Restauran por primera vez el ala este del Palacio de Grajal
Las obras, por 119.000 euros, pretenden salvar un salón que el Ayuntamiento quiere destinar a actividades culturales
La mitad del edificio sigue en ruinas
Las obras, por 119.000 euros, pretenden salvar un salón que el Ayuntamiento quiere destinar a actividades culturales
La mitad del edificio sigue en ruinas

El Palacio de Grajal de Campos costó seis pesetas. Es lo que pagó el Ayuntamiento a los propietarios por este inmueble, Monumento Nacional desde 1931. Una compra simbólica de una joya en ruinas. El alcalde de Grajal, Francisco Espinosa, está a la espera de adjudicar una restauración por 119.000 euros que permitirá salvar parte del ala este y que quedó paralizada por el estado de alarma. El plazo de ejecución es de cinco meses y permitirá recuperar un salón, de unos 200 metros cuadrados, que el Ayuntamiento quiere destinar a actividades culturales, congresos y exposiciones. Será la primera vez que se intervenga en esta parte del edificio.
El arquitecto Ramón Cañas asegura que más de la mitad del palacio está sin rehabilitar, a pesar de que en los últimos años se han hecho intervenciones puntuales. Calcula que la restauración integral de esta joya del Renacimiento superará los cuatro millones de euros; y eso sin dotar de uso al edificio.
La obra pendiente de adjudicar se centrará en «consolidar el ala este, recuperar el forjado medio, los solados de barro y la fisonomía de los huecos de la planta baja, donde faltan hasta los dinteles», explica Cañas.
Tampoco el ala norte se ha tocado hasta la fecha. «Únicamente se protegieron las cubiertas en los años 90», pero «en las fachadas no se ha intervenido».
Obras pendientes
Las alas este y norte no se han tocado. Medio palacio está sin restaurar, lo que supone cuatro millones
Este verano, durante los trabajos de reparación de la monumental escalera en forma de ‘U’ del palacio, algunos desprendimientos hicieron temer un derrumbe. La escalera es la pieza emblemática del inmueble, pero su delicado estado, con grietas y fisuras, agravadas en las últimas décadas, obligaron a apuntalarla.
Rehabilitación integral
El grupo municipal del PSOE en Grajal exigió entonces la «recuperación íntegra del edificio. Este monumento, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), no puede seguir en este estado de ruina. Hay que apostar fuerte, lograr su rehabilitación y buscar un destino para este emblemático edifico del siglo XVI», dijeron entonces.
El palacio se convirtió en verano —por segundo año— en campo de operaciones para alumnos de la Escuela de Arte y Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de León, que se afanaron en la limpieza y lavado de las azulejerías, las yeserías y las pinturas murales de la sala del Oratorio. Cañas considera su aportación muy valiosa y aboga por una tercera campaña para seguir recuperando elementos de un edificio que parece interminable.
Un dueño muy original
El Palacio de Grajal de Campos es un auténtica ‘rareza’, fruto del carácter de su primer propietario, Hernando de Vega, que encomendó la construcción a los arquitectos Cristóbal y Lorenzo de Adonza. De Vega, hombre de confianza de Carlos I, viajó por toda Europa y se empapó de las nuevas ideas renacentistas para aplicarlas a su ‘mansión’ de Grajal. El interior del palacio muestra verdaderas maravillas arquitectónicas, como las arcadas, cornisas, balaustres, el corredor...
El palacio lo concluirá en una segunda fase su hijo Juan de Vega, embajador ante la Santa Sede y virrey de Sicilia. La escalera está decorada con motivos simbólicos como los hipopótamos alados, que representan la toma de Túnez en la que se utilizó artillería anfibia.
La geografía del subsuelo, que está completamente horadado, supone una complicación añadida para la estabilidad del frágil palacio. Todo el subsuelo está socavado por sus túneles desde hace siglos.
Fuente Diario de Leon
Obras pendientes
Las alas este y norte no se han tocado. Medio palacio está sin restaurar, lo que supone cuatro millones
El palacio de los reyes de León emerge en San Isidoro
Aparecen restos de las dependencias palatinas durante la reforma del museo, que concluirá en verano. Descubren vestigios que podrían ser de un templo romano
Aparecen restos de las dependencias palatinas durante la reforma del museo, que concluirá en verano. Descubren vestigios que podrían ser de un templo romano
26/09/19
La angosta entrada al Museo de San Isidoro era un ‘cofre del tesoro’. Las obras de reforma y ampliación del espacio expositivo de la colegiata, que concluirán en verano, han sacado a la luz buena parte de los 2.000 años de historia de este enclave, desde época romana a las construcciones civiles y religiosas que representaron el centro de poder del Reino de León.
A sólo cuarenta centímetros de profundidad se hallan algunas de las claves del edificio. En los 75 metras cuadrados excavados han aparecido restos del palacio de los monarcas leoneses, que ya había ‘asomado’ en las prospecciones llevadas a cabo en el atrio de la basílica hace siete años.
Los vestigios permiten documentar la existencia de un palacio real en este lugar durante los siglos XI y XIV. Y es que, la corte leonesa contó con cuatro sedes: el palacio de Ordoño, construido sobre las termas romanas y hoy bajo la Catedral, Palat del Rey, San Isidoro y el palacio de Enrique II de Trastámara, en la calle de la Rúa y construido entre 1360 y 1370, aunque su calidad constructiva fue tan pésima que apenas duró en pie treinta años. Hoy en día, sus restos están en el Museo de León y el Arqueológico Nacional de Madrid.
Las excavaciones realizadas por el arqueólogo Fernando Muñoz confirman que el Panteón Real se erigió sobre un conjunto de estructuras romanas. Han salido a la luz restos de las sucesivas fortificaciones de la Legio VII y de una estancia que podría ser un templo dedicado al dios Mercurio, como siempre sostuvo el anterior abad, Antonio Viñayo.
Pero ha habido otro hallazgo, visualmente más espectacular. Se trata de los restos de dos hornos de fundición de campanas, datados entre los siglos XIII y XVI; anteriores, en cualquier caso, a la construcción de la biblioteca renacentista de la planta superior. Se conservan el foso y el molde de la campana. Como rareza tipológica, muestran un tiro o chimenea en la parte posterior a la entrada de combustible, cuya misión sería introducir aire caliente para el recocido del molde.
Al tratarse de una ‘rareza arqueológica’, los técnicos de la Fundación Montemadrid, que cofinancia las obras —aporta dos millones de euros y otros 600.000 el Cabildo—, han decidido preservarlos; uno de ellos de forma visible para los futuros visitantes, según confirmó ayer el responsable de Patrimonio de la citada entidad, Gabriel Morante. Ante tantos hallazgos, presentados ayer a la prensa, el abad de la real Colegiata, Francisco Rodríguez Llamazares, dio la bienvenida a un espacio «insólito».
Las excavaciones depararon una sorpresa más: algunos valiosos elementos arquitectónicos y ornamentales, utilizados en algún momento como ‘escombros de relleno’ y que con seguridad serán mostrados en el futuro museo.
derribos sin daños
Las demoliciones en el interior del museo, que ahora parece un cascarón vacío, han tenido en vilo a los técnicos. Un proceso «crítico» por la cercanía de las pinturas del Panteón Real, uno de los tesoros medievales más importantes de Europa, y la recientemente restaurada cámara de doña Sancha. Ambos espacios han estado monitorizados para evitar riesgos.
Por planos del siglo XVIII se conocía la existencia de un arco monumental anterior a la estrecha puerta de acceso al museo desde finales de los años 50, que ha aparecido al picar las paredes y será la nueva entrada.
El director de la Fundación Montemadrid, Cristóbal Sánchez, destacó ayer, a pie de excavaciones, la importancia de «poner un tesoro nacional al servicio del público», con «un grado de accesibilidad enorme». San Isidoro amplía el espacio expositivo de 1.200 a 3.200 metros cuadrados e incluirá nuevas estancias que hasta ahora no eran visitables, como la escalera renacentista, el adarve de la muralla o las galerías altas del claustro procesional. Más salas para mostrar el colosal tesoro de la colegiata, con obras que no se habían podido exhibir, como el Pendón de San Isidoro o el ajuar funerario de la infanta doña María.
El director general de Patrimonio Cultural, Gumersindo Bueno, afirmó que las actuales reformas permitirán «valorar más» San Isidoro. La Junta está actualmente terminando la restauración del claustro procesional o claustro Fonseca, en el que ha invertido 437.960 euros. Este espacio y la cámara de Doña Sancha, cuyas pinturas murales habían sido arrancadas en los 50 y volvían el año pasado a esta estancia, conocida también como la cámara del tesoro, tras una complicada restauración en ‘paneles móviles’, son dos nuevos espacios que se integrarán en el nuevo museo.
Fuente Diario de Leon

LA REFORMA DE LA PLAZA DEL GRANO ■ UNA OBRA CON POLÉMICA
Verdades y mentiras sobre la obra del Grano
Informacion Diario de Leon
Los 6 puntos más polémicos de la reforma

ÁLVARO CABALLERO | LEÓN
12/02/2017
1- ¿Se hormigonará la plaza del Grano?
VERDADERO: No habrá hormigón en la zona central de la plaza, aunque en la actualidad hay una capa en la base del pasillo que da entrada a la cocheras, frente a la fachada del bar la Santa Sed. Lo que se contempla tan sólo es una mezcla de mortero bastardo con una parte de cemento en seco por cada 17 de volumen de tierra —un 5,88% frente al 5% del proyecto de 1989— y un acabado con mezcla de cal y tierra.
FALSO: Se dijo que habrá mallazo en la base, pero tan sólo se prevé usarlo en Capilla y Mercado y bajo el enchinarrado. Ni siquiera se hará, según el arquitecto, en la zona de ampliación de aceras en la que se comerá espacio al empedrado, aunque se preveía.
2- ¿Se va a levantar el empedrado?
VERDADERO: Está previsto hacerlo en la fase 3, aunque ese proyecto no es el que está en marcha en estos momentos y depende de que el Ayuntamiento se atreva a llevarlo adelante. Ni siquiera entra dentro del plan actual que se arreglen las calvas de la zona central.
FALSO: No es verdad que se vaya a cambiar el dibujo de los diferentes paños que componen la estructura de la plaza y se conservarán las vertientes.Lo detalla el proyecto de Cañas. Sí que se admite que se plantea rebajar «ligeramente el bombeo» de algunas zonas, aunque a continuación se reseña que se curvará la traza para que «se mantenga una percepción visual de alomado». Se hará por zonas y se reutilizarán los mismos cantos.
3- ¿Se talan los árboles y se quita el verdín?
VERDADERO: No se talarán los árboles, aunque sí que se cita que sería necesaria una poda. Algunos vecinos conservacionista de la zona proponen que se eliminen. Tienen alrededor de 60 años. Antes no estaban.
FALSO: Al pertenecer a la fase 3, no afecta a las intervenciones del proyecto actual de obras. Sí que se cita en el documento que por encima de la capa de mezcla de tierra y cal sobre la que irán los morrillos hincados será necesario hacer un semillado para favorecer el tapizado de verdín actual. Este alfombrado ahora característico no existía antes de que se levantaran y volvieran a colocar los cantos en la obra de 1989.
4- ¿La ampliación de aceras reduce el empedrado?
VERDADERO: Sí que se toca el empedrado para ampliar las aceras en el perímetro de la plaza. El mayor efecto es en el entronque con las calles laterales. En la confluencia con Capilla y Juan II, que conforman el codo que pasa por delante de las casas con soportales, el espacio que se resta ronda los 2,5 metros. En la llegada desde Don Gutierre y Mercado también se amplía. En la fachada norte apenas se toca y se dejan 1,5 metros.
FALSO: La intervención para permitir la accesibilidad no abre ningún pasillo por el interior, ni diagonal, ni perpendicular. Ni con aceras, ni con pasarelas, como sí que se planteaba en algún otro proyecto que no ganó. Sí que se quita el bordillo.
5- ¿Están los leoneses en contra de las obras?
VERDADERO: Hay un grupo conservacionista que ha sido el que tomó la plaza el primer día, que cuenta con 15.000 apoyos en la página web change.org, así como 5.000 firmas entregadas en el Ayuntamiento en contra del proyecto. Su movimiento ha crecido esta semana. Admiten que se haga la reurbanización de Capilla y Mercado, pero rechazan la ampliación de aceras y la fase 3. Proponen arreglan el interior con una hacendera.
FALSO: No representan al vecindario de la zona, aunque también hay habitantes de la plaza en contra. La asociación vecinal, así como buena parte de los vecinos preguntados, respaldan que se arregle la plaza y quieren que se amplíen las aceras para favorecer su accesibilidad.
6- ¿Hubo tensión por las obras?
VERDADERO: El paso del primer y el segundo día de las máquinas por la plaza por la mala gestión del ayuntamiento hizo que los críticos intentara impedirlo. Lograron que ahora se entre por Herreros para no dañar el empedrado.
FALSO: La actuación policial no derivó en agresiones a los críticos, aunque sí que tuvieron que retirarlos por la fuerza. El consistorio mintió al decir que no pasarían más camiones tras el primer día.

ÁLVARO CABALLERO | LEÓN
12/02/2017
12/02/2017
El último dintel del Palacio Real de León
El Museo Arqueológico Nacional ha elegido como pieza del mes un arco mudéjar del alcázar leonés construido en el siglo XIV, suntuoso edificio que, como otros, desapareció sin apenas dejar rastro..

E. GANCEDO | LEÓN
Quien más, quien menos, tiene ligera noción de que León fue cabeza de uno de los más pujantes y dinámicos reinos de la Alta Edad Media hispana, pero probablemente no sean demasiados los que acierten a indicar dónde estaban los palacios donde vivían aquellos monarcas, cómo eran... y qué fue de ellos.
Ahora, parte de esa información está siendo divulgada desde uno de los grandes epicentros de la investigación y la divulgación histórica a nivel estatal, el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, que acaba de declarar ‘pieza del mes’ a uno de los escasísimos —y también espectacular— restos de aquellos reales sitios: el arco mudéjar del último palacio leonés. Una idea que ha despertado no poca expectación entre los fieles a esta iniciativa mensual, muy abundantes en la ciudad, y cuyas explicaciones están corriendo a cargo de un destacado profesional en la materia, Paco Juez.
Pero, ¿de dónde procede exactamente esta delicada y asombrosa pieza artística de apariencia arábiga? Lo cuenta el leonés Javier Pérez Gil, profesor de la Universidad de Valladolid y autor del libro El palacio real de León (Edilesa). «Ese arco formó parte del último palacio leonés, que vino a sustituir a los erigidos en el siglo XII en el entorno de San Isidoro». «Seguramente en ese cambio tuvo bastante que ver la instauración de la nueva dinastía Trastámara y la consiguiente voluntad de renovar la imagen representativa de la monarquía en la cabeza de uno de sus principales reinos», continúa, y avanza su descripción:
«Estaba ubicado en la calle La Rúa, en un solar que iría desde los actuales Gobierno Militar y hotel Conde Luna hasta el convento de las Concepcionistas. Se empezó a construir hacia 1370 por Enrique II y, aunque llegaron muy pocos restos al siglo XX debido a continuas transformaciones y rehabilitaciones, sabemos que seguía un modelo de palacio urbano muy cercano a la estética hispanomusulmana».
Y es que ésa era una de las características de la arquitectura real de la Corona de Castilla en ese siglo XIV, su inspiración en los modelos almohades sevillanos o granadinos, más que en corrientes europeas o góticas que tanta fortuna tenían en el ámbito religioso. «Así, mientras el reino de Navarra, por esas fechas, se construía el palacio real de Olite, en León encontraríamos unos palacios cercanos a la tipología de alcázar, con un gusto morisco muy acentuado, como evidenciaban la planta del edificio, espacios ajardinados como la llamada ‘Huerta del Rey’ y algunos restos conservados como este arco».
En cuanto palacio real, el edificio debió de ser poco frecuentado por los reyes. «Así, lo hicieron en 1459 y 1460, o Fernando el Católico en 1493 con motivo del recibimiento de las reliquias de San Marcelo. En 1528 Carlos I lo traspasó a la ciudad de León», ilustra Pérez Gil. Desde el siglo XVI y hasta el XX cumplió funciones de sede del Corregidor y del Adelantamiento del Reino de León, audiencia, alhóndiga, cárcel, fábrica, cuartel de infantería... «Podemos decir, sin duda, que se trató del edificio civil más importante de León desde la Baja Edad Media», asegura.
«Lamentablemente, en la década de 1940 se procedió a demoler lo poco que quedaba del entonces ‘cuartel de La Fábrica’, la última de sus funciones —continúa—. Tan sólo la Dirección de Bellas Artes se mostró sensible a su derribo y a la apertura de la actual calle General Lafuente, que además de destruir una parte de la cerca partió en dos el solar del antiguo palacio. Luego, en los sesenta, se construyeron sobre él el Gobierno Militar y el hotel Conde Luna. Ni el ayuntamiento ni la Comisión de Monumentos mostraron entonces ninguna sensibilidad hacia el antiguo palacio».
«Y no sé si las cosas habrían cambiado mucho en nuestros días, pues tanto el Ayuntamiento como la Diputación, entrado ya el siglo XXI, declinaron financiar o publicar la investigación que Dolores Campos y yo llevamos a cabo desde las Universidades de León y Valladolid…», critica Pérez Gil.
CELDAS DE ARCILLA Y ORACIÓN
La primera sorpresa es respirar una mezcla de trigo y tomillo. La segunda, oir el bullicio lejano del Esla o del Torío, levantar la vista a 50 metros del suelo y descubrir la boca de unas curiosas cuevas de arcilla que sirvieron de refugio hace quince siglos a los eremitas. Villasabariego y Villaquilambre conservan aún esas viejas celdas de retiro

PILAR INFIESTA
30/12/2016
PILAR INFIESTA
30/12/2016
30/12/2016
A escasos kilómetros de León capital, se abren magníficas, las cuevas eremíticas de San Martín (Villamoros) y de Valle (Valle de Mansilla), asentadas en los municipios de Villaquilambre y Villasabariego y rebautizadas ambas como del Moro. Acceder a ellas es rasgar el silencio, llenar las pupilas de cultivos y arboledas que serpentean junto a los ríos Torío y Esla. La caminata es corta, pero intensa para superar los desniveles de las colinas donde se excavaron y reencontrarse con un lugar de retiro y oración usado en la época visigótica, según la creencia. Pasar del bullicio del mundo a la soledad de la celda, olvidar el fragor de la batalla por la paz y el silencio de un cubículo no tuvo que ser fácil para aquellos guerreros de corazón duro, valor indomable, porte soberbio y pasiones insaciables que se transformaron, según la leyenda, en monjes piadosos que optaron por ocupar cenobios austeros. El primer anacoreta renombrado fue el Rey Rodrigo, que se retiró a las montañas de Portugal, y el último, Carlos I, que se refugió en Yuste. En el caso de las cuevas de Valle de Mansilla, la historia y las paredes marcadas por los arañazos y los instrumentos afilados que sirvieron para dibujar sus pequeñas celdas interiores, demuestran que este enclave tuvo un gran peso en la conversión de decenas de ‘soldados’. A partir del siglo X, esos ermitaños comenzaron, con probabilidad, a bajar de sus guaridas y se organizaron en recintos que dieron lugar a los monasterios medievales. De hecho, en las inmediaciones de las cuevas se levanta San Miguel de Escalada y se abre un castro en el que han aparecido columnas, piezas de estatuas, tumbas y numerosas monedas. Además de los eremitas, las cuevas de Valle han servido de refugio a los lugareños durante la invasión árabe, como atestigua una ilustración del Beato de Escalada. En ella se muestra cómo la población local se escondía en el interior de tres colinas. De ahí, que en la zona se hayan bautizado como Cuevas del Moro. Los octogenarios del pueblo recuerdan que las cuevas poseían una gran dimensión al distribuirse en varios pisos. Sin embargo, en la década de los treinta las estancias inferiores se taponaron para evitar los resbalones de los pequeños que acudían a jugar en su interior. El Ayuntamiento estudia la fórmula de promocionar «este curioso patrimonio, testigo de una época». Según las investigaciones, eremitorios similares y rupestres aún se conservan en la zona del río Pisuerga, en el medio y alto Ebro, en los valles del Bierzo, en el occidente de Alava, al norte de la provincia de Burgos y al sur de Santander.
También el Ayuntamiento de Villaquilambre quiere promocionar la denominada cueva de San Martín tallada, probablemente, hace quince siglos en el escarpe de la margen izquierda del río Torío. Para ello, el PGOU incluye un plan especial de protección de esta ermita rupestre, que posee una curiosa nave, un arco de herradura y un ábside con bóveda semiesférica.
Es más, la idea es abrir la ruta verde que discurrirá junto al río hasta el paraje de cárcabas donde se esconde la cueva, popularizada como del Moro. Se trata de una estructura subterránea excavada en las arcillas. Fuera, aún se mantienen varios árboles frutales que, supuestamente, plantó el eremita para abastecerse de comida. La ruta mejorará el camino de subida a la cueva.
La cueva consta de dos partes diferenciadas tanto en planta como en altura. Tras el vano de acceso, muy desvirtuado por los desprendimientos y la erosión de la ladera, que en parte están obstruyendo el paso, se abre una sala rectangular de 3,30 x 3,50 metros. Tras ella un paso más estrecho con arco de medio punto comunica con una sala de planta ultrasemicircular con techo abovedado que se conforma como un ábside. Todo ello indica, según los estudiosos, que la cueva fue ocupada por un solo eremita que la convirtió en una iglesia rupestre con morada y oratorio. En la obra de Claudio Sánchez Albornoz, Una ciudad de hace mil años, referente a León, habla ya del monje ermitaño que vivía en la cueva del monte sobre el río Torío, que está en la localidad de Villamoros. Los redactores del PGOU reconocen que la escasa visibilidad actual de la zona les impidió realizar mayores apreciaciones a la hora de elaborar el catálogo arqueológico. Sitúan el yacimiento en la parcela 13, dentro de un área de monte bajo que se extiende en 16 hectáreas.
Un documento fechado en el año 1006 hace constar que la cueva de San Martín perteneció al monasterio de Santiago de León, luego fue comprada por Zaben, padre de Gundisalvo, hasta que huyó de su soledad y las tierras volvieron de nuevo al monasterio. Otras hipótesis más aceptadas por los investigadores indican que en el siglo VI el rey suevo Recilano martirizó al prior San Ramiro y a doce monjes del monasterio benedictino de San Claudio de León. Los cuerpos se han encontrado en las excavaciones de 1967 a 1969 realizadas en la iglesia paleocristiana de Marialba de la Ribera. Recilano destruyó Lancia, y los eremitas que vivían en las cuevas de esa zona y Villacontilde huyeron. También pudo venir a este Coto Redondo un monje enfrentado con los responsables de San Isidoro y construir su cenobio rupestre, una costumbre extendida hasta el siglo X y practicada por personas que llevaban una vida de oración.
Tras los tesoros medievales que León perdió o le robaron
Un congreso desvela dónde fueron a parar decenas de obras de arte medievales.
VERÓNICA VIÑAS | LEÓN
29/12/2016
Robados o perdidos. Ese fue el destino final de decenas de obras de arte leonesas. Hoy y mañana un grupo de especialistas recompondrán el legado medieval que León no pudo preservar al completo. San Isidoro acoge este seminario internacional organizado por las universidades de León y Valparaíso,
por el que desfilarán algunos de los mayores expertos.
Las jornadas las abre hoy, a las 18.00 horas, Noemí Álvarez da Silva (Instituto de Estudios Medievales, Universidad de León), con la conferencia Reconstruyendo el pasado. La Arqueta de las Bienaventuranzas y el Arca de San Millán de la Cogolla. A las 18.45, José Alberto Moráis Morán (Pontificia Universidad Católica de Valparaíso) disertará sobre El taller de orfebrería de San Isidoro de León: infortunios de un patrimonio esquilmado. A las 19.30, María Dolores Teijeira Pablos (directora del Instituto de Estudios Medievales de la
Universidad de León) presenta la monografía La arqueta de San Adrián (Art Institute, Chicago) y el culto a sus reliquias en el antiguo reino astur leonés (Ediciones de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso).
Los expertos que participan en este congreso darán cuenta del paradero de decenas de obras de arte y su misterioso viaje a otros países. Destaca la presencia del leonés Gerardo Boto, profesor de la Universidad de Gerona y descubridor del célebre claustro de Palamós, trasladado en los años cincuenta hasta una finca privada y originario presumiblemente de la catedral vieja de Salamanca, donde fue desmontado en 1783 a causa de los daños sufridos por el terremoto de Lisboa de 1755.
El joven historiador José Alberto Moráis Morán (Bembibre, 1981), que ha creado en la Universidad Católica de Valparaíso una cátedra centrada en San Isidoro, ha conseguido que en Chile sepan más del románico leonés, de la Pulchra o del Camino de Santiago que muchos leoneses. César García Castro, del Museo Arqueológico de Asturias, abordará mañana las consecuencias que tuvo la voladura de la Cámara Santa de Oviedo en 1934.
29/12/2016
Los cimientos divinos de León
Las obras del futuro Museo de la Semana Santa están haciendo aflorar múltiples restos del antiguo palacio episcopal de León: en sólo setenta centímetros de excavación han aparecido vestigios medievales, del XV, del XVIII... más abajo reposa Roma..
06/08/2016
E. GANCEDO | LEÓN
Es la primera vez que se ‘pica’ este histórico y nuclear espacio de la ciudad de León, a la sombra de la Catedral y de los antiguos Principia, el cuartel general de la romana Legio. Se trata del patio del Seminario Mayor, antaño parte del complejo eclesiástico y administrativo del palacio episcopal, sede y residencia del obispo legionense, y en el que desde hace un mes han entrado palas, picos y cepillos en los trabajos correspondientes a la primera fase de su conversión en Museo de la Semana Santa.
«Sabíamos que íbamos a encontrar algo, por supuesto, pero no tanto», refirieron a este periódico fuentes del Obispado a la vista del entramado de restos de muros, bodegas y sótanos ahora aflorados y que dibujan la historia casi completa de este emblemático espacio capitalino. En los setenta centímetros aproximados que se ha descendido han hallado antiguos vestigios medievales de canto rodado, quizá restos del antiguo e inusual monasterio mixto de Santiago, del siglo X y de breve existencia —no duró más allá de cien años—. Pero también se observan anchos muros de los siglos XVII y XVIII, enfoscados y correspondientes al seminario San Froilán, elevado ante las exigencias del Concilio de Trento: tras él se crearon los colegios-seminarios en las diferentes diócesis y el primero creado en León fue el colegio de los Jesuitas en 1571. A él siguieron, ya en este emplazamiento, diferentes edificaciones a cargo de maestros como Gregorio de Pedrosa y su sucesor, Bartolomé Santos Risoba.
Además, pueden verse conducciones de aguas del XIX, siglo a finales del cual comienza a construirse la actual ampliación del edificio del Seminario, rematado en los años veinte del XX. Se atribuye a Gómez Salazar el edificio que hoy vemos, con su capilla inaugurada a mediados de 1858. Álvarez de Miranda, por su parte, añadió la estructura y la fachada del Norte, bendiciéndola en 1927. «Resulta curioso comprobar cómo entre la época romana y el XIX no hay saneamiento en la ciudad», observaron las mismas fuentes.
Unos tres metros más abajo duermen restos romanos de gran valor documental, pues no hay que olvidar que ésta es la zona del campamento donde se localiza la scannum tribonorum, es decir, el área dedicada a la vivienda de los tribunos. En 2010, durante las intervenciones arqueológicas realizadas con motivo de la reurbanización del entorno de la calle Ancha, se realizaron sendos sondeos en la calle Conde Luna, en el área que ocuparían dichas construcciones. El llamado sondeo 12 de aquellos trabajos no pudo delimitar la fachada septentrional, debido a que ésta debe avanzar hacia la calle Ancha, pero sí documentó un gran espacio porticado, posiblemente un patio con la presencia comprobada de una basa de columna.
De todos modos, el proyecto de Museo que ahora acaba de arrancar no contempla más excavaciones: las actuales se extenderán durante dos semanas más, documentándose y fotografiándose cada hallazgo para dejar paso después a la cimentación y soleras del nuevo centro cultural basado en la historia y en la imaginería de la Semana Santa leonesa.

E. GANCEDO | LEÓN
Es la primera vez que se ‘pica’ este histórico y nuclear espacio de la ciudad de León, a la sombra de la Catedral y de los antiguos Principia, el cuartel general de la romana Legio. Se trata del patio del Seminario Mayor, antaño parte del complejo eclesiástico y administrativo del palacio episcopal, sede y residencia del obispo legionense, y en el que desde hace un mes han entrado palas, picos y cepillos en los trabajos correspondientes a la primera fase de su conversión en Museo de la Semana Santa.
«Sabíamos que íbamos a encontrar algo, por supuesto, pero no tanto», refirieron a este periódico fuentes del Obispado a la vista del entramado de restos de muros, bodegas y sótanos ahora aflorados y que dibujan la historia casi completa de este emblemático espacio capitalino. En los setenta centímetros aproximados que se ha descendido han hallado antiguos vestigios medievales de canto rodado, quizá restos del antiguo e inusual monasterio mixto de Santiago, del siglo X y de breve existencia —no duró más allá de cien años—. Pero también se observan anchos muros de los siglos XVII y XVIII, enfoscados y correspondientes al seminario San Froilán, elevado ante las exigencias del Concilio de Trento: tras él se crearon los colegios-seminarios en las diferentes diócesis y el primero creado en León fue el colegio de los Jesuitas en 1571. A él siguieron, ya en este emplazamiento, diferentes edificaciones a cargo de maestros como Gregorio de Pedrosa y su sucesor, Bartolomé Santos Risoba.
Además, pueden verse conducciones de aguas del XIX, siglo a finales del cual comienza a construirse la actual ampliación del edificio del Seminario, rematado en los años veinte del XX. Se atribuye a Gómez Salazar el edificio que hoy vemos, con su capilla inaugurada a mediados de 1858. Álvarez de Miranda, por su parte, añadió la estructura y la fachada del Norte, bendiciéndola en 1927. «Resulta curioso comprobar cómo entre la época romana y el XIX no hay saneamiento en la ciudad», observaron las mismas fuentes.
Unos tres metros más abajo duermen restos romanos de gran valor documental, pues no hay que olvidar que ésta es la zona del campamento donde se localiza la scannum tribonorum, es decir, el área dedicada a la vivienda de los tribunos. En 2010, durante las intervenciones arqueológicas realizadas con motivo de la reurbanización del entorno de la calle Ancha, se realizaron sendos sondeos en la calle Conde Luna, en el área que ocuparían dichas construcciones. El llamado sondeo 12 de aquellos trabajos no pudo delimitar la fachada septentrional, debido a que ésta debe avanzar hacia la calle Ancha, pero sí documentó un gran espacio porticado, posiblemente un patio con la presencia comprobada de una basa de columna.
De todos modos, el proyecto de Museo que ahora acaba de arrancar no contempla más excavaciones: las actuales se extenderán durante dos semanas más, documentándose y fotografiándose cada hallazgo para dejar paso después a la cimentación y soleras del nuevo centro cultural basado en la historia y en la imaginería de la Semana Santa leonesa.
Estampas de una epopeya vertical
Divulgan imágenes inéditas de la construcción del canal del Cares, obra faraónica de principios del siglo XX en la que trabajaron más de 500 personas en condiciones durísimas y que sirvió de base para abrir más tarde la celebérrima senda
10/04/2016-Diario de Leon
EMILIO GANCEDO | LEÓN
Todo pie busca asiento en un camino. Y ese camino lo abrieron otros antes que nosotros, unas veces de manera sencilla y prosaica y otras gracias a trabajos que parecen tener más de milagro que de cotidiana labor humana. Es el caso de la que bien pudiera ser la ruta senderista mejor conocida y con mayor tránsito de España, la senda del Cares que enlaza Caín, en León, con Poncebos, Asturias, en mitad de un espectacular y vertiginoso paraje de agua y peña, el serpenteo más señero y reconocible de Picos de Europa.
Algunos de los que lo caminan se preguntan por aquellos que lo hicieron posible, por las manos anónimas que acarrearon material en mitad de las inmensas gargantas de piedra, que barrenaron la caliza y que tendieron los puentes sobre el abismo. Y desde hace poco tiempo existe la posibilidad de ponerles cara, aunque sea lejana y borrosa, puesto que Paulino Díaz Antón, impulsor de la web escabrales.com, localizó en los archivos de la compañía eléctrica Viesgo una serie de imágenes, como las que ilustran estas líneas, de enorme valor histórico.
Navengando por el canal de Caín. FOTO: ESCABRALES
«El proyecto de crear un canal —el que circula al lado de la senda— que aprovechara el caudal de los ríos Cares, Tejo y Duje fue planteado en 1912 por la empresa Viesgo, creada seis años atrás», explica el cabraliego Francisco Gómez, autor de un texto publicado en la citada web que está siendo muy leído (y compartido) estos días en Internet. «La idea original pasaba por horadar la margen izquierda del Cares, desde Caín a Camarmeña, para conducir las aguas a través de un túnel de once kilómetros de longitud —detalla—. Sin embargo, ese proyecto fue muy pronto desechado ante los insalvables impedimentos técnicos, resultando finalmente repartido el recorrido en tramos abiertos y 71 túneles perforados a base de maza y punterola».
En la construcción del canal del Cares se emplearon, según la investigación llevada a cabo por Francisco Gómez, unas 500 personas, muchas de la zona y otras de Galicia y hasta de Portugal. «De la penosidad y peligrosidad de los trabajos dan cumplido testimonio los 11 fallecidos en la obra —escribe—, algunos despeñados y otros alcanzados por derrumbes de rocas».
De hecho, los obreros vivían donde podían, sobre todo en barracones y hasta en cuevas como la de Culiembro. Gómez, presidente de la Asociación Cabraliega de Patrimonio, ha realizado numerosas entrevistas además de sumergirse en los archivos, y así supo que en 1918 unos 400 trabajadores quedaron incomunicados por la nieve en Caín sin posibilidad de salir hacia Valdeón, y hubieron de pernoctar en la garganta. «Entre 1927 y 1931 se construyó la antigua senda paralela al canal, aún visible, con fuertes desniveles y gran peligrosidad —cuenta—, y a través de ella muchos cainejos se desplazaban a los mercados de Arenas y Carreña con queso y patatas: ‘sólo’ tardaban ocho horas en llegar a Poncebos». Antes de eso el paso era impracticable.
La nueva senda
Pero tan arriesgado era el camino que la empresa decidió en 1945 acometer la construcción de la senda actual; según el proyecto original, «de metro y medio a dos metros de anchura, y lo más paralela posible al canal». En los primeros siete kilómetros, desde Caín, los trabajos se realizaron con pico, pala y dinamita, «debiendo descolgarse los obreros amarrados con cuerdas a poner las cargas y ser izados después de la explosión», incide Francisco Gómez.
Una maravilla que enlaza la grandiosidad de la naturaleza con el poder del ingenio humano pero que dejó por el camino otras víctimas: la tala de uno de los bosques de nogales más grandes de Europa, el que había en la canal de Trea, una capilla y hasta un puente medieval.
Obras de colocación de una tubería entre la presa de Camarmeña y la central de Poncebos.FOTOS ESCABRALES
Obras de construcción del canal del Cares. FOTOS ESCABRALES
10/04/2016-Diario de Leon
EMILIO GANCEDO | LEÓN

Todo pie busca asiento en un camino. Y ese camino lo abrieron otros antes que nosotros, unas veces de manera sencilla y prosaica y otras gracias a trabajos que parecen tener más de milagro que de cotidiana labor humana. Es el caso de la que bien pudiera ser la ruta senderista mejor conocida y con mayor tránsito de España, la senda del Cares que enlaza Caín, en León, con Poncebos, Asturias, en mitad de un espectacular y vertiginoso paraje de agua y peña, el serpenteo más señero y reconocible de Picos de Europa.
Algunos de los que lo caminan se preguntan por aquellos que lo hicieron posible, por las manos anónimas que acarrearon material en mitad de las inmensas gargantas de piedra, que barrenaron la caliza y que tendieron los puentes sobre el abismo. Y desde hace poco tiempo existe la posibilidad de ponerles cara, aunque sea lejana y borrosa, puesto que Paulino Díaz Antón, impulsor de la web escabrales.com, localizó en los archivos de la compañía eléctrica Viesgo una serie de imágenes, como las que ilustran estas líneas, de enorme valor histórico.

Navengando por el canal de Caín. FOTO: ESCABRALES
«El proyecto de crear un canal —el que circula al lado de la senda— que aprovechara el caudal de los ríos Cares, Tejo y Duje fue planteado en 1912 por la empresa Viesgo, creada seis años atrás», explica el cabraliego Francisco Gómez, autor de un texto publicado en la citada web que está siendo muy leído (y compartido) estos días en Internet. «La idea original pasaba por horadar la margen izquierda del Cares, desde Caín a Camarmeña, para conducir las aguas a través de un túnel de once kilómetros de longitud —detalla—. Sin embargo, ese proyecto fue muy pronto desechado ante los insalvables impedimentos técnicos, resultando finalmente repartido el recorrido en tramos abiertos y 71 túneles perforados a base de maza y punterola».
En la construcción del canal del Cares se emplearon, según la investigación llevada a cabo por Francisco Gómez, unas 500 personas, muchas de la zona y otras de Galicia y hasta de Portugal. «De la penosidad y peligrosidad de los trabajos dan cumplido testimonio los 11 fallecidos en la obra —escribe—, algunos despeñados y otros alcanzados por derrumbes de rocas».
De hecho, los obreros vivían donde podían, sobre todo en barracones y hasta en cuevas como la de Culiembro. Gómez, presidente de la Asociación Cabraliega de Patrimonio, ha realizado numerosas entrevistas además de sumergirse en los archivos, y así supo que en 1918 unos 400 trabajadores quedaron incomunicados por la nieve en Caín sin posibilidad de salir hacia Valdeón, y hubieron de pernoctar en la garganta. «Entre 1927 y 1931 se construyó la antigua senda paralela al canal, aún visible, con fuertes desniveles y gran peligrosidad —cuenta—, y a través de ella muchos cainejos se desplazaban a los mercados de Arenas y Carreña con queso y patatas: ‘sólo’ tardaban ocho horas en llegar a Poncebos». Antes de eso el paso era impracticable.
La nueva senda
Pero tan arriesgado era el camino que la empresa decidió en 1945 acometer la construcción de la senda actual; según el proyecto original, «de metro y medio a dos metros de anchura, y lo más paralela posible al canal». En los primeros siete kilómetros, desde Caín, los trabajos se realizaron con pico, pala y dinamita, «debiendo descolgarse los obreros amarrados con cuerdas a poner las cargas y ser izados después de la explosión», incide Francisco Gómez.
Una maravilla que enlaza la grandiosidad de la naturaleza con el poder del ingenio humano pero que dejó por el camino otras víctimas: la tala de uno de los bosques de nogales más grandes de Europa, el que había en la canal de Trea, una capilla y hasta un puente medieval.

Obras de colocación de una tubería entre la presa de Camarmeña y la central de Poncebos.FOTOS ESCABRALES


Obras de construcción del canal del Cares. FOTOS ESCABRALES
Descubierta en Astorga una domus romana con grandes mosaicos y, por vez primera, restos de una estatua tardoimperial
Se trata de la cabeza y las extremidades de un fauno con orejas triangulares y protuberancias a modo de cuerdos en su frente

Desde hace poco más de un mes los arqueólogos del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León trabajan con denuedo en un solar de la calle San José de Mayo de Astorga. Allí han aparecido, apenas a un metro de profundidad, hasta tres grandes mosaicos correspondientes a otras tantas estancias de una gran casa noble romana. Pero, lo más sorprendente, según los informes técnicos entregados en León y que ya han sido puestos en conocimiento del delegado territorial y de la Comisión de Patrimonio, es el último hallazgo: el primer vestigio, en forma de estatua, de la época tardoimperial en Astúrica Augusta.
Una cabeza que, en un principio, parecía la de un dios al que los habitantes de la casa adoraban, resultó ser, tras una primera observación in situ por parte de los arqueólogos especializados, “un fauno, con rasgos de orejas triangulares y protuberancias a modo de cuerdos en su frente. Entendemos que sería una de las figuras que adornaban el peristilo de la domus”, aseguran fuentes de la administración autonómica. Además de la cabeza, que restaurará y limpiará, también habrían aparecido otros fragmentos de la escultura como brazos y piernas. “Pero los trabajos aún no han terminado”, aseguran las mismas fuentes a DIARIO DE ASTORGA-ASTORGA DIGITAL.
Los mosaicos no cuentan con figuras de animales y personas, lo que sin embargo “los harían más valiosos e importantes”. Esta “importancia” de los mosaicos viene dada por dos motivos: sus grandes dimensiones y al tiemo sus pequeñas teselas, esto es, de mucha calidad. El mayor corresponde a una habitación corredor que rodeaba el peristilo de la domus. Al oeste de esta casa patricia hay otra sala cuyo mosaico está en peor estado de conservación.
Todo está preparado para una presentación oficial con todos los datos técnicos y pormenores del importante descubrimiento en la propia Astorga por parte de las autoridades de la Junta de Castilla y León junto al Ayuntamiento, si bien se quiere rematar la excavación porque “según se va avanzando, se está encontrando algo más”.
Sobre la posibilidad y futuro uso del solar, donde el propietario ha colaborado en todo momento, según las mismas fuentes, la última decisión será de la Comisión de Cultura y Patrimonio. DIARIO DE ASTORGA ha consultado fuentes de la Junta y del Ayuntamiento que sin embargo no se han querido pronunciar, “porque son decisiones delicadas, importantes y hay que defender el interés general pero también el del particular”.
El hecho de encontrarse una domus tan importante al lado del Foro astorgano invita a crear un nuevo punto de visita en la Ruta Romana, por ejemplo, con dioramas en las paredes que recrearían aún más la forma de vida lujosa de los dirigentes astorganos hace dos mil años. En cuanto a las piezas halladas, todo indica que se quedarán en Astorga porque esa es la nueva política establecida en el Ayuntamiento, donde se quiere volver a poner en valor a la ciudad “como la segunda ciudad en importancia cultural provincial y tercera en su rango administrativo”, según vienen señalando el nuevo equipo de gobierno.
Fuente:Diario Digital de Astorga
Se trata de la cabeza y las extremidades de un fauno con orejas triangulares y protuberancias a modo de cuerdos en su frente

Desde hace poco más de un mes los arqueólogos del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León trabajan con denuedo en un solar de la calle San José de Mayo de Astorga. Allí han aparecido, apenas a un metro de profundidad, hasta tres grandes mosaicos correspondientes a otras tantas estancias de una gran casa noble romana. Pero, lo más sorprendente, según los informes técnicos entregados en León y que ya han sido puestos en conocimiento del delegado territorial y de la Comisión de Patrimonio, es el último hallazgo: el primer vestigio, en forma de estatua, de la época tardoimperial en Astúrica Augusta.
Una cabeza que, en un principio, parecía la de un dios al que los habitantes de la casa adoraban, resultó ser, tras una primera observación in situ por parte de los arqueólogos especializados, “un fauno, con rasgos de orejas triangulares y protuberancias a modo de cuerdos en su frente. Entendemos que sería una de las figuras que adornaban el peristilo de la domus”, aseguran fuentes de la administración autonómica. Además de la cabeza, que restaurará y limpiará, también habrían aparecido otros fragmentos de la escultura como brazos y piernas. “Pero los trabajos aún no han terminado”, aseguran las mismas fuentes a DIARIO DE ASTORGA-ASTORGA DIGITAL.

Los mosaicos no cuentan con figuras de animales y personas, lo que sin embargo “los harían más valiosos e importantes”. Esta “importancia” de los mosaicos viene dada por dos motivos: sus grandes dimensiones y al tiemo sus pequeñas teselas, esto es, de mucha calidad. El mayor corresponde a una habitación corredor que rodeaba el peristilo de la domus. Al oeste de esta casa patricia hay otra sala cuyo mosaico está en peor estado de conservación.
Todo está preparado para una presentación oficial con todos los datos técnicos y pormenores del importante descubrimiento en la propia Astorga por parte de las autoridades de la Junta de Castilla y León junto al Ayuntamiento, si bien se quiere rematar la excavación porque “según se va avanzando, se está encontrando algo más”.

Sobre la posibilidad y futuro uso del solar, donde el propietario ha colaborado en todo momento, según las mismas fuentes, la última decisión será de la Comisión de Cultura y Patrimonio. DIARIO DE ASTORGA ha consultado fuentes de la Junta y del Ayuntamiento que sin embargo no se han querido pronunciar, “porque son decisiones delicadas, importantes y hay que defender el interés general pero también el del particular”.
El hecho de encontrarse una domus tan importante al lado del Foro astorgano invita a crear un nuevo punto de visita en la Ruta Romana, por ejemplo, con dioramas en las paredes que recrearían aún más la forma de vida lujosa de los dirigentes astorganos hace dos mil años. En cuanto a las piezas halladas, todo indica que se quedarán en Astorga porque esa es la nueva política establecida en el Ayuntamiento, donde se quiere volver a poner en valor a la ciudad “como la segunda ciudad en importancia cultural provincial y tercera en su rango administrativo”, según vienen señalando el nuevo equipo de gobierno.
Fuente:Diario Digital de Astorga
El Palacio de Gaudí sale del escondite

Las actuaciones en el monumento astorgano acondicionan las estancias que han permanecido inaccesibles Los trabajos descubren más bóvedas y acometen la instalación del ascensor
A.G. VALENCIA | ASTORGA
Gaudí se redescubre. El proyecto ‘El Palacio Escondido’, que acomete la consejería de Cultura y Turismo de la Junta en el monumento que el arquitecto catalán dejó en Astorga, avanza en su segunda fase. Unas obras que cuentan con un presupuesto de 245.000 euros y que están sacando a la luz y acondicionando estancias hasta ahora inaccesibles para los visitantes.
El ecónomo de la Diócesis, Víctor Murias, fue ayer el encargado de desgranar los pormenores de las actuaciones que se están llevando a cabo en el edificio. Unas obras que se suman a las que en una primera fase recuperaron los canales, las losas de piedra originales de las terrazas y las impermeabilizaron.
Ahora, el Palacio está inmerso en un completo lavado de cara interior, que arrancó el pasado mes de noviembre y que, previsiblemente, finalizará esta primavera.
Murias explicó que entre las actuaciones para acondicionar los espacios interiores se está llevando a cabo la demolición y la restauración de la antigua vivienda y del almacén, un espacio que no podía visitarse pero que con las obras y el derribo de los falsos techos ha sacado las bóvedas originales que estaban escondidas y una columna que «se mantiene en muy buen estado». Además se han abierto los arcos y se abrirá la puerta original de la estancia, que tiene acceso desde el recibidor del Palacio, para que puedan acceder los visitantes.
La segunda fase del ‘Palacio Escondido’ también está acometiendo la instalación del ascensor. Para lo cual se ha derribado la antigua escalera de servicio, que no se utilizaba. Con esta medida el monumento se hará accesible a todo tipo de público, destacó el ecónomo, quien aseguró que el ascensor comunicará todas las plantas y semiplantas del edificio.
Otra de las estancias que está viviendo un giro radical es la segunda planta, donde se han eliminado las divisiones para hacerla más diáfana, con el propósito de que albergue eventos y exposiciones temporales. Además, se habilitará con suelo calefactable para hacerla confortable.
Sustancial también es la actuación en la escalera helicoidal, que permitirá descubrir otro de los espacios hasta ahora escondidos. La prolongación de la escalera terminará en el torreón, desde el cual se accederá al bajocubierta donde se está acometiendo una pasarela para que las visitas conozcan el entramado de madera original que lo adorna. Con esta intervención también se harán visitables las terrazas. La última de las salas donde se está actuando es el Salón del Trono, donde se ha analizado una grieta, se han hecho catas para ver su evolución, descartando el peligro, y se están acondicionando los parámetros que se habían desprendido.
El Palacio de Gaudí está inmerso en un proceso de transformación que harán del monumento un edificio mucho más vivo. El inmueble, concebido hace un siglo para ser casa de obispo, recibió el año pasado 86.749 visitantes, 20.000 más que en 2014 (la catedral contabilizó 61.600 turistas en 2015). Un dato positivo que se vincula a la promoción que se ha hecho y que espera ir en aumento.
El hotel de San Isidoro amplía hasta 50 sus habitaciones

Las obras de las diez nuevas estancias ya han comenzado y está previsto que duren hasta julio como continuación de actuaciones anteriores
MANUEL C. CACHAFEIRO | LEÓN
El hotel Real Colegiata de San Isidoro se ampliará hacia un nuevo ala del edificio que ahora ocupa para construir diez nuevas habitaciones. Se trata de una actuación con cargo a fondos propios que sólo incluirá obras de interior.
En total, el hotel-casa de la espiritualidad contará con 50 habitaciones una vez que concluyan los trabajos, previsiblemente en el mes de julio, según confirmaron fuentes del Cabildo isidoriano. Las obras, que ya se han iniciado con la colocación de los andamios exteriores y algunas actuaciones en el interior, completan unas instalaciones que se abrieron con 31 habitaciones y que se han ido ampliando en función de la demanda y las posibilidades económicas. Estas obras, según aclaran las mismas fuentes, son una actuación que completa el proyecto y que en su día no se pudieron ejecutar justo por esa falta de recursos económicos.
Las nuevas estancias seguirán el estilo de las 40 actuales, con una decoración funcional y fiel a la historia del edificio. Todas ellas darán al claustro de acceso al hotel, que no se tocará, sin embargo, ya que su restauración y limpieza elevaría los costes, según aclararon las mismas fuentes.
Las obras cuentan con todos los permisos y el objetivo también es que sirvan para dar uso a una zona que, en la actualidad, estaba inutilizada. San Isidoro no sólo es la colegiata, el Panteón de los Reyes, el museo o la biblioteca; también tiene partes que han recobrado utilidad gracias a la construcción del hotel, ya que el complejo isidoriano suma cientos de metros cuadrados desperdigados por varios edificios que es necesario mantener y conservar.
Los trabajos han sido encargados a la empresa leonesa Decolesa, de reconocido prestigio y con actuaciones anteriores en la colegiata.
HISTORIA DEL HOTEL
El hotel abrió antes como casa de espiritualidad en el año 2005 sin modificar la estructura interior del edificio, que da a la parte trasera de la colegiata, con entrada por la plaza de Santo Martino. Desde el año 2010 se gestiona como hotel.
Es un lugar que con el tiempo ha ido ganando huéspedes dentro de lo que se conoce como hotel con encanto, por su situación privilegiada en el Camino de Santiago y en un complejo que alberga el Panteón de los Reyes, cuyas pinturas están consideradas la ‘capilla sixtina’ del arte románico, o el lugar, en otro claustro, donde se celebraron las primeras Cortes democráticas de la historia, en 1188, a lo que se suma otro hito como es el Santo Grial que muchos creen que es el cáliz de Dona Urraca tras recientes estudios.
El hotel se ha convertido, además, en el lugar propicio para muchos actos culturales y sociales de la capital leonesa por su céntrica situación y por disponer de algunos de los salones más importantes de San Isidoro.
La casa interminable del ‘Gaudí coyantino’
Santiago Nava lleva 26 años elevando en solitario el edificio Centinela, que algunos llaman ‘la casa de Batman’.
Su silueta compite con la del castillo medieval en el ‘skyline’ de Valencia de don Juan. Es la obra única, singular y para algunos delirante de un constructor local que comenzó en 1990 a elevar un edificio con base de ocho octógonos, paredes de tapial, miles de cantos rodados puestos a mano y con todas sus ventanas y habitaciones irregulares
E. GANCEDO | COYANZA
26/01/2016
E. GANCEDO | COYANZA
26/01/2016
26/01/2016
Galería de fotos
«Todo esto ha salido de aquí, de aquí y de ningún otro sitio». Lo dice y lo repite Santiago Nava, y se toca la cabeza cubierta por una pelambre larga y fosca. «No me he fijado en ningún otro edificio ni en ningún otro sitio, no he copiado nada. Esta casa es diferente a todo lo que hayas podido ver antes», insiste. Y en eso tiene razón. Si el aspecto exterior del llamado edificio Centinela ya atrae, fascina, asombra o desconcierta al paseante, con su base de cantos rodados, sus torres, sus líneas quebradas y sus enormes veletas en forma de animales o santos —el gran águila, probablemente, es la causa de uno de sus motes en Coyanza, ‘la casa de Batman’—, el interior desafía cualquier intento de descripción exhaustiva, con cinco extensas viviendas cuyas formas, disposiciones y aberturas son todas irregulares y diferentes, en mezcla inaudita de materiales autóctonos (barro prensado, canto de río) e industriales (hormigón, forja, pizarra, mármoles), así como maderas de la más variada procedencia.
La insólita aventura del edificio Centinela comienza en 1987, cuando Santiago Nava, diestro albañil y constructor, heredero de una saga de artesanos del adobe y el tapial naturales del cercano Carbajal de Fuentes, compra una casa de estilo popular ubicada entre las calles Victoria y Barrio Nuevo. Tres años después (el 20 de septiembre de 1990, las fechas clave no se le escapan de la cabeza) inicia las obras de algo que va muchos pasos más allá del tiempo y el dinero —incontables e inconfesables las horas y capitales invertidos—, un «sueño personal» que algún día verá terminado. Eso lo tiene claro.
Nava, hombre de pocas palabras y prácticamente inmune a las opiniones que sobre su edificio tenga o deje de tener la vecindad, venía de dos años oficiando de legionario en Melilla («me había indultado el Rey. ¿Que qué había hecho?, pues tener la boca cerrada, no largar», cuenta a medias, enigmático). Luego desembarcó en el puerto de Málaga y de allí a Carbajal decidió venirse andando, un mes entero echó. Buen ejemplo de la resolución y de la tozudez del paisano. Y en Valencia decidió llevar a efecto el proyecto que le venía rondando la cabeza. Adquirió la citada casa, la tiró abajo, y afrontó la proeza.
El edificio Centinela tuvo sus planos con firma de arquitecto, y diseños y bocetos de los que se encargó el dibujante e interiorista Roberto Soriano, en un principio muy vinculado al proyecto aunque después rompieron toda relación. Lo cual no quita para que este hombre alabe sobremanera la singularidad del asunto: «Es algo original y, sobre todo, muy laborioso. Toda la planta mide 400 metros cuadrados, tiene pisos enormes, bajos comerciales... ya sólo la entrada es espectacular, con una cúpula de cantos rodados suspendida sobre el techo», cuenta Soriano.
Y lo confirma y enseña Santiago Nava en una ‘visita guiada’ que hace para el Diario y que comienza con una puerta monumental en la que «habrá un metro cúbico de madera». Después va la aérea cúpula, sostenida en el forjado, y dos curiosas estatuas a modo de guardianes que representan a los primeros artífices del Centinela, Nava y Soriano, el primero hecho de cantos y el segundo, todo de fragmentos de vidrio. Después viene una abrumadora panoplia de espacios amplios y siempre desiguales: no hay dos pisos idénticos, ni dos ventanales, aun los más pequeños («mira esa ventana, la podía haber hecho recta, normal, ¿no? Pues ahí la tienes, en diagonal. A mí me gusta lo complicado»). Terrazas voladas sobre la calle, piedras de una cantera propia, mármoles e incluso ágatas que él mismo corta, dispone y pule, como ha colocado toda la carpintería de los vanos («hay que estar muy loco para hacer esto», concede), y automatismos, curiosas ideas para entradas, armarios y sanitarios, juntas de dilatación en los suelos... La solidez del conjunto es, por otro lado, admirable —ni una grieta a pesar del tiempo transcurrido—, sobre todo gracias a unas gruesas paredes de barro prensado, paja y cal, de 45 centímetros en su parte más estrecha («la primera obra de la historia con cuatro alturas de tapial, asegura»), hasta alcanzar un gran loft superior y una surrealista cubierta de pizarra con buhardillas, pasarelas y chapiteles presididos por cuatro figuras de cobre: un águila, una cobra, un moro y San Miguel pisando al Diablo. «La base de la casa son ocho octógonos, la parte superior es el doble que la inferior, vierte a cien aguas y hay tejado sobre tejado, ¿dónde has visto tú eso?», reta Nava, cuya ‘criatura’ entró en conflicto con la normativa urbanística municipal en tiempos del alcalde Alberto Pérez Ruiz —tuvo que tirar un saliente—, pero no con el actual. Aparte de la inmensa complejidad de la obra y del hecho de sacarla adelante prácticamente sólo una persona en sus ratos libres (Nava ha hecho también viviendas convencionales, naves industriales y muchas cosas más) con algunas ayudas puntuales, el proyecto sufrió parones y percances como la caída de un hermano desde el tercer piso y el accidente que sufrió él mismo, 21 días en la UVI y casi dado por muerto.
Lo que queda, dice, «lo hace un tonto». Equipamientos y acabados. Lo ‘gordo’ está listo. ¿Y por qué haces esto, Santi?, se le pregunta. «A ver, tú, ¿a cuántas personas conoces que, al final de su vida, se sientan realizadas?», interroga a su vez. «No muchas, ¿verdad? Pues mira, yo quiero ser una de las que sí».
«Todo esto ha salido de aquí, de aquí y de ningún otro sitio». Lo dice y lo repite Santiago Nava, y se toca la cabeza cubierta por una pelambre larga y fosca. «No me he fijado en ningún otro edificio ni en ningún otro sitio, no he copiado nada. Esta casa es diferente a todo lo que hayas podido ver antes», insiste. Y en eso tiene razón. Si el aspecto exterior del llamado edificio Centinela ya atrae, fascina, asombra o desconcierta al paseante, con su base de cantos rodados, sus torres, sus líneas quebradas y sus enormes veletas en forma de animales o santos —el gran águila, probablemente, es la causa de uno de sus motes en Coyanza, ‘la casa de Batman’—, el interior desafía cualquier intento de descripción exhaustiva, con cinco extensas viviendas cuyas formas, disposiciones y aberturas son todas irregulares y diferentes, en mezcla inaudita de materiales autóctonos (barro prensado, canto de río) e industriales (hormigón, forja, pizarra, mármoles), así como maderas de la más variada procedencia.
La insólita aventura del edificio Centinela comienza en 1987, cuando Santiago Nava, diestro albañil y constructor, heredero de una saga de artesanos del adobe y el tapial naturales del cercano Carbajal de Fuentes, compra una casa de estilo popular ubicada entre las calles Victoria y Barrio Nuevo. Tres años después (el 20 de septiembre de 1990, las fechas clave no se le escapan de la cabeza) inicia las obras de algo que va muchos pasos más allá del tiempo y el dinero —incontables e inconfesables las horas y capitales invertidos—, un «sueño personal» que algún día verá terminado. Eso lo tiene claro.
Nava, hombre de pocas palabras y prácticamente inmune a las opiniones que sobre su edificio tenga o deje de tener la vecindad, venía de dos años oficiando de legionario en Melilla («me había indultado el Rey. ¿Que qué había hecho?, pues tener la boca cerrada, no largar», cuenta a medias, enigmático). Luego desembarcó en el puerto de Málaga y de allí a Carbajal decidió venirse andando, un mes entero echó. Buen ejemplo de la resolución y de la tozudez del paisano. Y en Valencia decidió llevar a efecto el proyecto que le venía rondando la cabeza. Adquirió la citada casa, la tiró abajo, y afrontó la proeza.
El edificio Centinela tuvo sus planos con firma de arquitecto, y diseños y bocetos de los que se encargó el dibujante e interiorista Roberto Soriano, en un principio muy vinculado al proyecto aunque después rompieron toda relación. Lo cual no quita para que este hombre alabe sobremanera la singularidad del asunto: «Es algo original y, sobre todo, muy laborioso. Toda la planta mide 400 metros cuadrados, tiene pisos enormes, bajos comerciales... ya sólo la entrada es espectacular, con una cúpula de cantos rodados suspendida sobre el techo», cuenta Soriano.
Y lo confirma y enseña Santiago Nava en una ‘visita guiada’ que hace para el Diario y que comienza con una puerta monumental en la que «habrá un metro cúbico de madera». Después va la aérea cúpula, sostenida en el forjado, y dos curiosas estatuas a modo de guardianes que representan a los primeros artífices del Centinela, Nava y Soriano, el primero hecho de cantos y el segundo, todo de fragmentos de vidrio. Después viene una abrumadora panoplia de espacios amplios y siempre desiguales: no hay dos pisos idénticos, ni dos ventanales, aun los más pequeños («mira esa ventana, la podía haber hecho recta, normal, ¿no? Pues ahí la tienes, en diagonal. A mí me gusta lo complicado»). Terrazas voladas sobre la calle, piedras de una cantera propia, mármoles e incluso ágatas que él mismo corta, dispone y pule, como ha colocado toda la carpintería de los vanos («hay que estar muy loco para hacer esto», concede), y automatismos, curiosas ideas para entradas, armarios y sanitarios, juntas de dilatación en los suelos... La solidez del conjunto es, por otro lado, admirable —ni una grieta a pesar del tiempo transcurrido—, sobre todo gracias a unas gruesas paredes de barro prensado, paja y cal, de 45 centímetros en su parte más estrecha («la primera obra de la historia con cuatro alturas de tapial, asegura»), hasta alcanzar un gran loft superior y una surrealista cubierta de pizarra con buhardillas, pasarelas y chapiteles presididos por cuatro figuras de cobre: un águila, una cobra, un moro y San Miguel pisando al Diablo. «La base de la casa son ocho octógonos, la parte superior es el doble que la inferior, vierte a cien aguas y hay tejado sobre tejado, ¿dónde has visto tú eso?», reta Nava, cuya ‘criatura’ entró en conflicto con la normativa urbanística municipal en tiempos del alcalde Alberto Pérez Ruiz —tuvo que tirar un saliente—, pero no con el actual. Aparte de la inmensa complejidad de la obra y del hecho de sacarla adelante prácticamente sólo una persona en sus ratos libres (Nava ha hecho también viviendas convencionales, naves industriales y muchas cosas más) con algunas ayudas puntuales, el proyecto sufrió parones y percances como la caída de un hermano desde el tercer piso y el accidente que sufrió él mismo, 21 días en la UVI y casi dado por muerto.
Lo que queda, dice, «lo hace un tonto». Equipamientos y acabados. Lo ‘gordo’ está listo. ¿Y por qué haces esto, Santi?, se le pregunta. «A ver, tú, ¿a cuántas personas conoces que, al final de su vida, se sientan realizadas?», interroga a su vez. «No muchas, ¿verdad? Pues mira, yo quiero ser una de las que sí».
El Ayuntamiento ya trabaja para que el solar de Santa Marina sea visitable
Destina una cuantía inicial de 100.000 euros para «poner en valor» el yacimiento.
PABLO RIOJA | LEÓN 06/01/2016
El solar arqueológico de Santa Marina será visitable. Un viejo proyecto guardado en el cajón desde hace años que al fin verá la luz, como confirma la concejala de Urbanismo, Ana Franco. «Queremos ponerlo en valor para completar la oferta turística y cultural situada en la Casona de Puerta Castillo, sede actual del Centro de Interpretación del León Romano», puntualiza.
La parcela, que aloja en su interior restos de la Legio VI, la Legio VII y la antigua iglesia de Santa Marina, se acondicionará «a lo largo de este año» como paso previo a las futuras visitas que el Ayuntamiento prevé poner en marcha a lo largo de la presente legislatura. Una primera fase para la que el Consistorio destinará una cuantía inicial de 100.000 euros de los presupuestos municipales, cantidad que previsiblemente servirá para acometer trabajos de limpieza.
En la actualidad, parte del yacimiento permanece tapado para asegurar la buena conservación de los restos romanos. «Después de acondicionarlo, se restaurará todo el solar y finalmente se acristalará para evitar que se dañe», remarca la edil.
Una vez concluyan los trabajos, León podrá al fin lucir con dignidad los restos de parte de los tres campamentos que las legiones VI y VII asentaron en la ciudad. El primero se construyó a finales del siglo I antes de Cristo; el segundo —también conocido como Julio Claudio— permaneció en la zona hasta el año 70 después de Cristo —momento en que la Legio VI se marchó de España—; y el tercero —ya de la Legio VII— mantuvo su actividad hasta finales del siglo IV o principios del V.
Gracias al descubrimiento de ambos campamentos pertenecientes a la Legio VI, los expertos han podido estudiar cómo estaban diseñados los sistemas defensivos romanos de la época.
El viejo campanario
La otra joya que echa raíces en la trasera de la casona es la antigua iglesia de Santa Marina, o mejor dicho, sus cimientos, que son los únicos restos que se conservan hoy. El templo tuvo también en su día un campanario asentado sobre uno de los cubos de la muralla tardorromana —del que sólo queda la escalera— y cementerio propio.
Con todo este patrimonio puesto en valor, como pretende hacer ahora el Ayuntamiento, el Centro de Interpretación del León Romano cobrará una nueva dimensión. La exposición permanente consta de varios bloques temáticos que se reparten a lo largo de las diferentes salas entre los que destacan el destinado al ejército romano, la guerra contra cántabros y astures o la recreación de uno de los ambientes destinados a albergar a los legionarios romanos, entre otros.
PABLO RIOJA | LEÓN 06/01/2016
El solar arqueológico de Santa Marina será visitable. Un viejo proyecto guardado en el cajón desde hace años que al fin verá la luz, como confirma la concejala de Urbanismo, Ana Franco. «Queremos ponerlo en valor para completar la oferta turística y cultural situada en la Casona de Puerta Castillo, sede actual del Centro de Interpretación del León Romano», puntualiza.
La parcela, que aloja en su interior restos de la Legio VI, la Legio VII y la antigua iglesia de Santa Marina, se acondicionará «a lo largo de este año» como paso previo a las futuras visitas que el Ayuntamiento prevé poner en marcha a lo largo de la presente legislatura. Una primera fase para la que el Consistorio destinará una cuantía inicial de 100.000 euros de los presupuestos municipales, cantidad que previsiblemente servirá para acometer trabajos de limpieza.
En la actualidad, parte del yacimiento permanece tapado para asegurar la buena conservación de los restos romanos. «Después de acondicionarlo, se restaurará todo el solar y finalmente se acristalará para evitar que se dañe», remarca la edil.
Una vez concluyan los trabajos, León podrá al fin lucir con dignidad los restos de parte de los tres campamentos que las legiones VI y VII asentaron en la ciudad. El primero se construyó a finales del siglo I antes de Cristo; el segundo —también conocido como Julio Claudio— permaneció en la zona hasta el año 70 después de Cristo —momento en que la Legio VI se marchó de España—; y el tercero —ya de la Legio VII— mantuvo su actividad hasta finales del siglo IV o principios del V.
Gracias al descubrimiento de ambos campamentos pertenecientes a la Legio VI, los expertos han podido estudiar cómo estaban diseñados los sistemas defensivos romanos de la época.
El viejo campanario
La otra joya que echa raíces en la trasera de la casona es la antigua iglesia de Santa Marina, o mejor dicho, sus cimientos, que son los únicos restos que se conservan hoy. El templo tuvo también en su día un campanario asentado sobre uno de los cubos de la muralla tardorromana —del que sólo queda la escalera— y cementerio propio.
Con todo este patrimonio puesto en valor, como pretende hacer ahora el Ayuntamiento, el Centro de Interpretación del León Romano cobrará una nueva dimensión. La exposición permanente consta de varios bloques temáticos que se reparten a lo largo de las diferentes salas entre los que destacan el destinado al ejército romano, la guerra contra cántabros y astures o la recreación de uno de los ambientes destinados a albergar a los legionarios romanos, entre otros.
El Palacio mantiene la entrada gratuita a escolares y vecinos
La iniciativa acerca el patrimonio a los habitantes de la Diócesis.

A.G. VALENCIA | ASTORGA 04/01/2016
El Palacio de Gaudí en Astorga, uno de los monumentos más afamados de la comunidad, mantendrá este año la apertura gratuita para los estudiantes de cualquiera de los centros de la Diócesis —que va más allá de las fronteras de León, asumiendo Ourense y parte de Zamora— y para los vecinos de la ciudad, con el propósito de seguir despertando el interés por uno de los pocos edificios que el arquitecto catalán proyectó fuera de su tierra.
El Obispado, que gestiona el monumento y que a su vez alberga el Museo de los Caminos, puso en marcha esta iniciativa el año pasado, en un momento en el que dio una vuelta de tuerca ya que ahora pagar resulta casi un requisito indispensable para conocer el patrimonio.
Por eso, desde el Palacio se ha buscado ir un paso más allá y que la buena afluencia de visitantes se siga manteniendo. A la espera de los datos cosechados en 2015, en los doce meses anteriores el Palacio consiguió que más de 66.000 turistas entraran por su puerta. A esto hay que añadir que después de que el monumento instaurara la apertura gratuita para estos dos colectivos, en abril del año pasado ya se había experimentado un crecimiento del 20% de las visitas respecto a 2014.
El monumento, que quiere ser un edificio vivo, está inmerso en un proceso de cambio. En la actualidad está sometido a unas obras, sufragadas por la Junta, para dotarlo de ascensor y acondicionar su accesibilidad. Además, se rehabilitarán algunas estancias y saldrán a la luz zonas que hasta ahora no podían visitarse.
El Palacio de Gaudí en Astorga, uno de los monumentos más afamados de la comunidad, mantendrá este año la apertura gratuita para los estudiantes de cualquiera de los centros de la Diócesis —que va más allá de las fronteras de León, asumiendo Ourense y parte de Zamora— y para los vecinos de la ciudad, con el propósito de seguir despertando el interés por uno de los pocos edificios que el arquitecto catalán proyectó fuera de su tierra.
El Obispado, que gestiona el monumento y que a su vez alberga el Museo de los Caminos, puso en marcha esta iniciativa el año pasado, en un momento en el que dio una vuelta de tuerca ya que ahora pagar resulta casi un requisito indispensable para conocer el patrimonio.
Por eso, desde el Palacio se ha buscado ir un paso más allá y que la buena afluencia de visitantes se siga manteniendo. A la espera de los datos cosechados en 2015, en los doce meses anteriores el Palacio consiguió que más de 66.000 turistas entraran por su puerta. A esto hay que añadir que después de que el monumento instaurara la apertura gratuita para estos dos colectivos, en abril del año pasado ya se había experimentado un crecimiento del 20% de las visitas respecto a 2014.
El monumento, que quiere ser un edificio vivo, está inmerso en un proceso de cambio. En la actualidad está sometido a unas obras, sufragadas por la Junta, para dotarlo de ascensor y acondicionar su accesibilidad. Además, se rehabilitarán algunas estancias y saldrán a la luz zonas que hasta ahora no podían visitarse.
Bucear’ dentro de la muralla
Excavan por primera vez en el adarve antes de hacerlo paseable .
VERÓNICA VIÑAS | LEÓN 11/12/2015
La muralla encierra aún muchos secretos. Por primera vez han comenzado a excavar en el adarve, dentro de la parcela de la Casona de Puerta Castillo, en un tramo de la fortificación tardorromana que será paseable en el futuro. Dos ‘incisiones’ en la tierra, de dos metros de ancho por tres de largo, permitirán ‘bucear’ en el interior de la fortaleza.
Se trata además de la primera excavación en meses en León, ante la paralización del sector de la construcción. Un sondeo a poca profundidad —medio metro aproximadamente—, donde los expertos no esperan grandes hallazgos, aunque «puede haber sorpresas», como ocurrió cuando aparecieron decenas de lápidas funerarias reaprovechadas en la construcción de la muralla.
El Ministerio de Fomento ha concedido al Ayuntamiento de León 800.000 euros para la puesta en valor del tramo comprendido entre la Casona de Puerta Castillo y el convento de las Clarisas (interior) y entre los cubos E10 y E11 en la avenida de Los Cubos (en su parte exterior). Los trabajos incluyen el adarve y la construcción de un acceso desde la Casona para hacer transitables 88 metros en esta parte de la muralla, como ya ocurre con los 48 metros del jardín del Cid. Una vieja aspiración dentro del proyecto del León romano que los últimos alcaldes dejaron en suspenso. Y es que la ciudad no ha conseguido aún poner en valor los restos del campamento romano que han ido aflorando en sucesivas excavaciones, aunque en las últimas prospecciones no hubo grandes hallazgos.
Aparte de los vestigios de Ad Legionem, considerada la cannaba del campamento romano de la Legio VII, una ciudad asombrosa sepultada por la vía de acceso a Puente Castro, las excavaciones en el atrio de San Isidoro, en cambio, no permitieron localizar —por la poca profundidad de los sondeos— las primitivas construcciones sobre las que se asienta la colegiata románica. Cabe mencionar los vestigios del ángulo sureste de los Principia, que han quedado a la vista en un restaurante de la calle Ancha.
La propia Casona de Puerta Castillo durante dieciséis años sufrió 55 excavaciones, que permitieron descubrir estratos de las sucesivas murallas, una veintena de armaduras, barracones de la Legio VI y restos de la primitiva iglesia de Santa Marina. En casi todas las salas de la Casona se ha excavado.
VERÓNICA VIÑAS | LEÓN 11/12/2015
La muralla encierra aún muchos secretos. Por primera vez han comenzado a excavar en el adarve, dentro de la parcela de la Casona de Puerta Castillo, en un tramo de la fortificación tardorromana que será paseable en el futuro. Dos ‘incisiones’ en la tierra, de dos metros de ancho por tres de largo, permitirán ‘bucear’ en el interior de la fortaleza.
Se trata además de la primera excavación en meses en León, ante la paralización del sector de la construcción. Un sondeo a poca profundidad —medio metro aproximadamente—, donde los expertos no esperan grandes hallazgos, aunque «puede haber sorpresas», como ocurrió cuando aparecieron decenas de lápidas funerarias reaprovechadas en la construcción de la muralla.
El Ministerio de Fomento ha concedido al Ayuntamiento de León 800.000 euros para la puesta en valor del tramo comprendido entre la Casona de Puerta Castillo y el convento de las Clarisas (interior) y entre los cubos E10 y E11 en la avenida de Los Cubos (en su parte exterior). Los trabajos incluyen el adarve y la construcción de un acceso desde la Casona para hacer transitables 88 metros en esta parte de la muralla, como ya ocurre con los 48 metros del jardín del Cid. Una vieja aspiración dentro del proyecto del León romano que los últimos alcaldes dejaron en suspenso. Y es que la ciudad no ha conseguido aún poner en valor los restos del campamento romano que han ido aflorando en sucesivas excavaciones, aunque en las últimas prospecciones no hubo grandes hallazgos.
Aparte de los vestigios de Ad Legionem, considerada la cannaba del campamento romano de la Legio VII, una ciudad asombrosa sepultada por la vía de acceso a Puente Castro, las excavaciones en el atrio de San Isidoro, en cambio, no permitieron localizar —por la poca profundidad de los sondeos— las primitivas construcciones sobre las que se asienta la colegiata románica. Cabe mencionar los vestigios del ángulo sureste de los Principia, que han quedado a la vista en un restaurante de la calle Ancha.
La propia Casona de Puerta Castillo durante dieciséis años sufrió 55 excavaciones, que permitieron descubrir estratos de las sucesivas murallas, una veintena de armaduras, barracones de la Legio VI y restos de la primitiva iglesia de Santa Marina. En casi todas las salas de la Casona se ha excavado.
PATRIMONIO
La justicia devuelve a Rueda del Almirante la muralla ‘usurpada’
Tras un arduo litigio condena a los vecinos que se apropiaron de varios tramos
E. GANCEDO | LEÓN 08/12/2015
Lo mismo que en aquel cómic protagonizado por la más famosa pareja de irreductibles galos de la historia, una zanja ha dividido al pueblo. En este caso una zanja con forma de restos de muralla, muy maltrechos y desmochados, sí, pero muralla de origen medieval al fin y al cabo. Por un lado la junta vecinal de Rueda del Almirante, que lleva tiempo deseando recuperar y, aunque sea mínimamente, poner en valor este más que olvidado monumento —que ni siquiera es Bien de Interés Cultural—; y, por el otro, una serie de vecinos que en su día se apropiaron de algunas partes de la fortificación para sus usos particulares.
Después de un arduo litigio que ha acabado en los juzgados, ya se ha dictado sentencia firme, y ésta es favorable a la junta vecinal, representante concejil de esta localidad leonesa hoy de pequeño tamaño pero antaño importante en la historia de la repoblación de la tierra llana y de todo el Reino de León. Amador Aller, presidente de la junta vecinal del pueblo y también alcalde de Gradefes, no ocultaba su satisfacción ante el dictamen y recordaba que el juez ha condenado a los vecinos a pagar las costas, «algo muy poco usual en este tipo de conflictos», por lo que entiende que estamos ante una sentencia «muy clara». Y así, Aller manifestó la intención de la junta de seguir recuperando algunos de estos lienzos, como ya hiciera en la escuela —su pared interior corresponde a la antigua muralla y se ha podido restaurar—, y criticó las acciones de los vecinos encausados como «picar» el talud en el que se asienta la fortificación o «cortar» directamente una parte para construir una caseta.
El Ayuntamiento de Gradefes había iniciado en 2012 el expediente de recuperación de una finca de dominio público, contigua a la escuela, que una vecina había cercado con una valla metálica y que se ‘comía’ parte del monumento. Y a continuación, dicha persona interponía a su vez un contencioso administrativo en contra de ese expediente. Un duelo judicial que de momento ha desembocado en la sentencia que obliga a retirar la valla y la caseta pero que aún prosigue, a falta de la resolución sobre otra de las apropiaciones.
Repoblada en el año 1195 por orden el rey Alfonso IX, Rueda del Almirante fue cabeza de un importante señorío, y llegó a contar con tres iglesias, castillo torreado y recinto de murallas. Para comprender su significación tan sólo hay que contar la cantidad de pueblos de ese valle medio del Esla que llevan el apellido ‘de Rueda’.

Lo mismo que en aquel cómic protagonizado por la más famosa pareja de irreductibles galos de la historia, una zanja ha dividido al pueblo. En este caso una zanja con forma de restos de muralla, muy maltrechos y desmochados, sí, pero muralla de origen medieval al fin y al cabo. Por un lado la junta vecinal de Rueda del Almirante, que lleva tiempo deseando recuperar y, aunque sea mínimamente, poner en valor este más que olvidado monumento —que ni siquiera es Bien de Interés Cultural—; y, por el otro, una serie de vecinos que en su día se apropiaron de algunas partes de la fortificación para sus usos particulares.
Después de un arduo litigio que ha acabado en los juzgados, ya se ha dictado sentencia firme, y ésta es favorable a la junta vecinal, representante concejil de esta localidad leonesa hoy de pequeño tamaño pero antaño importante en la historia de la repoblación de la tierra llana y de todo el Reino de León. Amador Aller, presidente de la junta vecinal del pueblo y también alcalde de Gradefes, no ocultaba su satisfacción ante el dictamen y recordaba que el juez ha condenado a los vecinos a pagar las costas, «algo muy poco usual en este tipo de conflictos», por lo que entiende que estamos ante una sentencia «muy clara». Y así, Aller manifestó la intención de la junta de seguir recuperando algunos de estos lienzos, como ya hiciera en la escuela —su pared interior corresponde a la antigua muralla y se ha podido restaurar—, y criticó las acciones de los vecinos encausados como «picar» el talud en el que se asienta la fortificación o «cortar» directamente una parte para construir una caseta.
El Ayuntamiento de Gradefes había iniciado en 2012 el expediente de recuperación de una finca de dominio público, contigua a la escuela, que una vecina había cercado con una valla metálica y que se ‘comía’ parte del monumento. Y a continuación, dicha persona interponía a su vez un contencioso administrativo en contra de ese expediente. Un duelo judicial que de momento ha desembocado en la sentencia que obliga a retirar la valla y la caseta pero que aún prosigue, a falta de la resolución sobre otra de las apropiaciones.
Repoblada en el año 1195 por orden el rey Alfonso IX, Rueda del Almirante fue cabeza de un importante señorío, y llegó a contar con tres iglesias, castillo torreado y recinto de murallas. Para comprender su significación tan sólo hay que contar la cantidad de pueblos de ese valle medio del Esla que llevan el apellido ‘de Rueda’.
León busca el campanario medieval de Santa Marina
El arreglo del nuevo tramo paseable de la muralla permitirá hacer catas.
LUIS V. HUERGA | LEÓN 16/11/2015
Los soldados romanos de la Legio VI Victrix cercaron León levantando una muralla de madera que se fue fortificando hasta las guerras carlistas, una defensa de dos mil años de historia por donde se podrá pasear en 2016, cuando sea restaurada, no sin antes desvelar tesoros ocultos en el subsuelo.
El Ministerio de Fomento ha concedido al Ayuntamiento de León una partida de casi 800.000 euros para que se pueda pasear por 88 metros de la muralla romana, aunque antes, a lo largo de este mes de noviembre, se realizarán catas arqueológicas con un «objetivo», ha relatado a Efe el arqueólogo municipal, Victorino García.
En el lugar en el que se realizarán los trabajos, en el tramo entre la Casona de Puerta Castillo, el Convento de las Clarisas y en Los Cubos, hay posibilidades de descubrir la cimentación del campanario de la iglesia original de Santa Marina, una construcción de finales del siglo XII, coetánea o, incluso, algo anterior a la catedral.
«Se ve ahora la escalera de piedra pegada. Tenemos documentación donde se menciona en el lugar un cenobio dependiente de San Isidoro», ha afirmado García que, sin embargo, considera que en esas catas no se espera encontrar otros restos destacables. El fin de esos trabajos, además de acondicionar la zona para impulsar el proyecto de muralla por la que se pueda pasear, es el de llegar al «núcleo romano salvo que, por el medio, apareciera algo que lo impidiera», después de haber localizado «restos de algún pavimento anterior», puede que no de época romana, pero quizá sí medieval.
León tuvo cuatro fortificaciones en la época romana, además de la cerca del Burgo, de época medieval, que representaría la quinta. Fueron los primeros romanos en llegar a lo que hoy se conoce como la bimilenaria ciudad de León los que levantaron el primer muro, una cerca leve de piedra que construyó la Legio VI Victrix sobre la que, después, en el año 74 d.C., la Legio VII Gemina asentó una fortificación «más sólida».
A cal y canto
A finales del siglo III se construyó la «gran muralla tardorromana» en la zona de la Carretera de los Cubos, que serviría de base para la muralla de la ciudad medieval que hoy se conserva.
El núcleo de la cerca de origen romano está compuesto de cal y canto, mientras que para las caras exterior e interior se utilizaron bolos de río y diversos tipos de aparejo, como hiladas de bloque irregular de cuartiza, a veces cintados de ladrillo y otros materiales que llegaban de otras construcciones.
La muralla está compuesta, por tanto, de piedras que habían llegado del campamento militar romano más antiguo, restos de construcciones como el anfiteatro cuando entró en proceso de derribo, lápidas y otros elementos pétreos con significado, ya que se han encontrado inscripciones funerarias, dedicadas a los dioses o los próceres.
«Era común la destrucción de construcciones de alto imperio. En este caso los propios tardorromanos emplean estos materiales porque son edificios que no tienen el significado que tuvieron dos siglos antes», ha detallado el arqueólogo municipal.
La construcción ha sufrido en los últimos 1.700 años varios «procesos de refortificación y de restauración que han afectado a su fisonomía primitiva» ya que, incluso, algunos de los cubos de la muralla se alzaron ya en época medieval.
La última fortificación data de la época de las guerras carlistas mientras que, a partir del siglo XIX, se llevó a cabo el proceso de demolición de algunos cubos y de otros elementos de la muralla para «hacer más anchas las calles», según el arqueólogo.
Los soldados romanos de la Legio VI Victrix cercaron León levantando una muralla de madera que se fue fortificando hasta las guerras carlistas, una defensa de dos mil años de historia por donde se podrá pasear en 2016, cuando sea restaurada, no sin antes desvelar tesoros ocultos en el subsuelo.
El Ministerio de Fomento ha concedido al Ayuntamiento de León una partida de casi 800.000 euros para que se pueda pasear por 88 metros de la muralla romana, aunque antes, a lo largo de este mes de noviembre, se realizarán catas arqueológicas con un «objetivo», ha relatado a Efe el arqueólogo municipal, Victorino García.
En el lugar en el que se realizarán los trabajos, en el tramo entre la Casona de Puerta Castillo, el Convento de las Clarisas y en Los Cubos, hay posibilidades de descubrir la cimentación del campanario de la iglesia original de Santa Marina, una construcción de finales del siglo XII, coetánea o, incluso, algo anterior a la catedral.
«Se ve ahora la escalera de piedra pegada. Tenemos documentación donde se menciona en el lugar un cenobio dependiente de San Isidoro», ha afirmado García que, sin embargo, considera que en esas catas no se espera encontrar otros restos destacables. El fin de esos trabajos, además de acondicionar la zona para impulsar el proyecto de muralla por la que se pueda pasear, es el de llegar al «núcleo romano salvo que, por el medio, apareciera algo que lo impidiera», después de haber localizado «restos de algún pavimento anterior», puede que no de época romana, pero quizá sí medieval.
León tuvo cuatro fortificaciones en la época romana, además de la cerca del Burgo, de época medieval, que representaría la quinta. Fueron los primeros romanos en llegar a lo que hoy se conoce como la bimilenaria ciudad de León los que levantaron el primer muro, una cerca leve de piedra que construyó la Legio VI Victrix sobre la que, después, en el año 74 d.C., la Legio VII Gemina asentó una fortificación «más sólida».
A cal y canto
A finales del siglo III se construyó la «gran muralla tardorromana» en la zona de la Carretera de los Cubos, que serviría de base para la muralla de la ciudad medieval que hoy se conserva.
El núcleo de la cerca de origen romano está compuesto de cal y canto, mientras que para las caras exterior e interior se utilizaron bolos de río y diversos tipos de aparejo, como hiladas de bloque irregular de cuartiza, a veces cintados de ladrillo y otros materiales que llegaban de otras construcciones.
La muralla está compuesta, por tanto, de piedras que habían llegado del campamento militar romano más antiguo, restos de construcciones como el anfiteatro cuando entró en proceso de derribo, lápidas y otros elementos pétreos con significado, ya que se han encontrado inscripciones funerarias, dedicadas a los dioses o los próceres.
«Era común la destrucción de construcciones de alto imperio. En este caso los propios tardorromanos emplean estos materiales porque son edificios que no tienen el significado que tuvieron dos siglos antes», ha detallado el arqueólogo municipal.
La construcción ha sufrido en los últimos 1.700 años varios «procesos de refortificación y de restauración que han afectado a su fisonomía primitiva» ya que, incluso, algunos de los cubos de la muralla se alzaron ya en época medieval.
La última fortificación data de la época de las guerras carlistas mientras que, a partir del siglo XIX, se llevó a cabo el proceso de demolición de algunos cubos y de otros elementos de la muralla para «hacer más anchas las calles», según el arqueólogo.
El Patrimonio se pone a punto
Tras adjudicarse las obras y firmarse el acta de replanteo el Palacio ya encara la instalación del ascensor, mientras la iglesia de los Redentoristas mejora su espadaña.
A.G. VALENCIA | ASTORGA 21/10/2015
Tras adjudicar a Decolesa las obras para acometer mejoras en el interior del Palacio de Gaudí, dentro del convenio ‘El Palacio Escondido’ suscrito entre la Junta y el Obispado de Astorga, el pasado jueves se firmó el acta de replanteo, paso que fija el comienzo de las demandas actuaciones, según confirmaron fuentes de la Diócesis, que incluyen la instalación de un ascensor para adecuar el monumento del arquitecto catalán a las necesidades de accesibilidad que precisa.
Después de los pasos iniciales, en el jardín del edificio ya está instalada la caseta de obra y ayer miembros de la empresa que acometerá las obras recorrían el Palacio para empezar a trabajar en las mejoras, que cuentan con un presupuesto cercano a los 200.000 euros, costeados por la consejería de Cultura y Turismo de la Junta.
La instalación del ascensor permitirá reconfigurar la planta superior del inmueble, haciéndola más dinámica. Las actuaciones sanarán las heridas del tiempo y permitirán abrir al público estancias hasta ahora cerradas. El objetivo de los trabajos pasa por solucionar los problemas de incomunicación de la cubierta y mejorar la funcionalidad del monumento de acuerdo a su carácter de edificio- museo.
Con este fin se realizarán actuaciones relacionadas con la limpieza y protección de la armadura de cubierta, restauración y protección de los paramentos y contrafuertes de piedra de la fachada noroeste, eliminación de las particiones inadecuadas de la antigua vivienda y aseos de plantas baja, primera y segunda, y recuperación de los espacios resultantes para su incorporación al recorrido de las visitas. Además, el proyecto prevé la prolongación de la escalera hasta el último nivel del edificio y la incorporación del bajo cubierta al itinerario turístico actual. Estas obras, muy esperadas, tienen un plazo de ejecución de cuatro meses, según el pliego de condiciones de la Junta y aunque estaba prevista su adjudicación en 2014, finalmente salieron a licitación el pasado verano, siendo ahora el comienzo de una realidad.
Las actuaciones en el Palacio de Gaudí no son las únicas que se encaminan a mejorar y proteger el patrimonio astorgano. Y es que, los padres Redentoristas también están inmersos en las actuaciones para reforzar y mejorar la espadaña de su céntrica iglesia. En este caso las obras están al margen del convenio con la Junta y se sufragarán con fondos propios.
Fuentes del convento explicaron ayer que las actuaciones, que ya son visibles por el enorme andamio colocado, están dirigidas a limpiar y arreglar la espadaña del templo, principalmente en su parte superior donde la piedra había comenzado a descascarillarse. Para solucionarlo se aplicará un barniz fijador. Además, la obra se extenderá por el tejado para zanjar los problemas actuales.
Esta iglesia perteneció a los padres Franciscanos y ahora los Redentoristas, según explicaron, se afanan por cuidar este patrimonio
A.G. VALENCIA | ASTORGA 21/10/2015
Tras adjudicar a Decolesa las obras para acometer mejoras en el interior del Palacio de Gaudí, dentro del convenio ‘El Palacio Escondido’ suscrito entre la Junta y el Obispado de Astorga, el pasado jueves se firmó el acta de replanteo, paso que fija el comienzo de las demandas actuaciones, según confirmaron fuentes de la Diócesis, que incluyen la instalación de un ascensor para adecuar el monumento del arquitecto catalán a las necesidades de accesibilidad que precisa.
Después de los pasos iniciales, en el jardín del edificio ya está instalada la caseta de obra y ayer miembros de la empresa que acometerá las obras recorrían el Palacio para empezar a trabajar en las mejoras, que cuentan con un presupuesto cercano a los 200.000 euros, costeados por la consejería de Cultura y Turismo de la Junta.
La instalación del ascensor permitirá reconfigurar la planta superior del inmueble, haciéndola más dinámica. Las actuaciones sanarán las heridas del tiempo y permitirán abrir al público estancias hasta ahora cerradas. El objetivo de los trabajos pasa por solucionar los problemas de incomunicación de la cubierta y mejorar la funcionalidad del monumento de acuerdo a su carácter de edificio- museo.
Con este fin se realizarán actuaciones relacionadas con la limpieza y protección de la armadura de cubierta, restauración y protección de los paramentos y contrafuertes de piedra de la fachada noroeste, eliminación de las particiones inadecuadas de la antigua vivienda y aseos de plantas baja, primera y segunda, y recuperación de los espacios resultantes para su incorporación al recorrido de las visitas. Además, el proyecto prevé la prolongación de la escalera hasta el último nivel del edificio y la incorporación del bajo cubierta al itinerario turístico actual. Estas obras, muy esperadas, tienen un plazo de ejecución de cuatro meses, según el pliego de condiciones de la Junta y aunque estaba prevista su adjudicación en 2014, finalmente salieron a licitación el pasado verano, siendo ahora el comienzo de una realidad.
Las actuaciones en el Palacio de Gaudí no son las únicas que se encaminan a mejorar y proteger el patrimonio astorgano. Y es que, los padres Redentoristas también están inmersos en las actuaciones para reforzar y mejorar la espadaña de su céntrica iglesia. En este caso las obras están al margen del convenio con la Junta y se sufragarán con fondos propios.
Fuentes del convento explicaron ayer que las actuaciones, que ya son visibles por el enorme andamio colocado, están dirigidas a limpiar y arreglar la espadaña del templo, principalmente en su parte superior donde la piedra había comenzado a descascarillarse. Para solucionarlo se aplicará un barniz fijador. Además, la obra se extenderá por el tejado para zanjar los problemas actuales.
Esta iglesia perteneció a los padres Franciscanos y ahora los Redentoristas, según explicaron, se afanan por cuidar este patrimonio
La Junta espera desde hace cuatro años el plan del ministerio para salvar Lancia
Cultura exigió que los restos arqueológicos fueran visibles y visitables y Fomento sigue sin enviar el proyecto.
VERÓNICA VIÑAS | LEÓN 21/10/2015
Los restos arqueológicos de Lancia siguen tapados bajo tierra. Fue una solución temporal, para preservarlos de saqueos y de la dureza del clima leonés, hasta que el Ministerio Fomento tuviera un plan, tal como le exigió la Junta en 2011, para dejar visible y visitable el gran yacimiento que afloró durante las obras de la autovía entre León y Valladolid.
Nada ha cambiado en cuatro años. La consejera de Cultura, Josefa García Cirac, que ayer visitó León, se negó a comentar el asunto porque, dijo, «es competencia de Fomento». Tras aclararle un periodista que el Patrimonio corresponde a su departamento, insistió en no hacer declaraciones. Fuentes de la Dirección General de Patrimonio reconocieron que siguen esperando, cuatro años después, por el proyecto del ministerio que preside Ana Pastor, quien en febrero anunció una inversión de diez millones de euros para construir el puente que ‘sobrevolará’ el yacimiento de Lancia y permitirá continuar las obras de la autovía a Valladolid. El vial tendrá dos apoyos y una longitud de más de un kilómetro.
Aunque los técnicos de Patrimonio han mantenido sucesivas reuniones de trabajo con los especialistas de Fomento para perfilar una solución que ‘concilie’ la preservación del yacimiento con la construcción de la autovía, falta que se materialice en un proyecto.
Ya en el año 2006 los arqueólogos advirtieron de que el trazado se acercaba peligrosamente a una necrópolis y a las llamadas Cuevas Menudas (eremitorios altomedievales) y dañaría el yacimiento romano de Mataganado, así como vías romanas a la altura de Villasabariego, Mansilla de las Mulas, Villaturiel y Mansilla Mayor. Asimismo, el trazado cortaría el Camino de Santiago-Vía Trajana a la altura de la urbanización en Mansilla de las Mulas y de Arcahueja.
Los trabajos de la autovía sacaron a la luz un gigantesco yacimiento, conocido como Sublancia, donde se encontraría el ‘cinturón artesanal’ de la ciudad que los romanos conquistaron a los astures. Pocos temas se han ‘enquistado’ como Lancia, que movilizó a varias asociaciones, quienes crearon una plataforma para evitar la destrucción de uno de los mayores yacimientos arqueológicos del país. Además, Lancia provocó un pequeño ‘cisma’ en la propia Junta, cuando en una reunión de la Comisión Territorial de Patrimonio dos de sus miembros votaron en contra de enterrar los restos, lo que provocó que la decisión final recayera en una instancia superior, en Valladolid. Cuatro meses después, la Comisión de Patrimonio Cultural acordaba que el proyecto debía modificarse para hacer viable la conservación de los vestigios. Además, dejaba claro que los restos debían ser visibles y visitables y exigía a Fomento completar el estudio arqueológico.
En abril de 2012, Fomento tapaba las ‘reliquias’ halladas en Lancia con una capa protectora de geotextil y arena, después de que se hubieran producido varios saqueos. Bajo esa capa están los restos de un barrio industrial con hornos y fundiciones, la primera necrópolis de incineración localizada en León, un tramo de calzada romana, un horno de finales del siglo I para cocer tejas, otro medieval, unas termas y un edificio de planta basilical, entre otros hallazgos.
Las excavaciones demostraron que el complejo de Lancia es gigantesco. Ocupa 700 metros en línea entre Villamoros de Mansilla y Mansilla de las Mulas. Pero los expertos consideran que podría ser mucho más extenso.
La arqueología romana y medieval, eje de un congreso universitario
dl | león 24/09/2015
La Universidad de León organiza mañana —a partir de las 09.30 horas en el aula magna de Filosofía y Letras—un congreso internacional sobre arqueología romana y medieval que combina la presentación de comunicaciones con la celebración de una mesa redonda y cuya organización corre a cargo del Instituto de Estudios Medievales de la ULE y de la Unidad de Arqueología de la Universidade do Minho (Portugal). «La cerámica como indicador cronológico y temporal entre la época romana y la Edad Media», título de la jornada, analizará desde una perspectiva arqueológica la evolución histórica del noroeste peninsular durante esas etapas.
En el mismo participarán investigadores de diferentes universidades españolas y portuguesas que presentarán los últimos resultados de sus investigaciones, entre ellos la que se refiere a la Peña del Castro, en La Ercina, o el trabajo sobre el tránsito del mundo romano al medieval en la ciudad de León.
dl | león 24/09/2015
La Universidad de León organiza mañana —a partir de las 09.30 horas en el aula magna de Filosofía y Letras—un congreso internacional sobre arqueología romana y medieval que combina la presentación de comunicaciones con la celebración de una mesa redonda y cuya organización corre a cargo del Instituto de Estudios Medievales de la ULE y de la Unidad de Arqueología de la Universidade do Minho (Portugal). «La cerámica como indicador cronológico y temporal entre la época romana y la Edad Media», título de la jornada, analizará desde una perspectiva arqueológica la evolución histórica del noroeste peninsular durante esas etapas.
En el mismo participarán investigadores de diferentes universidades españolas y portuguesas que presentarán los últimos resultados de sus investigaciones, entre ellos la que se refiere a la Peña del Castro, en La Ercina, o el trabajo sobre el tránsito del mundo romano al medieval en la ciudad de León.
PATRIMONIO
Fomento licita en 1,8 millones la restauración del Palacio de Gaudí de Astorga
18/07/2015
18/07/2015

Los trabajos, que incluyen la reparación de las cubiertas y vidrieras, tienen un plazo de ejecución de 24 meses
El Ministerio de Fomento ha licitado en 1,83 millones las obras de restauración y recuperación arquitectónica de los sistemas constructivos del Palacio Arzobispal de Astorga (León), obra del arquitecto Antoni Gaudí. El plazo previsto de ejecución es de 24 meses, según recoge en su edición de hoy el Boletín Oficial del Estado (BOE).
La actuación incluye la reparación de las cubiertas de pizarra o la restauración, al exterior del edificio, de las fábricas de piedra, las carpinterías de madera, las rejas y las puertas de hierro y las vidrieras. También se restaurarán los paseos del jardín. Asimismo, se actuará en los pavimentos y carpinterías madera interiores, y en los revestimientos de paramentos y techos, especialmente en la capilla principal, que presenta deterioros por humedad.
El Ministerio de Fomento interviene en el Palacio de Astorga a través de su Programa de Rehabilitación Arquitectónica, dentro del cual invierte en la conservación y rehabilitación del Patrimonio Histórico del país, en un modelo de colaboración con otras administraciones e instituciones.
El Palacio fue un encargo del Obispo de Astorga, Juan Bautista Grau i Vallespinós, natural de Reus, a su paisano Antonio Gaudí, tras el incendio de la anterior sede episcopal. Gaudí proyectó y dio comienzo a la obra –una de las pocas que realizó fuera de Cataluña- en 1889, siendo terminada bajo la dirección de otros arquitectos. Declarado Bien de Interés Cultural en 1969, alberga actualmente el Museo de los Caminos.
La reforma de la Plaza del Grano empezará en septiembre
PATRIMONIO El proyecto elaborado por el anterior equipo de Gobierno ya cuenta con la financiación del Ministerio de Fomento
La reforma de la Plaza del Grano impulsada por el anterior equipo de gobierno municipal que lideraba Emilio Gutiérrez y que tras la polémica suscitada lograba el consenso de los colectivos implicados comenzará a ejecutarse "de inmediato", según apuntaba el portavoz municipal, Fernando Salguero, que apuntaba al mes de septiembre para el inicio de los trabajos con la fiesta de San Froilán como meta para concluirlos.
El Ministerio de Fomento ya ha aprobado la partida con cargo al 1,5% Cultural que financiará al 75% las obras, lo que supone una aportación de 196.789 euros de los 262.385 en los que está presupuestada la intervención.
Salguero ha señalado que el proyecto previsto es el desarrollado por el anterior equipo de gobierno, respetuoso con la esencia de esta emblemática plaza, respetando el empedrado y que contempla medidas encaminadas a mejorar la movilidad con la mejora y ampliación de aceras.
La rehabilitación de este espacio suscitó en su momento una gran polémica, si bien tras varias reuniones con los distintos colectivos alcanzó un gran respaldo al no alterar la fisionomía de la plaza. No obstante, el actual equipo de gobierno, anunciaba ayer Salguero, volverá a citarse a finales de este mes con los afectados para presentarles el plan de obras. Los trabajos afectan, además de la propia plaza, a las calles Mercado y Capilla.
El Ministerio de Fomento ha licitado en 1,83 millones las obras de restauración y recuperación arquitectónica de los sistemas constructivos del Palacio Arzobispal de Astorga (León), obra del arquitecto Antoni Gaudí. El plazo previsto de ejecución es de 24 meses, según recoge en su edición de hoy el Boletín Oficial del Estado (BOE).
La actuación incluye la reparación de las cubiertas de pizarra o la restauración, al exterior del edificio, de las fábricas de piedra, las carpinterías de madera, las rejas y las puertas de hierro y las vidrieras. También se restaurarán los paseos del jardín. Asimismo, se actuará en los pavimentos y carpinterías madera interiores, y en los revestimientos de paramentos y techos, especialmente en la capilla principal, que presenta deterioros por humedad.
El Ministerio de Fomento interviene en el Palacio de Astorga a través de su Programa de Rehabilitación Arquitectónica, dentro del cual invierte en la conservación y rehabilitación del Patrimonio Histórico del país, en un modelo de colaboración con otras administraciones e instituciones.
El Palacio fue un encargo del Obispo de Astorga, Juan Bautista Grau i Vallespinós, natural de Reus, a su paisano Antonio Gaudí, tras el incendio de la anterior sede episcopal. Gaudí proyectó y dio comienzo a la obra –una de las pocas que realizó fuera de Cataluña- en 1889, siendo terminada bajo la dirección de otros arquitectos. Declarado Bien de Interés Cultural en 1969, alberga actualmente el Museo de los Caminos.
El Ministerio de Fomento ya ha aprobado la partida con cargo al 1,5% Cultural que financiará al 75% las obras, lo que supone una aportación de 196.789 euros de los 262.385 en los que está presupuestada la intervención.
Salguero ha señalado que el proyecto previsto es el desarrollado por el anterior equipo de gobierno, respetuoso con la esencia de esta emblemática plaza, respetando el empedrado y que contempla medidas encaminadas a mejorar la movilidad con la mejora y ampliación de aceras.
La rehabilitación de este espacio suscitó en su momento una gran polémica, si bien tras varias reuniones con los distintos colectivos alcanzó un gran respaldo al no alterar la fisionomía de la plaza. No obstante, el actual equipo de gobierno, anunciaba ayer Salguero, volverá a citarse a finales de este mes con los afectados para presentarles el plan de obras. Los trabajos afectan, además de la propia plaza, a las calles Mercado y Capilla.
VERANO
Los últimos andamios para el remate de una obra que no resultó sencillo por el acceso al conjunto del castillo y el Cristo. | LNC
Lo bello es lo escondido
PATRIMONIO El castillo de Peñaramiro ha sufrido una restauración que permite evitar el temor a un desmoronamiento
A cualquiera que acceda a la Cabrera Alta por la carretera del municipio de Truchas le llama la atención la impresionante imagen del Sagrado Corazón, de 8 metros de altura, que parece vigilar aquella comarca desde un sobrio pedestal.
Sobrio pedestal que, por otra parte, lo tiene, pues el popular Cristo fue colocado en el año 1957 por el Regimiento de Artillería de Santocildes(Astorga) sobre la llamada Torre del Homenaje de un histórico y olvidado Castillo, el de Peñaramiro, en la localidad de Valdavido (Truchas) y del que se tiene conocimiento documental desde el siglo XII. También se sabe que en el siglo XIV pertenecía a la familia Osorio; en el siglo XV al Marquesado de Villafranca, originado en tiempos de los Reyes Católicos; y en siglo XVI al Ducado de Alba.
Parece el sino de La Cabrera, lo bello está escondido. Debajo de ese Cristo del escultor Larrea, de escaso peso artístico y demasiado peso para las paredes de un viejo edificio de siglos de vida, está la historia real de aquella tierra, el castillo, el olvidado castillo de Peñaramiro. Como debajo de esas montañas pobres para la agricultura y duras para la supervivencia hay un corazón de oro como lo fue Las Médulas o como demuestra la mina de Llamas. Como debajo de esa leyenda de lejanía de sus gentes hay cientos de puertas abiertas de unos cabreireses que te pueden contar y cantar has la madrugada.
La tradicional fiesta de La Cabrera que los cinco ayuntamientos celebran este fin de semana en Nogar puede ser un buen momento para comprobarlo, aunque vale cualquier día del año.
Y para esta fiesta han arreglado la puerta de casa. Ese espectacular Cristo estaba apoyado en una paredes frágiles, cuyas piedras se iban soltando a ritmo preocupante después de más de ocho siglos de historia de aquel castillo que ya ha sido restaurado, bajo la dirección del arquitecto que más ha trabajado en Cabrera y que, seguramente, mejor conoce esta tierra: Javier López-Sastre. «Los muros de piedra de la Torre del Homenaje, de espesor cercano a 1 metro, se habían mantenido sin actuación alguna desde su construcción. El material de unión entre las piedras ha ido desapareciendo con el tiempo, de forma que aparecen oquedades por las que entra el agua libremente que con la acción hielo-deshielo provoca el aumente su volumen, empujando la piedra hacia afuera. Poco a poco las piedras van moviéndose para acabar cayendo al vacío, que es lo que había ocurrido», explica López-Sastre, quien añade que «el lienzo de cerramiento del Patio de Armas ( el tradicional muro del castillo) se había ido deteriorando por su cara superior, que es la más expuesta al agua. De forma puntual, el lienzo se había deteriorado, desmoronándose».
En esas condiciones abordó la restauración que le propuso el Ayuntamiento de Truchas, en cuyos terrenos está. «Era un trabajo complicado porque lo es el acceso al lugar, sobre todo nos complicó la vida la ausencia de agua, pero hoy todo se puede superar». Y se superó para ir «consolidación de la mampostería en la Torre del Homenaje, consolidando el remate superior del muro de cerramiento del Patio de Armas y realizando un refuerzo general al conjunto» y, remata el arquitecto, «es importante señalar el mal estado de la escalera de acceso a la cubierta de la Torre del Homenaje, sobre la que se apoya al estatua del Cristo, pues el cierre metálico existente aparecía roto con frecuencia, no pudiendo ser controlado el acceso a la misma. El visitante accedía libremente, sin conocer el estado de la misma y con peligro real para su integridad. Se ha eliminado el relleno de piedra que existía delante de la puerta de la torre (que no pertenecía al conjunto original) y se ha demolido el primer tramo de la escalera interior, de forma que ya no se puede acceder libremente a la Torre y, de paso, se ha eliminado el peligro».
El proyecto se ha planteado teniendo en cuenta la mejora en la percepción de los habitantes de la comarca de la Cabrera respecto a la riqueza patrimonial y paisajística que les rodea. Se pretende concienciar a los vecinos y a los visitantes de la importancia del patrimonio existente, implicándoles en su conservación; señala Javier López-Sastre, consciente de que en esta tierra, por suerte, se están produciendo muchos cambios.
Este castillo es un conjunto defensivo formado por el castillo propiamente dicho; un recinto situado a los pies del castillo, por su lado oriental, delimitado con una serie de estructuras murarias que cumplen funciones de separación y defensa y una torre de vigía, denominada de Malvecino, emplazada en el extremo Este del cerro.
Los últimos andamios para el remate de una obra que no resultó sencillo por el acceso al conjunto del castillo y el Cristo. | LNC
Lo bello es lo escondido
PATRIMONIO El castillo de Peñaramiro ha sufrido una restauración que permite evitar el temor a un desmoronamiento
A cualquiera que acceda a la Cabrera Alta por la carretera del municipio de Truchas le llama la atención la impresionante imagen del Sagrado Corazón, de 8 metros de altura, que parece vigilar aquella comarca desde un sobrio pedestal.
Sobrio pedestal que, por otra parte, lo tiene, pues el popular Cristo fue colocado en el año 1957 por el Regimiento de Artillería de Santocildes(Astorga) sobre la llamada Torre del Homenaje de un histórico y olvidado Castillo, el de Peñaramiro, en la localidad de Valdavido (Truchas) y del que se tiene conocimiento documental desde el siglo XII. También se sabe que en el siglo XIV pertenecía a la familia Osorio; en el siglo XV al Marquesado de Villafranca, originado en tiempos de los Reyes Católicos; y en siglo XVI al Ducado de Alba.
Parece el sino de La Cabrera, lo bello está escondido. Debajo de ese Cristo del escultor Larrea, de escaso peso artístico y demasiado peso para las paredes de un viejo edificio de siglos de vida, está la historia real de aquella tierra, el castillo, el olvidado castillo de Peñaramiro. Como debajo de esas montañas pobres para la agricultura y duras para la supervivencia hay un corazón de oro como lo fue Las Médulas o como demuestra la mina de Llamas. Como debajo de esa leyenda de lejanía de sus gentes hay cientos de puertas abiertas de unos cabreireses que te pueden contar y cantar has la madrugada.
La tradicional fiesta de La Cabrera que los cinco ayuntamientos celebran este fin de semana en Nogar puede ser un buen momento para comprobarlo, aunque vale cualquier día del año.
Y para esta fiesta han arreglado la puerta de casa. Ese espectacular Cristo estaba apoyado en una paredes frágiles, cuyas piedras se iban soltando a ritmo preocupante después de más de ocho siglos de historia de aquel castillo que ya ha sido restaurado, bajo la dirección del arquitecto que más ha trabajado en Cabrera y que, seguramente, mejor conoce esta tierra: Javier López-Sastre. «Los muros de piedra de la Torre del Homenaje, de espesor cercano a 1 metro, se habían mantenido sin actuación alguna desde su construcción. El material de unión entre las piedras ha ido desapareciendo con el tiempo, de forma que aparecen oquedades por las que entra el agua libremente que con la acción hielo-deshielo provoca el aumente su volumen, empujando la piedra hacia afuera. Poco a poco las piedras van moviéndose para acabar cayendo al vacío, que es lo que había ocurrido», explica López-Sastre, quien añade que «el lienzo de cerramiento del Patio de Armas ( el tradicional muro del castillo) se había ido deteriorando por su cara superior, que es la más expuesta al agua. De forma puntual, el lienzo se había deteriorado, desmoronándose».
En esas condiciones abordó la restauración que le propuso el Ayuntamiento de Truchas, en cuyos terrenos está. «Era un trabajo complicado porque lo es el acceso al lugar, sobre todo nos complicó la vida la ausencia de agua, pero hoy todo se puede superar». Y se superó para ir «consolidación de la mampostería en la Torre del Homenaje, consolidando el remate superior del muro de cerramiento del Patio de Armas y realizando un refuerzo general al conjunto» y, remata el arquitecto, «es importante señalar el mal estado de la escalera de acceso a la cubierta de la Torre del Homenaje, sobre la que se apoya al estatua del Cristo, pues el cierre metálico existente aparecía roto con frecuencia, no pudiendo ser controlado el acceso a la misma. El visitante accedía libremente, sin conocer el estado de la misma y con peligro real para su integridad. Se ha eliminado el relleno de piedra que existía delante de la puerta de la torre (que no pertenecía al conjunto original) y se ha demolido el primer tramo de la escalera interior, de forma que ya no se puede acceder libremente a la Torre y, de paso, se ha eliminado el peligro».
El proyecto se ha planteado teniendo en cuenta la mejora en la percepción de los habitantes de la comarca de la Cabrera respecto a la riqueza patrimonial y paisajística que les rodea. Se pretende concienciar a los vecinos y a los visitantes de la importancia del patrimonio existente, implicándoles en su conservación; señala Javier López-Sastre, consciente de que en esta tierra, por suerte, se están produciendo muchos cambios.
Este castillo es un conjunto defensivo formado por el castillo propiamente dicho; un recinto situado a los pies del castillo, por su lado oriental, delimitado con una serie de estructuras murarias que cumplen funciones de separación y defensa y una torre de vigía, denominada de Malvecino, emplazada en el extremo Este del cerro.
Sobrio pedestal que, por otra parte, lo tiene, pues el popular Cristo fue colocado en el año 1957 por el Regimiento de Artillería de Santocildes(Astorga) sobre la llamada Torre del Homenaje de un histórico y olvidado Castillo, el de Peñaramiro, en la localidad de Valdavido (Truchas) y del que se tiene conocimiento documental desde el siglo XII. También se sabe que en el siglo XIV pertenecía a la familia Osorio; en el siglo XV al Marquesado de Villafranca, originado en tiempos de los Reyes Católicos; y en siglo XVI al Ducado de Alba.
Parece el sino de La Cabrera, lo bello está escondido. Debajo de ese Cristo del escultor Larrea, de escaso peso artístico y demasiado peso para las paredes de un viejo edificio de siglos de vida, está la historia real de aquella tierra, el castillo, el olvidado castillo de Peñaramiro. Como debajo de esas montañas pobres para la agricultura y duras para la supervivencia hay un corazón de oro como lo fue Las Médulas o como demuestra la mina de Llamas. Como debajo de esa leyenda de lejanía de sus gentes hay cientos de puertas abiertas de unos cabreireses que te pueden contar y cantar has la madrugada.
La tradicional fiesta de La Cabrera que los cinco ayuntamientos celebran este fin de semana en Nogar puede ser un buen momento para comprobarlo, aunque vale cualquier día del año.
Y para esta fiesta han arreglado la puerta de casa. Ese espectacular Cristo estaba apoyado en una paredes frágiles, cuyas piedras se iban soltando a ritmo preocupante después de más de ocho siglos de historia de aquel castillo que ya ha sido restaurado, bajo la dirección del arquitecto que más ha trabajado en Cabrera y que, seguramente, mejor conoce esta tierra: Javier López-Sastre. «Los muros de piedra de la Torre del Homenaje, de espesor cercano a 1 metro, se habían mantenido sin actuación alguna desde su construcción. El material de unión entre las piedras ha ido desapareciendo con el tiempo, de forma que aparecen oquedades por las que entra el agua libremente que con la acción hielo-deshielo provoca el aumente su volumen, empujando la piedra hacia afuera. Poco a poco las piedras van moviéndose para acabar cayendo al vacío, que es lo que había ocurrido», explica López-Sastre, quien añade que «el lienzo de cerramiento del Patio de Armas ( el tradicional muro del castillo) se había ido deteriorando por su cara superior, que es la más expuesta al agua. De forma puntual, el lienzo se había deteriorado, desmoronándose».
En esas condiciones abordó la restauración que le propuso el Ayuntamiento de Truchas, en cuyos terrenos está. «Era un trabajo complicado porque lo es el acceso al lugar, sobre todo nos complicó la vida la ausencia de agua, pero hoy todo se puede superar». Y se superó para ir «consolidación de la mampostería en la Torre del Homenaje, consolidando el remate superior del muro de cerramiento del Patio de Armas y realizando un refuerzo general al conjunto» y, remata el arquitecto, «es importante señalar el mal estado de la escalera de acceso a la cubierta de la Torre del Homenaje, sobre la que se apoya al estatua del Cristo, pues el cierre metálico existente aparecía roto con frecuencia, no pudiendo ser controlado el acceso a la misma. El visitante accedía libremente, sin conocer el estado de la misma y con peligro real para su integridad. Se ha eliminado el relleno de piedra que existía delante de la puerta de la torre (que no pertenecía al conjunto original) y se ha demolido el primer tramo de la escalera interior, de forma que ya no se puede acceder libremente a la Torre y, de paso, se ha eliminado el peligro».
El proyecto se ha planteado teniendo en cuenta la mejora en la percepción de los habitantes de la comarca de la Cabrera respecto a la riqueza patrimonial y paisajística que les rodea. Se pretende concienciar a los vecinos y a los visitantes de la importancia del patrimonio existente, implicándoles en su conservación; señala Javier López-Sastre, consciente de que en esta tierra, por suerte, se están produciendo muchos cambios.
Este castillo es un conjunto defensivo formado por el castillo propiamente dicho; un recinto situado a los pies del castillo, por su lado oriental, delimitado con una serie de estructuras murarias que cumplen funciones de separación y defensa y una torre de vigía, denominada de Malvecino, emplazada en el extremo Este del cerro.
La fiesta de La Cabrera
Un conjunto que ya luce en su esplendor para que lo puedan admirar —y visitar— quienes este fin de semana se acerquen a Nogar, a la fiesta de La Cabrera, que tuvo ayer sábado su día grande en un precioso rincón de la localidad de Nogar, que acogió un más que interesante ‘día de la música cabreiresa’, con la participación de un buen número de músicos tradicionales de un buen número de pueblos y actuaciones de grupos de la calidad de Luar na Lubre o el Dj cabreirés Solangrey, entre otros. Gran protagonismo tuvieron también los libros escritos en esa tierra.
La Nueva Cronica
Ruta por los murales de Zanetti
Decenas de personas han tomado parte de la ruta organizada por la Fundación Vela Zanetti en torno a su obra en León
Un conjunto que ya luce en su esplendor para que lo puedan admirar —y visitar— quienes este fin de semana se acerquen a Nogar, a la fiesta de La Cabrera, que tuvo ayer sábado su día grande en un precioso rincón de la localidad de Nogar, que acogió un más que interesante ‘día de la música cabreiresa’, con la participación de un buen número de músicos tradicionales de un buen número de pueblos y actuaciones de grupos de la calidad de Luar na Lubre o el Dj cabreirés Solangrey, entre otros. Gran protagonismo tuvieron también los libros escritos en esa tierra.
La Nueva Cronica
Ruta por los murales de Zanetti
La Fundación Vela Zanetti ha organizado, con motivo de las fiestas de San Juan y San Pedro, un recorrido por los murales que el artista español realizó en León.
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Decenas de personas se han dado cita en el inicio del recorrido, en la Casona del Corral de Villapérez, sede de la fundación Vela Zanetti, donde han visto el boceto del mural de la ONU que Vela pintó en Nueva York, así como el mural 'El Gran Parnaso Español'.
La ruta ha continuado en el Antiguo Consistorio de San Marcelo, donde Vela Zanetti rubricó ‘El hombre qumándose en la Historia’ y ‘El cortejo de los reyes de León’, piezas que presiden la doble escalera principal que conduce al salón de plenos.
La tercera parada ha sido el histórico Hotel Conde Luna, cuya recepción está vigilada por el imponente mural ‘La Historia de Don Suero’.
El fin del recorrido ha sido la Iglesia de Jesús Divino Obrero, donde se contempla el mural de Vela Zanetti que representa el universo como una plenitud impregnada por la presencia de Cristo.

Mural de Vela Zanetti en San Marcelo.

Detalle de un mural de Vela Zanetti.

Mural de Vela Zanetti.

Mural de Vela Zanetti.

Mural de Vela Zanetti en San Marcelo.

Mural de Vela Zanetti.
Fuente Leonnoticias
La saga de canteros que bordó la Pulchra
Los hermanos Seoane, maestros canteros que mamaron el oficio de su padre en el taller que hubo en Los Cubos cuando León era primera zona monumental, defienden los trabajos permanentes en el templo como solución a sus males .
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Conocen la piedra de la Catedral como la palma de su mano. Y con sus manos de canteros bordaron la Pulchra en muchas obras de restauración. Santiago, José Andrés, Pelayo, y también Manuel, mamaron el oficio de su padre a los pies del templo gótico. En aquel tiempo, desde finales de los años 50, la provincia de León era primera zona monumental, junto a Zamora y Asturias. Son la saga de los Seoane.
Tenían 14 años cuando se iniciaron como aprendices en el taller de Los Cubos. «Entramos para piedra, madera y pintura, ahora el que hace piedra no sabe hacer otra cosa». Allí empezaron a tratar con las piedras de la Pulchra. También intervienieron en los monasterios de Villaverde de Sandoval y Gradefes y en San Isidoro.
Hicieron la columna trajana de San Isidoro y participaron en el programa de restauración de todas esculturas de la ciudad para el Congreso Eucarístico. Han participado en la restauración de 25 catedrales, la última la de Palencia, que ahora está monitorizada para detectar cualquier problema. En Segovia hicieron pináculos y balaustrada.
Su padre aprendió en Galicia del escultor Gasorey. Los últimos de la saga en incorporarse fueron Pelayo y Manuel, los más pequeños, que nacieron en Asturias mientras su padre hacía las obras del santuario en la cueva de Covadonga. Santiago y José Andrés vinieron al mundo en Santiago de Compostela. «Los talleres de la Catedral y San Isidoro eran nuestra casa, ya conocíamos la piedra», comentan.
«Cuando se quemó la Catedral, en 1966, yo estaba allí abajo con otros dos o tres. Fui al Mansilla, ese bar que estaba en la esquina, (hoy Albany) a llamar por teléfono para avisar a don Luis», comenta Santiago. José Andrés estaba trabajando en el monasterio de Guadalupe. Recuerdan que cuando se restauró San Marcos para parador «vinieron a León muchos canteros que luego se quedaron, como Pedroche».
Fue una época dorada para el patrimonio leonés, con el arquitecto Luis Menéndez Pidal al frente. Recuerdan a un peón adelantado, «Cordero, que era como un gigante», relatan, «que subía a hombros a don Luis cuando se estaba restaurando el hastial sur para que viera las obras pues padecía del corazón».
En aquel tiempo el obispo Almarcha, que fue procurador vitalicio en las cortes franquistas, tenía mando en plaza. «Fue el mejor para el patrimonio», afirman. Los Seoane llegaron a León de la mano del arquitecto que les había contratado para las obras en Asturias. Andrés Seoane Otero tuvo cinco hijos y cuatro de ellos heredaron el oficio. Su primo Manuel Seoane Saavedra, también cantero, hacía las veces de tutor de los vástagos, sobre todo, cuando salían a trabajar fuera de la provincia.
«El de cantero siempre fue un oficio de trashumantes; ahora también, si quieres trabajar te tienes que mover», comentan junto a la copia de la Virgen Blanca que preside la puerta en la fachada occidental de la Catedral. En homenaje a su padre, autor de la escultura, piden ser retratados junto a la Virgen. «Mi padre salvó la Catedral cuando el incendio. Si siguen echando agua la habrían hundido», recalcan.
La huella de los Seoane está reciente en el templo. Santiago Seoane participó en la restauración de la torre sur en 1999, la última gran intervención sobre elementos pétreos en la Catedral. José Andrés estaba en la restauración de San Isidoro. Hace dos meses y medio, el desprendimiento de un vierteaguas de la torre sur disparó todas las alarmas sobre la situación del templo. Se especuló sobre la debilidad de las piedras y se levantó una polvareda en torno a la debilidad del templo. La piedra de Boñar se llevó las culpas.
Los hermanos Seoane sonríen y niegan la mayor. «La piedra no es el problema. Tiene que haber una continuidad y un equipo», alegan. Algo de lo que carece la Pulchra leonina desde que fueron desmantelados aquellos talleres y León dejó de estar en el mapa de las prioridades monumentales.
En los últimos 25 años se han invertido unos 11 millones de euros en el templo gótico. Casi la misma cifra, 11 millones de dólares, que se va a gastar en la próxima restauración de la catedral de Panamá, del siglo XVIII, en la que han ofrecido participar a los Seoane.
Lo que se puso al descubierto fue el olvido de las piedras de la joya leonesa. Los últimos años todos los esfuerzos se han volcado en las vidrieras. Si la piedra es oro molido, las vidrieras son diamantes. Y la joya necesita a las dos partes.
«La Catedral no se va a caer, funciona», afirman los tres hermanos. Y la piedra de Boñar, añaden, «es la mejor para nuestra Catedral; es bonita, buena y es la que mejor pega para el color del cielo de León», apostillan. «Los problemas de la piedra son generales», aclaran. El agua que circula por debajo del templo, añaden, «tiene que influir». La Catedral está encima de las termas romanas. Recuerdan cuando se instaló la calefacción que «no dábamos abasto a recoger agua». Otro problema que acecha a la piedra son algunas técnicas de restauración que se utilizaron en el pasado, como el cosido mediante grapas metálicas: «Las grapas de hierro revientan la piedra», sentencian.
Ellos saben bien que «los materiales de agarre para hacer la restauración son las cales. Hay que meter cal, antes se preparaba aquí mismo y luego se hacía la restauración. Ahora se trae de Francia», explican.
A la piedra hay que conocerla y saber tratarla. «Lo que hace falta es dinero, que lo dejen trabajar y sacar y meter piedra. Un equipo. En la Catedral de León nosotros trabajamos siempre muy agusto», subrayan. La piedra de Boñar «está en todos los monumentos de León y de la provincia. Hasta en Astorga, la Catedral no, pero el edificio del Ayuntamiento tiene piedra de Boñar», alegan en su favor.
«La piedra se debe consolidar sin ningún producto químico y no se puede sacar en invierno porque entonces se machaca», advierten. Palabra de cantero. Son los sabios de la piedra.
Conocen la piedra de la Catedral como la palma de su mano. Y con sus manos de canteros bordaron la Pulchra en muchas obras de restauración. Santiago, José Andrés, Pelayo, y también Manuel, mamaron el oficio de su padre a los pies del templo gótico. En aquel tiempo, desde finales de los años 50, la provincia de León era primera zona monumental, junto a Zamora y Asturias. Son la saga de los Seoane.
Tenían 14 años cuando se iniciaron como aprendices en el taller de Los Cubos. «Entramos para piedra, madera y pintura, ahora el que hace piedra no sabe hacer otra cosa». Allí empezaron a tratar con las piedras de la Pulchra. También intervienieron en los monasterios de Villaverde de Sandoval y Gradefes y en San Isidoro.
Hicieron la columna trajana de San Isidoro y participaron en el programa de restauración de todas esculturas de la ciudad para el Congreso Eucarístico. Han participado en la restauración de 25 catedrales, la última la de Palencia, que ahora está monitorizada para detectar cualquier problema. En Segovia hicieron pináculos y balaustrada.
Su padre aprendió en Galicia del escultor Gasorey. Los últimos de la saga en incorporarse fueron Pelayo y Manuel, los más pequeños, que nacieron en Asturias mientras su padre hacía las obras del santuario en la cueva de Covadonga. Santiago y José Andrés vinieron al mundo en Santiago de Compostela. «Los talleres de la Catedral y San Isidoro eran nuestra casa, ya conocíamos la piedra», comentan.
«Cuando se quemó la Catedral, en 1966, yo estaba allí abajo con otros dos o tres. Fui al Mansilla, ese bar que estaba en la esquina, (hoy Albany) a llamar por teléfono para avisar a don Luis», comenta Santiago. José Andrés estaba trabajando en el monasterio de Guadalupe. Recuerdan que cuando se restauró San Marcos para parador «vinieron a León muchos canteros que luego se quedaron, como Pedroche».
Fue una época dorada para el patrimonio leonés, con el arquitecto Luis Menéndez Pidal al frente. Recuerdan a un peón adelantado, «Cordero, que era como un gigante», relatan, «que subía a hombros a don Luis cuando se estaba restaurando el hastial sur para que viera las obras pues padecía del corazón».
En aquel tiempo el obispo Almarcha, que fue procurador vitalicio en las cortes franquistas, tenía mando en plaza. «Fue el mejor para el patrimonio», afirman. Los Seoane llegaron a León de la mano del arquitecto que les había contratado para las obras en Asturias. Andrés Seoane Otero tuvo cinco hijos y cuatro de ellos heredaron el oficio. Su primo Manuel Seoane Saavedra, también cantero, hacía las veces de tutor de los vástagos, sobre todo, cuando salían a trabajar fuera de la provincia.
«El de cantero siempre fue un oficio de trashumantes; ahora también, si quieres trabajar te tienes que mover», comentan junto a la copia de la Virgen Blanca que preside la puerta en la fachada occidental de la Catedral. En homenaje a su padre, autor de la escultura, piden ser retratados junto a la Virgen. «Mi padre salvó la Catedral cuando el incendio. Si siguen echando agua la habrían hundido», recalcan.
La huella de los Seoane está reciente en el templo. Santiago Seoane participó en la restauración de la torre sur en 1999, la última gran intervención sobre elementos pétreos en la Catedral. José Andrés estaba en la restauración de San Isidoro. Hace dos meses y medio, el desprendimiento de un vierteaguas de la torre sur disparó todas las alarmas sobre la situación del templo. Se especuló sobre la debilidad de las piedras y se levantó una polvareda en torno a la debilidad del templo. La piedra de Boñar se llevó las culpas.
Los hermanos Seoane sonríen y niegan la mayor. «La piedra no es el problema. Tiene que haber una continuidad y un equipo», alegan. Algo de lo que carece la Pulchra leonina desde que fueron desmantelados aquellos talleres y León dejó de estar en el mapa de las prioridades monumentales.
En los últimos 25 años se han invertido unos 11 millones de euros en el templo gótico. Casi la misma cifra, 11 millones de dólares, que se va a gastar en la próxima restauración de la catedral de Panamá, del siglo XVIII, en la que han ofrecido participar a los Seoane.
Lo que se puso al descubierto fue el olvido de las piedras de la joya leonesa. Los últimos años todos los esfuerzos se han volcado en las vidrieras. Si la piedra es oro molido, las vidrieras son diamantes. Y la joya necesita a las dos partes.
«La Catedral no se va a caer, funciona», afirman los tres hermanos. Y la piedra de Boñar, añaden, «es la mejor para nuestra Catedral; es bonita, buena y es la que mejor pega para el color del cielo de León», apostillan. «Los problemas de la piedra son generales», aclaran. El agua que circula por debajo del templo, añaden, «tiene que influir». La Catedral está encima de las termas romanas. Recuerdan cuando se instaló la calefacción que «no dábamos abasto a recoger agua». Otro problema que acecha a la piedra son algunas técnicas de restauración que se utilizaron en el pasado, como el cosido mediante grapas metálicas: «Las grapas de hierro revientan la piedra», sentencian.
Ellos saben bien que «los materiales de agarre para hacer la restauración son las cales. Hay que meter cal, antes se preparaba aquí mismo y luego se hacía la restauración. Ahora se trae de Francia», explican.
A la piedra hay que conocerla y saber tratarla. «Lo que hace falta es dinero, que lo dejen trabajar y sacar y meter piedra. Un equipo. En la Catedral de León nosotros trabajamos siempre muy agusto», subrayan. La piedra de Boñar «está en todos los monumentos de León y de la provincia. Hasta en Astorga, la Catedral no, pero el edificio del Ayuntamiento tiene piedra de Boñar», alegan en su favor.
«La piedra se debe consolidar sin ningún producto químico y no se puede sacar en invierno porque entonces se machaca», advierten. Palabra de cantero. Son los sabios de la piedra.
PATRIMONIO EN LA CIUDAD
Tres alcaldes y la Ruta Romana por los suelos
Amilivia, Francisco Fernández y Emilio Gutiérrez no han sido capaces de abrir el itinerario por los hallazgos arqueológicos.
VERÓNICA VIÑAS | LEÓN 22/02/2015
Tras años hablando de la creación de una Ruta Romana, para mostrar al público los restos aparecidos en las distintas excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el casco histórico, Mario Amilivia inauguraba en 2007 un ‘itinerario virtual’. El 27 de marzo de ese año León amaneció plantado se ‘menhires’, como si Obélix hubiera llegado a la ciudad. El Ayuntamiento colocó nueve monolitos para marcar una Ruta Romana en la que no se podían visitar los Principia ni el yacimiento de la Legio VI ni el aula arqueológica ni las criptas. Únicamente, la muralla y el aljibe de San Pedro. Además, ‘pegó’ al suelo 70 caligas (las sandalias de clavos que usaban los soldados romanos) para trazar por las calles de la capital un itinerario romano invisible.
Meses después accedía el PSOE al gobierno municipal y con Francisco Fernández al frente de la Alcaldía la Ruta Romana se quedaba, igualmente, en una promesa, aunque bajo su mandato se repararon algunos tramos de la muralla tardorromana.
Y la ‘era’ de Emilio Gutiérrez se ha limitado a inaugurar la Casona de Puerta Castillo, proyecto emprendido por su antecesor, aunque el edificio ha sido convertido finalmente en un cajón del tiempo, que alberga no sólo el Centro de Interpretación del León Romano, sino también los ‘excedentes’ del Archivo Municipal y es, asimismo, sede de la marca ‘León, cuna del parlamentarismo’.
El proyecto de la Ruta Romana discurría por seis hitos: la muralla, los Principia, la cripta de Puerta Obispo y las dos de Cascalerías, el aljibe de San Pedro y el Aula Arqueológica de Puerta Castillo. En 2005 Amilivia pidió a la Junta medio millón de euros para poner en marcha este itinerario, con la aspiración de que pudiera llegar a ser declarado Patrimonio de la Humanidad. La ruta sigue siendo hoy una quimera.
VERÓNICA VIÑAS | LEÓN 22/02/2015
Tras años hablando de la creación de una Ruta Romana, para mostrar al público los restos aparecidos en las distintas excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el casco histórico, Mario Amilivia inauguraba en 2007 un ‘itinerario virtual’. El 27 de marzo de ese año León amaneció plantado se ‘menhires’, como si Obélix hubiera llegado a la ciudad. El Ayuntamiento colocó nueve monolitos para marcar una Ruta Romana en la que no se podían visitar los Principia ni el yacimiento de la Legio VI ni el aula arqueológica ni las criptas. Únicamente, la muralla y el aljibe de San Pedro. Además, ‘pegó’ al suelo 70 caligas (las sandalias de clavos que usaban los soldados romanos) para trazar por las calles de la capital un itinerario romano invisible.
Meses después accedía el PSOE al gobierno municipal y con Francisco Fernández al frente de la Alcaldía la Ruta Romana se quedaba, igualmente, en una promesa, aunque bajo su mandato se repararon algunos tramos de la muralla tardorromana.
Y la ‘era’ de Emilio Gutiérrez se ha limitado a inaugurar la Casona de Puerta Castillo, proyecto emprendido por su antecesor, aunque el edificio ha sido convertido finalmente en un cajón del tiempo, que alberga no sólo el Centro de Interpretación del León Romano, sino también los ‘excedentes’ del Archivo Municipal y es, asimismo, sede de la marca ‘León, cuna del parlamentarismo’.
El proyecto de la Ruta Romana discurría por seis hitos: la muralla, los Principia, la cripta de Puerta Obispo y las dos de Cascalerías, el aljibe de San Pedro y el Aula Arqueológica de Puerta Castillo. En 2005 Amilivia pidió a la Junta medio millón de euros para poner en marcha este itinerario, con la aspiración de que pudiera llegar a ser declarado Patrimonio de la Humanidad. La ruta sigue siendo hoy una quimera.
El monasterio de Sandoval necesita una restauración de 300.000 euros
Promonumenta y el PSOE denuncian que la Junta mantiene el monumento cerrado
ELENA F. GORDÓN | LEÓN 08/02/2015
El PSOE denunció ayer que la Junta incumple su propia normativa de Patrimonio al mantener cerrado desde hace años el monasterio cisterciense de Santa María de Sandoval, ubicado en la localidad leonesa de Villaverde de Sandoval. El monumento, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1931, nunca ha estado abierto oficialmente ni ha contado con guías para su visita. El PSOE y Promonumenta reclaman una intervención cuyo coste supera los 300.000 euros, que consideran vital para el mantenimiento de un inmueble situado en el Camino de Santiago y sobre el que, lamentan, «falta voluntad política». Como anécdota, muestran los libros en los que han recogido 19.000 firmas que piden la restauración de este BIC leonés, entre las que se encuentran la del propio presidente de la Junta.
Las labores de acompañamiento a peregrinos y viajeros las ejerció durante años la ‘guardesa’ Munda, fallecida en 2002, y desde entones el sacristán era el encargado de mostrar la iglesia -no el resto del monumento- pero ahora ya no puede por motivos de salud, explicaron en una comparecencia conjunta PSOE y miembros de la asociación cultural Promonumenta.
Tras celebrar un encuentro al que asistió también el secretario provincial de la formación, Tino Rodríguez, el procurador autonómico Miguel Ángel Fernández Cardo criticó duramente la respuesta que la Junta ha dado a una pregunta sobre las actuaciones llevadas a cabo en el inmueble, y anunció una próxima Proposición No de Ley (PNL) que reclamará que se cumpla el Plan Director del monumento, que se acometan actuaciones de urgencia para que pueda ser visitado, que se establezca un horario de apertura y que se cumpla el programa europeo Rafael para el que fue seleccionado junto con otros edificios de Checoslovaquia y Alemania, cuyos propietarios sí actuaron inmediatamente en ellos y los pusieron en valor.
Fernández Cardo explicó que la respuesta de la Junta a su pregunta detalla que en el recinto se han acometido inversiones por importe de 800.000 euros sin definir las actuaciones y los plazos. «Pudo ser en el comienzo de los tiempos; desde luego no en los últimos cinco años y de ese dinero un cuarto de millón se aportó por el Gobierno de Zapatero», subrayó. También quiso contraponer datos de inversiones acometidas en templos de la comunidad y aludió al de San María de Valbuena, en Valladolid, al que se han destinado cerca de 20 millones.
Promonumenta, que dejó claro su desvinculación de las formaciones políticas, sí quiso ayer incidir en el estado de abandono que a su juicio presenta un espacio del que ellos se han ocupado en varias ocasiones y que, de hecho, protagonizó las primeras hacenderas convocadas en 1992 por el colectivo.
EL ESTADO DEL PATRIMONIO
La Junta reserva quirófano para restaurar los frescos del Panteón Real de San Isidoro
Enrique Sáiz anuncia además que la Fundación Caja Madrid retoma el proyecto de rehabilitación de la Colegiata
Noticias relacionadas
La Junta dedicará los próximos meses a decidir cómo actuar sobre las pinturas del panteón Real. No será antes de julio cuando los especialistas comiencen a intervenir sobre los frescos y los elementos pétreos del conjunto de la Colegiata. Cultura ha consignado para este fin 150.000 euros, con los que rehabilitará sobre todo aquellas zonas que no fueron objeto de restauración en los años ochenta. Entonces, las tareas de restauración se centraron en las bóvedas de la Cena y Degollación de los Inocentes, así como los arcos correspondientes. Además, también fueron tratados por los especialistas del ministerio los frescos del Altar de Santa Catalina, las cenefas decorativas y el paramento de la Crucifixión. En total, se rescató una superficie pictórica de casi 45 metros cuadrados.
El director general de Patrimonio, Enrique Sáiz destaca que será difícil comenzar la intervención antes del verano y confiesa que aún no se sabe qué tipo de restauración se llevará a cabo. «Estamos esperando a que los estudios técnicos nos digan cómo actuar», destaca. Y eso que en el año 2009 se realizaron unos estudios que detectaron pérdidas puntuales de material pétreo, suciedad generalizada, pulverización de película pictórica en zonas de pintura no restauradas o reintegraciones volumétricas defectuosas.
Caja Madrid
Enrique Sáiz ha anunciado además que la Fundación de Caja Madrid se ha puesto en contacto con la Dirección General de Patrimonio para manifestar su intención de retomar el proyecto y comenzar las inversiones en la Colegiata. «Nos han presentado ya varias propuestas, resultados de los estudios que han realizado para modernizar el museo con propuestas para adaptar los accesos a los discapacitados, mejorar la didáctica de las visitas y adecuar la museografía a los adelantos tecnológicos», subraya el responsable autonómico en materia de conservación del Patrimonio. El acuerdo, firmado en 2009, preveía la inversión de dos millones de euros con el objetivo de revisar la remodelaciónde todos los espacios museísticos: accesos al Panteón Real, modificación de la sala de doña Sancha y ampliación de las capillas de los Quiñones y los Castañones. Una de las ideas sondeaba la posibilidad de realizar un centro de interpretación —que podría estar entre la muralla y la Colegiata— que ponga fin a la angostura del vestíbulo que en la actualidad sufren los visitantes y que ofreciera a los turistas una explicación de la historia del edificio y los tesoros que acoge en su interior.
La Junta dedicará los próximos meses a decidir cómo actuar sobre las pinturas del panteón Real. No será antes de julio cuando los especialistas comiencen a intervenir sobre los frescos y los elementos pétreos del conjunto de la Colegiata. Cultura ha consignado para este fin 150.000 euros, con los que rehabilitará sobre todo aquellas zonas que no fueron objeto de restauración en los años ochenta. Entonces, las tareas de restauración se centraron en las bóvedas de la Cena y Degollación de los Inocentes, así como los arcos correspondientes. Además, también fueron tratados por los especialistas del ministerio los frescos del Altar de Santa Catalina, las cenefas decorativas y el paramento de la Crucifixión. En total, se rescató una superficie pictórica de casi 45 metros cuadrados.
El director general de Patrimonio, Enrique Sáiz destaca que será difícil comenzar la intervención antes del verano y confiesa que aún no se sabe qué tipo de restauración se llevará a cabo. «Estamos esperando a que los estudios técnicos nos digan cómo actuar», destaca. Y eso que en el año 2009 se realizaron unos estudios que detectaron pérdidas puntuales de material pétreo, suciedad generalizada, pulverización de película pictórica en zonas de pintura no restauradas o reintegraciones volumétricas defectuosas.
Caja Madrid
Enrique Sáiz ha anunciado además que la Fundación de Caja Madrid se ha puesto en contacto con la Dirección General de Patrimonio para manifestar su intención de retomar el proyecto y comenzar las inversiones en la Colegiata. «Nos han presentado ya varias propuestas, resultados de los estudios que han realizado para modernizar el museo con propuestas para adaptar los accesos a los discapacitados, mejorar la didáctica de las visitas y adecuar la museografía a los adelantos tecnológicos», subraya el responsable autonómico en materia de conservación del Patrimonio. El acuerdo, firmado en 2009, preveía la inversión de dos millones de euros con el objetivo de revisar la remodelaciónde todos los espacios museísticos: accesos al Panteón Real, modificación de la sala de doña Sancha y ampliación de las capillas de los Quiñones y los Castañones. Una de las ideas sondeaba la posibilidad de realizar un centro de interpretación —que podría estar entre la muralla y la Colegiata— que ponga fin a la angostura del vestíbulo que en la actualidad sufren los visitantes y que ofreciera a los turistas una explicación de la historia del edificio y los tesoros que acoge en su interior.
Cuando las piedras cantan
Desde Alfonso XIII, que abrió una cuestación para San Isidoro, los monumentos han conseguido movilizar a los leoneses, que han pagado restauraciones ‘a escote’ y han salido a la calle para defenderlos.
verónica viñas | león 25/01/2015
El desplome de una gran piedra de la Catedral ha reabierto el debate sobre su estado de conservación y ha puesto en cuestión no sólo a los ‘guardianes’ del Patrimonio, sino a la propia sociedad leonesa por su «falta de implicación».
Sin embargo, los leoneses sí se han movilizado cuando los edificios emblemáticos de la ciudad corrían peligro. Han salido a la calle a protestar y han aportado dinero para su restauración. La responsabilidad de monumentos como la Catedral recae en la Junta, con plenas competencias en Patrimonio, y el Cabildo, como propietario, pero los ciudadanos, que financian ambas instituciones a través de sus impuestos, han contribuido en momentos puntuales con aportaciones ‘extraordinarias’.
Alfonso XIII —cuyo segundo nombre era León— abrió una cuestación para salvar la colegiata de San Isidoro de una ruina inminente. Aunque la fortuna del monarca rondaba los 144 millones de euros, según algunos historiadores, su aportación se limitó a mil pesetas para la joya del románico. Fue el arquitecto conservador del templo, Juan Bautista Lázaro, quien puso en marcha en 1906 lo que ahora se denomina crowdfunding. Estimaba los trabajos de restauración en «más de 5.000 duros (150 euros)». «Espero que León responderá en la medida de sus fuerzas, contribuyendo a la suscripción que quiero hacer en pro de la restauración de una iglesia que es uno de los documentos de piedra más interesantes de su historia». El arquitecto, paralelamente, pedía a los vecinos dinero para costear las 15.000 pesetas (90 euros) en que había calculado la restauración de la torre de las campanas de la Catedral.
En 1992 el Cabildo presentaba un plan de mecenazgo denominado ‘Salvemos la Catedral’, cuya primera misión era la creación de un equipo estable de mantenimiento del templo gótico. Una exposición mostraba el lamentable estado del edificio y una gran urna recogía los donativos de los visitantes. Particulares, bancos, empresas e instituciones hicieron aportaciones. La iniciativa fue finalista al Premio Europa Nostra. Luego se sumó el Gobierno, que aportó 15 millones de pesetas (90.000 euros), la mitad de la recaudación del primer año. La protección con mallas de las vidrieras, la restauración de la verja y la creación de un taller de restauración permanente, integrado por quince trabajadores, fueron el destino de los fondos de aquella primera campaña. El maestro vidriero Luis García Zurdo, el director de la Escuela Taller de Restauración, Francisco Azconegui y el arquitecto territorial, Javier Ramos, fueron los promotores y Concha Casado, Miguel Cordero del Campillo, Salustiano López Contreras y Laurentino Vega de Castro formaron el consejo directivo.
Para mantener vivo el proyecto, en 1996 se creó el Premio de Pintura Salvemos la Catedral, con el Ayuntamiento, El Corte Inglés y Diario de León como patrocinadores. Una iniciativa que ha permitido ir salvando retablos, capillas y obras de arte del templo gótico.
Últimas protestas
León también se movilizó y consiguió paralizar la destrucción de los Principia (el cuartel general de la Legio VII), cuyos restos aparecieron en un solar de la calle San Pelayo donde estaba previsto construir un edificio de viviendas. El asunto sigue todavía pendiente de una resolución judicial.
Asimismo, los leoneses salieron a la calle en defensa del Patrimonio en 2006 cuando se desplomaron dos gárgolas de la Catedral. Los ciudadanos pidieron entonces la dimisión de las dos máximas responsables de Cultura; la de la Junta, Silvia Clemente; y la del Gobierno, Carmen Calvo.
Hace dos semanas, la caída de un vierteaguas desde 50 metros de altura, que se estrelló fuera de la verja que rodea la Catedral, ha obligado a la Junta a prometer un plan especial de mantenimiento y obras de emergencia en la Torre del Reloj, que comenzarán esta próxima semana.
La Cueva de Valporquero incrementa en un 5,93% el número de visitantes
Se trata de uno de los principales recursos turísticos de la provincia y ha registrado un total de 53.723 personas, 3.007 más que la temporada pasada
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La Cueva de Valporquero incrementa en un 5,93% el número de visitantes.
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La Cueva de Valporquero ha recibido durante esta temporada, en la que se ha mantenido abierta 237 días, desde el 1 de marzo al 21 de diciembre, a un total de 53.723 personas. Esta cifra supone un incremento con respecto a la temporada de 2013 de 3.007 usuarios, lo que se traduce en un aumento del 5,93% de visitantes.
Del total, 50.862 personas han sido usuarios turísticos, 1.862 grupos de visitas turísticas, 2.861 usuarios de espeleoturismo y 361 grupos los que han realizado este tipo de actividades. Por su procedencia, el 18,8% han sido visitantes leoneses, el 14,6% madrileños, el 9,3 asturianos, 6% vascos 5,4 procedentes del extranjero, seguidos de catalanes, gallegos, valencianos o andaluces, entre otros.
Como principal novedad durante la temporada de 2014 se encuentra la apertura al público durante todos los días del Punto de Información Provincial, un servicio que se puso en marcha en 2013, a través del que la Diputación facilita a los visitantes información sobre los recursos de la provincia. Así, todos los visitantes pueden conocer cuáles son los principales puntos de interés que se pueden visitar y conseguir los folletos turísticos editados por la institución provincial. Además, cuenta con elementos relacionados con las nuevas tecnologías, a través de los que los visitantes también pueden consultar qué puntos pueden ser de interés en sus rutas por la provincia de León.
Desde la Diputación también se organizó el pasado año la II Muestra de Artesanos Leoneses, una exposición permanente durante los meses en los que la Cueva ha permanecido abierta, en la que se expusieron diversas piezas realizadas por más de una veintena de artesanos de la provincia.
También se ha consolidado la iniciativa puesta en marcha hace dos años denominada Ruta del Exocarts. Se trata de una ruta de 75 minutos aproximadamente que pueden realizar los visitantes para contemplar las diversas formaciones que crea el agua también fuera de la Cueva o dolina, entre las que se encuentran las torcas o los polges, muy específicas de los sistemas cársticos como Valporquero.
La dificultad de esta ruta de senderismo, que ya se encuentra balizada y señalizada y que cuenta con tres paneles de interpretación de los elementos que componen esta especial morfología, es media- baja, con lo que puede ser recorrida por todos los visitantes. La senda sirve como complemento al resto de actividades que se pueden realizar durante el día en el entorno de la Cueva, además de su visita al interior.
Página web
La Diputación de León también cuenta con una moderna página web dedicada a la Cueva de Valporquero, a través de la que los usuarios pueden conocer la información referida a uno de los enclaves turísticos más importantes de la provincia, tanto para los visitantes como los amantes de los deportes de aventura.
Se trata de un portal independiente con el dominio www.cuevadevalporquero.es y cuyos objetivos pasan por mejorar la difusión de los atractivos de la Cueva y facilitar el acceso a la información para los visitantes, ampliándola incluso con contenido multimedia.
Así, los usuarios pueden ponerse en contacto con los responsables de la Cueva para dar su opinión, hacer preguntas o sugerencias a través de un formulario, conocer el estado de las instalaciones y la climatología o las novedades que se realizan en cada momento. A esto se unen las vistas realizadas con fotos panorámicas de 360º, a través de las que se puede explorar varias estancias, como la sala Gran Rotonda vista desde el cementerio, sala Pequeñas Maravillas.
La página cuenta también como la vista exterior e interior de la Cueva desde una cámara web, un mapa interactivo para que se pueda planificar el viaje y la llegada, indicación de las coordenadas por GPS, rutas de montaña, promoción del turismo activo y rutas de montaña, además de información turística de la zona, como las fiestas y tradiciones.
Del total, 50.862 personas han sido usuarios turísticos, 1.862 grupos de visitas turísticas, 2.861 usuarios de espeleoturismo y 361 grupos los que han realizado este tipo de actividades. Por su procedencia, el 18,8% han sido visitantes leoneses, el 14,6% madrileños, el 9,3 asturianos, 6% vascos 5,4 procedentes del extranjero, seguidos de catalanes, gallegos, valencianos o andaluces, entre otros.
Como principal novedad durante la temporada de 2014 se encuentra la apertura al público durante todos los días del Punto de Información Provincial, un servicio que se puso en marcha en 2013, a través del que la Diputación facilita a los visitantes información sobre los recursos de la provincia. Así, todos los visitantes pueden conocer cuáles son los principales puntos de interés que se pueden visitar y conseguir los folletos turísticos editados por la institución provincial. Además, cuenta con elementos relacionados con las nuevas tecnologías, a través de los que los visitantes también pueden consultar qué puntos pueden ser de interés en sus rutas por la provincia de León.
Desde la Diputación también se organizó el pasado año la II Muestra de Artesanos Leoneses, una exposición permanente durante los meses en los que la Cueva ha permanecido abierta, en la que se expusieron diversas piezas realizadas por más de una veintena de artesanos de la provincia.
También se ha consolidado la iniciativa puesta en marcha hace dos años denominada Ruta del Exocarts. Se trata de una ruta de 75 minutos aproximadamente que pueden realizar los visitantes para contemplar las diversas formaciones que crea el agua también fuera de la Cueva o dolina, entre las que se encuentran las torcas o los polges, muy específicas de los sistemas cársticos como Valporquero.
La dificultad de esta ruta de senderismo, que ya se encuentra balizada y señalizada y que cuenta con tres paneles de interpretación de los elementos que componen esta especial morfología, es media- baja, con lo que puede ser recorrida por todos los visitantes. La senda sirve como complemento al resto de actividades que se pueden realizar durante el día en el entorno de la Cueva, además de su visita al interior.
Página web
La Diputación de León también cuenta con una moderna página web dedicada a la Cueva de Valporquero, a través de la que los usuarios pueden conocer la información referida a uno de los enclaves turísticos más importantes de la provincia, tanto para los visitantes como los amantes de los deportes de aventura.
Se trata de un portal independiente con el dominio www.cuevadevalporquero.es y cuyos objetivos pasan por mejorar la difusión de los atractivos de la Cueva y facilitar el acceso a la información para los visitantes, ampliándola incluso con contenido multimedia.
Así, los usuarios pueden ponerse en contacto con los responsables de la Cueva para dar su opinión, hacer preguntas o sugerencias a través de un formulario, conocer el estado de las instalaciones y la climatología o las novedades que se realizan en cada momento. A esto se unen las vistas realizadas con fotos panorámicas de 360º, a través de las que se puede explorar varias estancias, como la sala Gran Rotonda vista desde el cementerio, sala Pequeñas Maravillas.
La página cuenta también como la vista exterior e interior de la Cueva desde una cámara web, un mapa interactivo para que se pueda planificar el viaje y la llegada, indicación de las coordenadas por GPS, rutas de montaña, promoción del turismo activo y rutas de montaña, además de información turística de la zona, como las fiestas y tradiciones.
La ministra promete equiparar la vertiente leonesa
de Picos a Cantabria y Asturias
García Tejerina destaca el esfuerzo inversor realizado con la inversión de diez millones para los dos centros de información en Posada de Valdeón y Oseja de Sajambre
Elena F. Gordón 15/09/2014
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La declaración de interés general de las entradas al Parque Nacional de Picos de Europa, en sus respectivas vertientes -cántabra, leonesa y asturiana- favorecerá la llegada de inversiones a ese espacio natural. Así lo explicó hoy la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, durante la visita que hizo a la zona en la provincia de León.
“Las tres comunidades autónomas tienen que tener ese fácil acceso a los visitantes y que puedan venir más. El turismo de naturaleza es de especial interés porque España cuenta con una naturaleza privilegiada y hay que favorecer que los ciudadanos puedan venir”, comentó en Caín, antes de iniciar un tramo de la Ruta del Cares acompañada del consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván.
La ministra insistió en que las tres autonomías deben estar equiparadas y en condiciones similares para una oferta turística que debe revertir en el desarrollo de la zona. Para ayudar a ese equilibrio, dijo, el Gobierno ha hecho una apuesta importante de inversión, con diez millones de euros en la vertiente leonesa para el Centro de Visitantes de Posada de Valdeón y el Centro de Información La Fonseya en Oseja de Sajambre. Unas obras cuyos detalles técnicos repasó hoy de la mano del director general del Organismo Autónomo Parques Nacionales, Basilio Rada.
Las obras del centro de Posada de Valdeón dieron comienzo recientemente, con una inversión de 6,8 millones y está previsto que el próximo mes de octubre comiencen las de Oseja de Sajambre con una partida de 1,6 millones.
La ministra reconoció que los alcaldes de la zona le han hecho llegar peticiones de ayuda y subrayó que en una época complicada como la que se vive en la actualidad, el Gobierno ha apostado para que León cuente con infraestructuras como las que ya tenían Asturias y Cantabria. “Es un importante esfuerzo presupuestario para hacer dos centro de visitantes que hacían falta en la provincia de León para facilitar y dar a conocer a los visitantes como primer punto de encuentro con esta naturaleza privilegiada”, dijo.
También aludió a la Ley de Parques Naturales que permitirá que el Estado pueda ejercer las funciones que le corresponde de coordinación sobre la gestión que está transferida a las comunidades autónomas y señaló que esa ley “les va a dar la cobertura para disponer de todos los servicios que requieran” Es importante, añadió, la compatibilidad entre la calidad de la naturaleza y las condiciones de vida de los ciudadanos que la habitan y que la están cuidando permanentemente”, comentó.
Por otra parte, recordó que en estos momentos está en fase de tramitación la ampliación de superficie del Parque en la vertiente cántabra. “En primavera lo aprobará el Consejo de Ministros, si todo sigue el calendario previsto”, apuntó.
García Tejerina incició en que “la mejor expresión de nuestro patrimonio natural son los Parques Nacionales y este Gobierno trabaja para aumentar la superficie protegida y darles una mejor conservación”. “Hemos crecido en superficie en Castilla y León, ha sido este Gobierno el que ha aprobado el Parque Nacional de Guadarrama y en las zonas marinas teníamos la obligación de tener el diez por ciento de la superficie protegida, partíamos del uno por ciento y vamos por el ocho”, recalcó.
Futura sede del Leon Romano(Casona de Puerta Castillo)
Restos de la Legio VI y Legio VII

Futura sede del Leon Romano(Casona de Puerta Castillo)
Restos de la Legio VI y Legio VII
