernández Balbuena, que diseña en 1919 el casino (hoy sede del BBVA), fue un arquitecto que transformó el urbanismo de Madrid. Su proyecto del Parque Lineal en la zona Sur de Madrid ha sido una constante referencia en el urbanismo madrileño. Manuel de Cárdenas, pionero de una saga, ha sido uno de los arquitectos que más impronta ha dejado en León. Diseñó el chalé de los Fierro, la Casa Goyo, el Museo de León, la Casa Ciriaco, la Casa Lubén, el edificio de Correos (el de la Catedral), el Teatro Emperador, el edificio Sopeña (Oscus)... Son los inmuebles que se salvaron de la ‘especulación’, que demolió en los sesenta y setenta auténticas joyas arquitectónicas, como el instituto politécnico (donde hoy se erige el Juan del Enzina) o los señoriales chalés que flanqueaban Ordoño y la Condesa.
La Fundación Docomomo (Documentation and Conservation of buildings, sites and neighbourhoods of the Modern Movement), cuyo objetivo es estudiar y documentar la arquitectura del siglo XX, elaboró una lista con los 6.000 mejores edificios del siglo pasado, entre los que figuran 37 de León capital. Destacan construcciones tan emblemáticas como los teatros Emperador y Trianón, el hotel Oliden (actual Alfonso V), las casas de Roldán, Arce, la Perrona o Ceremonias, la casa neomudéjar de la calle San Agustín, el edificio Pallarés, la sede de los sindicatos, el sanatorio Otazú, el viejo casino y el edificio de Correos de Cárdenas.
El León contemporáneo
Con su fachada de travertino romano y su ‘diálogo’ con San Marcos -al que mira de frente- el edificio del Auditorio, diseñado por Luis Mansilla y Emilio Tuñón, supuso un cambio en la arquitectura de la ciudad. El Auditorio y el Musac (de los mismos arquitectos) recibieron toda clase de premios, desde el Nacional de Arquitectura al Mies van der Rohe -considerado el Nobel de Arquitectura-.
Otras construcciones como la sede de la Junta, el Edificio Europa (obra de José Álvarez Guerra, José Mará Ruiz Sanz y Luis Diego), el tanatorio -que recibió los premios Julio Galán Carvajal y el Saloni de Interiorismo-, el edificio del Ente de la Energía (EREN), todos ellos en Eras de Renueva, transformaron la imagen de la ciudad. León abrazaba así la arquitectura contemporánea. Otros inmuebles se ‘reinventaron’ a partir de viejas construcciones, como la antigua fábrica de Abelló -uno de los pocos ejemplos de arquitectura industrial que se han salvado en la ciudad-, el Centro Cívico del Crucero, el palacete Gaviria (sede del Colegio de Arquitectos), el palacio de Jabalquinto o el de Don Gutierre y, más recientemente, la sede del Procurador del Común, en el antiguo edificio del Museo de León o Pallarés como sede de éste último museo.
La sede de Caja España en el Portillo, que lleva la firma del arquitecto leonés Félix Compadre, se convirtió en 1989 en el primer edificio inteligente de Castilla y León. Entre las construcciones de ‘última generación’, el polideportivo de Eras, de Jorge Nimo y Carlos Mezquita; y el nuevo gimnasio del Instituto Juan del Enzina, de Belén Martín-Granizo y Daniel Díaz Font.
También habría que citar los dos centros comerciales Espacio León y León Plaza, diseñados ambos por el estudio de arquitectura L35. Sin olvidar el ‘megaproyecto’ de palacio de congresos encargado al célebre arquitecto Dominique Perrault sobre los ‘restos’ de la antigua azucarera Santa Elvira.
Son algunos de los edificios que ‘han hecho’ que León sea tal y como la conocemos.
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